lunes, 30 de noviembre de 2020

Fiebre. Novena temporada. Capítulo 1


 Llegaron a las puertas del hotel. Esperaban a Tomás que pagara y saliera. Vio a Tomás.

Se saludaron con los codos.
-Mierda chamín no sabes cómo me costó conseguir habitación. Hay poquísimos hoteles trabajando y solo pocas habitaciones y encima aquel protocolo para entrar y salir. -Metieron el bolso en la maleta del carro y entraron.
Una vez dentro, Román cierra la puerta y Pablo voltea a ver a Tomás. Baja los seguros del carro. -Hola Tomás, ¿Te acuerdas de mí?
Tomás ve a Pablo y se pone nervioso, intenta salir de la camioneta.
-¿Qué coño es esto? Una emboscada, ¿Me van a joder, van a matarme?
-Tranquilo Tomás, bájale dos, no te va a pasar nada Pablo es pana. -Román le tocaba el hombro intentando calmarlo.
-¿Pana? Este y el otro matón casi me matan en la posada ¿y es pana?. Yo me voy, yo resuelvo.
Pablo comenzó a manejar, Tomás seguía nervioso, Román le explicó la situación y lo que iban a hacer. Costó varios minutos que entendiera que Pablo no iba a matarlo.

-Te vas a quedar en el apartamento donde yo vivía, no le puedes decir a nadie, a nadie Tomás, que estás viviendo ahí. Yo te voy a hacer un mercado por internet, de momento no vas a salir para ningún lado.
-Entonces si estoy en peligro.
-Coño Tomás, si Gerardo sabe que estás aquí te mata.
-Marico, este pana le va a contar ¿Tú eres gafo? Mañana amanezco muerto. Román yo veo como resuelvo, yo tengo un dinero, puedo aguantar unas semanas mientras me ubico.
-¿Te dejo en esta esquina? -Pablo frenó la camioneta.
-Pablo, vamos a mi apartamento.
-El guevón este se quiere quedar aquí, que resuelva, no nos metamos en más peos.

Tomás cerró los ojos, no paraba de mover la pierna. Llegaron al edificio.
-Arriba está mi mamá con una enfermera pero ella no te va a molestar, hay un cuarto con baño adentro, te quedas ahí.
Subieron los tres al apartamento, una vez ahí Román entró a la habitación de su madre.
Tomás se fue a la habitación que le había dicho el chico para dejar su bolso.

Pablo entró detrás de él y cerró la puerta con llave. Cogió a Tomás del cabello hablándolo hacia atrás y le puso el arma en el abdómen.
-Si no haces lo que te dice Román si te voy a matar, te meto un pepazo por aquí para que te salga por la boca y te destroce por dentro. ¿Te quedó claro? -Le empujó el arma en la piel. Tomás se había orinado encima.
Abrió la puerta y salió.

Vio a Román. -Vámonos que ya es tarde.
-Déjame hablar con Tomás.
-Ya le escribirás y le dices, nos vamos.
-Coño pero ya va vale. -Pablo cogió con fuerza a Román por el brazo y lo sacó a empujones del apartamento.
-¿Qué coño te pasa? Tengo que decirle unas vainas a Tomás.
-Móntate en el carro que nos vamos.

Unos minutos de silencio y Román lo rompió.
-No entiendo...
-Si Gerardo se entera de lo que hicimos nos va a matar.
-Gerardo dijo que podía estar con otras personas siempre y cuando me quede con él.
-¿Qué coño te pasa a ti? Primero Gerardo lo mandó a joder y segundo tú vas a estar de puta por la vida porque Gerardo te dio luz verde?
-No has empezado a echarme los perros y ya estás celoso.
Tomás cogío el arma y le dio un cachazo por la cabeza y a su vez la golpeó contra el vidrio, el chico quedó inconsciente y con la cabeza sangrando.
-¡Ay mierda, mierda, mierda Pablo! ¿Qué hago, que hago? A la clínica del viejo, si si voy para allá, mierda pero se va a enterar.
Suena su celular, Román seguía desmayado.
-Aló.
-¿Dónde coño están? Estoy llamando al celular de Román y lo tiene apagado.
-Jefe, jefe, nada, todo fino, hubo un percance que ya estoy arreglando.
-¿Qué pasó?
-Voy a la clínica, aló, aló, aloooo ¡MIERDAAAAAA sin batería!
Pablo sacudía a Román pero no reaccionaba. Llegó a la clínica rumbo a emergencia.
Cargó a Román e intentó entrar.
-Chamo estamos colapsados, ve a otro centro.
-No puedo y tiene una herida en la cabeza.
-No podemos...
-¡ES EL HIJO DE GERARDO HERNANDEZ, EL DUEÑO DE ESTA VAINA COÑO ATIENDELO YAAA!

Recibieron al chico y Pablo se quedó en la parte de afuera de la emergencia.
Gerardo llegó a la clínica y dejó la camioneta atravesada con las llaves puestas. -Estaciónalo. -Le dijo al vigilante.

-Hola Susana.
-Ay señor Hernández, su hijo, está en Emergencia vino con una herida en la cabeza... -Las últimas sílabas las escuchó espaciadas y en ese momento todo iba muy despacio, corrió hacia la emergencia por el pasillo interno de la clínica, cuando llega se detiene, ve a Pablo apoyado a la pared.
Gerardo lo voltea y lo sacude preguntando por su hijo, que había pasado con Federico.
Pablo intenta calmarlo. -No es Federico, es Román. -Suelta al escolta y entra a emergencia gritando el nombre del chico.
-ESTOY AQUI.
Le estaban colocando una gasa en la herida luego de los seis puntos que le agarraron, empujó a la enfermera y lo abrazó.
-Nené ¿Que te hicieron? ¿Quién te hizo esto? Dime.
-No recuerdo viejo...todo está confuso.
-¿Con quién estabas? ¿Estabas con Pablo? ¿Que más te hicieron? Dime todo ¿Estás bien? Vámonos de aquí. 
-Señor el muchacho no se puede ir, estamos esperando unos exámenes.
-¡Yo me lo llevo y punto! Esta es mi clínica.
-Podrá ser tu clínica Gerardo pero la enfermera tiene razón, el chico se irá en un rato, ahora no. -Hablaba el médico de emergencias.
-Disculpa Beto.
-Dijeron que era tu hijo por eso le dimos acceso, estamos colapsados. Este no es tu hijo.
-No Beto, lo trajo mi escolta y habrá dicho eso para poder ingresarlo. Es mi chico.
-Tu chico.
-Si, mi chico, vive conmigo, vivimos juntos.
-Ya, entendí. Dame una hora, ahora te pido que despejes el área, es tu clínica pero estamos trabajando.

Gerardo salió y fue a buscar a Pablo para que le explicara. Pablo no sabía que decir, Gerardo lo sacudió alzando la voz.
-Me salió con un berrinche porque le dije que no íbamos a hacer lo que le diera la gana, le di con la culata de la pistola, me excedí, le di duro.
Gerardo apretó el puño y le dio un fuerte golpe en la cara a Pablo que lo hizo tambalear y casi cae al piso.
-A Román no lo tocas, ni una palmada en el hombro. Le pones de nuevo una mano encima y te mato. Mañana buscas tu liquidación, estás botado.
-Jefe...por favor. -Gerardo se fue a la oficina de administración

Pablo se echó gel antibacterial y se colocó bien el tapabocas. Entró a emergencia para ver a Román que estaba acostado mientras le pasaban suero.
-¿Cómo estás? -Le puso la mano en el pecho recordando lo que dijo Gerardo hace escasos minutos.
-Bien, un poco mareado.
-A partir de hoy no seré tu escolta. Me botaron.
-¿Por qué? - Román intentó pararse pero Pablo lo detuvo. -No te muevas, le dije a Gerardo que yo fui el que te golpeó.
-¿Me golpeaste? ¿Por qué? Verga no recuerdo, salíamos de mi apartamento pero hasta ahí me acuerdo.
Le dijo lo que había pasado y lo que le contó a Gerardo.
-Deja que yo hable con él y le digo lo que me contaste, que recordé, le inventaré algo por el berrinche. Yo quiero que sigas siendo mi escolta.
-Si llego a quedarme solo seré tu escolta. No pienso ni echarte los perros ni tener sexo contigo.
-Vas a desobedecer al jefe.
-Yo tengo novia y me quiero casar y tener un chamo o chama.
-Seré tu amante.
-Pendejo. Vuelves a decir eso y le cuento a Gerardo lo de Tomás.
-Y yo le cuento a tu novia que te mamé el güevo.
-De eso sí te acuerdas, no se te olvidó.
-Tu guevo no se me va a olvidar.

Román dijo eso y no podía creer que estuviera hablando así.

viernes, 27 de noviembre de 2020

Fiebre 8. Final de Temporada.

