miércoles, 26 de mayo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 131


 Claudia llegó al apartamento donde vive Antonio. 

-Pasa.
-Estoy nerviosa y eso que ya nos conocemos. -Antonio le tocó la nalga y se la apretó.
-Y te has metido esto. -Se apretó el enorme pene sobre el mono gris que cargaba. Claudia tragó saliva.
-Yo sé que esto no está en el servicio pero...¿Tienes cerveza? -Antonio la tomó de la cabeza y le dio un beso en la boca apretándola hacia él.
-Tienes razón, eso no está incluído, viniste a llevar güevo y a eso voy. -La cargó y la llevó al cuarto. Antonio la desvistió y tocó su vulva que ya estaba lubricada, la volvió a besar y sintió como bajaba flujo por su pierna. 
-Estoy excitadísima. -Antonio se quitó el mono y la franela.
-¿Ah sí? Estás con ganas de llevar machete. -Le acarició la mejilla, la volvió a besar y la tumbó en la cama. 

Diego nervioso se montó en el carro y manejó hasta la discoteca gay cerca de su casa. Estacionó, revisó su celular y lo apagó. Sus manos le temblaban, era la primera vez que iba a un bar gay. Entró.
Estaba oscuro, la música electrónica se escuchaba desde la entrada.
Había gente pero no estaba aglomerado, lo miraban, es probable por ser una persona nueva o porque les llamaba la atención, el caso es que se sentía bien siendo el centro de atención por unos instantes.

Fue al baño, se estaba orinando, a su lado un muchacho sin camisa, velludo y de cuerpo atlético orinaban y lo veía.
-¿Vas pendiente?
-¿Pendiente? Estoy llegando.
-No marico, ¿quieres talco? Te la dejo a buen precio.
-No chamo, yo no ando en eso.
-AAAAH todos dicen lo mismo. Mira como me pone, me metí un pellizco y la tengo dura, mira te voy a dar un pellizco gratis soy buena gente. -Se puso en el dorso de la mano y se la acercó a Diego. -Inhala...coño dale, no va a pasar nada. -Diego lo hizo, cerró los ojos, sintió como el polvo le llegó al cerebro y una sensación de euforia se apoderó de él.
-¿Por qué no me lo mamas? Me duele tengo rato con esta parazón y no acabo.
-¿Aquí en el baño?
-Si marico, agáchate y sácame la leche.
Diego se puso en cuclillas y tomó el pene. Tenía prepucio. Al acercarse el pene a su cara sintió un fuerte olor entre orina y sudor, pero no le importó, se lo introdujo en la boca.

Claudia gritaba mientras Antonio, sobre ella, le apretaba las nalgas y sus caderas se movían ferozmente. Se detuvo, retiró el pene, arrancó el condón y dio un grito al eyacular sobre el abdomen de la mujer. Sus tetas también recibieron semen. Se tumbó a un lado de ella.
Con los ojos vidriosos miraba hacia la pared. Le habló a Antonio. -¿Puedo usar el baño?
-Si, te puedes duchar y luego te vas que tengo otros clientes.
Ambos se quedaron dormidos en ese momento.

