lunes, 5 de septiembre de 2022

Pasticho Hormonal. Capítulo 52

Gilberto pudo verse, luego de meses, con Juan Carlos aprovechando que la Reina Blanca estaba relaizándose el tratamiento en la clínica y se fue con otros escoltas y otra camioneta para no hacer la misma rutina diaria. 


Juan Carlos, aparte de estar entrenado, aún le quedaban semanas, había sacado cuerpo, entre los entrenamientos realizaba por un par de horas diarias, ejercicios. Su cuerpo y mente habían cambiado. Gilberto lo notó.

–Cómo has cambiado, ya no eres el carajo cagón de hace un año cuando llegaste.
–¿Qué, ahora te molesta? Todo esto es culpa tuya, esto que ves lo creaste tú.
–Para nada, nonestoy molesto, estoy sorprendido de lo rápido.
–Ya estoy listo para tomar las riendas de esta empresa.
–Todavía eres un pichón. -Juan Carlos lo cogió del cuello empujándolo a la pared.
–¡Pruébame! Ponme a prueba, mata a Carmen y verás de lo que soy capaz. -Gilberto se quitó la mano de Juan Carlos del cuello y camino dándole la espalda al muchacho.
–Ok, ok, te voy a poner a prueba, mata tú a la vieja, demuéstrame de qué estás hecho, si valió la pena todas esas horas que te dediqué.
Juan Carlos le puso la mono en el hombro y el sicario volteó. –Yo soy tu jefe y te ordeno que la liquidez tú.
–Eres un cagón, ya veo que no tienes las bolas para tenerla enfrente y matarla.
–Es tu trabajo, además estás aqui para hacerme el amor, no sé porqué tenemos que hablar de esas cosas, ya habíamos quedado que tú lo harías.
–Tranquilo, mientras no seas el amo y dueño de todo esto, yo haré el trabajo sucio. -Se desabrochó el pantalón, su pene ya estaba erecto, dejó caer el bluyín y comenzó a desabrochar el pantalón de Juan Carlos mientras este se quitaba la franela. El pecho bien marcado, bronceado y sin vellos. Terminó de desnudarse y se fue a la cama a buscar el lubricante. Gilberto le veía las bien formadas y duras nalgas, se tocaba el pene mientras esperaba que regresara.
Juan Carlos regresó y frente a Gilberto, mirándolo a los ojos, se colocaba gel en el culo. -Como te gusta que te coja.
–Y a ti cogerme. -Se volteó acostándoseboca abajo en el apoya brazos del sofá dejando sus bien torneadas nalgas frente a Gilberto que mojó su pene con bastante gel, puso sus manos en las nalgas de Juan Carlos, al sentirlas duras e intentrar abrirlas lo estremeció, cerró los ojos y acercó su pene. Comenzó a introducirlo entre esos apretados glúteos. Fue penetrandolo. No recordaba lo cerado que era, Juan Carlos soltaba gemidos mientras apretaba el cojín del sofá. Suavemente Gilberto iba penetrando mientras apretaba las duras nalgas.
Cuando ya lo tenía totalmente penetrado, lo cogió del cabello y ahí comenzó a empujarl con fuerza. Juan Carlo ahora gritaba mientras el sofá se movía por la fuerza de Gilberto.
Sacó el pene. -Voltéate. –Juan Carlos se pone boca arriba levantando las piernas. -Cógeme, anda, como te gusta, salvaje, soy tu jefe.
Gilberto lo penetra de una vez dándole una fuerte cachetada cogiéndolo del cabello y volviendo a darle empujones. Juan Carlos gritaba.
Jorge caminaba por el pasillo cuando de repente escucha gritos que lo detienen y se acerca a la puerta de la habitación de Juan Carlos. Abre con cuidado la puerta y ve a Gilberto embistiendo a Juan Carlos, se agacha y lo besa. –Te amo  carajito.
–Yo también te amo. -Otro beso y Gilberto acelera sus movimientos, el sofa sigue rechinando, Juan Carlos grita. Jorge aprieta los puños, su cara se enrrojece. Gilberto comienza a ponerde tenso. –ME VENGO, AAAAH. -Retira el pene y acaba sobre el abdomen de Juan Carlos. Jorge llora intentando que no se escuche o sepa que está ahí. Gilberto se tumba sobre Juan Carlos, ambos se rien.
Escuchan unos aplausos y se levantan.
–Bravo par de enamorados, bravo, ¿Que pasaría si la patrona se entera que ustedes volvieron a enrredarse?
–Tu no vas a decir un carajo Jorge. -Le dijo Juan Carlos, Gilberto comenzó a vestirse.
–Yo voy a contar todo ahora que La Patrona llegue, esta noticia le va a encantar.
En el bolsillo de su pantalón, Gilberto sacó su arme y lo apuntó en la frente.
–Tu no vas a hablar pendejo.
–¿Me vas a matar? ¿Tu le has dicho a tu enamorado que tu y yo tiramos a cada rato? ¿Y tú Nacho, tampoco le has dicho que me coges en tus aburridas noches?. -Gilberto le dispara en la frente mientras ve como cae al suelo. Juan Carlos se pone de pie impactado por lo que acaba de hacer el sicario. Ya en el suelo, Gilberto le da dos disparos más.
–¿QUE COÑO HICISTE?
–Eliminar a los que estorban, ahora voy a liquidar a la abeja reina. -Coge de la mano a Jorge arrastrándolo fuera de la habitación, lo lanza por las escaleras. 
–Entierren el cuerpo. Ustedes saben donde. -Le dice a los escoltas.
Juan Carlos se coloca el interior recoge el pantalón mientras se viste, recuerda lo que le dijo hace tiempo Giberto. -"Una vez aqui dentro no sales carajito. O matas o te matan, aqui se sobrevive". Gilberto entra a la habitación de nuevo y ve a Juan Carlos.
–Deshazte del cuerpo, no lo entierren y me ya a matar a Carmen. Hoy comienza una nueva etapa, tu serás mi esposo y mano derecha, seremos los reyes de la droga tu y yo. Vamos a ser poderosos. Acaba con la Reina Blanca.

Gilberto se guardó el arma, volvió a salir y bajó las escaleras. Llamó a uno de los escoltas.
–No entierren el cuerpo. Desaparezcánlo, quemenlo, lo que sea pero que no quede rastro de él. Cerró la llamada y se fue a la clínica.

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