 


Luego de explicarle lo que había pasado con el tema del sexo, Pablo le comentó lo otro.

-Gerardo quiere que te enamore, que te enamores perdidamente de mi y me pidió que te convenciera para que volvieras con él.
-¿Qué clase de locura es esta? Yo no pienso volver a esa casa, me sabe a mierda que me quite el dinero y todo.
-Él está muy solo chamo, es una persona madura, sus hijos están de su cuenta y en malos pasos y se divorció.
-No me importa, ha hecho muchas vainas que ya no pienso tolerar, le agradezco lo que ha hecho por mi y mi familia, pero no puede retenerme con chantajes y amenazas.
Pablo estaba moviendo la pierna nervioso pensando en que decirle. -El jefe tiene cáncer.
-¿Qué? ¿Cáncer?
-Con el poco de exámenes que le hicieron por lo del disparo, lo descubrieron, en el páncreas...Román, le quedan meses, está muy avanzado.
-No me jodas Pablo, eso es mentira, eso lo dice para que vuelva.
-Chamo te conté lo quiere que yo haga contigo, no quiere que te quedes solo.
-¿Tú no eres hetero? Con novia y tal.
Pablo se le acercó y le dio un beso metiéndole la lengua. Al fondo Diego e Irma viendo la escena. Pablo le pasó la mano por la nuca y lo acercó, Román lo abrazó, luego llevó su mano a la entrepierna pero no sintió nada, el pene de Pablo no estaba erecto. Se separó.
-Pablo, Pablo, vete.
-Disculpa...esto es nuevo para mi.
-Vete de mi casa.
-No puedo, sigo siendo tu escolta. Voy a estar abajo.

10 días después...

Diego se había mudado con Irma a su casa, vivía con su padres ya mayores, pero no había problema, había espacio para otra persona más. Luego que su hijo Román volviera con Gerardo decidió que no podía seguir viviendo ahí. Su hijo estaba buscando un apartamento para su papá e Irma sin decirle nada, tampoco a Gerardo.

Gerardo ya estaba en su casa y trabajando. Llamó a Pablo para hablar con él.

-Román está conmigo por lástima porque a ti no se te ocurrió mejor idea que decirle que tengo cáncer y de páncreas.
-Efectivamente jefe, no se me ocurrió otra cosa, pero funcionó.
Gerardo le lanzó una carpeta. -Lee.
Pablo leyó el informe. -Coño, eso es lo bueno de tener una clínica y falsificar informes. ¿Se lo muestro a Román?
-Si, claro, si voy a dar lástima que sea con hechos concretos, porque Pablo, no sé de dónde carajos te salió que tenía cáncer de páncreas pero lo que dice ese informe es cierto tengo cáncer y de páncreas.
Pablo se quedó petrificado y se puso pálido.
-No tengo idea si me quedan meses o días de vida pero esta mierda no va acabar conmigo tan fácilmente.
Tocaron la puerta.
-Adelante. Pasa nené. Vete Pablo.
Román le sonríe a Pablo y este sale cerrando la puerta.
-Ven acá nené, déjame darte un un abrazo, ¿Cuándo vas a dormir conmigo? Volví hace cinco días y me tienes abandonado.
-Está noche viejo, está noche dormimos juntos. -Gerardo lo abrazó, Román se agachó un poco para besarlo. Se bajó el cierre y sacó el pene. 
-Mámalo, tengo días que no me hago la paja. -El chico se agachó y comenzó a mamar, movía su lengua entre el pene y lo tragaba completo, le daban arcadas, Gerardo le acariciaba la cabeza mientras cerraba los ojos. -Ahí te va la leche. -Contrajo el abdomen y estiró la pierna derecha mientras inundaba de semen la boca del chico que iba tragando. Tenía la cabeza de Román aprisionada a su pene hasta que sintió que ya se había descargado.
-¿Así le mamaste el güevo al escolta?
Román se puso de pie y se limpió la boca con el anverso de la mano. -Hay necesidad de hacer eso? -Gerardo se puso de pie y volvió a besar a Román para luego quedar sus bocas separadas pero muy cerca.
-Puedes acostarte con quién quieres mi amor, nené, no me importa, pero no me dejes, yo quiero dormir cada noche contigo, hacerte el amor, no me quites eso también, no me ames, no importa yo amo por los dos, pero no me dejes nené.
-Viejo yo...
-No me digas que vas a dejarme.
-No voy a dejarte viejo, me quedo contigo.

Román le dijo a Gerardo que iría a la casa donde vive su papá para dejarle unas cosas y a darle una vuelta a su madre. -Te prometo que cuando mi mamá de a luz la saco de ahí.
-Es una estupidez que tu papá se fuera de ahí. Quédate con ese apartamento. Haz lo que quieras con él.
Román le dió un beso a Gerardo y se fue. Iría a ver sus padres rápido para luego ir a un lugar que Gerardo no podía saber.

-Me llevas a casa de mi papá y luego te digo adónde.
-Carajito yo no soy tu chófer, soy escolta.
-No quiero manejar.
Se montaron en la camioneta y Pablo le lanzó el informe.
-Lee.
Román comenzó a leer el informe, a su cuerpo le comenzó a subir la temperatura, mientras más leía se le venían los escalofríos. Se dió cuenta que el informe tenía el logo de otra clínica, de donde hicieron los exámenes.
Pablo lo veía por el retrovisor. -¿Estás bien?
-Si...
Llegaron al edificio y Román se bajó y a los 15 minutos bajó.
-Ahora vamos detrás del centro comercial Colón.
-¿Que hay ahí?
-Un amigo, luego te digo. Pablo...Gerardo está grave, lo poco que entiendo del informe la cosa no pinta bien, está ruda la vaina.

-Es aquí, ahí, esa tienda.
-Coño, ¿esa vaina no es una marca de ropa?
-Si. ¿Confías en mí?.
-Bueno...si.
-Es mi profesor del colegio ahora trabaja aquí.
-¿Braulio? ¿No murió?.
-Si, ahora tiene otro nombre, otra vida.
-¿Te espero en el carro?
-Acompáñame.
Román llegaba al local, toca la puerta de vidrio. Al local le faltaban detalles pero estaban a días de inaugurar.
Braulio se acercó y abrió la puerta, una sonrisa de oreja a oreja lo recibió.
-No vengo solo.
-Pasen
Pablo se quedó sentado en una silla en la entrada leyendo una revista vieja mientras un obrero remataba una pared cerca de él. -No quiero saber de que hablarán y tampoco me interesa, es lo mejor. -Les dijo a Braulio y Román que se fueron a la pequeña oficina que había en el local.

-Este es mi nombre de ahora en adelante, el otro elimínalo de tu memoria por favor. ¿Ese escolta es de fiar?
-Victor Coll, mijo pero que nombre ja ja ja. Tranquilo, Pablo es pana.
-Te lo estás tirando. -Román lo vio a los ojos y se sonrió.
-Me siento feliz al verte aquí adentro, gracias por venir, aquí puedes venir cuando quieras.
-Gracias Victor.
-Aún tengo ganas de hacerte el amor pero sigues con el asesino.
-Braulio...
-Victor.
-Perdón, si, sigo con él, tiene cáncer.
-No deberías decir esto pero me alegro. Estoy seguro que ese miserable mató a mi hermano. Braulio, ahora Victor comenzó a llorar.
-Epa, no te pongas así...mira esto, enfócate en esta vaina, ponle la energía a esto.
-Tienes que venir a la inauguración.
-voy a ver cómo hago, tendré que venir con Gerardo.
-Yo voy a hacerme unos cambios, tonterías, unos reflejos en el cabello, me lo corto y me pondré lentes, me voy a broncear. Que venga el asesino.

Román se despidió de Víctor y lo abrazó pero Victor fue más allá y lo besó, un beso apasionado que tardó varios segundos.
-Ya se me paró, coño.
-Victor.
-Deja, yo siempre seré tu última opción y ahora estás con esa mole que tienes allá afuera. ¿Pablo?
-Si y no tengo nada con él, es mi escolta.
-Te va a coger, lo sé.
-Dónde estás viviendo.
-Eso no te lo puedo decir. Chao, cuídate mucho.

Se montaron en el carro.
Pablo lo miró por el retrovisor. -Ese pana está enamoradito de ti.
-No digas guevonadas.
-Ay panita, a ese tipo le brillaban los ojos cuando abrió la puerta.
-Pero yo me tengo que enamorar de ti. -Le guiñó el ojo y en ese momento recibió un mensaje.
-Ya estoy en Caracas, necesito verte, quiero que me eches una mano por favor-
-¿Dónde estás? ¿Te busco?-
-Estoy en un hotel en plaza Venezuela, se llama Odeón-
-Te busco-
-Pablo, vamos a la calle de los hoteles, al hotel Odeon.
-Si crees que te voy a esperar mientras tiras, estás equivocado.
-Vamos a buscar a un amigo.
-¿Cómo se llama?
-Lo conoces muy bien. Le caiste a golpes hace unos días.

