viernes, 24 de julio de 2020

FIEBRE. Final de Temporada

Román no sabía si contarle a Gerardo o quedarse callado, se puso nervioso. De nuevo la fiebre invadió su cuerpo. Volvió a la ducha y dejó que le cayera agua fría.
-¿Todo bien? Cómo que te gustó la ducha. ¿Puedo entrar?
-YA SALGO, YA SALGO.
Gerardo entró al baño y se metió en la ducha.
-¿Cómo crees que voy a dejarte que te bañes solito nené quiero enjabonarte. -Se agachó y le dió un beso en la boca metiéndole la lengua pero Román no le correspondió el beso. Tomó el jabón y comenzó a pasarlo por el cuerpo del chico.
Metía el jabón entre las nalgas, cogía su pene y lo enjabonaba.
-Me tengo que ir. ¿Qué hora es?
-Son las 3 de la mañana nené, quédate un rato más y te preparo desayuno.
-No, no, yo me tengo que ir llama al taxi.
-¿Tan mal te traté, no te gustó?
Hubo un silencio, solo se escuchaba el agua caer. -La verdad no, no me gustó. - Mintió.
-La verdad es que no es lo que esperaba...a ver, eres...demasiado viejo para mí, yo...
-Jajajajaja ¿qué coño dices? Eso lo sabes desde hace semanas. Ven sal, te secas y me cuentas que te pasa.
Salieron de la ducha, Gerardo tomó las toallas y le lanzó una al chico.
-Mira, estos son mis hijos y la cuaima.
Román volvió a ver las fotos y se puso nervioso. -De verdad me tengo que ir, mis papás ya deben saber que no estoy en casa.
-¿Es por tus papás o por mi?
-Ambas cosas, no creo que vuelva a verte. Estuvo todo bien pero no nos veremos más mi pana. Llama al taxi.
-No sé que te pasa nené, pero si quieres irte pues ni modo, espero que solo sea una pataleta de adolescente, yo te dije que voy en serio contigo.
Román aguantó las ganas de llorar. -No viejo yo no quiero...nada contigo, fina la tirada pero ya...esto no es lo mío...

-Montado en el taxi iba con el tapabocas puesto pero iba llorando. Luis, el taxista lo veía por el retrovisor.
-¿Una mala noche con el señor?
Román se limpió los ojos sin recordar que no debe tocarse la cara.
-El señor Gerardo y yo tenemos...
-Si ya...conozco los gustos, le gustan así como tú, ¿Te trató mal?
-No...no...más bien lo contrario y además el sexo...verga...mundial, creo que no tiraré así más nunca en mi vida...mierda que pena contarle esto jejeje.
-¿Por qué lloras entonces?
-Coño porque es el tipo perfecto, el legal, con el que quiero estar...
-¿Y entonces? Échale bolas mira que Gerardo se pone loco cuando está solo y tira como con quién sea, pero no los lleva a su casa y a ti te dejó entrar.
-Yo conozco al hijo de Gerardo, estudiaba en el colegio con él. Nos pajeábamos juntos, nos besamos y hace dos días no pajeamos vía Skype.
-Chaaaamo...con el papá y con el hijo. Eres candela.
-Román lloró más, Luis frenó.  -Si tú quieres a Gerardo pues quédate con él y a su hijo que se busque la vida.
-Me va a odiar.
-Podemos sacarlo del camino.
Román abrió los ojos. -¿Matarlo?
-Listo ya en tu casa. - El chico bajó y se apoyó en la ventana del copiloto.
-Piénsalo, lo hago de pana y todo.
-Yo no quiero matar a nadie, eso es muy friki.
-Me avisas que quieres hacer con el chamo. Me dices y yo lo hago.
-No tiene que hacer nada.

Román entró con cuidado al apartamento, caminó despacio hacia la habitación de sus papás, se asomó y los vio durmiendo. Se retiró a la suya, cerró la puerta y se lanzó a la cama. Todavía sentía puntadas en el culo, cerró los ojos y recordó el sexo que acababa de tener. Se quedó dormido.

A la hora y media abrió los ojos, se sentó en la cama. -No puedo creer que Federico es el hijo del viejo...coñoelamadre, cuando se entere que tiré con su papá.
Se quitó la ropa, se puso un bóxer y una franela, volvió a pasar por la habitación de sus padres. Entró y en el borde de la cama vio el pene de goma que le había regalado Gerardo.

-¿Qué coño es esto? ¿USARON MI JUGUETE?
Luisa se levantó sobresaltada. -¿Qué, que haces aquí?
-Vivo aquí. Rolo e peo que me formaste por esta mierda y vas y la usas con mi papá ¿Quien se lo metió a quién?
-Cállate vas a despertar a tu papá.
-¡Que se levante! ¡Papá, papá, despierta. PAPÁ.


Román lo sacudió y no despertó, lo tocó y estaba frío. -¡PAPÁÁÁÁ! Está muerto, está muerto ¿Que le hiciste? ¡Asesinaaaa!

jueves, 23 de julio de 2020

FIEBRE. Capítulo 9

Gerardo se puso a los pies de la cama. Estaba desnudo. Le dijo a Román que se acercará que seguía acostado boca arriba.
-Ven aquí y ponte a mamar carajito. Ponla dura.
Era la primera vez que iba a tocar un pene que no fuera el suyo y además el del hombre que le gustaba. Su mano lo tocó no podía cerrarla entre el pene, era grueso. Velludo y canoso, Ramón acercó su boca al glande que apenas se asomaba por el prepucio. Gerardo lo echó hacia atrás. -Todo tuyo. Román sentía que la temperatura de su cuerpo se elevaba, tenía escalofríos. Sus labios secos tocaron el glande y su boca comenzó a salivar. Lo introdujo. Gerardo sintió un calor en su glande que lo hizo cerrar los ojos y echar hacia atrás la cabeza. Le puso la mano en la nuca del muchacho y lo empujó. -Trágate ese trozo de carne nene. 
Cuando tenía el pene por la mitad Gerardo intentó que se lo metiera todo pero el chico se ahogó y tosió, sus ojos estaban agüados.
-Uuuj ya va, ya va, lo tienes muy grande aaah.
Gerardo no le prestó atención, lo agarró del cabello y comenzó a moverle la cabeza rápidamente. Román salivaba en exceso, tanto que caían chorros por la comisura de sus labios. -Tienes esa boca caliente coño. -Gerardo no se detenía, el chico se ahogaba pero no le daba chance de respirar.
Gerardo lo empujó soltándolo. Román estaba rojo y respiraba aceleradamente.
-¿No querías mamar? Me lo pedías por Skype, "quiero mamarte esa verga, metermela toda" ¿Ah? ¿Cuál es el miedo ahora?
-Coño es que es grande no joda...y no me dejas respirar obligándome a mamar.
Gerardo se le acercó y le dió una cachetada.
-Conmigo tienes que aguantar la pela nené. Ponte en 4 que voy a mamarte ese culo.

Román se colocó y abrió sus nalgas. Gerardo metió su cara entre ellas y comenzó a pasar la lengua, chupar, morder, escupía y metía un dedo, le daba nalgadas y volvía a pasar la lengua por el agujero, le mordía las nalgas dejando marca, el chico se quejaba pero le gustaba. Más nalgadas, volvió a chupar el culo mientras le estiraba los testículos y el pene. Se detuvo.

Se puso de pie y fue a la mesita de noche.
-¿Que vas a hacer? -Dijo Román un tanto nervioso.
-Caaaalma, tranquilo nené, es lubricante, para que esto. - se apretó el pene sacudiéndolo- te entre fácil.
-¿Y el condón?
-A pelo nene, quiero que sientas mi verga sin látex.
Apretó el envase sobre el culo del chico que se movió al sentir el gel frío. Gerardo se puso en el pene y lo esparció con sus dedos.
Le dio dos nalgadas y luego unas palmadas en el culo. -Ponte flojo, ponte flojo pa' que no te duela.
El hombre apoyó el glande en el culo, con una mano sostenía el pene y la otra mano apretaba el hombro del chico. Una primera embestida y Román pegó un grito de dolor -Shhhh. 
Siguió penetrando, veía como entraba su pene, una vena abultada se atravesaba desde la base hasta el borde del glande. Brillaba.
Puso sus fuertes manos en los hombros de Román y empujó, empujó, sus manos se afincaron en los hombros, el chico gritaba con cada embestida. Retiró el pene le dio una fuerte nalgada y le metió tres dedos.

