Asdrúbal y Asier.
Asier se acomodó en el asiento del
carro, se rió y volteó a ver a Asdrúbal.
–¿Tú me estás chantajeando?
–Yo te estoy pidiendo trabajo, una
buena remuneración y participar en los asuntos ilegales esos que hacen. Yo no
quiero chantajearte sólo te digo que tengo las pruebas para desmontar el
parapeto que montaron.
–O sea que todo este tiempo me has
estado investigando, no estábas enamorado de mi…
–Si y le debo un realero al policía. Si
estoy enamorado de ti –Se le acercó y le dio un beso en la boca –Pero yo no
quiero que vayas preso, pero tampoco me gusta lo que están haciendo, tengo un
enjambre en mi cabeza y no sé que hacer, no quiero perderte pero no quiero que
cometan más crímenes, entonces he decidido unirme–.
–Tú estás loco
–No más que ustedes.
–Esto es muy peligroso mi amor –Le puso
la mano en la mejilla –Y tengo que hablar con mi familia sobre esto y si mi
papá no acepta tendré que matarte. Yo no debí nunca contarte nada, pero es que
me gustaste desde la primera vez que te vi y cuando uno se enamora hace
estupideces.
Asdrúbal comenzó a sudar frío y ponerse
nervioso. Lo que le dijo Asier de matarlo lo desencajó.
–¿De verdad me matarías?
–Si pones en riesgo a la organización
si, con todo el dolor de mi alma lo hago. Vamos a comer y discutimos esto con una
buena comida y un vino.
En el restaurante cada uno pidió su
plato y compartieron una botella de vino tinto. Asier le contó todo lo que
hacían desde asaltos a bancos y blindados hasta secuestros y extorsiones. Una
banda criminal que tenía más de 30 años, donde están implicados policías y
altos funcionarios del gobierno.
–Ya sabes demasiado así que ya eres
parte de nosotros pero un paso en falso y te desaparecemos, ya escuchaste lo
que dijo mi papá, nos reuniremos con él mañana.
Asdrúbal ya estaba arrepentido de haber
enrfentado a Asier pero no le quedaba más remedio que aceptar trabajar para
ellos. Asier le ofreció un puesto en la empresa con un buen sueldo que
duplicaba el que tenía, igual que los beneficios. Más el dinero extra por los
trabajitos fuera del trabajo.
–Vas a recibir entrenamiento antes de
ingresar a la organización. A la empresa puedes comenzar mañana mismo si
quieres. Renuncia a tu trabajo ya. Pero no hablemos ahora de eso, hablemos de
ti y de mi.
–¿Qué quieres saber?
–¿Seguimos siendo novios?
–Si claro.
–Quiero hacerte el amor, quédate conmigo
esta noche.
Se fueron al apartamento de Asier. Al
entrar al apartamento tomó con fuerza a Asdrúbal y le dio un apasaionado beso
en medio de la sala, lo comenzó a desvestir mientras iban caminando abrazados
hacia el cuarto.
Una vez ahí lo tumba en la cama y se
pone sobre él para seguir besándolo. Busca un condón y lubricante. Mientras se
lo coloca, Asdrúbal lo observa viéndolo a los ojos y pensando en todo lo que ha
pasado.
–“No debí decir nada y quedarme
callado, ahora estaré bajo amenaza siempre. Bueno pero tengo a resguardo mucha
información, pero esta gente es poderosa y capaz ni presos van y yo estaré
muerto” –Su pene había perdido erección
y Asier comenzó a hacerle sexo oral– “Tengo que contarle esto a Rubén, él sabrá
que hacer y todavía le debo dinero. Va a querer tirar conmigo de nuevo. ¿Y si
este se entera? Ahí si que me mata pal coño” –sintió como Asier lo penetró y lo
sacó de su pensamiento–.
–Tienes ese culo cerradito, que rico,
te lo voy a abrir.
Comenzó a moverse con fuerza mientras
Asdrúbal se le aceleraba la respiración y las palpitaciomes. Asier lo tomó del
cuello y comenzó a apretar.
–Ten cuidado con lo que vas hacer
Asdrúbal, tu me gustas que jode pero si algo le pasa a mi familia por tu culpa
no me va a importar matarte ¿me estás escuchando?
Asdrúbal movió la cabeza mientras Asier
lo soltaba. Retiro el pene y le dijo que se volteara. Volvió a penetrarlo.
Asdrúbal apretaba las sábanas mientras que sus ojos se clavaban en la puerta
del baño. –“Me van a matar, esta gente me va a matar”–
Asier sacó su pene y se quitó el condón
para luego correrse sobre las nalgas de Asdrúbal que no se movió. Se tumbó a un
lado para descansar un poco y Asdrúbal se levantó para ducharse.
Al salir del baño Asier estaba dormido.
Asrúbal aprovechó para llamar a Rubén, se fue a la sala
–<<Mañana necesito verte, tengo
que contarte algo>>
–<<¿De qué se trata>>
–<<No puedo hablar mucho, se
trata de Asier, creo que la cagué diciéndole lo que sé>>
–<<La cagaste no, estás jodido
carajito, mañana vente y hablamos>>
Asdrúbal se fue a la cama. Asier estaba
profundamente dormido, se puso a ver una película hasta que se durmió.
A las cinco de la mañana, se despertó y
haciendo el menor ruido posible se vistió y salió del apartamento.
Le dejó una nota pegada en el televisor:
“Buenos días mi amor, desde anoche te quedaste rendido, me tuve que ir
temprano. Besos, hablamos luego, te quiero.”
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