–Quééé
–¿Sabes que tengo ganas? –Puso su mano en
el abdómen de ella y metió la mano entre el panatalón hasta llegar a su vulva.
–Estamos viendo un película gordo. Solo
piensas en sexo.
–Si pero te quiero proponer algo.
La chica le pone pausa a la película para
escuchar la propuesta de su novio.
–¿Qué será?
–Quiero tirar contigo pero que esté otro
carajo, yo te coja por el culo y el por la cuca.
–Mmmmm que rico, ¿y por qué no mejor le
dices a tus tres amigos que vengan y me cogen todos y ves como lo hacen? ¿no te
excitaría eso?
–Coño claro que sí, sabes que eso me pone a
millón.
La chica toma el teléfono inalámbrico y se
lo pasa. –Llámalos y diles que se vengan. –Apagó el dvd y se desnudó.
–Ya los llamo. Ya va, mejor les escribo a
los tres que los tengo en un grupo.
–<<¿Epa Están ahi? Párenme bolas que
les tengo una invitación>>
–<<Epa bicho>>
–<<Hola>>
–<,Hola Nelson, ¿qué pasó?>>
–<Pilas, le dije a la jeva para hacer un
trío con otro carajo y me dijo que quería con ustedes, todos, a la vez. La
tengo aquí mamándome el guevo mientras chateo>>
–<<Coño>>
–<¿Quién se viene ya?>>
–<<¿Ya? yo, marico con las ganas que
le tengo a tu novia, voy ya>>
–<<No te pases. ¿Vienen
todos?>>
–<<Si, salgo en 30 min>>
–<<Yo también, me baño y
salgo>>
–<<Los espero>>
Luego de una hora comenzaron a llegar los
amigos de Nelson: Nicolás, Pedro y Orlando. El muchacho les había dejado la
puerta del apartamento entreabierta, entraron y fueron directamente a la
habitación. Se encontraron a Silvia, la novia de Nelson arrodillada en la cama
y agachada haciéndole sexo oral a su novio. Sus nalgas abiertas dejaban ver la
vulva delicadamente depilada y rosada.
Nicolás fue el primero en desnudarse y
acercarse a la chica para lamer su vagina. Pedro y Orlando se miraron y
comenzaron a desnudarse.
–Acérquense pues. -Les dijo Nelson, ambos
llegaron a la cama y volvieron a verse a los ojos, comenzaron a besarse. Nicolás ya penetraba a Silvia. Nelson
comenzó a eyacular en la boca de su novia.
Nelson se retorcía en la cama, con las
piernas se destapó y abrió los ojos.
–¡Mierda! ¡Acabé! Uuuf coño de la madre que sueño, verga... fue tan
real. -Nelson se despertaba en su cama agitado.
Se sentó en la cama y se vio el abdómen,
los vellos empegostados con el semen, al verlos, le dio risa. –No joda ojalá si
esta caraja se dejara hacer eso. Marico Orlando y Pedro se dieron los besos.
Se levantó y se fue directo a la ducha,
tenía una sesión fotográfica de un bautizo.
–<<Maricos anoche tuve un sueño
criminal, les resumo pero luego les cuento. Los llamé para cogernos a Silvia
todos, ella estaba bien perra>>
–<<No me extraña de ti que sueñes
eso, dile a Silvia a ver si te cumple eso jajaja>>
–<<Bueno ahora la veo que me va a
ayudar con las fotos del bautizo, le voy a comentar e insinuarle a ver que me
dice, capaz y me cae a coñazos por cochino, verga pero estaba tan perra la
coña, me dio un morbo>>
–<<Qué básico eres>>
–<<Deja la mariquera que tú y Orlando
se dieron los besos>>
Una hora después llegaba Silvia a la
iglesia. Se puso a acomodar las luces y ayudaba a su novio con los equipos.
–Tú estás raro mijo, estás como happy.
–Ah vaina, ahora te arrecha que esté feliz,
¿quién te entiende mija?
–No amor, es que es raro verte feliz en
estos momentos, cuando trabajas estás concentrado como si estuvieras bravo que
no lo estás pero eso es lo que se ve.
–Cuando estemos en la fiesta te cuento algo
y sabrás de mi sonrisa.
Se montaron en la carro de Nelson para ir a
la fiesta que era en un hotel, Silvia había llegado en taxi a la iglesia.
–¿Me vas a contar?
-Te dije que en la fiesta.
–Aaaanda valeeee, en la fiesta vamos a
estar trabajando, adelántame algo.
–Bueno, pero no te vayas a poner brava,
porque tú eres medio galla con eso.
–Ay ya vi todo ¿es de sexo verdad? Porque
mijo lo tuyo es una tiradera, tetas, cucas, eso es en lo que piensas.