-Acuéstate boca arriba.

Gerardo le levantó las piernas poniéndolas en su pecho, lo alzó un poco y lo volvió a penetrar. Román gritó, su cuerpo ya no despedía calor, estaba frío y erizado. Eyaculó como nunca lo había hecho. Gerardo no tenía intenciones de acabar todavía y seguía empujando con fuerza, el chico gritaba y comenzaba a llorar pero no quería que se detuviera. El hombre se agachó sin detenerse y lo besó en la boca mientras Román gemía.

Gerardo empujó hasta el fondo y se detuvo, puso al chico de lado y se acercó al oído y le susurró. -Te está gustando esta vaina  ¿verdad? No me has pedido que pare, tampoco voy a parar. -Le levantó la pierna y siguió moviéndose. La velocidad con la que se movía era impresionante, tenía tomado al chico por el cuello, se notaba que lo estaba ahogando pero él no lo notaba, Román no le interesaba detenerlo aunque su rostro reflejaba el ahogo, estaba rojo.
Gerardo volvió a detenerse, sacó el pene y se puso frente al chico y le dió una cachetada.
-Ven a recibir mi leche. -Comenzó a masturbarse. Tres chorros cayeron sobre el pecho y barbilla de Román. Gerardo se estremecía con cada expulsada, Román estaba igual. Se sentó en la cama destilando sudor restregó su mano sobre el pecho de Román para luego meterle los dedos en la boca.
Román se sentó y vio a Gerardo a los ojos.
-Wow...no sé qué decir...yo...me siento...estuvo brutal. -Abrazó a Gerardo y comenzó a llorar.
-Nené ¿Qué pasa? No te pongas así, ven. -Le dio un beso en la boca, le pasó la mano por la mejilla, su piel volvía a encenderse en calor pero se levantó de la cama y le preguntó si podía ducharse.
-¡Claro nené! Puedes ducharte y hacer lo que quieras.

Román entró al enorme baño y se metió en la ducha abrió la llave de agua caliente y se puso bajo el agua. Cuando le cayó agua entre las nalgas le ardió. Salió el agua caliente.
-ESTA DUCHA ESTÁ CRIMINAL VIEJO.
Gerardo se sonrió. -DISFRUTALA.



El chico salió de la ducha y tomó una toalla blanca era gruesa y grande, casi esponjosa. -Mierda que vaina tan buena. -Se estaba secando cuando vio en la pared tres fotos, las detalló. Quedó petrificado mientras caía la toalla al suelo.

miércoles, 22 de julio de 2020

FIEBRE. Capítulo 8

Laura y Diego dormían. Él tenía la mano en la barriga de ella, abrió los ojos y metió la mano dentro de la pantaleta de Laura hasta tocar su vulva y comenzar a jugar con su clítoris. Movía sus dedos rápidos los introducía, Laura lubricaba, empezó a gemir, cada vez más fuerte a medida que Diego movía más rápido sus dedos. Gritaba, él le tapaba la boca, se llevaba los dedos a su boca para saborear el flujo.
-Ve al cuarto de Román y busca el juguetico.
-¿Qué? ¿Y si se despierta?
-Ve con cuidado, está en el closet en la parte de abajo.

Laura iba caminando sigilosamente a la habitación de su hijo, de los nervios no podía respirar, se ahogó y se detuvo para tomar aire. -Voy a morir como una pendeja por buscar un pipí de goma. -Abrió con cuidado la puerta aunque hizo un ligero chirrido siguió abriendo lentamente. Vio la cama, se percató que Román no se moviera y fue al closet con cuidado deslizando la puerta. Estaba oscuro, metió las manos tanteando. Sintió una goma fría y lo tomó con ambas manos. -Este es.
Cerró despacio y salió de la habitación.

-Aquí está, lo tengo.
-¿Y Román?
-Como muerto. Si me vas a meter esto hazlo con cuidado que no puedo agotarme, que esto le gana en tamaño al tuyo, mira que gordo y grande.
-Gracias por subirme la moral, encima que no puedo cogerte como quiero me dices eso.
-No lo digo por mal, tu pene es divino pero no vas a negar que esta cosa es grande.
-No joda tu hijo se lo metió por el culo, tú también podrás.
-¿Qué? ¡A mí no me lo vas a meter por el culo, estás loco!
-No chica, por delante, será más fácil.
-chúpamela primero como ayer, eso estuvo divino mi amor.
Diego se colocó para hacerle sexo oral, el juguete lo tenía en la mano para en cualquier momento meterlo.
-Ahora aguanta que voy a meterte este guevote.
-Despacito amor.
Con la vagina húmeda Diego fue introduciendo el grueso juguete mientras Laura soltaba pequeños quejidos. Lo poco que había introducido lo sacaba y volvía a empezar hasta que el pene entró por completo y ahí comenzó a moverlo. Laura gritaba como loca mientras masajea su clítoris y seguía lubricando.
-No grites que vas a a despertar al chamo.
-Dale coño sigue y cállate
Diego continuaba moviendo el pene de goma, lo sacaba y lo metía mientras veía como su mujer enloquecía de placer. De repente ella grita y se pone tensa y expulsa varios chorros, se agota, tiembla, gime. Diego retira el pene y lo lanza al borde de la cama.

Mientras su esposa se recuperaba del orgasmo, Diego se acomodaba en su lado de la cama y se tapó con las sábanas. Laura no podía respirar, estaba ahogada, le dió golpes a Diego para que le pusiera el oxígeno pero él se hacía el dormido hasta que se levantó. Con lo limitado de sus movimientos le puso la mascarilla y abrió la bombona.

Unos minutos después Laura se levanta para ducharse. El orgasmo fue tan intenso que le dolía el cuerpo, pero tenía una presión en el pecho. -Valió la pena, a pesar del ahogo, valió la pena. -Regresó a la cama y abrazó a Diego.

-Maldita la hora cuando se me ocurrió pedirte que buscaras la mierda esa de goma.
-¿por qué? Estuvo genial mi amor, hay que repetirlo, aunque sentí que me iba a morir.
--Llevo 20 años cogiéndote y nunca te había visto así como te pusiste, eras otra persona. Estabas excitadísima.
-¿No te gustó?


-Si, verte así me dio mucho morbo y hasta acabé sin hacer nada. Pero está claro que yo como hombre no te produzco ese placer y ahora inválido mucho menos. Soy una mierda.

martes, 21 de julio de 2020

FIEBRE. Capítulo 7

-Te va a buscar a tu casa un taxista de confianza, te pones tu mascarilla, te lavas las manos, vas sin nada, no lleves bolso ni nada. Yo te escribiré por aquí cuando el taxi esté cerca-
-Aja pero no me puedo quedar a dormir-
-Tranquilo, el taxi te regresa a casa luego-
-¿Y si nos paran en la calle una alcabala?
-No los van a parar, si pasa algo me llamas al celular, que te preste el celular el taxista.
-Estoy nervioso-
-¿Por qué?-
-Nunca me he escapado de mi casa, es primera vez que voy a tener sexo y con un desconocido-
-No te pongas nervioso. ¿Todavía soy un desconocido para ti? Después de todo lo que hemos pasado juntos en este mes.
-¿No me vas a hacer daño?
Pasaron unos minutos. Gerardo regresaba a la laptop y leyó. Le escribió una larga risa.
-Estás a tiempo de decirme que no vienes y dejamos esto hasta aquí.
-No, no, yo voy a ir. Quisiera quedarme contigo. Nunca he dormido con un tipo, bueno si, con mi papá pero él no cuenta. Bueno, entonces me avisas cuando venga el taxi. Te quería preguntar algo...personal.
-¿Que será?
-¿Tú hijo es gay, o tu hija?-
-Vaya, que pregunta... Mi hija no creo que sea lesbiana, no lo sé. Mi hijo tengo mis dudas, pero esperaré que me lo diga si quiere.
-¿Y si tu hijo quiere tener algo conmigo?
Gerardo nunca contestó.

-El taxi ya salió para allá, estás pendiente.
Román fue a la habitación de sus padres. Dormían, Diego roncaba.  Se puso el tapabocas y se lavó las manos, cogió las llaves y salió del apartamento.

