viernes, 13 de noviembre de 2020

Fiebre 7 Final de Temporada

 


Román salía de la posada como quien acaba de cometer un delito y no quiere que lo descubran, miraba a todos lados, estaba nervioso. La temperatura de su cuerpo se elevaba. El pueblo está solitario, pocas luces iluminaban la calle. Dos cuadras más allá está Tomás, apenas se veía.


-Hola 
Tomás lo saludó con un beso. -¿Tienes fiebre? Estás caliente.
-No, no, tranquilo, estoy bien.
-Vamos a la playa a caminar.
Tomás se quitó la franela y se la colocó entre el bermuda a un costado. Román veía los abdominales, lo poco que se veían. Román le preguntó que cuál era su diversión ahora que los turistas no pueden venir y Tomás le contó que sale a correr, hace ejercicios, sale a pescar y acomoda cosas en la posada o pinta. -Hay que estar activos, este pueblo puede desaparecerte si te quedas sin hacer nada. -Caminaban por la solitaria playa con la luna llena iluminando, el cielo estaba despejado. Le preguntó a Ramón si sabía de quién era la posada donde se hospedaban, el chico dijo que no. -Es de un narco, el tipo tiene otras posadas y peñeros y un par de yates.
-¿Tu lo conoces?
Tomás le dijo que lo había visto de lejos un par de veces pues siempre estaba con escoltas y no salía. Román estaba nervioso escuchando la historia.
-El tipo ese se llama Gerardo Hernández, tu lo debes haber escuchado, es abogado famoso en Caracas, lo que pasa es que no hay nada a su nombre pero tú sabes cómo es, la gente habla, comenta y sabe todo.
-Si claro, esa gente se cuida mucho pero al final todo el mundo sabe todo, un secreto a voces ¿Adonde vas a denunciar?.
-Por cierto ¿Cómo se llama tu novio?
Román sin pensar habló. Octavio Cáceres, es ingeniero.
-Ah coño, lo que te gusta, un ingeniero. Yo soy un simple administrador que ahora vive en un archipiélago y es pobre pero feliz, nunca me pararás bola. -Y antes que Román dijera algo, Tomás le dio un beso que se prolongó varios segundos. Apenas separaron unos centímetros los labios. -Quiero cogerte ahora mismo.
-Yo...no puedo, yo...estoy.
-No me des excusas, estamos solos, nadie nos ve. Vamos al agua.
-No tengo traje de baño.
-Desnudos chamo, quítate todo.

Estos se van a coger en el agua. -Los escoltas estaban con celulares de última generación con cámaras que puede fotografiar en la oscuridad y son flash. Se acercaron un poco más para captarlos en el agua.

Ambos se quitaron la ropa en la orilla. Tomás tomó de la mano al chico y caminaron al agua, se detuvieron. La luz de la luna los iluminaba. Román se agachó y tomó el pene de Tomás y se lo introdujo en la boca. Estuvo unos minutos disfrutando de la relación. Los escoltas tomaban fotos.
Tomás lo levantó y entraron al agua.
-Lo mamas divino carajito. -Se puso de cuclillas dentro del agua y le dijo a Román que se sentara sobre él. Lo hizo, Tomas iba penetrándolo con dificultad por el agua que no es buen lubricante pero igual lo hizo. Román se quejaba un poco pero disfrutaba la sensación del agua en su cuerpo mientras hacía el amor.
-Primera vez que hago esto.
-Que bueno que es conmigo, disfrútalo.
Román se movía mientras Tomás lo abrazaba y se besaban. 
Su culo ya estaba dilatado y el pene entraba y salía fácilmente. -¿Te acabo adentro?
-No....si, si, adentro. -Tomas lo abrazó con fuerza mientras se descargaba dentro del chico que cerraba los ojos.
Cuando Román sintió que Tomas se relajaba se levantó, se dio un chapuzón.  Tomás hizo lo mismo.

