Huevos revueltos. Capítulo 128

 

-Hoy si voy a la universidad para concretar mi inscripción.

-¿Seguro?

-Si papá, prometido.

-Te voy a dar mi tarjeta de crédito si tienes que pagar con punto. Si es transferencia me avisas y la hago.

-Hijo que bueno que por fin decidiste encauzar tu vida.

-¿Y ustedes? ¿Van a seguir durmiendo en camas separadas? ¿Van a divorciarse o que? Lo que vayan a hacer háganlo ya, mis hermanitos son pequeños pero no gafos y ya preguntan. 

-Hijo vete a la universidad y me avisas cualquier cosa pero quiero que regreses con tu ingreso, no me vaciles más.

-Seguro papá. Chao mami, le dio un beso a su mamá que lo abrazó. 

-Ve buscando un novio para que vivas con él ya que no quieres vivir conmigo si me separó de tu papá.

-No seas tonta mamá, yo....

-Anda...descuida, te entiendo, ve y regresa con lo que te dijo tu padre.

David se fue manejando su carro. José David terminaba de desayunar.

-Me voy al taller.

-José David, te voy a pedir que no vayas al taller hoy, por lo menos no en la mañana.

-¿Y quién va a vigilar a esa cuerda de manganzones?

-No va a pasar nada, tienes un jefe de taller. Quiero hablar contigo y arreglar lo nuestro.

José David se volvió a sentar, al escuchar a Berta decir "arreglar lo nuestro" tuvo una erección. A pesar que en el taller estaba Laura, desde que regresó a trabajar no había tenido nada con ella aunque la chica insistía.

-¿Que quieres hablar conmigo?

-No quiero divorciarme de ti a pesar de lo que he hecho no quiero dejarte ni que me dejes.

-Te acostaste con el cura sádico quien sabe cuántas veces y te acostaste con el maldito fiscal. ¿Te parece bien eso?

-También estuve con dos mecánicos del taller, volví a hacerlo con el cura en la cárcel y lo hice con el director del penal. 

José David escuchaba y se estremecía, sus ojos inundados de lágrimas pero a pesar del duro golpe la erección no se le bajaba.

-Sé que tengo un problema y quiero solucionarlo junto a ti.

-¿Y que vas a hacer con las propiedades que te dio el fiscal así de la nada? ¿Las vas a devolver? ¿O vas a seguir tirando con él?

-Quiero dejar todo atrás. Comenzar de cero. Solo te puedo decir que tú eres el que mejor me ha hecho el amor, aunque el del taller no estuvo mal.

-Encima me vas a contar las cochinadas que hiciste con el del taller.

-Kelvin, el negro, si, yo quise que pasara y así darle el aumento que se merecía. 

-Eres un zorra.

-Si lo soy José David y te lo estoy diciendo de frente. Me he acostado con todos esos y si pudiera me acostaría con más, pero te amo a ti, tú eres el puerto seguro donde llegar y el que me hace el amor como me gusta.

-¿Quieres que te cabronee tus cochinadas? ¿De dónde coño te sale a ti lo católica? De allá abajo. ¿Me casé con Magdalena?

-Esto es lo que hay José David, te estoy pidiendo que me ayudes a superar esto y que no te divorcies. -Dejó caer el vestido, una ropa interior roja con liguero desató el morbo de José David que se puso de pie y lo delataba una mancha en su pantalón, su pene no paraba de lubricar intentando salir del encierro de la tela tensa.

-Tómame y llévame al cuarto. -Berta dijo eso y se desmayó cayendo al suelo sin que José David pudiera evitarlo.

David llegaba a la universidad. El estacionamiento estaba lleno y se puso a dar vueltas, no conseguía hasta que entró al área de profesores y vio uno, al llegar, del otro lado llegaba otro carro, un modelo más viejo y lo manejaba un hombre de color. Amos se movieron para estacionarse.

-Este negro si es arrecho, me quiere quitar el puesto. Ambos vehiculos avanzan y cuando el del hombre de la curva para entrar, David acelera para entrar en el puesto pero le da en el faro al vehículo del hombre.

-PERO BUENO, ¿TU NO ESTAS VIENDO QUE VOY A ENTRAR YO? Y ENCIMA ME CHOCAS. -David sale del carro.

-Tú si eres arrecho te me ibas a meter en el puesto cuando yo lo ví primero.

-Este puesto es mío.

-No joda es mío, yo lo ví primero y apareciste. Te choqué mala leche.

-Nooo, tú me vas a pagar el choque o tu papá o el seguro.