Román esperaba dentro del edificio hasta ver llegar el taxi.
-Chamo, ¿Tú vas a salir a esta hora? Estamos en cuarentena.
-Tengo que salir para algo importante. Usted no me ha visto salir.
-¿Me das una vainita pa comer o me traes algo de comida?
-Ok, cuando regrese le doy algo.
-Si va, ahí vinieron a buscarte. -Román abrió la reja y salió.

-Buenas noches.
-Buenas noches soy Luis, Me manda el señor Gerardo.
-Soy Román.
Antes de subir el hombre le puso gel antibacterial en las manos y luego lo dejó entrar. -Ponte el cinturón de seguridad.

El chico iba mirando por la ventana mientras jugaba con sus dedos, comenzaba a subirle la temperatura.
-Entonces eres sobrino del señor Gerardo.
-No...si, si, sobrino.
-Mmm ya, es raro que lo vayas a ver a esta hora y en plena cuarentena.
-¿Falta mucho para llegar?
-Estás temblando, ¿Te sientes bien? Falta poco para llegar.
-Estoy bien, estoy bien.

Llegaron al edificio.
-Piso seis apartamento 601, le dices al vigilante que vas donde el señor Gerardo.
-Gracias.
-Me avisan y te busco.

Román estaba frente a la puerta del apartamento esperando que le abrieran. Gerardo abrió, estaba con un bóxer blanco y sin franela. El chico fijó la mirada en el pecho velludo.
-Bienvenido, pasa. Gerardo le quitó el tapabocas y le dió un beso en la boca. Metio su lengua y lo abrazó con fuerza pegándole hacia él. Se separó. -Estás prendido en fiebre nené, ¿Te sientes bien?
Román alcanzó a mover la cabeza afirmando y cayó al suelo.

Gerardo lo cargó y lo metió bajo la ducha fría. Le hizo una limonada caliente con miel y se la dió. Lo tenía en su cama desnudo. Le dió la limonada y el chico se acostó. Gerardo comenzó a pasar sus dedos por la cara, bajando a la barbilla, rozó el pecho y sus tetillas y se detuvo en el ombligo, le dió un beso justo ahí. Con su boca fue bajando hasta su pene que comenzaba a levantarse. Gerardo lo introdujo en su boca, humedeció el pene y comenzó a recorrerlo con la lengua.

El pene del chico crecía en su boca, tocaba sus testículos, se le erizaba la piel y se retorcía en la cama. Gerardo se tragaba todo el pene mientras movía su lengua. Sintió en su boca algo tibio y espeso, Román estaba tenso apretando las sábanas con fuerza.
-Cógeme, por fa, cógeme ya.
Gerardo se sentó para luego acercarse a la boca del muchacho y besarlo pasándole el semen.
-Esta noche va a ser inolvidable para ti.

lunes, 20 de julio de 2020

FIEBRE. Capítulo 6

-Ahora que mi papá llegó ¿nos podrá buscar?
-No sé hijo, la situación está complicada. Hay que esperar, tu papá a acaba de llegar y tiene que averiguar. -Carlota la esposa de Gerardo hablaba con su hijo Federico.
La convivencia con sus abuelos estaba llegando a niveles insoportables.
-Yo voy a dar una vuelta, no aguanto estar aquí adentro.
-Lávate las manos bien y ponte el tapabocas.
-Si mamá ya sé.
-Tráeme un chocolate por fis. -le decía su hermana Carlota.
-Mija está todo cerrado y no voy a entrar al supermercado.

<Voy saliendo>
<Estoy en PB>
Federico llegó a planta baja, saludó al vecino moviendo la cabeza. Entraron al ascensor.
El vecino tocó el botón de PARE y se desabrochó el pantalón.
-¿Te lavaste la boca? -El vecino se colocó gel antibacterial en el pene y lo restregó hasta desvanecerlo. -Mámalo.
Federico se agachó y tomó el pene con su mano, le pasó la lengua por el prepucio metiéndola por dentro.
-Uuuuy me vas a hacer acabar. -Federico metió todo el pene en su boca llenándolo de saliva.
-Jálame las bolas. -el vecino tenía 33 años, sus piernas temblaban cada vez que el chico se metía el pene completo en la boca. Llevó sus manos atrás del hombre y apretó sus nalgas.
-Voy a acabar, voy acabar. -El hombre sostuvo la cabeza de Federico para que esté tragara el semen pero el chico se soltó y se apartó viendo como el hombre eyaculaba tres fuertes chorros de semen que cayeron al suelo.
-Mierda mira esto...debiste tragártelo.
-Si guevón, no te conozco. -El chico le dió al botón seis para subir. Al llegar las puertas se abrieron y estaba un hombre y su esposa.
Ambos salieron de la cabina.
-¿Eso del piso fueron ustedes? Tienen que limpiarlo. El hombre miró al piso. -¿Que es esta vaina? ¡Aquí se pajearon!
-Luis por favor.
-Tú y tú ¿Que estaban haciendo aquí? Yo sé dónde viven.
-No señor no diga nada por favor.
-CLARO QUE LE VOY A DECIR A TU MAMÁ. -Tocó el timbre.
-Señora mis respetos ante todo pero debo decirle que su hijo infringiendo el distanciamiento social cometió actos impropios con este hombre, también vecino del cinco.
-¿Perdón?
-Estos señores eyacularon en el ascensor, tuvieron relaciones sexuales en un área común y en días de confinamiento.
-Luis que vergüenza.
-Si tanto te molesta espérame en casa, yo resuelvo esto.
Federico entró al apartamento.

-Tranquilo que no voy a hablar con tu esposa. Pero ya estás marcado por esta Junta de Condominio. Me voy a encargar que la gente se entere.
El vecino se abalanzó hacia él y lo agarró del cuello. -Tú abres la boca y te parto el alma maldito maricón ¿o tú crees que no te he visto como te coges en tu maletero a los carajitos que empaquetan en el abasto?

-Yo no puedo creer lo que dijo el presidente del Condominio. ¿Tú...tú eres gay? Que vergüenza...yo me tengo que ir de este edificio ya. Cuando se entere tu papá te va a matar.
-No tienes que decirle nada.
-Me has hecho pasar la peor vergüenza de mi vida. Sal a limpiar ese ascensor.

El chico salió con la mopa y volvió a encontrarse con el vecino.
-Me metí en un peo por tu culpa.
-Mi pana usted quiso hacerlo yo no lo obligué.
-Mi papá me va a matar.
-Tú papá no te va a matar, tranquilo.
-¿Cómo sabes? ¿Y tu esposa?
-En casa viendo tele feliz. Y tengo ganas de cogerte. Lo podemos hacer en el maletero del presidente del Condominio. 
-Voy a limpiar el ascensor.
-Ya lo limpió el presidente del Condominio. Esta noche a las 11 te aviso y bajamos al maletero.
-No mi pana, yo no quiero peos.
-Vas a bajar porque quieres llevar güevo.

viernes, 17 de julio de 2020

FIEBRE. Capítulo 5

Román estaba nervioso, ya se había tomado un par de pastillas de acetaminofén. No sabía nada de Gerardo y eran casi las siete de la.noche. La fiebre le subía y le bajaba.

-ROMÁÁÁN A COMER.
-VOY.
-Te hice dos arepas. -Laura le pasó la mano por la cabeza. -Estás caliente Román, no me asustes, ¿Te sientes bien?
-Si mamá me siento bie.
-Pero estás prendido en fiebre.
-Hijo ven acá. -Diego le toca el cuello y se sorprende. -¿Seguro que te sientes bien?
-Que siiiiii papá, tengo hambre.
-¿Qué te pasa entonces?
-NADA, NADA
-Román mira cómo estás, temblando, prendido en fiebre y con un humor de perros.
-¿Puedo cenar en mi cuarto?
-No Román, pocas veces tenemos la posibilidad de comer juntos hay que aprovecharlo.
-Vamos a estar encerrados por lo menos un mes, hay chance de compartir en familia.
Se llevó el plato y se fue a su habitación.

-Después me preguntas porque soy así con él. Mira se fue y nos dejó comiendo solos.
-Voy a hablar con él.

