lunes, 9 de noviembre de 2020

Fiebre 7. Capítulo 6

 


Federico pasaba buscando a Braulio, su profesor de química, por la plaza Francia.

-¿Y esta camioneta?
-Mia profe, me ha ido bien
-Diría que muy bien, esta camioneta la tiene muy poca gente en este país.
El chico le dijo que en realidad la camioneta era de su jefe pero la usaba él. 
-¿Tu jefe es Manuel Rendón?
-Si, tu hermano. ¿Cuéntame esa vaina?
Braulio estaba sorprendido que el chico lo supiera pero le contó la desagradable y breve historia.
-¿No te da miedo estar metido en los negocios de Manu?.
-Se me quita cuando me dan mis pacas de verdes y estos paquetitos - Movió entre sus dedos una bolsita de coca. Braulio abrió los ojos mientras Federico sonreía.
-Federico, tú eres buen estudiante, aplicado, ¿Que haces metiéndote eso y trabajando con Manu?
-Metido en el colegio y luego en una Universidad no voy a ganar todo este platal que me estoy metiendo.
-A riesgo que caigas preso o te maten ¿Adónde vamos?
-Es el riesgo que se corre profe pero mientras hay que disfrutar lo que se tiene, vamos al apartamento de la playa de mi papá.
-Yo no puedo tardarme...
-¿Te espera tu hermano para cogerte como cada noche? Hoy me coges tú. Por cierto tú vas a trabajar con Manu ¿No tienes miedo?
-Es distinto...es una tienda...
-Es una lavadora profe, no me caigas a charla.
Se acercaban a una alcabala y Federico le pidió a Braulio que le pasara un carnet que estaba en la guantera, Braulio le dio el de él que también se lo dio Manuel.
El policía vio las credenciales y los dejó pasar. 
-Supe lo de tu novia.
-La mató tu papá.
-¿Estás seguro? Es muy grave lo que dices.
-Se que es tu padre pero...
Federico comenzó a reírse. -Mi papá es capaz de eso y más ahora que estoy en los bajos fondos descubrí al verdadero Gerardo Hernández.

Llegaron al edificio y estacionaron la camioneta.
-Hermoso el edificio.
-Es la segunda vez que vengo, la primera vez vine con mi tio, vinimos a tirar. -Se metió una raya de coca.
-No Federico, no hagas eso.
-Mi papá mató a mi tío, a su hermano. Subamos.
Entraron al ascensor y Federico besó a Braulio mientras su mano apretaba la entrepierna. Braulio se estremeció y su pene se puso rígido.
-Waaaaao el profe está excitado.
Entraron al apartamento y Federico le bajó el cierre sacando el pene de Braulio por la abertura. -Coño no es el guevo de Manu, es pequeñito. -Comenzó a mamarlo
Braulio cerró los ojos. -No vayas a acabar, no vayas a acabar, aguanta. -Braulio repetía en su mente.
El chico comenzó a subir su mano por el abdomen de Braulio y este se quejó con dolor.
-¡Cuidado! -Federico levantó la franela y le vió un gran moretón. 
-¿Y eso? 
-Unos golpes que me dio uno de los matones de tu papá. -Braulio perdió la erección y lo agradeció para poder retrasar la eyaculación.

Federico volvió a mamar el pene flácido mientras recuperaba la erección.
-Quiero que me cojas profe, así como te cogiste a Román.
Braulio levantó a Federico. -Vamos a la cama.
-Que aburrido profe, cógeme aquí en el piso.
Se desnudaron, Federico se acostó boca arriba y abrió las piernas.
Braulio vio el culo del chico, estaba dilatado, se acercó  y apoyó el pene. -Aguanta, no acabes coño, déjame entrar. -Braulio comenzó a penetrarlo, su pene se delizó cómodamente, sentía una humedad cálida, cerró los ojos y comenzó el cosquilleo, se agachó y comenzó a moverse. Su cara quedó frente a la de Federico. Se movía lentamente. -¿Qué haces? -Con el culo le apretó el pene y Braulio se corrió dentro de Federico. Dio un golpe en el piso y se echó a un lado.
-¡Maldita sea!
-¿Eres de los que llaman eyaculador precoz? Ja ja ja ja.
-Gracias, búrlate.
Aprovechando que Braulio estaba boca abajo, Federico se montó sobre él y sin esperar abrió sus nalgas y metió su pene ahí y comenzó a empujar. -Así es que se tira profe. -Movía solo la cadera con rapidez, golpeaba con su pelvis las nalgas de su profesor mientras este tumbado en el piso apenas gemía mientras Federico le apretaba la cabeza al piso. Se sentó sin dejar de penetrarlo y siguió moviéndose. -Voltéate

