jueves, 19 de noviembre de 2020

Fiebre 8. Capítulo 4

 


Román sale del restaurante y ve corriendo a lo lejos a Federico y a Willy. él también iba a correr para irse pero los escoltas de Gerardo lo detuvieron para preguntar qué pasó justo cuando iban a entrar. Les dijo con la voz temblorosa y agitada que los que dispararon se fueron corriendo. Uno de los escoltas corrió hacia los que huían y el otro entró con Román al restaurante nuevamente.

El escolta entró con el arma en la mano y todos se apartaron.
-Llamamos a la policía, -dijo uno de los comensales, lo que desató la furia del dueño, de algunos clientes y del escolta que cargó a Gerardo y lo sacó de ahí.
Montó a Gerardo en la camioneta. -¿Sabes manejar moto? -Le dijo el escolta a Román.

El otro escolta estaba en el estacionamiento disparando contra la camioneta blindada que salía del estacionamiento casi atropellando al escolta. Willy bajó la ventana y le disparó, pero solo le rozó el brazo. La camioneta desapareció por la oscura avenida.

-Bueno...si...-El escolta le lanzó las llaves de la moto al chico. -Sígueme vamos a la clínica.

-¡Marico le disparé a mi papá uuuf que emoción coño, me siento como, mierda no sé, un subidón!
-Te voy a caer a coñazos cuando lleguemos a ver si se te baja el subidón. ¡Guevón esa gente tiene mis datos! Nos van a conseguir.
-No seas pendejo Willy, eso es lo que menos te tiene que preocupar. Vamos a la clínica, quiero rematar a mi papá SIiiiii, Vamos y me lo quiebro.
-No vamos a un coño de la madre. -Federico sacó su arma y apuntó a Willy.
-Vamos a la clínica o te dejo aquí pega'o y me voy yo, tú decides.
Willy frenó el carro. -Te dejo ahí y me voy al barrio, tu ves como llegas.
-Yo resuelvo.

-Carlota, ¿cómo estás? Estoy en la clínica y acaba de entrar por emergencia Gerardo, ¿dónde estás? ¿Que le pasó?.
Carlota extrañada por el mensaje de su compadre, se sienta con dificultad por los golpes que recibió de su hija. -¿Y este que hace escribiendo? Nunca aparece y ahora escribe.
-Hola Vicente, que sorpresa, no entiendo de que me hablas.
Vicente llamó a Carlota.
-Hola comadre, es que estaba en la clínica visitando a un amigo hospitalizado y justo llegaba el compadre, recibió un disparo.
-¿Un disparo? -Carlota se levantó de la cama con dificultad.
-Si, pero está fuera de peligro. Pensé encontrarte aquí.
-Yo me divorcié de ese señor. -Hubo un silencio y después Vicente habló.
-¿Puedo ir a tu casa ahora? Sé que es tarde pero me gustaría conversar contigo y ponernos al día?
-Son las 11:30 de la noche Vicente, tienes aaños que no sabemos de ti y ahora me llamas.
-Te deseo...aún.
Hubo otro silencio, un suspiro y luego un ok, dándole luz verde a Vicente para visitarla.

Vicente se iba de la clínica y llegaba Federico. Preguntó por su padre que apenas estaba entrando a la habitación luego de la operación. -Tienes que ponerte tapabocas y el gel está ahí.

En el ascensor y sin hacerle caso a los que subían con él, volvió a meterse un pellizco de cocaína. Llegó a la habitación y entró. Estaba una enfermera recogiendo unas sábanas.
-Soy su hijo. -La enfermera salió y el chico cerró la puerta.
Sacó el arma. Gerardo abrió los ojos. -Hijo, viniste a verme.
Federico le puso el silenciador al arma.
-Vine a matarte.
-Termina de una vez con esto. Ya no tengo familia, me divorcié, mi hija es una puta, mi hijo un narcotraficante amateur y tengo un novio que me monta cachos.
Salió del baño Román, Federico lo apuntó, volvió a apuntar a su padre. -Esto es genial voy a matar a los dos y termino con esta mierda.
-Hijo, Manuel murió ya no tienes vida en ese negocio, te van a matar, eres un niño de 18 años.
-Y tú un maldito viejo que me quitó el carajo que quería.
-Federico baja el arma, no vas a matar a nadie.
-Cállate que a ti te voy a matar primero. - Lo apuntó.
-No te atrevas a matarlo Federico...no lo hagas.
-Que importa, lo mato a él y te mato a ti.
Federico se acercó a Gerardo y le puso el arma en la frente, Román estaba en la puerta del baño sin moverse, por su mente pasó la fantasía de que Federico matara a Gerardo y se acabara toda esta pesadilla pero sabía que luego lo matarían a él.
Gerardo le hablaba a su hijo, lo persuadía, le hablaba cuando nació y los viajes a la playa. Román entró al baño y le escribió a uno de los escoltas.
Federico apuntaba a su papá, lloraba, apretaba el cañón contra la frente y Román salió del baño y pasó el pestillo para abrir la puerta, regresó al baño.

-Te voy a matar para quedarme con todo, tu dinero, tu poder, tus contactos maldito. Voy a joderte. -Hablaba mientras lloraba. Bajó el arma y cayó al suelo llorando y en ese momento entró el escolta. Federico se levantó y apuntó al escolta pero desistió de cualquier cosa y se fue de la habitación si poner resistencia. Román se fue tras Federico.
-Fue la mejor decisión Fede, no puedes matarlo.
-A ti si te voy a matar imbécil, en el momento que menos pienses te voy a quebrar, vas a morir. -Miraba a Román a los ojos.Se fue.

Román entró a la habitación.
-Gracias por salvarme la vida nené. En el fondo sientes algo por mi.
-Duerme, acabas de salir de una operación, tienes que descansar y recuperarte. Voy a quedarme aquí, pediré una almohada y una cobija.
-No, vete a casa. Descansa, que te lleve Pablo. Te quedas en casa con Román y que se queden dos escoltas en la entrada de la habitación. Cuida a mi nené por favor. 

Vicente llegaba al edificio donde vivía Carlota.
-No sabía que ahora vivías aquí.
-No sabes muchas cosas Vicente, han pasado 10 años.
-Hace 10 años estábamos en una cama juntos. Hoy quiero repetir.
-¿Quieres vino?
-Si ¿Y tus hijos? Durmiendo?
-Hay muchas cosas que contar Vicente, será mejor que bebamos para esto.

Chocaron las copas y luego un apasionado beso daba inicio a una larga noche.

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