Diego tocó la puerta.
-QUIERO ESTAR SOLO.
-Soy yo Román, abre. -El chico abre la puerta y se vuelve a tumbar en la cama.
-¿Terminaste con tu novio?
-¿Qué novio papá? No tengo novio.
-¿Entonces que pasa?
Hubo un silencio, Román le dió un mordisco a la arepa. Tragó.
-No sé nada de Gerardo. No se ha conectado a Skype y como mi mamá me botó el celular no le puedo escribir o llamar.
-¿Y por eso estás así? Coño carajito lo que te falta por vivir. Ya te va a escribir, a lo mejor se retrasó el vuelo, recuerda que es un vuelo especial. Además tampoco han pasado 24 horas que llegó. Apenas unas horas. Quédate tranquilo.
-El siempre me escribe, a cada rato.
-No tienes celular ¿Cómo te va a escribir?.
-Su laptop.
-Ay Román...come, descansa y espera, el te va a escribir.
-Déjame solo papá.
-¿No vas a comer con nosotros?
-Ok, me voy a llevar la laptop por si escribe.

-Sigues con fiebre.
-Estoy bien mamá.
-¿Quieres café?
Su laptop sonó, vio una notificación en Skype y corrió a su habitación.

-Este niño está peor que cuando tenía 12 años.
-Está despertando a la sexualidad y al amor.
-Ay por favor mi amor, no me digas que está enamorado de ese señor que le triplica la edad.
-No creo que enamorado, estará entusiasmado, ilusionado.

-Coño viejo ¿Dónde estabas?-
-Nené el vuelo se retrasó tres horas ya estoy en casa. Me dieron mascarillas, gel, unas pastillas. Me tomaron la temperatura. Todo bien. Disculpa que no te escribí antes pero llegué a revisar cosas y hablar con mi familia.
-¿Pero entonces no te vas a divorciar?
-Jajajajajajajaja nené déjame aterrizar. Sigue siendo mi familia me divorcie o no, tengo que saber de ellos. Y tengo que sentarme hablar con ella y en estos momentos no se puede.
-¿Cuando nos vemos?
-Mañana en la noche. Déjame cuadrar todo y te vienes.
-Quiero verte.
-Yo verte y cogerte, no sabes las ganas que te tengo.
-No quiero que te cojas a más nadie, solo a mi. No quiero que te cojas a tu esposa, ella va a querer estar contigo y no quiero que te acuestes con ella.
-¿Estás celoso?
-Claro que no viejo, pero, marico no sé...estaba muy nervioso cuando no aparecías.
-Aqui estoy sano y salvo y el machete preparado para romperte ese culito.
-¿Me escribes por Facebook?
-Ok, te traje un celular nuevo. Esta semana te repongo el chip con tu número.
-Ay te amo gracias!
-Que lindo eso que leí.
-Marico era una manera de hablar. No te amo viejo.


-Ok...chao

jueves, 16 de julio de 2020

FIEBRE. Capítulo 4

-Nos diste un susto enorme. Fue una fiebre emotiva, otra vez. -Le decía Laura a su hijo, mientras le acariciaba la frente. Estaban a punto de irse del hospital. -Ya nos vamos, tu papá está en casa.
-¿Dónde está mi celular?
-Cuando llegues a casa te lo doy.
-Dame el celular mamá.
-Ese hombre llamó y ya le dije como estabas, le di las gracias por todo y le dije que no te llamará más.
-No tienes derecho de meterte en mis cosas, pásame el celular.
-Lo boté al Guaire.
Román cerró los ojos, respiró profundo. Los volvió a abrir. -Yo manejo a casa.
-Estás débil.
-Mamá si no quieres que ocurra una desgracia deja que maneje yo, necesito manejar.

Llegaron al apartamento. En el trayecto no hubo palabras.
-¿Cómo te sientes hijo?
-Mal, tu esposa no se le ocurrió mejor idea que botarme el celular al Guaire.
-No le digas así, es tu madre.
-Mi madre murió cuando yo nací. ¡Que no se meta en mis vainas porque si tú nunca le has pegado lo haré yo!
-Mira carajito, yo soy tu madre quieras o no además ese celular no era el que yo te regalé era uno más moderno.
-SI, ME LO REGALÓ EL HOMBRE QUE PAGA PARA QUE NO MUERAS DE CANCER. -Se fue a su habitación y cerró la puerta de un golpe.

Laura comenzó a llorar.
-No sé porque ahora me trata así, ¿Que le he hecho para que me diga esas cosas?
-Desde los 13 años lo sobreproteges de una manera enferma mi amor, lo controlas.
-Ahora es mi culpa. Lo he criado mal. Será por eso que tengo cáncer y voy a morir, por ser una mala madre, bueno ni siquiera lo soy.
-No digas eso y no te vas a morir. Vamos a la habitación, necesitas cariños.
-Esa es otra, tu postrado y no puedes o no quieres tener sexo conmigo. -Se levantó y se fue a la habitación.

Diego entró y cerró la puerta.
-Voy a ignorar lo que acabas de decir porque estás agobiada con todo esto.
Laura se sentó en la cama soltó un profundo suspiro. -Perdóname, no debí decirte eso, soy una estúpida.
-No voy a refutar eso. Venga ayúdame subir a la cama y darte cariñitos.

-Mi mamá me botó el celular al Guaire-
-Que vaina, ¿Está muy molesta? No quise escribirte más.-
-¿Me imagino que no le harás caso con eso de no escribirme más? No quiero causarte problemas.
-No seas guevón viejo. Estamos juntos.
-Ah coño, me agrada escuchar eso pues. Mira anda al cuarto de tu mamá y pídele disculpas.
-Que se joda.
-Romaaaaan es tu mamá. Cuánto desearía yo tener a mis viejos conmigo.
-Ay no me vengas con esas pendejadas Gerardo.
-No me decías Gerardo desde hace semanas.
-Disculpa lo que te dije. Voy a hablar con mi mamá y me conecto.

Román fue hasta la habitación de sus papás, no se escucha ruido, abrió con cuidado.
Diego su padre le hacía sexo oral a Laura. Ella tenía con los ojos cerrados y su mano derecha en la cabeza de su esposo.
-Sigue, sigue, aaaah, aaah, aaah. -Abre los ojos.
-ROMÁÁÁÁN.
-Coño carajito, ¿no puedes tocar la puerta? Le dijo Diego.
-Exactamente esa pregunta se la quiero hacer a mi madre. -Hubo una pausa.
-Bueno yo solo vine para una cosa, pedirte perdón por lo que te dije mamá, estaba y estoy molesto con lo que pasó pero me excedí. Perdóname.
-Está bien Román, igual perdóname por lo del celular. Yo te lo repongo, no sé cómo pero lo haré.
-Tranquila sigan en lo suyo.

-Maaaarico pillé a mi papá dánde lengua en la cuca a mi mamá, que vaina tan bizarra.
-Román no hables así son tus padres. ¿No tocaste antes de entrar?
-En está casa no sabemos que es eso.
-Román por favor.
-Ay viejo ya no me des la charla tu también. Mira ¿me podrás conseguir otro celular? Lo que no voy a poder es recuperar mi línea con todo cerrado.
-Tranquilo que yo te resuelvo ambas vainas.
-Gracias.
-Gracias no, me vas a dar culito jajajajajaja. Bueno ya me voy que es tarde y mañana va a ser un día complicado.

Recibió un mensaje por Skype
-Epa bicho, vamos a vernos por aqui y nos hacemos una paja.
-Hola, marico te perdiste luego de la cuarentena. Ya me conecto.

