lunes, 16 de noviembre de 2020

Fiebre octava temporada. Capítulo 1

 Carlota estaba viviendo en un apartamento tipo estudio dónde la había llevado su hermano Federico y Willy. La noticia de la muerte de Manuel la había dejado traumatizada y se sentía desprotegida.

Recibió un mensaje en el celular que le dio su hermano. -No te creas que vas a dejar de trabajar, ahora te envío la dirección del primer cliente. Ponte bien perra, ahí tienes ropa-
-Ahora es mi hermano el que me prostituye...a buena hora viniste a morir Manu...¿Que hago sin ti?

Gerardo estaba de pie detrás de Román que lo tenía pegado de la pared, ambos sudaban. Tenía la chico cogido del cabello mientras lo penetraba con fuerza. Cada empujón le hacía daño en la cara. Lo penetraba por completo, empujaba y comenzaba a moverse rápido, el chico lloraba del dolor.
-¿Duele verdad? Más me duele a mi ver cómo me montas cacho con cualquiera que te sonríe. Yo no me he acostado con más nadie. -Volvió a empujar. -Solo te cojo a ti y tú me pagas así después de todo lo que hago por ti. -Otro empujón y de nuevo a moverse rápido haciendo gritar al chico. Se detiene y retira el pene acabando en el piso.
-Voltéate.
Román adolorido se voltea viendo a Gerardo con la rabia reflejada en su rostro. -Agáchate y lame mi leche del piso.
-No, Gerardo, perdóname por favor.
-Agáchate y házlo.

Román se agachó y se arrodilló en el suelo comenzando a lamer el semen, Gerado se apartó. -Párate, ve a ducharte para que desayunemos y te vayas a la universidad.

Carlota leyó la dirección donde tenía que ir, se puso a llorar. No le quedaba más renedio que trabajar, se fue a duchar.

10 días antes...
Al llegar a Caracas, los hombres de Gerardo dejan a Carlota en su casa. Ya su madre estaba enterada de lo que había pasado, la recibió, discutieron y cada una se fue a su cuarto.
Al día siguiente la chica le dice a su madre que se va de la casa y comienzan a discutir. Carlota busca su celular para llamar a Gerardo y decirle las intenciones de su hija, pero Carlota le dan un empujón a su madre y comienza al golpearla hasta dejarla inconsciente. Coge el celular de su madre y busca el número de Manuel pero con el nombre que le había dado a su madre. Lo consigue y llama. No contesta y vuelve a llamar. Llama seis veces pero no atiende. Llorando busca en los contactos el número de su hermano pero suena el celular. Era Manuel.
-¡Aló, aló Manuel es Carlota, estoy en mi casa, búscame ya, me tiene presa mi mamá, creo que la maté.
-¿Carlota?
-¡Federico! Hermano, ven a buscarme, mi mamá se volvió loca y no me deja salir.
-Ya va, ya va. ¿Tu no estabas en Los Roques, en la fiesta? Les cayó la policía por cierto.
-Luego te explico búscame, dile a Manu que me saque de aquí.
-A Manu lo mataron hermanita. Lo despacharon. Estoy al mando yo.
Carlota se quedó paralizada y las lágrimas le corrían.
-Ven a buscarme por favor. -Colgó la llamada y fue a su habitación a buscar ropa pero primero buscó droga. Se metió unos pellizcos de coca, acomodó un bolso y salió a la sala.
Su madre comenzaba a moverse y Carlota agarró un taburete de la cocina y le dio varias veces en la cabeza mientras gritaba de rabia. Lanzó el taburete, vio a su madre, sonrió y salió del apartamento.

-Román salía de la habitación ya vestido, fue a la cocina y le esperaba un desayuno bien resuelto. Gerardo se le acercó y le dio un beso en la boca, se sentó al lado de él.
-¿Para qué voy a ir a la universidad? ¿Hay gente?
-Si, ve a entregar los papeles y entregas estos dólares. Estoy pagando la mitad de la carrera. Usted se me va a graduar. -Lo despeinó y volvió a besarlo. -Quiero que sepas que lo que hago es porque te amo y que cuando haces algo mal tengo que decírtelo y castigarte, yo no quiero hacerte daño nené, pero no me obligues a eso. Discúlpame por lo de hace un rato. -Otro beso. -¿Me perdonas?
Román lo vio a los ojos y bajó la cabeza diciéndole si moviéndola.
-Te voy a poner dos escoltas para que te cuiden y te vigilen. No quiero que te pase algo o que te pongas a inventar. ¿Ok? De la universidad te vienes a casa.
-Quería visitar a mis papás.
-Cuando regreses vamos los dos.
-Yo prefiero ir solo... -Gerardo le puso dos dedos en sus labios y con su boca le hizo un gesto para que se callara.
-Usted tiene a su marido y su marido lo acompaña a todos lados.
-¿Y por qué no vienes a la universidad conmigo?.
-Cuando regreses vamos a casa de tus papás, vamos a desayunar.

Cuando Román llegó a la universidad, estacionó el carro. Bajó y los escoltas estaban detrás de él. Sonó su celular, en la pantalla decía Tomás. Miró a los escoltas y vio la pantalla, su cuerpo se encendió en fiebre, lo atacó un escalofrío y entró al carro de nuevo. El celular seguía sonando pero no contestaba.

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