jueves, 23 de julio de 2020

FIEBRE. Capítulo 9

Gerardo se puso a los pies de la cama. Estaba desnudo. Le dijo a Román que se acercará que seguía acostado boca arriba.
-Ven aquí y ponte a mamar carajito. Ponla dura.
Era la primera vez que iba a tocar un pene que no fuera el suyo y además el del hombre que le gustaba. Su mano lo tocó no podía cerrarla entre el pene, era grueso. Velludo y canoso, Ramón acercó su boca al glande que apenas se asomaba por el prepucio. Gerardo lo echó hacia atrás. -Todo tuyo. Román sentía que la temperatura de su cuerpo se elevaba, tenía escalofríos. Sus labios secos tocaron el glande y su boca comenzó a salivar. Lo introdujo. Gerardo sintió un calor en su glande que lo hizo cerrar los ojos y echar hacia atrás la cabeza. Le puso la mano en la nuca del muchacho y lo empujó. -Trágate ese trozo de carne nene. 
Cuando tenía el pene por la mitad Gerardo intentó que se lo metiera todo pero el chico se ahogó y tosió, sus ojos estaban agüados.
-Uuuj ya va, ya va, lo tienes muy grande aaah.
Gerardo no le prestó atención, lo agarró del cabello y comenzó a moverle la cabeza rápidamente. Román salivaba en exceso, tanto que caían chorros por la comisura de sus labios. -Tienes esa boca caliente coño. -Gerardo no se detenía, el chico se ahogaba pero no le daba chance de respirar.
Gerardo lo empujó soltándolo. Román estaba rojo y respiraba aceleradamente.
-¿No querías mamar? Me lo pedías por Skype, "quiero mamarte esa verga, metermela toda" ¿Ah? ¿Cuál es el miedo ahora?
-Coño es que es grande no joda...y no me dejas respirar obligándome a mamar.
Gerardo se le acercó y le dió una cachetada.
-Conmigo tienes que aguantar la pela nené. Ponte en 4 que voy a mamarte ese culo.

Román se colocó y abrió sus nalgas. Gerardo metió su cara entre ellas y comenzó a pasar la lengua, chupar, morder, escupía y metía un dedo, le daba nalgadas y volvía a pasar la lengua por el agujero, le mordía las nalgas dejando marca, el chico se quejaba pero le gustaba. Más nalgadas, volvió a chupar el culo mientras le estiraba los testículos y el pene. Se detuvo.

Se puso de pie y fue a la mesita de noche.
-¿Que vas a hacer? -Dijo Román un tanto nervioso.
-Caaaalma, tranquilo nené, es lubricante, para que esto. - se apretó el pene sacudiéndolo- te entre fácil.
-¿Y el condón?
-A pelo nene, quiero que sientas mi verga sin látex.
Apretó el envase sobre el culo del chico que se movió al sentir el gel frío. Gerardo se puso en el pene y lo esparció con sus dedos.
Le dio dos nalgadas y luego unas palmadas en el culo. -Ponte flojo, ponte flojo pa' que no te duela.
El hombre apoyó el glande en el culo, con una mano sostenía el pene y la otra mano apretaba el hombro del chico. Una primera embestida y Román pegó un grito de dolor -Shhhh. 
Siguió penetrando, veía como entraba su pene, una vena abultada se atravesaba desde la base hasta el borde del glande. Brillaba.
Puso sus fuertes manos en los hombros de Román y empujó, empujó, sus manos se afincaron en los hombros, el chico gritaba con cada embestida. Retiró el pene le dio una fuerte nalgada y le metió tres dedos.

-Acuéstate boca arriba.

Gerardo le levantó las piernas poniéndolas en su pecho, lo alzó un poco y lo volvió a penetrar. Román gritó, su cuerpo ya no despedía calor, estaba frío y erizado. Eyaculó como nunca lo había hecho. Gerardo no tenía intenciones de acabar todavía y seguía empujando con fuerza, el chico gritaba y comenzaba a llorar pero no quería que se detuviera. El hombre se agachó sin detenerse y lo besó en la boca mientras Román gemía.

Gerardo empujó hasta el fondo y se detuvo, puso al chico de lado y se acercó al oído y le susurró. -Te está gustando esta vaina  ¿verdad? No me has pedido que pare, tampoco voy a parar. -Le levantó la pierna y siguió moviéndose. La velocidad con la que se movía era impresionante, tenía tomado al chico por el cuello, se notaba que lo estaba ahogando pero él no lo notaba, Román no le interesaba detenerlo aunque su rostro reflejaba el ahogo, estaba rojo.
Gerardo volvió a detenerse, sacó el pene y se puso frente al chico y le dió una cachetada.
-Ven a recibir mi leche. -Comenzó a masturbarse. Tres chorros cayeron sobre el pecho y barbilla de Román. Gerardo se estremecía con cada expulsada, Román estaba igual. Se sentó en la cama destilando sudor restregó su mano sobre el pecho de Román para luego meterle los dedos en la boca.
Román se sentó y vio a Gerardo a los ojos.
-Wow...no sé qué decir...yo...me siento...estuvo brutal. -Abrazó a Gerardo y comenzó a llorar.
-Nené ¿Qué pasa? No te pongas así, ven. -Le dio un beso en la boca, le pasó la mano por la mejilla, su piel volvía a encenderse en calor pero se levantó de la cama y le preguntó si podía ducharse.
-¡Claro nené! Puedes ducharte y hacer lo que quieras.

Román entró al enorme baño y se metió en la ducha abrió la llave de agua caliente y se puso bajo el agua. Cuando le cayó agua entre las nalgas le ardió. Salió el agua caliente.
-ESTA DUCHA ESTÁ CRIMINAL VIEJO.
Gerardo se sonrió. -DISFRUTALA.



El chico salió de la ducha y tomó una toalla blanca era gruesa y grande, casi esponjosa. -Mierda que vaina tan buena. -Se estaba secando cuando vio en la pared tres fotos, las detalló. Quedó petrificado mientras caía la toalla al suelo.

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