-Epa-
-Eu, ando con ganas de soltar la leche, estoy prensao. ¿Le damos? No es lo mismo que en el colegio juntos pero matamos ese queso.
-Dale pues.
Ambos comenzaron a masturbarse, enfocaban sus penes. El de Román era más pequeño, ambos tenían prepucio.
-Tengo ganas de cogerte y tú no te dejas.-
-Eso duele pero ya me metí un güevo de goma por el culo. Coño estuvo riquísimo.-
-Deja que te emburre este pa que chilles.-
-¿Quieres cogerme?-
-Si, que jode, cuando termine este peo te cojo.
Ambos seguían masturbándose. Su amigo lubricaba mucho, estaban a punto, querían venirse a la vez.
-¿Te falta?-
-Casi-
-Espérame, espérame-
-Estoy a punto, voy, voy.
-AAAAAAAH, AAAAAAAH, AAAH, AH Los dos jadeando con los ojos cerrados, Román le temblaban las piernas, el semen cayó en el teclado y la pantalla.
-Coño que rico.-
-¿Marico y estás en tu casa?
-No, en casa de mis abuelos, estoy ladillado de estar aquí, me quiero ir a mi casa pero con está puta cuarentena...-
-Yo esta semana me voy a tirar con un tipo. 
-Marico ¿Y cómo vas a hacer? Todo está vigilado. ¿Que tipo es ese? ¿Del colegio?
-No, lo conocí en Grindr es un viejo tiene 55 años pero coño tiene un vergón y es todo peludo, un oso, y quiere darme hasta que diga basta.
-Coño dime quién es pa buscarlo en Grindr y que me coja a mi también.
-Déjame que lo busque es que como ya no chateamos por ahí no recuerdo cómo sale. Después te digo.
-Si va y me cuentas que tal la tirada.-
-Después me coges tú.-
-Será, capaz y no te gusta luego que te coja el anciano.
-Tiene plata el viejo.
-Chuléatelo, sácale ropa, celular, comidas, rumba, caña.
-Estoy en eso marico. Coño pero el viejo es pana, tampoco quiero joderlo.
-Ellos se dejan joder marico, no ves que nadie les para bolas porque son viejos, se buscan carajitos pa tirar y les pagan todo.
-Me ha ayudado hasta con mis papás y eso que solo llevamos un poco más de un mes.
-De bola marico, te tiene agarrado con eso, ese te va a violar, vas a llevar palo parejo, aprovecha, sácale un apartamento jajajajajajajaja.
-El viejo me gusta.
-Aaaay valeeee te perdimos. Marico yo igual te voy a coger asi estés con el anciano ese.
-jajajajajajajaja capaz me coges tú primero, ahora está de viaje.


-Marico yo si no puedo salir, te va tocar esperar jejeje. Bueno marico me voy, estamos en contacto bye.

miércoles, 15 de julio de 2020

FIEBRE. Capítulo 3

Habían pasado cuatro días del episodio con el juguete sexual.
Luego que Gerardo le había comentado sobre el divorcio y lo de vivir juntos no habían vuelto a hablar, Gerardo pensaba que todo había terminado sin haber empezado.

Gerardo insistió.
-Nené por favor no me dejes así. Ya está confirmado mañana salgo para Venezuela, quiero hablar contigo.
Román le respondió.
-Hola.
-Coño gracias a Dios. ¿Todo bien?
-Si. Quedé chocado con lo que me dijiste, hasta me dió fiebre por dos días...gracias a eso mi mamá me volvió a hablar.
-Creo que me precipité diciéndote lo de vivir juntos.
-Burda viejo. Te pasaste los semáforos en rojo guevón. Marico me imaginé la vaina y se me soltó el cerebro.
-No me gusta cuando escribes así.
-Mira viejo cuando llegues a tu casa hablamos.
-Voy a cuadrar y te vienes a mi casa.
-¿Tas loco? Yo no voy a vivir contigo.
-No gafito que vengas para tirar, después te vas.
-Estamos en cuarentena.
-Nos brincamos eso, yo resuelvo.
-Yo no quiero ser tu marido guevón...no sé, esa vaina es de otra época, yo puedo salir contigo, tiramos y ya, pero no que va, no voy a vivir contigo y tu familia...te metiste unas pepas vencidas.
-Deja el trauma nené, tranquilo, vamos con calma, primero tenemos que conocernos.
-Yo no te he visto desnudo viejo. Quiero ver tu cuerpo.
-¿Y si no te gusta mi cuerpo? ¿Me dejas?
-Este carajo se está poniendo ladilla. No vale, yo no como con eso.
-Claro, a ti lo que te importa son mis reales, sabes que eso te voy a dar.
-Veeerga me ladilla cuando te pones mamaguevito. Yo no te pido plata, tú me la das porque quieres. ¿Me vas a mostrar el cuerpo?
-Si, conéctate.
Apenas se abrió la imagen apareció Gerardo completamente desnudo, un buen cuerpo sin ser atlético, velludo, con varias canas en el pecho y en la entrepierna, algo que lo hacía interesante y le daba morbo al chico.
-Maaaarico, pa tu edad estás legal. Pa ver las nalgas.
Gerardo dió media vuelta, su espalda totalmente limpia, unas nalgas redondas, paradas y velludas.
-¿Pasé la prueba?
-Criminal marico. Ya tengo ganas que me cojas.
-Te voy a dar guevo hasta que te canses, quiero reventar ese culito.
-A lo mejor te cansas tú primero. O acabas rápido.
-¿Coño pero porque me pones en lo peor? Tengo 55 años pero todavía tengo energía, se me para sin pepas y no acabo tan rápido.
-Está bien. Bueno avísame cuando llegues a Caracas. Te mando besos. Feliz viaje.

Román salió de su cuarto y en el pasillo estaba su papá.
-Hola papá.
-Hola. Así que estás esperando que llegue el hombre para tener sexo...¿Tú te acuerdas que llevamos 10 días en cuarentena? No se puede salir.
-Papá yo seré menor de edad y toda esa paja que vivo con ustedes, pero mi cuarto lo tienen que respetar. No se vale estar abriendo sin tocar o escuchar.
-Estas cometiendo muchas locuras. -Se acercó a su hijo.
-¿No será que te da morbo escuchar cómo hablan de sexo dos hombres?
Una fuerte cachetada le volteó la cara a Román que se fue directo a la cocina. Iba resoplando, tomó un vaso y se sirvió agua.
-¿Que tienes?
-¡Nada! Mi papá que me anda espiando.
Laura se acercó a Román para abrazarlo. -Otra vez estás caliente mi amor. ¿Tú no tendrás ese virus? Vamos al hospital.
-NOOOOOO, no voy pa un coño de hospital. Me quiero ir de esta casa. Quiero vivir con Gerardo.


Otra cachetada recibió de su madre, está vez Román cayó al suelo desmayado. 40 grados de fiebre.

martes, 14 de julio de 2020

FIEBRE. Capítulo 2

-Mierda, pillaron al carajito. -Gerardo se puso a limpiar el desastre pues con los nervios acabó sobre el teclado. Volvió a sonar el celular.
-Como sea Carlota le cuelgo.

-¿Qué coño estás haciendo carajito? La cuarentena te tiene mal y apenas llevamos una semana. -Laura le gritaba mientras le pegaba por un costado.
-¡Déjame, deja sal de mi cuarto!
-¡No! Niño ocioso, ¿A quién le estabas mostrando eso?
-A nadie, a nadie, me estaba grabando.

Entró el papá de Román, Diego.

-Hola papi...¿Cómo estás?
-Mi princesa, todo bien, trabajando.
-¿Cuándo regresas?
-No se mi amor, al parecer en cinco días habilitan un vuelo a Venezuela con los que estamos aquí, pero no han dicho nada. Las cosas están complicadas.
-Yo me quiero ir de Valencia y no podemos, ya 10 días aquí con los abuelos estoy ladillada.
-Princesa no hables así que son tus abuelos, los únicos que te quedan.
-Si papi, pero quiero estar en mi casa. Y mamá está insoportable.
-Mi amor tenle paciencia a mami. Ya pronto nos vemos.
-¿Me compraste lo que te pedí?
-Si mi amor, yo te lo llevo. ¿Ya cuadraron lo del colegio, ya enviaron las tareas?
-Si pero el internet aquí es un asco, no he podido ni usar el Instagram, la señal es pésima.
Gerardo se rió mientras terminaba de limpiar. -Tranquila mi amor, ya vamos a resolver todo eso. Besos, cuidense.

-¿Que son esos gritos?
-Nada que tu hijo como está aburrido, estaba..."jugando" con esto. Que asco. - lo había recogido del piso y lo volvió a tirar al suelo. 
-¿De dónde sacaste esto? -Preguntaba su padre
-Lo compré.
-Laura, sal del cuarto que voy a hablar con él.
-Castígalo y bótale esa cosa y que te diga con quién estaba haciendo esas cochinadas.
-Sal por favor, ve a acostarte mira cómo estás respirando, cálmate.