–¿Te animarías en hacer un trío, con otro
tipo? ¿que los dos te cojamos?
Silvia lo miró abriendo los ojos
sorprendida por la pregunta.
–Tú me estás jodiendo.
Nelson le contó el sueño que tuvo, se puso
histérica, reclamándole que como se le ocurría siquiera pensar en preguntar
semejante cochinada. Que era una falta de respeto para la relación. Nelson le
dijo que ya tenían casi tres años de relación que en el sexo estaban bien pero
él quería experimentar, sentía que estaban estancados. –Tú eres muy clásica mi
amor, una cogidita en misionero y ya, listo, coño, yo quiero otras vainas y no
te dejas.
–Si no te gusta como lo hago lo dejamos y te
buscas una perra.
-Justamente eso es lo que quiero evitar,
buscarme a una bichita que sí lo haga, tengo novia y quiero que se ponga perra
en la cama.
Silvia se molestó, cruzó los brazos y no
quiso hablar más del tema, estaba visiblemente incómoda y brava, en estos
momentos quería enfocarse en que el trabajo quedara bien.
Llegaron a la fiesta, Silvia estaba
concentrada en el trabajo, se comunicaba con Nelson para cuadrar y ajustar luces,
de resto no hablaban de otra cosa.
En un receso, se sentaron en una de las
mesas a comer y beber, mientras lo hacían, Nelson limpiaba unas luces y las
ajustaba, Silvia revisaba las fotos de la fiesta y anotaba.
–Aquí hay unas que vas a tener que repetir,
estan desenfocadas y unas tienen un golpe de luz raro, mira esta.
–Si, bueno, estas se pueden repetir, le digo
a los papás y se hacen, esta está difícil, pero podemos intentar tomarla,
faltan la de la familia que eso lo hacemos ahora. -Hubo una pausa. –¿Que has
pensado? –Le dijo Nelson a Silvia.
–Que deberíamos usar el rebotador según el
lugar, hay fotos con sombras, no se ven mal, pero…no me gustan.
–Me refiero…
–Estamos trabajando, ¿si? Vamos a
enfocarnos en esto que para eso te pagaron y tiene que salir bien esto.
Terminaron de comer y volvieron a la sesión
de fotos con la familia y amigos. Luego de dos horas recogieron sus aparatos y
se acercaron al papá del niño, les entregó una paca de billetes.
–Disculpe señor, pero esto no fue lo que
acordamos con su esposa, ella nos pagó el 50% del trabajo y cuando entreguemos
las fotos nos daría el otro 50%, pero esto sobrepasa el 50% y lo pedimos por
transferencia no en efectivo.
–Tranquilos esto es una propina mía, mi
esposa no sabe de esto, me gustó su trabajo y como se portaron con mi hijo y
eso lo valoro, gracias por su servicios y los volveremos a contactar para otras
cosas.
–Muchas gracias señor.
–Guarden eso que no lo vea mi mujer. Ahora
se pueden ir y nos envian las fotos cuando estén listas.
Llegaron al carro y acomodaron las cosas en
la maleta con tranquilidad.
–Lo que hace trabajar con gente de plata,
naguevonada, la megapropina, lo repartimos entre los dos.
–Pero tú trabajaste más, yo te asistí.
–No seas tonta, te toca la mitad, yo te
saqué de la casa para que vinieras a ayudarme.
Se montaron en el carro, Nelson encendió el
carro y puso la palanca en primera para arrancar.
–Apaga el carro un momento.
–Pero salgamos de aquí que nos van a cobrar
un dineral por el estacionamiento.
–¿En serio? Tenemos efectivo, apaga el
carro, quiero hablar contigo.
Silvia se restregó la cara con las manos y
con una liga que tenía en la muñeca se recogió el cabello en una cola.
–Estaba pensando en lo que me dijiste…y eso
me chocó. Lo de buscarte una puta que te hiciera lo que yo no te hago, que
querías que yo fuera una perra en la cama.
–Disculpa si te ofendí.
–Déjame hablar…acepto, accedo a eso y a
otras cosas que quieres que haga. –Cerró los ojos y tragó saliva. –Pero si
vamos a hacer el fulano trío….quiero conocer primero a ese tercero, no voy a
meter a un completo desconocido en la cama.
Nelson se acercó a Silvia y le dio un beso
en la boca. –Me acabas de hacer muy feliz con eso que me dijiste, tranquila, si
consigo al tercero lo vas a conocer previamente. Vámonos de aquí que quiero
hacerte el amor ya.