Pablo pisó el freno y volteó a ver a Román.
-¿De verdad? A ti realmente te gusta el peligro mariquito.


jueves, 26 de noviembre de 2020

Fiebre 8. Capítulo 9

 


Gerardo miraba en el celular las fotos que Carlota le había enviado a su madre.

-Mi hija se ha dedicado a acostarse con toda la familia. ¿Y tú? La dejaste ir de la casa, se te escapó.
-Me dio un fuerte golpe Gerardo, estaba enloquecida.
-Fue mi culpa, debí dejarte unos escoltas para que la vigilarán. ¿Pero dónde coño está? Manuel murió.
-¿Y si está con Federico?
Hubo un silencio, ambos se miraron, Carlota se volteó caminando por la habitación.
-Lo que te voy a decir no te va a gustar Carlota, pero al primero que vea yo mismo lo voy a matar, esos dos ya no tienen remedio, son irrecuperables.
-¡Estás completamente loco! ¡No voy a permitir que hagas eso!
-¿Sabes dónde vive Vicente?
-¿Que voy a saber yo? Tenemos añales que no lo vemos.
-Te revolcaste con él, debes saber.
Carlota se puso nerviosa y volteó a ver a Gerardo. -¿Tú me estás siguiendo?
Gerardo se rió con dificultad arrugando la cara. -No te bastó con tirar con él hace 10 años, sino que sigues viéndolo. Con razón tu hija se lo tiró, se enteró y quiso vengarse. ¡Que puta eres! Dime dónde vive  Vicente.
-Yo...te...lo mando por whatsApp. -Carlota cogió su cartera y se fue de la habitación.
-Vete, vete Carlota, me tengo que encargar de matar a mi querido compadre. Yo debo ser el guevón de mi familia, todos tiran con todo y yo pegado al culito de mi nené. Todos me montan cacho.

Unos minutos después Gerardo le dice a Pablo que entre.
-Vas a ir a esta dirección, ahí vive este hombre, es mi compadre. Mátalo.
-¿Hizo algo, busco algo sobre él?
-Pablo, te dije que lo mataras, solo eso. Otra cosa, ¿Que ha hecho Román, que hizo cuando te quedaste con él en el apartamento? ¿Dormiste con él? ¿Te lo tiraste?
-Jefe...no...Román no ha hecho nada fuera de lo normal, ahora está en casa de sus padres. Esa noche tranquilo, dormí con él y ya.
-¿Y ya? Ese carajito tiene un despertar de la sexualidad que me asusta. ¿No te pidió que te lo cogieras?
-Jefe yo tengo mi jeva, yo...no estoy pendiente con hombres.
Gerardo lo veía. -¿Seguro? Mira ese carajito es de temer.
-Seguro jefe, además el chamín es su...pareja ¿No? Con esas vainas no me meto.
-O sea que si el carajito es soltero, te lo coges.
-No...no, je no, esas vainas no me gustan, no me gustan los hombres.
-Dale, vete y haz lo que te pedí y me traes buenas noticias

-Gerardo nos tiene agarrado de las bolas y todo por tu culpa Román, has permitido muchas cosas.
-Yo puedo hablar con él y persuadirlo, él me tiene en alta estima y me escucha.
-No, no, no. No quiero que te haga daño o te mate, te amenace a ti también.
-No chico, pero ustedes hablan de Gerardo como si fuera un matón.
Román vio a Irma con seriedad. -Irma, no tienes ni idea de quién es Gerardo Hernández.
Irma se sorprendió por la seriedad del chico, tuvo un escalofrío y su cuerpo se tensó.
-Me voy a hablar con él.
-Espero que la conversación gire en torno a qué lo vas a dejar.

Román se fue del apartamento.
Llegó a la clínica junto con el escolta. Se puso la mascarilla y se colocó gel en las manos y subió.
Vio al escolta de la puerta y le extrañó no ver a Pablo. Entró.

-¿Hasta cuándo vas a estar acorralando a mi familia y a mi?
-¿Por qué tuviste sexo con mi escolta en mi casa?
-¿Qué?
-Responde Román. Pablo me contó todo.
Román no creía que Pablo hubiese dicho algo. -No sé de qué hablas, ¿ahora que fantasía diabólica se te ocurrió para saciar tus ganas de matar a alguien? 
-No has respondido por qué tiraste con Pablo
-YO NO HE TIRADO CON NADIE Y MENOS EN TU CASA, CON PABLO MENOS. YA DEJAME EN OAZ GERARDO, DEJAME EN PAZ, YA NO QUIERO ESTAR CONTIGO.
-Tu papá ya no tiene que preocuparse por la renta, pueden vivir sin preocupación, nadie los va a botar de ahí nunca, claro, todo dependerá de ti. Pero con esto que acabas de hacer...no te bastó con tirar con el tarado ese de la posada sino que ahora lo haces con mi gente de confianza y en mi propia casa.
-BASTA, YA, SI, SE LO MAMÉ, LE PEDÍ QUE ME DEJARA HACERLO, EL NO QUERÍA Y YO INSISTI, AHORA VE Y MATA AL ESCOLTA ESE Y BOTA A MI PAPA DE SU CASA, LISTO, ESTA MIERDA SE ACABA. -Román se fue de la clínica llorando.

Una hora después regresaba Pablo a la clínica.
-Dame la buena noticia.
-Jefe, no hubo necesidad de matar al tal Vicente. Estaba muerto en su cama, estaba desnudo.
-¿Mi hija lo habrá matado? -Pablo miró a Gerardo.
-Creo que le dió un infarto, presumo, no tengo como saberlo, pero está muerto.
-Pablo, Pablo, Pablo...Román me dijo que si, si pasó algo en mi casa la noche que te quedaste con él. Sexo oral. Te lo pregunté y lo negaste. ¿Ahora que hacemos?
-Jefe...yo. -Gerardo sacó un arma y le escribió al otro escolta para que entrara. Sacó el arma. Gerardo y el escolta lo apuntaron.
-Hey hey hey no tenemos que llegar a esto.
-Jhonny, déjanos solos, llévate mi arma.
Jhonny recogió el arma de Gerardo, vio a Pablo, se sonrió y le dió dos golpes suaves en el hombro y salió.

-Quiero que sigas tu asunto con Román, enámoralo, ten sexo con él, que quede perdidamente enamorado de ti. Que no piense en más nadie sino en ti.
-No entiendo. Yo...jefe yo no soy gay...yo...
-A mi no me importa si no eres gay, enamóralo. Vas a recibir el doble de tu pago, tómalo como otro trabajo. Vas a seguir vigilándolo y contándome todo lo que hace, ¿Ok?
-Ve a buscarlo, no sé adónde fue, pero por lo que me dijo terminó conmigo. Ya veré como hago para que regrese a casa.
-Jefe, no entiendo porqué hace esto...es una locura, es...
-Es lo que te ordeno que hagas. A mí me queda poco tiempo, este negocio es impredecible, quiero que mi nené esté protegido económicamente y sentimentalmente.
-Pero ¿Por qué yo? Tengo novia.
-Termina con ella.
-No...es que yo me voy a casar con ella.
-Tendras un amante, vas a tener mucho dinero Pablo. Podrás hacerlo.

Román estaba en su casa, tanto él como su padre, su madre e Irma estaban recogiendo sus cosas para irse del apartamento.
¿Que hacemos con tu ex mi amor? A mi casa no la voy a meter. Disculpa Román, pero como comprenderás no...
-Tranquila, yo me encargo.
Román recibió una llamada. Era Pablo.

-¿Que quieres Pablo? Eres un traidor.
-¿Dónde estás? Tenemos que hablar
-Recogiendo las cosas del apartamento, nos vamos de aquí.
-Espera, no se vayan de ahí, cálmate, hablamos y cambiarás de opinión.
-No quiero cambiar de opinión, me quiero olvidar de toda esta mierda.
-Hay algo importante que tengo que decirte pero en persona. Espérame allá. No recojas nada por favor.

-No recojan. 
-¿Ya Gerardo te convenció de que te quedes con él?
-El escolta me dijo que quería decirme algo importante que hará cambiar de opinión.
-¿Vas a confiar en un escolta de Gerardo que debe ser otro matón?

Román salió de la habitación y se quedó en la sala esperando la llegada de Pablo.



miércoles, 25 de noviembre de 2020

Fiebre 8. Capítulo 8

 Pastor besaba a Federico, estaban de pie y desnudos. El hombre medía 1.90 metros, se inclinaba para poder besarlo. Willy los veía mientras se masturbaba.