Diego en silla de ruedas entra a la habitación cerrando la puerta una vez que Laura salió.
-Está bien que tú seas gay, chévere, te aceptamos, pero que vengas a hacer esto en la casa. ¿Chico pero en qué carajo estabas pensando? ¿De dónde sacaste esta vaina?
-Lo compré.
-¿Lo compraste? ¿Con qué dinero Román? Esto cuesta carísimo.
-¿Y este como sabe que cuesta caro? 
Diego le vio la cara a Román. -Yo también tengo sexo carajito y he ido a a esas tiendas de sexo, no pongas esa cara.
-Tenía unos ahorros.
-¿Coño pendejo sabes todas las necesidades que tenemos en casa y tú vas a gastar el dinero en estas mariqueras?
-Me lo regalaron.
-¿Tienes novio?
Hubo un silencio de varios segundos. Román bajó la cabeza. -El mismo que ha pagado los tratamientos de mi mamá y tus medicinas me dió la plata para...comprar esto... -Otro silencio, Diego se pasó la mano por la cara, respiró profundo.
-Ese señor, que dices que es un amigo tuyo tiene 55 años Román, ¿Ese tipo es tu novio?
-Nooooo, no...bueno, no, no es mi novio, el está casado y tiene hijos.
-¿Y a cuenta de qué nos paga los medicamentos y encima te compra un guevo de goma? ¿Que vaina es está chamo? Te da todo eso porque él es chévere. ¿Tienes sexo con él?
-Nooooo papá, no vale...no, no lo conozco en persona.
-Coño Román tú me vas a perdonar pero tanta bondad de parte de ese tipo sin esperar nada a cambio no me la creo, y te regala está vaina, esto no me huele bien.
-Papá...ya, yo le pedí que si me lo podía comprar porque me sentía solo y quería experimentar...
-Ya ya ya, no me des más información. Esta vaina la voy a botar y quiero conocer a ese tipo cuando se levante esta cuarentena de mierda.
-Nooooooo, coño papá no me botes eso vale, cuesta muy caro y apenas...lo estrené hoy.
Diego hizo un esfuerzo por no reír, se puso serio. Que sea la última vez que yo me entero que estás haciendo estás vainas, no me extrañaría nada que estuvieras por Skype con el tipo ese.
-No, me estaba grabando.
-imaginate que ese tipo graba el vídeo y lo monta en una página. Tú eres menor de edad Román.
-El no haría eso, además ya voy a cumplir 18 años.
-¿Ves? Que si estabas por Skype con el viejo. Ay carajito, mosca. Ese tipo se puede meter en problemas y nosotros ya tenemos varios encima.
-Él es buena persona papá.
-Es tu novio. Está casado pero es tu novio.
-No somos novios, lo conozco de hace un mes.
-Un mes y ya te da dinero para ayudar a tus padres. ¿Roman, tú tienes relaciones con ese tipo?.
-No papá, ya no quiero hablar más de eso, déjame en paz, ya voy a ser mayor de edad.
-Si pero vives en esta casa y te mantenemos.
-Nos mantiene Gerardo.
Una bofetada cruzó la cara del chico. -Quiero conocer a tu benefactor, a ese hombre que te da plata pero no tiene sexo contigo. ¿TU CREES QUE YO ME CHUPO EL DEDO CAGALECHE? TEN CUIDADO ROMAN, TEN MUCHO CUIDADO CON ESE TIPO PORQUE LA GENTE NO DA DINERO SIN NADA A CAMBIO.
-Me va a coger, le voy a pagar con sexo, si así los ayudo a salir de esto lo seguiré haciendo papá, no me importa las consecuencias.

-Guarda esto y que no lo vea tu mamá. -Diego dió la vuelta con la silla y salió de la habitación. Román recogió la laptop y el pene de goma y los puso en la cama. Se colocó el interior.
-Que mierda...¿por qué no pasé llave?. Román le escribió a Gerardo para conectarse de nuevo.

-Le conté todo a mi papá. Todo de ti.
-¿Quééé? ¿Cómo que todo?
-Todo viejo, que eres casado, que no te conozco en persona, que me regalaste la verga esa de goma.
-Coño chamin...¿Que te dijo?
-Primero que quiere conocerte y segundo que tú no das dinero sin nada a cambio.
-Tiene razón. Yo quiero tu culito en mi cama.
-Estas casado, ¿Cómo vamos a tirar en tu casa?
-Ya veremos, hay hoteles.
-¿Cuándo regresas a Venezuela?
-Creo que en cinco días.
-Pero está puta cuarentena no nos va a dejar vernos.
-Ya resolveremos.
-Pero tu esposa estará en casa.
-Están en cuarentena en Valencia.
-¿Desde cuando no te coges a tu esposa?
-¿Qué clase de pregunta es esa?
-No sé, me da morbo saber, nunca me he cogido una cuca.
--Llevo casi un mes en Madrid, tengo dos meses que no tengo relaciones.
-¿Con nadie?
-He ido un par de veces al sauna. Unas mamadas.
Se cortó la comunicación.
-¿Qué pasó nene, te quedaste sin internet? -Gerardo le escribía al WhatsApp.
-Yo que pensaba que estabas esperando para verme y tirar conmigo y te fuiste al sauna. No joda yo no he hecho nada. ¿Viste como eres tu viejo?
-Nené no te pongas así. Yo a usted lo quiero y cuando llegue a Caracas seré todo tuyo.
-Si sobre todo, estás con tu esposa.
-Me voy a divorciar y me quedo contigo, vivimos juntos ¿Que te parece?
Román leyó eso y soltó el celular, se le erizó toda la piel. Un calor le recorrió el cuerpo. Dejó el celular y fue a guardar el juguete de goma. Su celular comenzó a sonar.






lunes, 13 de julio de 2020

ESTRENO. Fiebre. Capítulo 1

-Por favor mi amor, cuídate, las cosas allá no están muy bien- Una conexión vía Skype los mantenía cerca. Ella en Valencia, Venezuela, él en Madrid, España.
-Tranquila mi amor, yo estoy bien, estoy siguiendo las indicaciones. Pero sigo trabajando. Parece que en cinco días habilitan un vuelo especial.-
-Yo voy a intentar regresar a Caracas, pero no he podido, han cerrado los accesos, no hay vuelos y nadie quiere llevarme a Caracas, yo me tenía que haber traído el carro-
-Amor no sabíamos que esto iba a suceder-
-Ahora vamos a estar separados...ya tengo 15 días sin verte y cuando regreses tampoco te veré. ¿Quien sabe que estarás haciendo por allá y no me quiero imaginar lo que harás a tú regreso.-

Carlota Chacín es una arquitecto de 50 años, casada, tiene 2 hijos. Carlota de 16 años y Federico de 18. Están en Valencia en casa de sus papás que fueron a pasar el fin de semana pero la pandemia les torció los planes.
A pesar de tener 22 años de casada, es insegura en su matrimonio, los constantes viajes de su esposo la atormentan. Tiene motivos, hace 10 años le descubrió una aventura con una muchacha de 20 años, que luego del episodio la relación terminó pero no sus andanzas.

-No comiences Carlota, no voy a discutir contigo a miles de kilómetros de distancia, mándale besos a los niños- Cerró la laptop poniendo fin a la conexión.

Gerardo Hernández es abogado tiene 55 años y por su trabajo tiene que viajar mucho a Europa, sobre todo a Madrid donde funciona otro bufete de abogados dónde también trabaja y tiene negocios en conjunto con Venezuela. Su matrimonio se sostiene por dos columnas, sus hijos.

Toma su celular y escribe.
-¿Te puedes conectar? Quiero verte-.
-Epa, si, deja que me meta en mi cuarto y me conecto-
Unos minutos después vuelve a abrir la laptop y vuelve a conectarse. Hace la llamada y contesta. En la pantalla aparece un chico sin franela, blanco de cabello negro, lampiño, un pecho y abdomen ligeramente marcado. Sonríe, unos dientes perfectos y blancos. Saluda con la mano.
-Mira lo que provocas cada vez que apareces sin franela-  Gerardo baja la cámara y enfoca hacia su abultada entrepierna.
-Criminal. Sácalo para verlo-
Gerardo se baja el bóxer y aparece un pene grueso con prepucio, lo retrae y cae una gran cantidad de líquido preseminal. El chico pasa su lengua por los labios y le dice que desea tragarse ese líquido.
-Va a ser tuyo-
-Lo tienes peludo, ¿No te vas a rebajar eso?
-Tranquilo nene, cuando nos veamos lo tendré acomodado. Saca lo que te regalé, está vez quiero que te lo metas-
-Coño viejito, te dije que soy virgen, por ahí no me he metido nada-
-No te creo ¿No te ha cogido nadie? Ni un compañerito de clases? ¿Voy a ser el primero en reventarte es culito?.-
-No digas compañerito, no soy un bebe-
-Tienes 17 años-
-Casi, casi 18. He mamado güevo, a un pana del colegio, solo hemos hecho eso. Mi culo está pa estrenar.
-Busca el dildo, quiero que te lo metas, quiero verte-

Román tiene 17 años, vive con sus padres, es hijo único. Está esperando para entrar a la Universidad a estudiar Ingeniería Mecanica, desde hace un mes chatea y se ve por video con Gerardo, se conocieron por Grindr. Aún no se conocen en persona.