Diego seguía mamando mientras el muchacho le sostenía la cabeza haciendo presión.
-Marico me vas a sacar la leche que yo no pude, ¿Te la quieres tragar? -Diego iba a responder pero el muchacho empujó la cabeza hacia él mientras acababa. Diego tuvo que tragárselo para no ahogarse.
-Marico que mamada, sabrosa. ¿Te gustó la lechita?
-Asquerosa.
-Que vaina. Vamos a echemos unos tragos marico.
Pidieron unas bebidas, el chico le ofreció más droga, pero Diego no tenía dinero. -Como me sacaste la leche te voy a dar otro pellizco.
Ambos inhalaron y fueron a bailar.
En la pista se besaban, el muchacho le metía la mano por el pantalón tocándole el culo.
-Quiero cogerte.
-¿Tienes sitio?
-¿Sitio? Esta ciudad es grande marico, hay sitio de sobra. En cualquier esquina te cojo y te preñó.
Luego de un par de tragos más Diego le propone al chico irse y tener sexo. Salen del local.
-Mira...¿ves ese pasillito oscuro? 
-Si.
-Entra ahí. -Diego entró y detrás el muchacho. -Bájate el pantalón. -Diego se lo bajó, el muchacho le escupió el culo y de una vez lo penetró provocandole un grito. El chico le tapó la boca y siguió moviéndose, dando empujones en el estrecho pasillo haciendo que Diego apoyara su mano en la pared para no golpearse la cara.
-¿Quieres que te preñe?
-Si, si...dale. -Se aferró a las caderas de Diego y se descargó dentro de él, al terminar se cayó al piso del mareo y Diego lo levantó.
-Marico...me noquiaste. -Se acomodaron, Diego también estaba mareado, se abrochó el cinturón y sentía que de su culo escurría líquido.
-¿Me das la cola pa mi casa?
-Si, ¿Dónde vives? ¿Qué hora es? 
-Mierda...a ver...las cuatro. Vivo en el 2 de diciembre.
-¿En los bloques?
-Si.
-Yo nunca he ido.
-Yo voy contigo marico, te voy diciendo. Tienes una cara de sifrinito jajajaja no te va a pasar nada deja el susto.

Claudia dormía, se dio la vuelta en la cama y abrió los ojos. Se sentó de golpe en la cama. -¿Dónde estoy? ¿Qué hora es? -Encendió la luz de la mesita y vio en la cama una nota.
-<Me tuve que ir pero me dio pena levantarte, estabas rendida. Puedes ducharte y comer algo, por fa haz la cama. Cuando te vayas cierra la puerta con el pestillo>. -Vio la hora, eran las seis de la mañana.
Se dio una ducha rápida, comió unas lonjas de queso y tomó un poco de café.
-Dios y hoy tengo la entrevista en el bufete. -Salió del apartamento y se fue.

-Ya me tengo que ir.
-Coño sigue mamando.
-Es que hay gente que se acerca al carro y nos ven.
-Son malandros que quieren robarte el carro, yo los conozco, no van a hacerte nada.
-¿Nada?
-Mama coño, yo te ayudo a salir. -De nuevo Diego mamaba el pene del muchacho hasta sentir el tibio líquido bañando su boca, se separó y se levantó.
-El semen sabe asqueroso.
-Es lo que hay, me voy, anota mi número marico por si quieres talco o una cogida. Ambas cosas las cobro pero tú me caes bien. La próxima cogida se paga.
-Ok, ok, dile a tus amigos que me dejen tranquilo chamo, ¿por donde salgo?
-Da la vuelta ahí, te vas derecho y al final cruzas a la derecha y ahí vas a ver la salida a la autopista.

-Me escoltan al pana hasta que agarre autopista. -Le dio dos manotones al capó. -Tranquilo ellos te van a escoltar para que no te pase nada marico. Escríbeme que te tengo la droga que quieras y si te quieres cargar a alguien, te tengo el pana que resuelve.
-Ok, dale, gracias. -Coñodelamdre ¿Dónde carajo me metí? Por estar inventando esta gente me va a robar y matar. Esto te pasa por  quesúo.

Claudia llegaba al edificio, cuando estacionó no vio el carro de Diego pero a los segundos entraba.
-¿Estás llegando?
-Si...¿Tú saliste?
-Si...con unos amigos, un amigo...¿estabas con tus amigas?
-Si...en casa de una de ellas, me quedé dormida.

Se montaron en el ascensor, Diego le dio un beso en la boca.
-Tienes un aliento asqueroso.
-Tuve sexo...-Claudia agachó la cabeza.
-Yo también. -Comenzó a llorar y Diego la abrazó.
-Primera vez que tengo sexo con otro hombre, bueno, sin ti...
-Yo también, estuve con una mujer por primera vez desde que estoy contigo.

Claudia se separó y vio a Diego a los ojos arrugando la cara.


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