-No joda negro e mierda tú no debes tener ni seguro marginal y con ese carro menos. La culpa la tienes tú por abusador mamaguevo.

David cerró el carro y se fue dejando al hombre ahí. Acomodó el carro justo frente al de David.

David terminó de dar los documentos y sus datos y estaban pasando la tarjeta.

-Bueno...listo, ya estás oficialmente dentro de esta universidad.

-Ah aquí estás, ya la policía va a remolcar tu carro por abusador.

-¿Tú vas a seguir resentido? Me quieres joder ahora. -David iba a salir cuando la mujer que lo atendió habla.

-¿Que pasó profesor, algún problema con el muchacho? -David se detiene.

-Creo que él será uno de sus nuevos alumnos, entró en Administración. -David se puso pálido, se apoyó de la pared. El profesor al verlo se le acercó.

-Vamos a detener a la grúa para que no se lleve tu carro.

-Ya va...es que...yo.

-Es que como te fijaste en mi piel nada más no pensabas que un negro pudiera ser profesor de esta universidad. Y además que te metiste en el estacionamiento de profesores, violando una norma, y si, ese puesto es mío, me lo asignaron pero tú te volviste loco, me insultaste, me dijiste marginal, negro e mierda. Dile, dile que paren, ya va, yo les digo. Hey, Hey listo, aquí está el chico, disculpen fue una confusión, es nuevo y no sabía dónde estacionarse, tranquilo y disculpen la molestia.

-Quiero pedirle disculpas por...por mi comportamiento...

-Me dijiste que no debo tener seguro para este carro. Tienes razón, este carro no lo aseguran pero es el que traigo para acá, tengo otro que si está asegurado pero lo uso para otras cosas. Mucho gusto soy Jacinto Hernández, profesor de Metodología y voy hacerte la vida imposible mientras estés estudiando aquí. Procura ir derechito porque te voy a vigilar.

David salió del estacionamiento y caminó rápido hacia la universidad buscando un baño. Entró a la poceta y al sentarse evacuó. El susto le aflojó los intestinos. Estaba sudando frío. -Mierda ahora se entera mi papá de esto y me mata. -Salió y fue a la cafetería a tomarse algo frío.

Se sentó en una mesa y bebió del pitillo con los ojos cerrados al abrirlos vio al profesor sentado frente a él.

-¡Coño! ¿Y qué, el aviso empieza desde ya?

-No me diste tu nombre.

-Ni de vaina se lo doy.

-No será difícil averiguarlo chamo.

-David.

-¿David qué?

-Colmenares

-¿Edad?

-19, casi 20

-Yo tengo 34 años doy clases aquí casi todo el día, es probable que te de varias materias, ¿Te imaginas la pesadilla que será eso para ti?

-Puedo denunciarte por acoso.

-¿Sabes que había un vigilante cerca y escuchó cada insulto que me dijiste? Te puedo denunciar por odio y racismo.

-¿Será que podemos llevar la vaina en paz chamo? Ya te pedí disculpas, yo no soy racista pero es que me dio arrechera...

-Que un negro te quitará el puesto que no es tuyo, "no soy racista pero..." Tranquilo David, estoy curado de esas estupideces, ni te voy a denunciar ni te voy a joder la carrera, soy un profesor con ética, estricto si, pero con todos mis alumnos.

David le extendió la mano. -¿Cerramos este problema con un apretón de manos y de nuevo mi disculpas? -se dieron la mano, Jacinto le sonrió. -Para ser un blanco imberbe y racista eres muy guapo. Aquí tienes mi tarjeta, ahí está mi número y mis redes sociales. Te espero la semana que viene en clases, chao. -Se levantó. -Por cierto, tu papá me va a pagar el arreglo de ese carro, eso no es broma. -Le guiñó el ojo y se fue.

-Este carajo es gay, es gay dónde lo pongan, un negro gay, debe tener un guevote. Que manera de entrar a la universidad.

-Señor Colmenares su esposa no tiene nada, bueno, por lo menos nada malo, no está enferma.

-Ajá no me maree, ¿Que tiene entonces?

-Van a ser papás. -José David abrió los ojos viendo al médico y luego vio a Berta que no podría creerlo y la abrazó dándole un beso apasionado en la boca.

-Bueno, yo los dejo para que celebren, no para hacer otro niño aquí, pero para que lo asimilen, felicidades.

-Mi amor otro bebé, mierda, el cuarto carajito o carajita. -Volvió a besarla.

-Ay Dios mío, yo me acosté con todos estos tipos sin protección, puede ser de cualquiera, pero también puede ser de José David, es de José David, claro que sí.