Román se levanta de la cama y se quita el interior y busca el dildo. Gerardo le ve las nalgas y comienza a lubricar. El chico busca en la parte superior del armario y saca el pene de goma.

Al voltarse, su pene flácido y largo se mueve de un lado a otro mientras bromea con el dildo en la mano y saca la lengua. Se acerca a su laptop para sentarse en la cama.

-¿Cómo sigue tu mamá?-
-Bien...con su tratamiento. El cáncer no ha avanzado pero tampoco se ha reducido, el pulmón sigue afectado-
-Avísame para darte el próximo tratamiento-
-Si va, gracias por eso viejo...de verdad que necesitamos toda la ayuda posible-
-¿Tu papi?
-Deprimido. El accidente lo terminó de joder. Aunque el médico le dijo que volverá a caminar, verse sentado en la silla viendo a mi mamá jodida lo pone mal y está arrecho todo el día, a veces ni me habla-
-Bueno sabes que cuentas conmigo para ayudarlos-
-Gracias, no se cómo voy a pagarte todo lo que haz hecho por nosotros-
-Si sabes, cuando nos veamos me vas a dar culito, quiero que seas mi novio formal.
-No joda jajajajajaja tú estás casadísimo y con hijos marico, seré tu amante guevón jajajajaja
-Bueno, dejemos de hablar y ponte en cuatro, métete el güevo. Échate vaselina y verás como te entra completico.

Gerardo comenzaba a masturbarse. Su celular sonó, era su esposa. Le dijo a Román que no hablara, este comenzó a colocarse lubricante en el culo.
-¿Qué pasó amor?-
-Quería pedirte disculpas, este distanciamiento me tiene loca y encima llevo cinco días encerrada con mis papás y siento que no los aguanto-
-Ahora me entiendes cuando te decía que no quería ir a Valencia.
-Gerardo son mis papás-
-Disculpa-
-¿Qué haces?-
-Trabajando Carlota, a eso vine a Madrid, no vine a verme con una amante. Pronto regreso a Caracas y resolvemos tu regreso.
-A veces te pones insoportable Gerardo-.
-Créeme que tú también. Pásame a Carlota y a Federico-
-No creo que quieran hablar contigo-
-Que me lo digan ellos-
-Están arriba-
-Estoy aquí abajo mamá. -Dijo Federico que le quitó el celular a su madre.
-Hola pa, ¿Cómo estás?
-Bien mi amor, trabajando y viendo cómo me regreso. Estoy resolviendo y cuando regrese veo como los busco.
-Papá mamá está insoportable. -Hablaba en voz baja para que no lo escucharán.

Román se metiá en la boca el pene de goma mientras miraba a Gerardo que por instantes se desconcentraba de la conversación con su hijo.
-Tenle paciencia mi amor, apóyala, no seas otro problema más para ella.
-No me extraña que le montaras cachos.
-¡Federico! ¡Respeta! 
-Es la verdad Pa, coño...ustedes no hacen más que discutir, bueno, ella. Deberían divorciarse.
-Eso lo hablaré con tu madre en su momento, no es algo que voy a discutir contigo ahora.
-Pa, si se divorcian me voy contigo.
-Dale besos a tu hermana, seguro duerme.
-Seguro pa, te quiero.
-Cuida a ese par de mujeres por mi ¿Si?
-Me toca, chao.

Colgó la llamada, se levantó y le mostró al chico el pene que ya estaba completamente erecto.
-Comienza a meterte el güevo, leeentamente quiero ver cómo se abre ese culito.

Román comenzó a introducirse el pene, curiosamente era parecido al pene de Gerardo. Cuando le transfirió el dinero, Román fue a la tienda y le tomaba fotos a cada miembro hasta escoger el más parecido al de Gerardo.

-Aaaau, coño...duele pero se siente bien-
Gerardo tenía los ojos bien abiertos viendo aquel espectáculo, las nalgas bien abiertas y el pene de goma entrando en aquel virginal culo. Se masturbaba, lubricaba en exceso, caía al suelo los hilos de líquido.
Román iba por la mitad del pene, estaba tenso. -Relájate nené, por eso es que te duele- Román seguía introduciendo el pene, miraba a la cámara y sonreía. - ¿Te gusta?- 
Gerardo asiente con la cabeza mientras seguía masturbándose.

Ya el pene completamente dentro, Román lo sacaba un poco y volvía a meterlo.
El chico cerraba los ojos, sudaba, cada vez le daba más rápido. Gerardo estaba a punto de venirse.

-¡ROMAN! ¿QUE HACES?. Su madre, Laura había abierto la puerta y encontró a su hijo encima de la cama arrodillado introduciéndose el pene.
Del susto el chico cae al suelo junto con la laptop, el pene sale de su culo. Gerardo acabó en el instante que ve a la madre y cierra la conexión.
-¡MAMÁÁÁ SAL DE MI CUARTOOOO!






viernes, 3 de julio de 2020

SE ME ANTOJA QUERERTE.

Amado.

Adrián, el hijo de Amado y padre de Amadeo, se había quedado sin casa, luego del divorcio donde, en buenos términos le cedió en su totalidad el apartamento donde vivían, a su exposa, él se quedó con un carro y el dinero de una cuenta mancomunda. Mientras transcurrían los trámites de divorcio se hospedaba en algunos hoteles baratos hasta que decidió hablar con su padre para que lo aceptara en su apartamento mientras conseguía donde mudarse.

De vez en cuando le pedía permiso a su papá para que su pareja se quedara a dormir con él en el apartamento. Amado aceptaba a regañadientes.

La pareja era la persona que conoció en el funeral de Adriano. Un hombre de 35 años, desempleado, de vez en cuando hace unos trabajos a destajo; gestiones, diligencias, trámites, lo necesario para cubrir sus gastos básicos pues aún vive con sus padres, dos septuagenarios pensionados.

–Saliste del closet y te enamoraste del hombre soñado.

–No voy a discutir eso contigo papá, es un buen tipo, está pasando por una mala racha y lo estoy ayudando.

–Si, dejando que se instale en mi casa.

–No viene siempre.

–Pero cada vez viene más y come bastante, si por lo menos colaborara.

–Tranquilo que pronto nos vamos de aquí, dame unas semanas más por fa estoy concretando el alquiler de un apartamento y la compra de otro, sólo espero que me aprueben el crédito.

–Eso espero.

–¿Papá, te has dado cuenta que los tres hombres de nuestra familia que aún viven en este país, somos gais?

–Si, y salir del closet después de la adultez no es buena idea, mira como estamos tú y yo, jodidos y solos.

–Yo estoy con alguien.

–Por eso digo, jodidos y solos, con ese tipo no vas para nigún lado. Aquí el único que supo hacer las cosas bien fue tu hijo, casado con un buen hombre y viviendo en Argentina y les va de maravilla.

Hubo un silencio y luego Adriano habló.

–Me voy al trabajo que ya voy tarde, esta noche se queda aquí Rodrigo.

–Estamos a miércoles, ya van 5 días seguidos.

–Papá...



Una semana después, en una mañana lluviosa, Amado abre los ojos y por un instante no sabe donde está. Había soñado mucho durante la noche y estaba perplejo, se restregó los ojos, se levantó y fue a orinar, eran las 11 de la mañana. A duras penas soltaba un chorro contínuo, la próstata y los años le estaban pasando factura.

Se fue a la cocina a prepararse un café, mientras esperaba recogió los platos que estaban en el escurridor. Se tomó el café y sacó de la nevera el pan, queso, pechuga de pavo y mantequilla, lo dejó en el mesón y se fue al cuarto donde duerme su hijo a buscar una afeitadora que estaba en el closet de esa habitación.

Al abrir la puerta se encuentra con Rodrigo que está durmiendo.

Pero bueno ¿y este a que hora llegó? Ya ni me avisan que viene. –Se acercó a la cama y el hombre estaba desnudo con el pene totalmente erecto.