Pastor le tomó una pierna, luego la otra y lo cargó. -¿Quieres llevar güevo?
-Si
-Hoy vas a meterte dos.
-Willy debe estar arrecho viendo cómo me vas a coger. -Pastor se sonrió, mientras Federico se cogía de la nuca, el hombre tomaba su pene para ubicarlo en el culo y penetrarlo. Su pene se deslizaba suavemente dentro del chico. -Lo tienes dilatado.
-La coca me pone así. -Pastor lo alzó y lo dejó caer haciendo que su pene entrará completamente en el culo. Un grito de placer salió de Federico.
Pastor se sentó en la cama y se acomodó en el respaldar. Willy se acercaba. Viendo a Federico disfrutar del sexo con otro tipo que no fuera él lo llenaba de furia pero a la vez le daba morbo. Se montó en la cama y se colocó detrás del chico.
-Échate pa lante. Pastor lo acercó hacia él para que Willy pudiera penetrarlo. Al ver el culo con el pene de Pastor dentro lo puso a lubricar más, apoyó su pene y comenzó lentamente a penetrarlo. Federico gemía, apretaba el culo y no dejaba entrar el pene de Willy que le dio varias nalgadas para que relajara. Volvió a empujar. Ambos penes rozaban, brillaban con la lubricación y entraban y salían del culo a la vez. El chico comenzó a moverse, Willy cerraba los ojos, el roce con el otro pene lo estaba excitando y no quería acabar todavía, se detuvo dejando que Pastor se moviera.
Federico no paraba de gritar. Willy comenzó a moverse más rápido. Pastor comenzó a emitir sonidos, tampoco quería a acabar.
-Para, para, para, me voy a venir para. - Se detuvo y respiró.
-Están a punto de acabarme adentro, están excitadísimos. No acaben que yo todavía quiero más. -Federico, con ambos penes dentro de él comenzó a mover sus caderas sin que ellos se movieran. El chico estaba completamente ido por la droga gemía con una voz gruesa, echaba la cabeza hacia atrás colocaba su espalda derecha y los penes entraban completos en su culo.
Willy abrazó a Federico y este empezó a moverse aún más. Los hombres ya no aguantaban mucho pero intentaban moverse al compás del chico que ya estaba enloquecido. 
Se detuvo apretó su culo y se levantó lentamente mientras los penes salían dentro de él. Willy acabó sobre Pastor y este comenzó a masturbarse para venirse enseguida, bañando su pecho de semen.
Federico, de pie en la cama, saca sus piernas entre el cuerpo de Pastor y se acuesta a un lado. Willy arrodillado frente a Pastor que estaba acostado, se sonrien.
Pastor le hace una seña para que se acerque. Willy se acuesta sobre Pastor y siente el semen frío en su pecho. Se besan. -Laatima que no te dejas coger, te tengo unas ganas negro.
-Ni de vaina.
Dejaron a Federico en la cama y ambos, desnudos se fueron a la sala.

-Ese carajito es una vaina. Chamo al fin, tiene poco tiempo en esto y se maneja muy bien, ya controla el barrio, pero es impulsivo.
-Si, pero sabe su vaina. El va a conquistar el oeste de la ciudad.
-Sin Manu es mucho más fácil pero aún tiene poder. Aprovechen que no está. Eso sí, me dan mi parte.
-¿No te basta con cogerte al carajito? Cada vez que quiere te busca pa que lo cojas, no le importa si es por interés.
-Deja los celos negro. Federico solo me interesa para negocio, si quiere que lo coja lo hago pero no me interesa, esas mariqueras de novio te lo dejo a ti que eres más romántico.
-Eres igualito que Manuel.
-Somos hermanos de la misma leche. 
-Eres capaz de matar a tu familia con tal de conseguir lo que quieres.
-Manu no es familia mía, no lo considero hermano, pero igual si me estorbaba lo mataba.
-En cambio Manu ayuda y protege a su otro hermano, tiene una debilidad por él, aunque ahora se siente desprotegido si Manu.
-Braulio es un pobre huevón, Manu lo usó para sus lavar su cara y su dinero, ese no quiere a nadie.
-Tu tampoco.
-No ando con pendejadas, lo que digo lo hago. Manu se ve fuerte, pero es sentimental.
-Hablamos en presente de él.
-Muerto es más peligroso que vivo. Que Federico vaya con cuidado. El oeste es rudo pero tiene aliados, pueden sacar a los que apoyan a Manuel. Cuando tome el control de eso, será el jefe hasta de la policía y del alcalde. Ese carajito va a ser, salvando las distancias un Pablo Escobar.
-Estuvo a punto de matar a su papá a quemarropa.
-Esos impulsos son los que lo joden. Unos sicarios, le das dos billetes y liquidan a cualquiera. Además si mata a su padre es otro problema que se le viene si no sabe manejar eso. Ese viejo controla muchas vainas y sus influencias están en todos los sectores.
-¿Quieres una cerveza?
-Quiero que me des culito. Si, tráeme una y algo pa comer.

Laura estaba en su habitación llorando. Sabía que sus días en esa casa estaban contados. Tenía que hacer algo. Pero qué. Entra Irma.
-¿Qué haces aquí?
-¿Estás clara que apenas nazca tu bebé, te vas de aquí y de nuestras vidas?
-Crees tú qué me voy a ir tan fácilmente.
-Tranquila yo me encargo de sacarte fácilmente, mi jefe lo puede hacer.
Suena el timbre del apartamento.
-YO ABRO. -Gritaba Diego.

-Buenas tardes señor, vengo a entregarle una copia del documento del nuevo propietario del edificio. Ya la empresa anterior no tiene nada que ver con el alquiler.
-Ya va...eso quiere decir que hay que pagar la renta a otra empresa.
-Si, pero en su caso no va a tener ese problema, usted queda a partir de este momento exonerado del pago de por vida.
-Ya va, ya va, no entiendo. ¿Cómo es eso?
-El dueño asume el pago, él se va a comunicar con usted hoy mismo, va a recibir una llamada apenas yo me vaya.

El hombre dió media vuelta y se fue. Diego cerró la puerta, leyó el nombre del nuevo propietario, era una empresa, no tenía ni idea de quién se trataba. Sonó su celular.
<Llamando Gerardo>

-Aló
-¿Suegrito como le va?
-Bien y...tú.
-Convaleciente, estoy en la clínica, me asaltaron y me dieron un tiro pero ya estoy bien. Mire suegro ¿ya recibió la buena noticia?
-¿Que noticia?
-Pero bueno suegro, ¿Usted no tiene en sus manos el documento del nuevo propietario del edificio?
-Si...pero...
-Pero nada suegro, su yerno es el nuevo dueño. Usted vive en mi propiedad.
-¿Me estás botando de mi casa?
-No, a ver, es mi edificio, estás viviendo en uno de mis apartamentos. Y no, no te voy a botar, ¿Cómo voy a dejar al papá de mi novio en la calle? Claro, en el caso que su hijo quiera dejarme pues ahí si, se me van del apartamento, pero de momento usted no se preocupe que va a vivir ahí y de gratis.
-No Gerardo, yo no voy a vivir de limosnas yo te pago el alquiler de....-Gerardo colgó la llamada.

Diego llamó a Román y le pidió que fuera al apartamento inmediatamente. Román dejó lo que estaba haciendo y se fue para allá.

martes, 24 de noviembre de 2020

Fiebre 8. Capítulo 7

 


Antes de entrar a la clínica, Pablo detiene a Román.

-Lo que pasó hace un rato no sucedió.
-Tranquilo, no diré nada.
-Estás jugando con fuego.
-Haga lo que haga estoy amenazado, mientras lo pueda hacer sin que se entere...
-Entra...-Se colocaron gel antibacterial y fueron a la habitación de Gerardo.
Román se detuvo en la puerta y le dijo a Pablo que se acercara. -Quiero repetir.
-Ni en tus sueños vas a repetir lo que hiciste, por lo menos no conmigo. Entró a la habitación.

Carlota se secaba el cabello y se arreglaba el flequillo, se hizo dos colas, al verse al espejo parecía una niña de apenas 13 o 14 años cuando casi ya tiene 17. Se puso una falda muy corta y un top. Se pintó los labios con un labial rosado brillante.
Tomó un taxi para ir a su próximo cliente, mientras iba en camino pensaba en Manuel, lo extrañaba, a pesar que a veces la trataba mal, era un apoyo. Sacó ese mal recuerdo de su cabeza y se concentró en su trabajo.

Tocó el timbre, el hombre vio por el ojo mágico, al ver a la niña tuvo una erección inmediata.
Abrió la puerta. Carlota lo vio y se quedó impresionada, el hombre la hizo pasar.
Adelante niña, me pareces conocida. ¿Cómo te llamas?
-¿Eso importa papi? Vine a hacer realidad tus fantasias mi amor. -Carlota le dio un beso mientras le tocaba el pene sobre el pantalón.
-No puede ser que este me va a coger. -Decía Carlota mientras seguía besándolo y tocando su pene.
El hombre se separó de Carlota. -Yo me llamo...-la chica le puso los dedos en los labios.
-No me interesa tu nombre papi, vamos al asunto.
-Me dijeron que te gusta por el culito.
-Mientras pagues a mí me gusta todo.