Luego de ir a un hotel para saciar las
ganas, aunque todo fue como siempre, Nelson se sentía feliz y complacido. Hizo
el amor mejor que nunca y lo disfrutó con Silvia. La dejó en su casa pues se
iba a reunir en la noche con sus amigos.
–Mi papá ya sabe que soy gay, bueno y mi
mamá, pero no saben, Arévalo subió a mi casa a decirle a mi papá que estaba
conmigo que ya me había cogido y…
–Aaaay valeeee, eres muerde almohada.
–Nelson ya, no empieces, deja que cuente.
-Dijo Nicolás.
–Coño si, pareces homofóbico. –Agregaba
Orlando.
–Pero es conmigo la cosa, yo creo que le
gusto porque a ti nunca, nunca te ha dicho un coño. Aja, bueno, Arévalo le
soltó esa vaina y la cara de mi papá era de foto, mi mamá atacada no aguantó y
se fue al cuarto. El pana le dijo a mi papá que el quería estar conmigo seriamente,
nada de bochinche y tal y luego cuando bajo a despedirlo...
–Que jeva eres marico.
–O sea Nelson ya…. Deja la vaina, coño está
contando, que peo contigo. –De nuevo Nicolás salía en defensa de Pedro
–Bueno…Arévalo me dice que solo quiere de mi
sexo, que nada de noviecitos, esa vaina me cayó como una patada en las bolas,
después quiso arreglarlo…el carajo es de pinga, pero…
–Pero es un tipo que no se mide y dice lo
que está en su cabeza sin pensar primero y analizar, lo suelta todo, demasiado
volao. –Completaba Orlando que se notaba molesto al hablar de Arévalo. –Es muy
de pinga el tipo pero coño, no tiene filtro y te puede meter en problemas, no
me imagino la cara de tu mamá.
–Si vale…yo quería como matarlo o matarme
yo, que peo. Aja güevón cuenta lo de Silvia para eso vinimos.
Nelson les contó sobre el sueño que tuvo,
los tres estaban impresionados de lo fértil de su mente para crear esas
historias, Orlando y Pedro compartieron miradas cómplices, se sonrieron. Luego
les dijo sobre la conversación que tuvieron Silvia y él y la reacción
desfavorable de ella, hasta que después luego de reflexionar, accedió a experimentar en el plano sexual.
–Te salvaste que te cayera a cachetadas.
¡Que bolas, la caraja aceptó! Dijo, la pinga no me pongo perra y me dejan, no
me caso jajaja. -Comentaba Nicolás que su mirada había cambiado, para bien,
luego de escuchar el relato.
–¿Y tu novia? Se deja hacer lo que sea? Si
es perrita.
–No sé si perrita pero se aplica.
–A ver.
–No, no te voy a estar contando lo que
hacemos.
–Ah güevón yo si les puedo contar mis
vainas y ustedes no.
–Eso es porque tú quieres contarlo, nadie
te lo pidió.
–El huevo sin sal eres tú entonces jajaja.
–Verga Nelson a veces provoca molerte a
carajazos.
Nelson llevó a Nicolás a su casa y Orlando
se fue con Pedro caminando al metro.
–Tú y yo nunca nos hemos besado y nos
vinimos a besar en el sueño de este güevón.
–No empieces Pedro que ya sé por donde vas.
–¡No he dicho nada!
–Mejor. ¿Lo que dijiste de Arévalo es
cierto? ¿Le contó a tu papá?
–Si…yo me sentía con una vergüenza pero del
tamaño de una torre de 50 pisos, pero el carajo tira divino, coño duele, pero
uuf sabe su vaina.
–Tiene un guevazo.
–¿Entonces si te lo tiraste?
–Noooo, coño, se me metió una vez en la
ducha queriendo tirar y yo le metí el freno. No quise.
–¿Estás saliendo con Diego?
–Me veo con Diego que es distinto…
–¿Quieres tener algo con él?
–A veces digo si, a veces digo no, pienso
en Vicente y me entra la culpa y no sé por qué, entonces se me quitan las ganas
de tener algo con alguien.
–Empátate con Diego.
–No es tan fácil Pedro, él tiene muchos
peos mentales, esa homofobia interna que tiene, metido en el clóset, entonces
está en un sí pero no, y esa ambigüedad me molesta.
–A lo mejor tienes que tener sexo para que
termine de salir del closet y comenzar su verdadera vida.
–Ay hablas como si fueras el veterano de
los closets abiertos.
–Gafo..ay Orlando…me está gustando mucho
Arévalo y me da caga.
–Chamo es que tú te enamoras con una
facilidad, pareces princesa Disney marico.
–Pero Arévalo no eres tú.
Pedro dijo eso y no volvieron a hablar en
todo el recorrido del metro hasta la estación donde se baja Orlando.
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