Salieron del agua y se colocaron  solo el interior y caminaron, dejaron la ropa en la arena.
-Me encantó.
-Que bueno, a mi también. Tenía tiempo sin tirar, creo que tienes el culo repleto de leche, estaba cargado.
-Ja ja ja
-Seguro cuando llegues te coge tu novio, no te puedes quejar.
-Te voy a confesar algo. Ge...Octavio tira muy bien y tiene buen güevo, pero ya no me gusta hacerlo con él, lo hago para que no...para que no se sienta mal, pero...
-¿Por qué no lo dejas? Te quedas conmigo aquí, no tendremos dinero pero seremos felices ja ja ja.
-No es tan fácil...
-Fácil es chamo, lo que pasa es que el viejo tiene plata y no quieres perderte eso.
Román le daba excusas absurdas mientras caminaban de repente vieron una silueta, había un punto de luz en la silueta que se acercaba. Estaba fumando.
-¿Carlota? -Román la reconoció al tenerla cerca, ella estaba con un diminuto bikini que apenas le cubría sus pechos y la entrepierna, atrás tenía un hilo, se notaba algo borracha o drogada.
-Román ¿Y tú qué haces aquí? ¿Estás con mi papá?
-¿Tú qué haces aquí? Si, estoy con tu papá y mi papá.
-Aaaay un paseo familiar que lindo.

-¡Marico es la hija del jefe! ¿Que hacemos?
-Ya va, deja escuchar y luego vemos.

-¿Qué haces aquí?
-¿Yo? Trabajando, estoy en ese yate de allá, dónde están las luces. Un rumbón con comida, bebidas y drogas, chamo, deberían ir. Hay que pagar claro.
-¿Y estás trabajando de que ahí?
Tomás vio a Román con cara de que tenía que saberlo.
-De puta mijo, puta, estoy con unos carajos forrados en plata que quieren sexo y bueno aquí estoy yo. ¿Y tú qué? Montándole cachos a mi papá con este.
-No, somos amigos.
-¿Amigos? Están en interiores y con las manos agarraditos ja ja ja.
Román le soltó la mano.
-Carlota, tu papá está aqui, vente conmigo.
-¿Que te pasa? Yo estoy escapada, me vine a fumar sola pero tengo que regresar a ver qué viejo quiere que le mame el guevo. Estoy perdida de puta Román, pero gano bien. Me voy, chao señor cacho ja ja ja. Mosca y mi papá se entera de esto. Te mata o a los dos.
Mi papá mató a su hermano cuando supo que me cogió, mierda, estoy hablando de más, no le digas a mi papá que me viste.
-Carlota salió corriendo al enorme yate.

Los escoltas le escribieron a unos amigos para que denunciaran el yate que ya lo habían identificado. Corrieron detrás de Carlota.

-Vamos a regresar.
-Coño, esa carajita está de droga hasta el culo. ¡Pero es una niña!
-Debe tener casi 17 años, 16. Ella siempre fue loquita en el colegio pero está irreconocible.
-¿Le vas a decir a tu novio lo de su hija?
-Claro.
-Pero vamos a caminar tranquilos, no te estreses.
-Ok, ok.
Unos metros antes de entrar al pueblo Tomás le dijo Román para verse mañana y desayunar pero Román le dijo un rotundo no pero prometió llamarlo.
El chico llegó a la acera y comenzó a sacudirse la arena de los pies. Dudaba en decirle a Gerardo lo de su hija, entró a la posada y estaba Irma revisando su celular.
-Hola.
-Niño, Gerardo está esperándote desde hace rato, no te llevaste el celular. Mejor que vayas, ha pasado algo feo.
Román comenzó a temblar, el corazón le brincaba en el pecho y la temperatura nuevamente le subía. Se imaginaba que lo había descubierto con Tomás. Decidió contarle lo de Carlota. Entró a la habitación.
-Viejo tengo que decirte... -Vio en la cama a Carlota que la sostenía uno de los escoltas.
-¿Dónde coño estabas? 
-Caminando por la playa, me distraje ¿Qué, que hace Carlota aquí?
-De puta en una fiesta, en un yate. ¿No la viste mientras caminabas?
Carlota lo vio, con la mirada le dijo que si abría la boca ella le contaba lo de Tomás.
-No, no...no había nadie en la playa.
-Gerardo se volteó y apretó los puños mientras cerraba los ojos. La rabia que sentía por lo de su hija era superada por el engaño de Román, pero se controló.
-Gato, enciérrala en una de las habitaciones. Román sal de la habitación, quiero estar solo un momento. Nano, quédate.

Román salió de la habitación y fue donde estaba Irma, seguía nervioso.
-Una bomba ¿No? Que fuerte lo de esa chica.
-Gerardo está que no se le puede hablar, me sacó del cuarto.
-Déjalo tranquilo, que el te busque, lo que acaba de pasar es muy fuerte.