El hombre con la respiración agitada se tumba en la cama. -Niña, te me haces conocida, te veo y se que te he visto.
Carlota se levantó mirando al hombre mientras se reía y se vestía.
-Claro que me conoces Vicente, soy tu ahijada, la hija de Gerardo y Carlota.
Vicente se levanta sorprendido sintiendo un fuerte dolor en el pecho.
-¿Qué pasa padrino, estás sorprendido?
-Ah ah, ayúdame, pásame....-Vicente cae en la cama desmayado. Carlota se desnuda, coloca una silla y un taburete al pie de la cama, coloca el temporizador y se acuesta abrazada a su padrino. Toma tres fotos, se viste, busca dinero en la billetera de Vicente y en las gavetas. Se va.
Nerviosa, sale a la calle buscando un taxi, le temblaban las manos y sudaba frío, le molestaba la mascarilla.
Entró en el taxi. Le dio la dirección al taxista, sacó el celular.
-Hola mami, aquí te mando unas fotos del reencuentro con mi padrino. -Jódete mamá.

-Carlota ve las fotos y se tapa la boca llorando.-Esta niña se está vengando de mi, supo que me acosté con Vicente, ¿pero como? ¿Le dijo Vicente? ¡Mi hija está loca, está loca!

Carlota llegó al apartamento y llamó a su hermano. Le contó que ya había estado con los dos clientes. -Unos de ellos era mi padrino, creo que le dio un infarto.
-Coño hermanita pero estás pasada de puta. Te tiras a la familia.
-Igual que tú imbécil pero yo cobro.
-Chao hermanita.

Diego estaba haciendo sus ejercicios diarios, está vez solo. Irma entra a la habitación. -Mi amor es impresionante lo que has avanzado. Yo creo que mi trabajo aquí ha terminado. -Diego se detiene. -¿Qué quieres decir con eso? -Irma se quitó el uniforme, se quedó en ropa interior y se puso su ropa. -Que ya no soy más tu enfermera. -Se acercó a Diego y lo besó y este le dijo que se esperara ahí.
-No era como lo imaginaba pero creo que es el momento. -Fue al closet y sacó un cajita
Afuera Laura escuchaba, el embarazo estaba avanzado, debería estar acostada pero quería saber que pasaba.
-¿Te quieres casar conmigo?
Irma se sorprende llevándose las manos a la boca, le pone el anillo en el dedo.
-¡Si, claro que quiero!
Se besaron apasionadamente. -Está noche vamos a tener una cena en casa con vino, ya tengo eso cuadrado.
Irma feliz y emocionada aceptó la cena. Salió un momento de la habitación y se consiguió a Laura en el pasillo.

-Así que te vas a casar con mi marido.
-Con tu ex.
Laura le dio un fuerte cachetada que le volteó la cara, Irma se la iba a devolver pero se contuvo.
-¡Zorra! No serás feliz nunca.
-Te voy a sacar de esta casa por los pelos!

Federico estaba revisando unos documentos y separando unos dólares en sobres para pagar, en eso llega Willy.
-¿Te acuerdas que te dije que quería tirar contigo y otro carajo? Un trio.
-Si, con otro negro.
-Bueno, al negro no lo conseguí pero conseguí a un pana que se que te va a gustar.
-¿Quién?
-Espera. -Fue a la entrada y abrió la puerta. -Pasa.
El hombre entró y se fue con Willy al estudio.

-¿Pastor?





lunes, 23 de noviembre de 2020

Fiebre 8. Capítulo 6

 


-Coño, disculpa, es que me despiertas así. -Pablo amaneció con el pene erecto, Román no dejaba de ver el bulto. Pablo se tapó. -¿Me prestas el baño?.

Entró al baño cerrando la puerta.
Román vio la pistola del escolta en la cama, iba a agarrarla pero decidió entrar al baño.
-Epa mi pana mira, a mí no me importa que harán el jefe y tú, no es mi peo, a mí me pagan para protegerte pero yo no soy gay.
-Yo venía a lavarme los dientes y las manos.
Pablo se sacudió el pene y se acomodó el pantalón, bajó la palanca. -Me voy a lavar las manos.

Román salió del baño y se fue a vestir, Pablo salía del baño segundos después.
-¿Quieres desayunar?
-Un café, tengo que irme, tenemos que irnos. Hay que relevar la guardia.
-Relájate chico, tu jefe está convaleciente.
Pablo miró al chico y se sonrió. -Te dije que no soy gay chamo y respeta al jefe.
-Te voy a dar un dinero para que no le cuentes todo a tu jefe de dónde y con quién voy.
-Le vas a montar cachos al señor Gerardo.
-Quiero ir donde quiera sin que él sepa. -Le lanzó todos los billetes de 100 dólares. -¿Es suficiente?
-¿Que te hace pensar que voy aceptar? ¿Sabes desde cuándo trabajo con tu novio? 10 años.
-Coño chamo, yo lo que quiero es poder salir sin tanta vigiladera, no estoy haciendo nada malo, es decir, vas a seguir siendo mi escolta pero le inventas algunas cosas, te quedas callado pues.
-¿Sabes que si se entera de esto me mata?
-Pablo, por favor...¿Quieres más dólares?
-No se trata de plata carajito, se trata de lealtad, agradecimiento a ese señor.
Román recogió los dólares y se los guardó en el bolsillo. -Ok, bueno, ni modo. -El chico dio media vuelta para irse al estudio.
-Román, espera. -El chico se detuvoa. -Si, haremos eso. -Román se sacó la plata del bolsillo.
-Deja eso así, no se trata de plata, no la quiero, el jefe nos paga muy bien, más bien devuelve esos reales de dónde los sacaste porque se va a dar cuenta. -Pablo le puso la mano por detrás de la nuca. -Solo haré esto con una condición.
-Yo te lo mamo o me coges o con el otro. -Pablo se echó a reír viendo a Román a los ojos. 
-No le hagas daño al jefe, ese carajo está enamorado de ti, tú no te imaginas cuánto te ama, todo lo que le has hecho y no piensa en joderte sino joder a quien esté contigo, él no  te hará daño. 
-¿Que no? No sabes cómo tira conmigo, se pone agresivo, me da duro, le ves la cara y quiere golpearme, me ha violado.
-No me des tanta información. Alguna manera tiene que drenar. Te voy a decir algo. El no se ve con otro hombre ni ha tenido sexo con nadie, solo contigo. 
-¿Me quieres hacer sentir mal?
-Quiero que veas lo que tienes y como la estás cagando y a pesar de eso te ama.
-Me tiene amenzado, que si lo dejo o hablo me quita el dinero y le hace daño a mi familia o a mi.
-Es su manera de retenerte. Chamo, es un tipo de casi 60 años, divorciado, lo que tiene es plata para tener a carajitos que "lo quieran".
Román dio un suspiro.

-Gracias. 
-No me des las gracias y haz las cosas bien.
-Pero es que hacer las cosas bien no significa que tenga que humillarme y hacer lo que dice.
-Habla sinceramente con él y déjalo, sé un caballero.
-¿Entonces me van a ayudar?
-Te dije que sí, pero si veo una vaina rara no te apoyo.
-No va a ocurrir, tranquilo. Quiero agradecerte de alguna manera lo que vas a hacer por mi.
-Ya te dije que no hace falta el dinero.
-Te lo quiero mamar.
Pablo soltó una carcajada. 
-Te estoy hablando en serio. -Román le puso la mano en el cierre y de un manotón Pablo la quitó.
-Chamo ya te dije que no soy gay.
-Y yo te dije que te lo quiero mamar. -El chico le bajó el cierre y metió la mano.
-Román, Román deja la vaina, no me gusta esto.
-¿Cómo sabes? ¿Ya te lo han hecho?.
-Las mujeres.
-Dicen que los hombres lo maman mejor, si me dejas lo comprobarás. -Román volvió a meter la mano, bajó en interior y sacó el pene que para sorpresa del chico estaba casi erecto. -No chamo, esto no me gusta.
-Espera. -Terminó de sacar el pene, le bajó el prepucio y vio que estaba lubricando. -Para no gustarte lo tienes bien mojado. -Le pasó la lengua quitando el exceso de líquido para luego introducirlo en su boca. Comenzó a moverse metiendo todo el pene y mojarlo con su saliva, lo sacaba de su boca y le subía el prepucio tapando el galnde para luego chuparlo y de nuevo meterlo en su boca. Se lo introducía hasta llegar a su garganta, sentía que el líquido preseminal fluía en su boca e iba tragando.
-Chamo me vas a hacer acabar. -Román no paraba de moverse tragando todo el pene, se atrevió a ver a los ojos a Pablo y este estaba aguantando para no venirse. -Chamo sácate que voy a acabar, coño...aaahh, ¡salte, salte, salte! -Pablo empujó al chico y eyaculó en su barriga, echó la cabeza hacia atrás mientras salían los chorros, su abdómen se contraía, el apretaba los dientes. Román intentó agarrar el pene para mamarlo pero Pablo le dio un manotón.
-Coño...mierda, chamo, que mamada.
-Te lo dije.
Se levantó de la silla y se fue al lavaplatos, apoyó sus manos en el mesón mirando al frente, cerró los ojos y se quedó pensando.
-¿Te pasa algo?. -No hubo respuesta.

