martes, 24 de noviembre de 2020

Fiebre 8. Capítulo 7

 


Antes de entrar a la clínica, Pablo detiene a Román.

-Lo que pasó hace un rato no sucedió.
-Tranquilo, no diré nada.
-Estás jugando con fuego.
-Haga lo que haga estoy amenazado, mientras lo pueda hacer sin que se entere...
-Entra...-Se colocaron gel antibacterial y fueron a la habitación de Gerardo.
Román se detuvo en la puerta y le dijo a Pablo que se acercara. -Quiero repetir.
-Ni en tus sueños vas a repetir lo que hiciste, por lo menos no conmigo. Entró a la habitación.

Carlota se secaba el cabello y se arreglaba el flequillo, se hizo dos colas, al verse al espejo parecía una niña de apenas 13 o 14 años cuando casi ya tiene 17. Se puso una falda muy corta y un top. Se pintó los labios con un labial rosado brillante.
Tomó un taxi para ir a su próximo cliente, mientras iba en camino pensaba en Manuel, lo extrañaba, a pesar que a veces la trataba mal, era un apoyo. Sacó ese mal recuerdo de su cabeza y se concentró en su trabajo.

Tocó el timbre, el hombre vio por el ojo mágico, al ver a la niña tuvo una erección inmediata.
Abrió la puerta. Carlota lo vio y se quedó impresionada, el hombre la hizo pasar.
Adelante niña, me pareces conocida. ¿Cómo te llamas?
-¿Eso importa papi? Vine a hacer realidad tus fantasias mi amor. -Carlota le dio un beso mientras le tocaba el pene sobre el pantalón.
-No puede ser que este me va a coger. -Decía Carlota mientras seguía besándolo y tocando su pene.
El hombre se separó de Carlota. -Yo me llamo...-la chica le puso los dedos en los labios.
-No me interesa tu nombre papi, vamos al asunto.
-Me dijeron que te gusta por el culito.
-Mientras pagues a mí me gusta todo.

El hombre con la respiración agitada se tumba en la cama. -Niña, te me haces conocida, te veo y se que te he visto.
Carlota se levantó mirando al hombre mientras se reía y se vestía.
-Claro que me conoces Vicente, soy tu ahijada, la hija de Gerardo y Carlota.
Vicente se levanta sorprendido sintiendo un fuerte dolor en el pecho.
-¿Qué pasa padrino, estás sorprendido?
-Ah ah, ayúdame, pásame....-Vicente cae en la cama desmayado. Carlota se desnuda, coloca una silla y un taburete al pie de la cama, coloca el temporizador y se acuesta abrazada a su padrino. Toma tres fotos, se viste, busca dinero en la billetera de Vicente y en las gavetas. Se va.
Nerviosa, sale a la calle buscando un taxi, le temblaban las manos y sudaba frío, le molestaba la mascarilla.
Entró en el taxi. Le dio la dirección al taxista, sacó el celular.
-Hola mami, aquí te mando unas fotos del reencuentro con mi padrino. -Jódete mamá.

-Carlota ve las fotos y se tapa la boca llorando.-Esta niña se está vengando de mi, supo que me acosté con Vicente, ¿pero como? ¿Le dijo Vicente? ¡Mi hija está loca, está loca!

Carlota llegó al apartamento y llamó a su hermano. Le contó que ya había estado con los dos clientes. -Unos de ellos era mi padrino, creo que le dio un infarto.
-Coño hermanita pero estás pasada de puta. Te tiras a la familia.
-Igual que tú imbécil pero yo cobro.
-Chao hermanita.

Diego estaba haciendo sus ejercicios diarios, está vez solo. Irma entra a la habitación. -Mi amor es impresionante lo que has avanzado. Yo creo que mi trabajo aquí ha terminado. -Diego se detiene. -¿Qué quieres decir con eso? -Irma se quitó el uniforme, se quedó en ropa interior y se puso su ropa. -Que ya no soy más tu enfermera. -Se acercó a Diego y lo besó y este le dijo que se esperara ahí.
-No era como lo imaginaba pero creo que es el momento. -Fue al closet y sacó un cajita
Afuera Laura escuchaba, el embarazo estaba avanzado, debería estar acostada pero quería saber que pasaba.
-¿Te quieres casar conmigo?
Irma se sorprende llevándose las manos a la boca, le pone el anillo en el dedo.
-¡Si, claro que quiero!
Se besaron apasionadamente. -Está noche vamos a tener una cena en casa con vino, ya tengo eso cuadrado.
Irma feliz y emocionada aceptó la cena. Salió un momento de la habitación y se consiguió a Laura en el pasillo.

-Así que te vas a casar con mi marido.
-Con tu ex.
Laura le dio un fuerte cachetada que le volteó la cara, Irma se la iba a devolver pero se contuvo.
-¡Zorra! No serás feliz nunca.
-Te voy a sacar de esta casa por los pelos!

Federico estaba revisando unos documentos y separando unos dólares en sobres para pagar, en eso llega Willy.
-¿Te acuerdas que te dije que quería tirar contigo y otro carajo? Un trio.
-Si, con otro negro.
-Bueno, al negro no lo conseguí pero conseguí a un pana que se que te va a gustar.
-¿Quién?
-Espera. -Fue a la entrada y abrió la puerta. -Pasa.
El hombre entró y se fue con Willy al estudio.

-¿Pastor?





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