Federico le echó las piernas hacia el pecho de Braulio levantándole el culo. Se colocó sobre él y lo penetró. -Tienes el culo caliente profe. -Braulio le veía la cara a Federico, parecía poseído, la droga lo tenía alterado.
-¿Quieres que te acabe adentro, ah, perrita?
-Si, si, dame leche.
Federico se mordió el labio con fuerza y le dio una cachetada a Braulio, pegó un fuerte grito alzando los brazos mientras que eyaculaba y su cuerpo se tensaba. Quedó inmóvil por unos segundos, retiró el pene y como si tuviera un resorte en las rodillas se puso de pie de un brinco.
Braulio quedó en el piso mientras se le pasaba un calambre en la pierna derecha.

-Profe, profe, profe, yo vine para que me cogiera y terminé cogiéndote, no me parece.
-Disculpa...estoy...en tratamiento para arreglar ese problemita.

Pidieron unas pizzas y se ducharon. Mientras comían hablaron.
-¿Entonces no te has cogido a Román?
-No...no he podido, en dos oportunidades acabé antes de penetrarlo.
-Conmigo fuiste más allá, un progreso. Manu es el que te coge, ni se te ocurra cogértelo, primero no le gusta y segundo pasa lo que pasó aquí y te mata.
-No me estás ayudando. Coño...Eva, Manuel, tú, me restriegan en la cara lo mala cama que soy.
-Disculpa Braulio, sigo drogado y hablo pendejas. No debí...¿Que vas a hacer con Manu? ¿Manejar la tienda de ropa?
-Si, me dijo que me encargue yo que él no quiere saber nada.
-Ten cuidado Profe, si algo pasa, Manu se va a desentender y te va a dejar el muerto a ti.
-No creo, es mi hermano y le importo.
-Ay Braulio, parece que el que tiene 19 años eres tú, aterriza, Manu es capaz de matar a su madre si le estorba.
Hubo un silencio de varios segundos.
-Te voy a confesar algo. Estoy perdidamente enamorado de Román, desde hace mucho tiempo.
-No sé que tienen ese guevón que todos lo aman, mi papá perdió la cabeza por ese mamagüevo.
-Ustedes son amigos,  buenos amigos.
-A ese en cualquier momento le hago una vaina, quiero joderlo y joder a mi papá que me quitó el carajo que me gustaba.
Braulio se sorprendió. -¿Estás enamorado de Román?
-Tranquilo, no te voy a matar, por mi te lo puedes quedar, pero igual quiero hacerle daño.
-Román es buen muchacho y lo sabes, sus papás están enfermos Federico.
-Ay profesor, eres demasiado comeflor. Si vas a trabajar con Manu tienes que quitarte de encima ese velo de ingenuidad que te arropa.
-Mi vida apesta, lo que me pase de ahora en adelante podrá ser emocionante o perturbador, que se yo...ya no me importa.
-Únete a mi y a Willy. Vamos a derrocar a Manu, asesinarlo y quedarnos con el poder que ahora tiene.
-Manu me está ayudando Federico.
-Cogerte todas la noches no es ayudarte, te está usando marico, date cuenta, te va a joder en cualquier momento.
-No sé, no sé...yo no quiero traicionarlo.
Federico se volteó y cogió su arma. Lo apuntó. Braulio se asustó, sus músculos se tensaron.
-Llegas a decirle a Manu lo que aquí hablamos y te voy a picar en pedazos mientras sigues vivo. 
-Tran...tranquilo, no tenemos...que llegar...tan...lejos



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