-Vámonos a la clínica que ya deberíamos estar allá.
-Vamos a desayunar.
-Desayunamos allá, yo te invito.
-Dale, vamos.
-¿Pusiste los dólares dónde estaban? 
-No, ya los dejo.
Terminaron de acomodarse y se fueron rumbo a la clínica en la camioneta de Gerardo.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Fiebre 8. Capítulo 5

 Carlota se levantaba de la cama tapándose con la sábana dejando destapado a Vicente que estaba desnudo también. Tenía resaca, entró al baño a buscar una bata, se miró al espejo. -¿Qué hiciste? ¿Qué hiciste? Se llega a enterar Gerardo y te mata.


Vicente se movía en la cama, sin abrir los ojos se estiraba. Sonó su celular, era un mensaje.
-Confirmada la mercancía, esta tarde llega a su casa 6pm. Transfiera vía Zelle lo acordado- Dejó el celular y se levantó para ir al baño.

Entró, Carlota se duchaba mientras Vicente orinaba.
-¿Qué haces?
-Coño meando. ¿Me puedo duchar?
-Si pero cuando yo salga. Baja la tapa y la palanca.
Carlota salió del baño, se vistió y fue a preparar café.
Vicente llegó a la cocina y abrazó a Carlota por detrás.
-Quiero que esto que revivimos se mantenga en el tiempo.
-Vicente somos compadres, eres el padrino de mi hija, bueno, aunque no la ves desde hace 10 años. Además ¿revivir qué Vicente?, ¿tres encuentros sexuales hace 10 años?
-Pero los disfrutamos.
-Si, pero hasta ahí, yo estaba felizmente casada, lo nuestro fue un lamentable desliz.
-Vicente la besó apasionadamente. -No digas eso, se que lo disfrutaste tanto como yo.
-Si Vicente lo disfrutamos pero ya por favor no compliques las cosas.
Vicente se tomó el café y se fue a vestir.
-Me tengo que ir. Tengo unas cosas pendientes ¿Nos volveremos a ver?
-No sé Vicente...mi vida ahora es un desastre.
Le dio otro beso a Carlota y prometió verla de nuevo.

Román abría los ojos, aún acostado vio a su lado a Pablo, el escolta. Dormía boca arriba con el arma sobre su pecho y sus manos agarrándola. El chico se imaginó teniendo sexo con Pablo, se sentó en la cama viendo a Pablo, la entrepierna del hombre estaba abultada, dura. Soltó un suspiro y salió de la cama. 
-Pablo, Pablo. -El escolta no se movió, decidió salir del cuarto y se fue al estudio de Gerardo.
Vio la caja fuerte pero no sabía la clave. Comenzó a buscar en las gavetas, no veía nada hasta que abrió la última gaveta del escritorio.
-¡Bingo! -Habían billetes de 100 $ desordenados, cogió varios, los dobló y salió de ahí. Rergresó al cuarto.
-Pablo, Pablo, ¡despierta!.
Pablo se levantó con un sobresalto apuntando a Román.
-Calma, calma, estás en mi cama

jueves, 19 de noviembre de 2020

Fiebre 8. Capítulo 4

 


Román sale del restaurante y ve corriendo a lo lejos a Federico y a Willy. él también iba a correr para irse pero los escoltas de Gerardo lo detuvieron para preguntar qué pasó justo cuando iban a entrar. Les dijo con la voz temblorosa y agitada que los que dispararon se fueron corriendo. Uno de los escoltas corrió hacia los que huían y el otro entró con Román al restaurante nuevamente.

El escolta entró con el arma en la mano y todos se apartaron.
-Llamamos a la policía, -dijo uno de los comensales, lo que desató la furia del dueño, de algunos clientes y del escolta que cargó a Gerardo y lo sacó de ahí.
Montó a Gerardo en la camioneta. -¿Sabes manejar moto? -Le dijo el escolta a Román.

El otro escolta estaba en el estacionamiento disparando contra la camioneta blindada que salía del estacionamiento casi atropellando al escolta. Willy bajó la ventana y le disparó, pero solo le rozó el brazo. La camioneta desapareció por la oscura avenida.

-Bueno...si...-El escolta le lanzó las llaves de la moto al chico. -Sígueme vamos a la clínica.

-¡Marico le disparé a mi papá uuuf que emoción coño, me siento como, mierda no sé, un subidón!
-Te voy a caer a coñazos cuando lleguemos a ver si se te baja el subidón. ¡Guevón esa gente tiene mis datos! Nos van a conseguir.
-No seas pendejo Willy, eso es lo que menos te tiene que preocupar. Vamos a la clínica, quiero rematar a mi papá SIiiiii, Vamos y me lo quiebro.
-No vamos a un coño de la madre. -Federico sacó su arma y apuntó a Willy.
-Vamos a la clínica o te dejo aquí pega'o y me voy yo, tú decides.
Willy frenó el carro. -Te dejo ahí y me voy al barrio, tu ves como llegas.
-Yo resuelvo.

-Carlota, ¿cómo estás? Estoy en la clínica y acaba de entrar por emergencia Gerardo, ¿dónde estás? ¿Que le pasó?.
Carlota extrañada por el mensaje de su compadre, se sienta con dificultad por los golpes que recibió de su hija. -¿Y este que hace escribiendo? Nunca aparece y ahora escribe.
-Hola Vicente, que sorpresa, no entiendo de que me hablas.
Vicente llamó a Carlota.
-Hola comadre, es que estaba en la clínica visitando a un amigo hospitalizado y justo llegaba el compadre, recibió un disparo.
-¿Un disparo? -Carlota se levantó de la cama con dificultad.
-Si, pero está fuera de peligro. Pensé encontrarte aquí.
-Yo me divorcié de ese señor. -Hubo un silencio y después Vicente habló.
-¿Puedo ir a tu casa ahora? Sé que es tarde pero me gustaría conversar contigo y ponernos al día?
-Son las 11:30 de la noche Vicente, tienes aaños que no sabemos de ti y ahora me llamas.
-Te deseo...aún.
Hubo otro silencio, un suspiro y luego un ok, dándole luz verde a Vicente para visitarla.

Vicente se iba de la clínica y llegaba Federico. Preguntó por su padre que apenas estaba entrando a la habitación luego de la operación. -Tienes que ponerte tapabocas y el gel está ahí.

En el ascensor y sin hacerle caso a los que subían con él, volvió a meterse un pellizco de cocaína. Llegó a la habitación y entró. Estaba una enfermera recogiendo unas sábanas.
-Soy su hijo. -La enfermera salió y el chico cerró la puerta.
Sacó el arma. Gerardo abrió los ojos. -Hijo, viniste a verme.
Federico le puso el silenciador al arma.
-Vine a matarte.
-Termina de una vez con esto. Ya no tengo familia, me divorcié, mi hija es una puta, mi hijo un narcotraficante amateur y tengo un novio que me monta cachos.
Salió del baño Román, Federico lo apuntó, volvió a apuntar a su padre. -Esto es genial voy a matar a los dos y termino con esta mierda.
-Hijo, Manuel murió ya no tienes vida en ese negocio, te van a matar, eres un niño de 18 años.
-Y tú un maldito viejo que me quitó el carajo que quería.
-Federico baja el arma, no vas a matar a nadie.
-Cállate que a ti te voy a matar primero. - Lo apuntó.
-No te atrevas a matarlo Federico...no lo hagas.
-Que importa, lo mato a él y te mato a ti.
Federico se acercó a Gerardo y le puso el arma en la frente, Román estaba en la puerta del baño sin moverse, por su mente pasó la fantasía de que Federico matara a Gerardo y se acabara toda esta pesadilla pero sabía que luego lo matarían a él.
Gerardo le hablaba a su hijo, lo persuadía, le hablaba cuando nació y los viajes a la playa. Román entró al baño y le escribió a uno de los escoltas.
Federico apuntaba a su papá, lloraba, apretaba el cañón contra la frente y Román salió del baño y pasó el pestillo para abrir la puerta, regresó al baño.

