Huevos revueltos. 269

 

–Con todos los peos que tengo encima, también tengo que lidiar con esto. -Suena su celular. –Si por fa, recibe el pedido, revísenlo bien y me dices el monto y yo le transfiero, no creo que hoy vaya al trabajo. Cualquier cosa me llamas, cualquier cosa, por favor-

Ignacio cerró la llamada, ve llegar a tres mujeres de unos 60/65 años.

–Buenas tardes, soy la tía de Ramiro, Yolanda. -Le da la mano a Ignacio que se presenta. –¿Usted es el novio?

–Él es con quien se fue Ramiro el dia del funeral de nuestra hermana.

–No, no soy el novio, somos amigos.

–Pero ustedes se ven, tienen intimidad. -Ignacio ignoró el comentario.

–¿Ustedes eran hermanas de la mamá de Ramiro?

–Si.

–Pero la madre de Ramiro es mucho mayor que ustedes.

–Voy a arreglar lo del traslado de mi sobrino a una clínica, aquí morirá. Explícale tú Carmen.

–Mi madre tuvo a Ligia a los 14 años. 20 años despues nacimos nosotras, ellas son morochas, luego al año nací yo.

–Voy a comprar café, ¿Quieren?

–Si por favor, un guayoyo.

–Hermana ya sabes como lo quiero.

–Carmen, estamos en una zona que no deben saber que es leche de almendra ni splenda.

–Bueno Samira tráeme lo que tengan, ven hijo vamos a caminar y me cuentas.

–¿Que quiere que le cuente?

–Como conociste a Ramiro, que quieres con él, nosotras tenemos dinero, cuando alguna de las tres muera o las tres, nuestro dinero será para él. Aprovecha, cásate con él, resuelve tu vida. Le acaba de dar un acv, uno nunca sabe.

–Señora, yo no soy novio de Ramiro, solo somos amigos.

–Llámame Carmen. Hijo, haz tenido sexo con mi sobrino, hay un vinculo.

–A ver, solo, Dios mio, yo hablando esto con una señora, solo he tenido un par de veces...sexo con él.

–Te voy a confesar algo, tanto mis hermanas como yo somos vírgenes. - Ignacio abrió los ojos, Carmen lo vio. -Somos las solteronas, no tuvimos hijos. Te voy a confesar otra cosa. Por detrás no soy virgen, a los 15 un noviecito intentó penetrarme por ahí atrás pero me dolió y me fui corriendo. Después de eso no estuve con nadie, mis hermanas y yo nos refugiamos en Dios y en los negocios.

–¿Y la señora Ligia, su hermana, no tenía dinero?

–Ligia siempre fue una inútil, mi mamá la crió para que fuera una princesita, nunca hizo nada, cuando nacimos nosotros nos criaron para ser sus domésticas. Ya cuando teníamos cinco, seis, siete años, ya empezábamos a atender a Ligia. La odio.

ignacio sorprendido, no se habia fijado que iban por la calle caminando, hace rato habían salido del hospital. –¿Pero tú...que fuerte esto?

–Fuerte es lo de Ligia, fue la puta de la casa, la que criaron para ser princesita, se pasó por las armas a los chicos del barrio.

–Luego se casó y tuvo a Ramiro.

–Noooo hijo, deja que te cuente. Luego de toda una vida de libertinaje, nos había parecido que se había calmado, pero no, ahora se involucraba con chicos menores que ella, ya tenía 40 años, nosotras 20/21. 

Mis papas ya viejos y enfermos pues no se daban cuenta de las cosas que hacía Ligia. Un dia metió a un chico conocido por nosotras, tendría 20 años.

–Vaya...

–¿Te acuerdas que te dije que un chico me intento penetrar por detrás?

–Si, que corriste por el dolor.

–Bueno, ese chico tuvo sexo con mi hermana, es el padre de Ramiro. El dia que fue a la casa, se acercó a mi y me dijo: "Como tu no te dejaste, me voy a coger a tu hermana mayor, ella si es una hembra".

–¿Cómo supieron que él era el padre si Ligia se acostaba con todo el mundo?

–Nos enteramos que ellos dos mantenían una relación, ella mantenía a ese vago y las fechas coincidían.

–¿Éll supo que dejó embarazada a tu hermana?

–Si, y se desentendió, bueno, mi hermana era una cuarentona, dijo que iba a tener el bebé, que ella podria sola. Mis padres y nosotras que ya trabajamos y ganabamos dinero le copramos un apartamento para que se mudara y criara a su hijo. Ella no trabajaba, la mantenian mis padres y luego nosotras.

–¿Y el hombre, conoce a Ramiro?

–No, ni siquiera supo cuando nació Ramiro. Lo mataron hace 40 años.

–Wow, que broma...

–Te voy a decir otro secreto. Ese chico me enamoraba a los 15 años, pero solo quería desflorarme y yo no queria pero insistió en hacermelo por detrás "y así nadie se entera" accedí y bieno, ya sabes el resto.

–Ya...¿Cuál es el secreto? Eso ya me lo había dicho.

–Aprovechando que el chico visitaba barrios buscando droga, contraté a unos malandros para que le dieran una golpiza, con la mala suerte que se les fue la mano y lo mataron.

-Ignacio le recorrió un escalofrío, detuvo su caminata.

–Nadie más supo nada, fue otro crimen en el barrio y descubrieron que era drogadicto.

–¿Mataste al papá de tu sobrino?

–Fue un accidente. ¿Sabes que yo supe que Ramiro era gay desde que tenía  tres años? Fui la única que lo apoyó, ni su madre lo hacía. Yo lo ayudé en todo, le conseguía hombres para que de relacionara, les pagaba para que tuvieran sexo con él, era tímido.

–Carmen nos hemos ido lejos de la clínica, los cafés.

–Yolanda debe haber resuelto todo, voy a llamarla.

–Tú como siempre te dispersas y te pierdes, ya Ramiro está en la clínica. Luego te digo que habitación está, nos vamos a turnar.-

–Me toca irme en taxi.

–Yo te llevo a tu casa.

–Primero tengo que pasar por casa de Ramiro a buscar y organizar unas cosas, se va a vivir con nosotras.

Llegaron al apartamento. Carmen sacó las llaves abrió, al entrar cerró y pasó la llave.

–Te voy a entregar las llaves de este apartamento para que vivas y lo cuides, solo tienes que pagar los servicios y el condominio.

–¿Y tus hermanas están de acuerdo con esto? Saben de tus intenciones?

-Este apartamento está a mi nombre, a ellas no le interesa esto. -Carmen le dio un beso en la mejilla y ante la mirada incrédula de Igancio, la mujer dejó caer su vestido.

–Llevo 40 años esperando este momento, me estoy quemando por dentro. Hazme tuya y este apartamento será tuyo.

Ignacio quedó petrificado, pensando en lo que le acaban de decir y tambien en Alicia embarazada y amenazándolo con quitarle el crédito. Sacó su billetera del bolsillo y buscó un blister. Se puso la pastilla en la boca y tragó.

–Dame un rato para que la pastilla haga efecto.

–No tengo prisa...voy recogiendo todo mientras estás listo para entregarte mi flor.