-Ve a la posada y la desbaratan y el tipo ese lo revientan al golpes, que vomité sangre, lo dejan vivo para que se entere de quién manda en esta mierda. Te vas con Gato y cuatro tipos más.
Mientras estaba con Irma vio a Nano y Gato saliendo de la posada.
-¿Y papá?
-Dormido, está agotado es primera vez que sale desde que está en cama.

Mientras que cuatro hombres eschaba abajo la posada destruyendo todo lo que veían, Nano y Gato golpeaban a Tomás que ya tenía la cara ensangrentada.
-Creo que después de esto no te van a quedar ganas de meterte con lo ajeno. A Román no se le ve, no se le toca, no es para ti. Ya tiene dueño. -Una patada en el estómago lo dejó tendido en el piso tosiendo.

A la mañana siguiente dos de los escoltas se llevaban a Carlota, dopada, a Caracas, la avioneta regresaría a buscar a Gerardo y a Román.
A la chica la dejarían en casa de su madre pero estaría vigilada por los escoltas hasta que llegara Gerardo para decidir que hacer con su hija.

<< Aparece muerto el hijo del exministro y ahora embajador Rendón>>
<El cuerpo presenta un disparo en la cabeza y estaba maniatado>
-¡Coño una buena noticia dentro de este peo! -Decía Gerardo mientras dejaba el celular en la mesita de noche. Se levantó de la cama para buscar a Román que había dormido en otra habitación.

Román estaba llamando a Tomás pero no contestaba el celular, se acercó a la posada. Al llegar vio gente en la entrada se acercó y vio hacia adentro que estaba todo destruído, preguntó por Tomás y dos personas le dijeron que estaba en el hospitalito, le indicaron dónde quedaba y fue.

Apenas podía hablar. -Fue...fue...tu novio que me mandó unos matones...chamo, aléjate de ese tipo...ese tipo, tu novio...es el narco...
-Joven salga de aquí que el paciente no puede recibir visitas, y no puede entrar sin tapabocas.
Román salió del pequeño cuarto y del hospitalito. Regresó a la posada más nervioso y asustado que nunca.
-¿Dónde estabas nené?
-Fui a la calle a agarrar señal.

Desayunaron, fueron un rato a la playa y en la tarde se despedían de Diego e Irma para regresar a Caracas.

-Una vez en la avioneta, Román revisaba su celular.
-Salió en las noticias que murió Manuel Rendón, apareció con un tiro en la cabeza.
-Ese es el tipo que...
-Que jodió a mis hijos, está muerto y ahora tengo conmigo a mi hija y pronto tendré de regreso a Federico.
-¿Que vas a hacer con tu hija?
-Me estoy haciendo otra pregunta en estos momentos. ¿Que voy a hacer contigo? Primero pensé en tu padre, aprovechando que está en Los Roques y lo mataba pero  Irma no se merece eso. Entonces pensé en lanzarte de la avioneta y acabar con esto, pero no.
¿Yo que te he hecho para que tú te revolcaras con un desconocido en el lugar que íbamos a pasar un fin de semana juntos? -Le puso la mano en el cuello y la apretó. -Creo que voy a hacer lo segundo, lanzarte de la avioneta.
Román comenzó a llorar. -No, no me mates...por favor, perdóname...se que no debí...pero es que...
-¿Es que? ¿Te coge mejor que yo, estabas probando a ver si te quedabas con él? ¿Que te ofrece el guevón ese? No tiene dónde caerse muerto, lo que tiene es su sueldito que le pagan en esa posada. Yo te ofrezco el mundo, dinero, lujo, viajes, carro, estabilidad y me pagas a acostándote con un pendejo pescador.
-¿TE GUSTÓ COMO TE COGIÓ EL MARICON ESE?
Román no hablaba, seguía llorando. -No...yo.
-RESPONDE, YA ESTAS JODIDO CARAJITO, DI LA VERDAD, ¿ESE MARGINAL TE COGIÓ BIEN?
-Si.
Gerardo cogió su celular y marcó. -Deshazte de Tomás- Colgó la llamada. -Listo nené, me fui por la tercera opción. Te quedas conmigo. -Le apretó nuevamente el cuello y lo besó.

-Vas a ser mío hasta que a mí me de la gana.






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