-Te voy a matar para quedarme con todo, tu dinero, tu poder, tus contactos maldito. Voy a joderte. -Hablaba mientras lloraba. Bajó el arma y cayó al suelo llorando y en ese momento entró el escolta. Federico se levantó y apuntó al escolta pero desistió de cualquier cosa y se fue de la habitación si poner resistencia. Román se fue tras Federico.
-Fue la mejor decisión Fede, no puedes matarlo.
-A ti si te voy a matar imbécil, en el momento que menos pienses te voy a quebrar, vas a morir. -Miraba a Román a los ojos.Se fue.

Román entró a la habitación.
-Gracias por salvarme la vida nené. En el fondo sientes algo por mi.
-Duerme, acabas de salir de una operación, tienes que descansar y recuperarte. Voy a quedarme aquí, pediré una almohada y una cobija.
-No, vete a casa. Descansa, que te lleve Pablo. Te quedas en casa con Román y que se queden dos escoltas en la entrada de la habitación. Cuida a mi nené por favor. 

Vicente llegaba al edificio donde vivía Carlota.
-No sabía que ahora vivías aquí.
-No sabes muchas cosas Vicente, han pasado 10 años.
-Hace 10 años estábamos en una cama juntos. Hoy quiero repetir.
-¿Quieres vino?
-Si ¿Y tus hijos? Durmiendo?
-Hay muchas cosas que contar Vicente, será mejor que bebamos para esto.

Chocaron las copas y luego un apasionado beso daba inicio a una larga noche.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Fiebre. octava temporada. Capítulo 3


 -Deberíamos usar esta camionetota siempre.

-Ahora la podemos usar, aquí hay que estacionar. -Hablaba Willy que manejaba la camioneta de Manuel y llegaban al restaurante.
-Bájate.
-Ya va, déjame hacer algo. -Federico sacó una bolsita.
-¿Vas a seguir metiéndote esa mierda?
-Cállate.
Caminaron hasta el local, ahí los esperaba una persona a la que le tenían que mostrar el código digital que le enviaron, una vez verificado caminaban por un pasillo apenas iluminado que llevaba a la cocina. Una vez ahí entraban al restaurante. Habían menos mesas de lo habitual, separadas convenientemente  para evitar aglomeraciones.
Las mesas ocupadas solo tenían dos personas. Llegaron a su mesa.

-Vamos a pedir una botella de vino, ¿luego pedimos una de ron?
-Dale, vamos a botar la casa por la ventana.
-Tenemos dólares para gastar, pide lo que quieras.
-Quiero que me cojas negro.
-Eso va, tranquilo.
Llegó la comida y llenaron las copas de vino. Brindaron.
-Porque pronto vamos a ser los reyes de esta maldita ciudad. -Sonreía Federico guiñándole el ojo a Willy.
-No celebremos todavía, falta que ocurran muchas cosas.
-Hay que aprovechar que Manu no está, tenemos la vía libre para hacernos de todo el control del barrio y conquistar el oeste de esta ciudad, ya tenemos a la gente.
Willy chocó la copa con la de Federico. -Eso va a suceder, pero hay que esperar y caminar con pie de plomo chamito, tenemos que hacer las cosas bien.
-Tenemos que viajar negro, irnos a Estados Unidos, Europa.
-La semana que viene cuadro para sacarnos la visa americana el mes que viene.
-Coño, pero hay que viajar a Colombia o República Dominicana.
-Papito, con plata movemos el avión presidencial.
Terminaron la botella de vino y pudieron otra.
-¿Sabes que quiero? Cogerte con un pana, metértelo los dos a la vez y verte como disfrutas ensartado por dos negros. Y ver cómo otro te coge.
-Que rico...cuadra eso, nunca lo he hecho y me da morbo Dos vergas negras para mí. 
-Te va a gustar cuando seas grande.
-Mira, pero si quieres ver cómo me coge otro tipo ¿Por qué no te vienes y me ves como me coge Pastor?
Willy lo vio a los ojos y se levantó de la mesa tirando la servilleta en la mesa y se fue al baño. Federico se quedó riéndose.

-¿Quieren algo más?
-Si, trae la carta de postres y me traes una botella del mejor ron que tengas.
Federico se bebió lo que quedaba en su copa y miraba hacia el frente, escuchó gente entar, al voltear se quedó sorprendido y se puso los lentes de sol -¡Mierda!

Entraban al restaurante su padre, Gerardo y su amigo Román. Se sentaron a dos mesa de ellos a la izquierda, no era fácil que lo vieran, igual Federico no volteaba mucho. Regresaba Willy del baño.
-Como vuelvas a hacer un comentario estúpido como el de Pastor te reviento a coñazos. 
-Mira quienes están en la mesa de allá, a tu derecha.
Willy vio. -¿Tu papá?
-Si, el marico de Román está bello. Guevón
-¿Sigues enamorado de ese gafo? 
-Me quedó la espinita de cogermelo y lo voy a hacer.
-Deja en paz a esa gente.
-Mi papá trabaja para nosotros si no te acuerdas. Hay que sacarlo del negocio. Ahora que Manu no está tenemos que aprovechar.
-Deja quieto eso carajito...tu papá tiene igual o más poder que Manu.
-Román va al baño. Pídeme un dulce, pedí una botella de ron. -Federico se levantó y se fue al baño.
En la puerta del baño decía "solo dos personas"  Román estaba en un urinario, Federico se colocó al lado.
-Hola querido amigo, cuánto tiempo sin saber de ti. -Román se asustó y salpicó de orina sus pantalones.
-¿Qué haces aquí?
-Lo mismo que tú, cenando. -Federico intentó besarlo pero Román se alejó, Federico sacó el arma y se la puso en la garganta.
-¿Me tienes miedo mariquita? Te voy a joder, a ti y a mi papá.
-Déjame ir, Federico, puede entrar alguien.
-No va a entrar nadie, solo pueden estar dos personas adentro, tu y yo. Tu maridito mató a mi tío ¿Sabías eso? A su propio hermano, yo amaba a ese tipo y me lo mató mi papá, ahora yo voy a matarte para que sufra lo que yo sufrí.
-Te van a meter preso si disparas eso aquí.
-Yo no te voy a matar ahorita bichito, pronto. -Le dio un fuerte golpe a Román en el rostro que cayó al piso, guardó el arma, se metió un pellizco de coca y salió.

-¿Por que tardaste tanto?
-Estaba conversando con mi amigo.
-¿Que le hiciste?
-Le dí un coñazo y le dije que lo iba a matar. 
-Le va a decir a tu papá.
-No creo, es un cagón pero igual yo voy a ir a la mesa.
-No te van a dejar, deja la vaina.

Bebieron un trago de Ron y Willy se levantó para ir al baño. Federico le dijo al mesonero que se iba a acercar a la mesa donde estaba su papá y le dijeron que podía ir.

-Hola papá. -Gerardo volteó y al ver a Federico se levantó y lo abrazó, le suplicó que se fuera con él ahora que Manuel estaba muerto.
-¿Qué te pasa viejo? Yo no voy a vivir contigo y menos si estás con este pendejo. ¿Le dijiste que te voy a matar? -Miró a Román y luego vio a su padre. -Lo voy a cose a tiros al traidor este.
-Federico, no te atrevas a meterte con Román.
-Le disparé a mi mamá, a este lo puedo matar, pero primero me lo cojo.
Gerardo le dió un fuerte manotón, la gente alrededor se dió cuenta, Federico sacó el arma y disparó hacia su papá. La gente gritó y se alejaron de sus mesas.
-¡Quietos todos! -Apuntó a la gente, Willy sacó su arma e hizo lo mismo.
-Te volviste loco ¡Vámonos! -Willy sacó varios billetes y los dejó en la mesa y se fueron con sus armas a pintando al que veían. Salieron del restaurante corriendo.
Román vio a Gerardo en el suelo, nadie se movía y corrió hacia la cocina para salir de ahí.


martes, 17 de noviembre de 2020

Fiebre. octava temporada. Capítulo 2

 -Aló-

-¿Román?-
-¿Tomás, eres tú?-
-Si-
-Pensaba que...estabas muerto...eso había pensado luego que Gerardo hiciera una llamada-
-No...no, salí del hospital y los matones aparecieron de nuevo en la posada y me amenazaron. Si me quedaba en Los Roques iban a matarme-
-¿Te volvieron a golpear? Este teléfono puede estar pinchado-
-Rápido entonces, no estoy en Los Roques, te aviso por donde me llamas.-
Cerró la llamada y se quedó unos minutos dentro del carro temblando del miedo, el calor que desprendía su cuerpo empañó los vidrios, los escoltas se acercaron y tocaron la ventana.