Con razón Adrian no lo deja, semejante pipí tiene este. Comenzó a sentir como algo se le movía entre sus piernas y se echó para atrás tropezando con la alfombra lo que hizo que tambaleara la lamparita de la mesita.

Rodrigó despertó y al ver a Amado se asustó y se tapó con la sábana.

–Epa...¿qué, qué haces aquí?

–Es mi casa, no sé si te acuerdas, venía a buscar una afeitadora y te encuentro aquí, la pregunta la debería hacer yo, ¿qué haces tú aquí?

Rodrigo se le quedó viendo la entrepierna a Amado, el pantalón de la piyama estaba humedecido justo donde está su pene, el hombre se quitó la sábana de encima, su pene ya estaba flácido pero volvía a despertar.

–Salí tarde de un negocio que estaba haciendo que era cerca de aquí y no quise irme a mi casa que está lejos. Voy al baño a orinar.

Rodrigo se puso frente a Amado muy cerca de él, su pene rozaba la tela donde estaba humedecida. A Amado comenzó a latirle el corazón más rápido.

–¿Puedo ir al baño? –Amado se echó a un lado y lo dejó pasar, desde ahí escuchaba el chorro mientras orinaba, algo que lo excitó, su pene comenzó a lubricar más de la cuenta y se acercó al baño.

–¿Tú te vas a ir ahora?

–No sé, voy a desayunar algo y a hacer unas llamadas, ¿por?

–Sólo preguntaba –No le perdía de vista el pene mientras Rodrigo lo sacudía.

–¿Sólo eso? Para tirar siempre hay tiempo, lo demás puede esperar –Dijo eso y le plantó un beso en la boca y sin darse cuenta Amado ya estaba desnudo.

Rodrigo lo pegó contra la pared, tomó una crema humectante que había en la repisa y se echó una buena cantidad en la mano que repartió en el culo de Amado y su pene.

–No deberíamos hacer esto. Eres el novio de mi hijo.

–Si tú no le cuentas yo tampoco, relájate. Tómalo como una venganza, ¿él no te rechazó por ser gay? Bueno ahora te tiras a su novio y te das por satisfecho -Terminó de hablar y su pene se deslizó penetrando a Amado que apretó la mano en el marco de la puerta.

Sin retirar el pene, se fueron caminando hasta la cama y puso a su suegro en cuatro para comenzar a darle con fuerza en introducirle todo el pene que casi triplicaba en tamaño al de Amado.

El hombre no hacía más que quejarse y Rodrigo seguía con más fuerza. Lo tumbó en la cama y lo volvió a penetrar boca abajo para luego voltearlo de lado y continuar. El pene ya entraba y salía con facilidad. Amado no paraba de lubricar. Rodrigo tomaba con su mano aquel líquido y se lo ponía en la boca a su suegro. Lo volteó ahora boca arriba levantándole las piernas y seguir.

–¿Ya vas a acabar? –Dijo Amado en un intento desesperado por detenerlo, ya tenían media hora.

–Todavía falta, aguanta.

–No aguanto, estoy cansado. –Rodrigo retiró el pene y comenzó a masturbarse, ambos estaban sudados.

–¿Dónde la quieres? Estoy a punto –Rodrigo se masturbaba a una velocidad impresionante.

–Acábame en… - Cuatro chorros atravesaron el pecho y la cara de Amado, luego de eso, tres pequeños chorros cayeron sobre el pene.

Rodrigo quedó agotado al igual que Amado. Ambos quedaron dormidos en la cama.



Tres horas después entraba al apartamento Adrián que regresaba más temprano de lo habitual por una fuerte migraña que no se le quitaba.

–HOLA PAPÁ, RODRIGO, ¿dónde están? –Entró a su habitación y ahí estaban, suegro y yerno dormidos en la cama, de lado y abrazados. La migraña se intensificó pero no dijo nada, buscó su celular y se sentó en el sofá de la sala.

Marcó el número de Rodrigo.

–<<<Mmmmm aló, hola amor>>

–<<¿Estabas dormido?>>

–<<Sí..pero ya me tengo que parar>>

–<<Ya llegué pero se me quedaron las llaves, ¿me abres?>>

Colgó la llamada.

–Mierda, mierda, Amado, Amado despierta es tu hijo está allá afuera, tengo que abrirle.

–¿Coño… dónde está mi piyama?

–¿Qué se yo? Ya salgo aquí está mi boxer, ¡carajo! Sal de mi cuarto ya antes que te vea aquí.

Rodrigo salió del cuarto y detrás de él Amado con el pantalón del piyama puesto.

–Hola, conseguí las llaves y entré.

–Ah... menos mal...que bueno, estaba aquí con tu papá acomodando unas cosas del cuarto.

–Tranquilo Rodrigo no hace falta que mientas que llevo más tiempo dentro de la casa de lo que crees y los vi durmiendo abrazados en la cama. Por favor puedes vestirte y te vas al coño de tu madre.

–Pero te puedo explicar.

–Tranquilo, no hace falta, te cogiste a mi papá y quedaron exhaustos, yo lo entendí bien. SAL DE ESTA CASA YA.



Unos minutos después que Rodrigo se fue Adrián volvió a hablar. Su padre estaba sentado en el otro sofá.

–Tengo una migraña hija de puta que me está reventando la cabeza. ¿Me puedes explicar que coño hiciste ahí adentro?.

Amado no habló pero recordó lo que hace unas horas le había dicho Rodrigo: “. Tómalo como una venganza, ¿él no te rechazó por ser gay? Bueno ahora te tiras a su novio y te das por satisfecho” –Ahora habló.

–Lo vi tirado en la cama desnudo y me provocó, bueno a los dos. Por cierto que me sorprendí al verlo tanto porque no sabí que estaba en casa como por lo bien dotado que está el chulo ese.

Adrián se agarraba la cabeza, no aguantaba el dolor. –¿Y me lo dices así, tan tranquilo? Por eso es que odio ese mundo gay, aquí nadie respeta a nadie, todos se acuestan con todos y para colmo mi propio padre se tira a mi novio.

–Te lo mereces por homofóbico, por haberme dejado de hablar, dejar de hablarle a tu hijo. Así que no vengas ahora a sentirte humillado y ofendido y ultimadamente, agarra tus peroles y te vas tú también de mi casa y te vas YA, comienza a recoger y te vas. –Se levantó y se encerró en su cuarto.

–Adrián buscó un par de pastillas y se las tomó, se recostó unos minutos en el sofá.

Un par de horas más tarde salía de la habitación con dos maletas repletas. Fue hasta el cuarto de su padre.

–Ya me voy

–Que te vaya bien y espero que se te olvide mi dirección y el número de teléfono de mi casa no pienso verte más.

–Tranquilo, no me interesa saber de ti, me das pena.

-Que bueno, ya estamos de acuerdo en algo.

Escuchó la puerta del apartamento cerrarse y Amado comenzó a llorar desconsoladamente.

Necesitaba hablar con alguien, tomó el telefóno que estaba en la mesita de noche y marcó el número de Alonso.

–<<Aló>>

–<<Hola Alonso, es Amado, ¿cómo estás?, necesito hablar contigo, ¿puedes venir a mi casa?

–<<Amado estoy un poco lejos, estoy con Ramón en Bruselas de vacaciones, si puedes esperar que lleguemos la semana de arriba con gusto hablamos>>

–<<Tranquilo, necesitaba hablar ahora, me siento muy solo>>

–<<Ay Amado, estás viviendo con tu hijo, apóyate en él>>

–<<No sabes nada Alonso, todo es un desastre>>

––<<Mira, tengo que colgar, vete a la casa de la playa, ahora no hay nadie pero está equipada la nevera y la despensa, quédate unos días ahí y cuando regrese hablamos>>

–<<ok>>



Amado le tomó la palabra y al día siguiente temprano tomó el carro y se fue a la casa de la playa. Llegó y efectivamente la casa estaba a lista para ser habitada; todo limpio, nevera y despensa llena. Se duchó y comió algo.



Buscó un vaso corto, le puso hielo y se sirvió un whisky. Salió a caminar a la playa, se llevó una silla y se sentó frente al mar.



Luego de unos minutos mirando aquella inmensidad, puso el vaso en la arena y caminó hacia la orilla se detuvo unos minutos para luego entrar al agua y no salir jamás. Fin.