El chico abrió la puerta y salió. -Estaba contestando una llamada. - Román se secaba el sudor del área del bigote con la mano temblorosa. -Ya voy a entregar los papeles.
Un escolta quedó a unos pasos de ellos, el otro detuvo al chico antes que continuara caminando.
-El jefe llamó, dijo que la próxima vez que hables con Tomás lo va a desaparecer. Sabemos que está en Puerto La Cruz.
Román era un manojo de nervios viendo al escolta, un hombre moreno, alto y musculoso.
-Chamo, te recomiendo que le hagas caso al jefe. Tomás la puede pasar muy mal. ¿Ves al carajo que está conmigo? Nosotros dos le caímos a golpes a tu amigo. No lo expongas a otro peligro.
-No le hagan daño por favor, esto es mi culpa, él no tiene nada que ver.
-Ve a entregar los papeles, te esperamos aquí.

Luego de secarse el sudor, colocarse gel en las manos y ponerse el tapabocas -pensaba que en su caso todo eso era innecesario pero no era momento de dar explicaciones- entró a la oficina, entregó los documentos y el paquete que contenía los dólares para pagar la universidad.
-Me podrían prestar el teléfono por favor, es urgente y personal, necesito hacer una llamada.
-Usa el de ese escritorio, pero rápido.
Román llamó al teléfono que le dio Tomás.
-No tengo mucho tiempo Tomás, estás en peligro, cuídate, Gerardo sabe que me llamaste. 
-Tranquilo, voy a estar bien, en unos días me iré a Caracas y necesito toda la ayuda, tengo unos amigos pero si me puedes echar una mano mientras me instalo.
-Estás loco, se entera Gerardo y me mata a mi también.
-Aléjate de ese tipo Román, es una asesino, narco, corrupto, es lo peor que puede haber en esa ciudad.
-Tengo miedo, no sé que pueda hacer si lo dejo.
-Hay que hacer, algo yo te...
-Tengo que colgar. -Cerró la llamada luego de la mirada que le hizo la secretaria.
-Gracias y disculpe.
-De nada nos vemos en un mes, Bienvenido a esta universidad.

Román regresó a su carro, los escoltas estaban en sus motos.

<<Personas del gobierno y de la oposición involucrados en la fiesta nocturna de Los Roques>>
<Varias de las mujeres que se encontraban en el inmenso yate eran menores de edad y eran acompañantes de hombres de mucho poder.>
-Que mierda, parecen nuevos, no saben hacer la cosas.

Willy tenía sobre él a Federico penetrándolo. Estaban en el Jacuzzi de la habitación de Manuel. El chico completamente drogado brincaba sobre Willy que lo tomaba de la cintura. Federico gritaba, Willy gruñía y le daba cachetadas. El chico pedía más mientras se llevaba la mano a su culo tocando el pene de Willy sintiendo como entraba.
Federico se puso de pie volteándose para que Willy siguiera. Se apoyó con ambas manos de la pared mientras Willy volvía a penetrarlo lentamente viendo cómo su pene desaparecía dentro del culo del muchacho, que debido a la droga estaba jadeando con la voz gruesa y salivaba abundantemente. Nalgadas y empujones, le estiraba las nalgas y volvía a penetrarlo.
Ahora era Federico que se abría las nalgas para que Willy lo penetrara. -¡Dale duro coño, duro, párteme ese culo!
Willy lo haló con fuerza del cabello. -¿Quieres que te parta el culo mariquito?
-Si, ponte bruto. -Willy le dio un empujón y empezó a moverse con rapidez mientras que Federico no paraba de gritar. Empujó más y ahí se quedó mientras eyaculaba apretando con fuerza el cabello del chico. Se acostó sobre la espalda de Federico mientras esté se masturbaba y acababa. Se sentaron nuevamente en el Jacuzzi uno frente al otro.
-Marico, tiras divino.
-Me dejaste cansado, verga...no sigas drogándote así becerro, esa vaina te dilata el culo.
-Ay yaaaaa, deja la vaina. Que divina está el agua.
-Primera vez que me meto en una vaina de estas.
-Aprovecha que no tenemos jefe.
-No tendré jefe yo. -Decía Willy. -Pero yo soy tu jefe ahora pendejo.
-Ay si, no deberías acostarte con la nómina de la empresa, eso siempre termina mal.
-Mal vas a quedar tú si le das culo a otro.
Federico comenzó a reírse y a burlarse de Willy gritándole celoso, este le lanzó agua a la cara.
-Mira, aprovechando que no tenemos jefe, te voy a invitar a un restaurante legal que hay en Las Mercedes.
-¿Vas a llevarme al restaurante para pedir comida para llevar? ¿En serio marico? Llama y que te lo traigan, Manu tiene panas de restaurantes que se lo traen y gratis, llamas de parte de él. 
-Guevón el restaurante está trabajando bajo cuerda, eso sí van puro enchufao y políticos, hay que estacionar a dos cuadras y llegar caminando y entrar por un pasillo oscuro para entrar por la cocina. Ya reservé.
-¿Y que restaurante es ese?
-Se llama Uno.
-Uno...me suena...¿Vamos está noche?
-Si, vístete bien, yo haré lo mismo, quiero celebrar contigo.
-Marico, quién te oye piensa que te cambiaron el cerebro, el malandro jefe del barrio diciendo esas mariqueras, ay si vístete lindo ña ña ña ña ja ja ja.
Willy salió del jacuzzi y tomó una toalla. -Si quieres no vas y me llevo otro culo.
-¿Otro culo? Marico tu vives y respiras por este culo que te acabas de coger, no hables guevonadas. 
-Si, aquí el que tira con cualquiera eres tú, la puta de la relación.
Federico se puso de pie, su pene seguía erecto. -AAAAH así que tenemos una relación, si somos novios. -Se salió del jacuzzi, abrazó a Willy y lo besó. -Me encanta cuando me dices esas cosas.
-¿Cuando te digo puta?
-Guevón...cuando reconoces que somos novios.
-Ve a vestirte.
-Por cierto, mañana me veo con Pastor, hablar lo de Manu y lo que vamos a hacer ahora.
-Y te vas a acostar con él.
-Es probable, seguro va a querer cog...-Willy le tapó la boca.
-VE A VESTIRTE.

Román llegó al apartamento, Gerardo tenía minutos de haber llegado, todavía estaba con la corbata puesta. Se acercó a Román para darle un beso pero el chico movió la cabeza y el beso se lo dio en el cachete.
-¿Ya estás oficialmente inscrito en la universidad?
-Si, ya entregué los documentos, firmé unas planillas y entregué los dólares.
-Que bien nené.
-¿Por qué tienes que atormentarme y exponerme a ese terrorismo psicológico?
-Nené ¿Tú crees que es muy bonito que a un viejo como yo le vea la cara de idiota un niñato de apenas 18 años?
-¿Y por qué sigues conmigo? Déjame.
-No me da la gana. Aprende a ser un hombre de palabra, responsable.
-No le hagas más daño a Tomás.
-Tomás es pelusa de ombligo, muerto de hambre. ¿Que quieres de él? ¿Sexo? Yo te cojo mejor que ese imbécil y tengo el dinero que te gusta, mucho dinero y lo que me pidas te lo doy.
-Déjame libre.
-No. Tomás vive en Puerto la Cruz con unos amigos en una casita que comparten alquiler. Yo levantó el teléfono y mando a explotar la casa con todo y amiguitos. De ti depende que siga vivo.
-Yo no voy a volver a ver a Tomás.
-Si eres inteligente, como sé que lo eres, eso harás, ahora vístete, ponte bello porque vamos a salir. 
-Hoy no quiero tener sexo.
-Tranquilo llegaremos a medianoche así que podemos tirar ya que será mañana.
Román se quedó mirando a Gerardo a los ojos, este le sonrió y se acercó a él abrazándolo y hablándole muy cerca de su boca. -No quiero seguir molesto contigo nené, yo no quiero hacerte daño ni hacerle daño a nadie. - Le dio un beso profundo que Román no rechazó, el aliento lo tenía impregnado de whisky, a Román le hizo arrugar la cara pero aguantó y respondió apasionadamente el beso.
-Yo tampoco quiero estar peleado contigo viejo, me portaré bien y haré lo que me digas, quiero estar contigo.
Gerardo se separó unos centímetros de la cara de Román sin dejar de abrazarlo.
-Yo sé que mientes, sé que no me amas, desde que estás conmigo lo sé. Por eso te puse dos escoltas que van a vigilar cada paso que des. -Otro beso apasionado de ambas partes, el chico abrazó a Gerardo.
-Ya que voy a quedarme contigo y ahora que voy a empezar a estudiar necesito que me asignes un pago mensual para no estar fastidiándote a cada rato.
-Tengo algo mejor para ti. -Le entregó una tarjeta débito y le dijo que tendría el dinero disponible cuando quisiera y la cantidad que quiera y también le dio una tarjeta de crédito negra con crédito ilimitado. -Y si te portas bien te voy a dar un carro del año, pero me tienes que demostrar que te has portado bien, lealtad, solo sexo conmigo y mudito, tu no sabes nada de mi trabajo, solo soy un exitoso abogado. Ve a ponerte guapo para mí que nos vamos en una hora.