sábado, 6 de febrero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 27

 


Agustín se quedó a dormir en el apartamento de Renato pues no se pudo levantar. Renato durmió en la sala.

A las seis de la mañana Renato levanta a Agustín.
-Tín, despierta, despierta, te tienes que ir. -Agustín se estira, estaba desnudo y ve a Renato en bóxer y franela.
-¿Qué haces vestido? Siempre dormimos desnudos.
-Yo dormí en la sala. Tín acomoda tus cosas para que te las lleves.
-¿Te pasa algo? Estás rarísimo.
-Raro estás tú desde que tienes sexo con ese tal Castro. Ayer te dije que nuestra relación llegó a su fin Agustín, no por ti sino por mi, no he hecho las cosas bien y no mereces tenerme cerca.
-Estás terminando conmigo.
-Estoy cerrando un ciclo.
-¿Renato tú estás bien? De pana que estás rarísimo.
-Tín he tenido una revelación que me hizo ver todo más claro y darme cuenta de mis faltas, eso es todo, yo estoy bien y tu vas a estar bien.
-Ok, si eso es lo que quieres yo me llevo mis vainas. ¿Vas al gimnasio?
-No, no volveré a ese lugar, te voy a traspasar la membresía que me dieron por un año gratis. Voy a fortalecer mi espíritu y voy a dedicarme a ayudar en una iglesia y las personas necesitadas en los barrios cercanos a la iglesia.
Agustín se levantó de la cama.
-Renato, ¿Estuviste con alguien que te drogó, te hizo algo?
-Tín, mi vida ha cambiado en las últimas 48 horas. Lo que pasó con Octavio me abrió todo un panorama de posibilidades, de entregar mi vida al prójimo, de estar...
-Ya ya ya...listo entendí, basta. Me ducho y recojo todo y me voy. Si quieres botar a la mierda tres años de relación, fino.
-No hables así, fueron tres años de aprendizaje , de ver lo que se debe y no se debe hacer, de lo bueno y malo, de evolucionar como seres humanos...
-Si Deepak Chopra, ok

Agustín se metió a duchar. Salió del baño desnudo y Renato estaba acomodando la cama.
-Si todo esto es una venganza por lo de Castro, debería estar más arrecho yo de todos lo cachos tuyos. Lo de Castro es un asunto que no se volverá a repetir.
-Ya van dos veces con ese hombre, pero te dije que ese no es el motivo de este cierre. Yo toqué tierra y me di cuenta de muchas cosas, a lo mejor tú con Castro también aterrizaste y es lo que te conviene.
-Mierda...a este pana le hicieron algo. -Dijo en voz baja. Se vistió, recogió todas sus cosas y la metió en un pequeña maleta, salió a la sala y en el comedor estaba montada la mesa para desayunar.
-Quiero que nos despidamos como los amigos que vamos a ser a partir de hoy Agustín, un desayuno de bienvenida a nuestra nueva situación.

Sin hablar, ambos comenzaron a comer pero llegó un momento que Agustín no aguantó y las lágrimas le corrían sin esfuerzo.
-Se que es duro Tín pero con el tiempo te darás cuenta que fue lo mejor. Yo ahora estoy ascendiendo a otro nivel.
Agustín se levantó de golpe. -¿AHORA QUIEN COÑO ERES TU? ¿CRISTO RESUCITADO, EL MESIAS? VETE A LA MIERDA RENATO. YO TERMINO CONTIGO. ME VOY PAL CARAJO Y QUEDATE CON TU MIERDA, CON TU EPIFANIA.
Cogió la maleta y se fue del apartamento. Renato comenzó a llorar sin poder contenerse. -Le he hecho mucho daño.

Héctor salió muy temprano de su casa, todavía no despertaba Jimena o eso pensaba él, se duchó rápido, se vistió y cuando se disponía a salir de la habitación Jimena habló.
-Vas a huir como los cobardes, ni siquiera ha salido el sol y te vas de casa.
-Voy al bufete a rescatar a Oto que durmió allá.
-¿Quién me rescata a mi?
-Nadie tiene que rescatarte mujer, yo no te voy a dejar sola.
-A él tampoco, ¿vas a vivir con ambos? Los tres aquí en casa, una familia de esas modernas, poliamor, lo que pasa es que yo no amo a Oto, lo quiero mucho, pero no lo amo, no entiendo cómo pretendes que esta situación perdure.
-Ni siquiera lo sé yo. Solo sé que no quiero perderlos, ustedes son lo más hermoso que me ha pasado en la vida.
-Yo no quiero compartirte.
-No quiero perderte. Esta tarde tendremos una reunión los tres con Agustín.
-¿Te vas a ir para hacerle el amor a él?
-¿He dejado de tener intimidad contigo en estos últimos seis meses mujer? Las veces que no hemos hecho nada es porque tú no estás en casa o yo no estoy en casa. ¿Te he faltado como marido en ese aspecto y en otros? No.
-¿Cómo compito con un hombre ahora? Todo esto es nuevo.
-No tienes que competir. Los amo a los dos intensamente, no puedo vivir sin uno de ustedes.
-Yo no puedo vivir compartiéndote, lo siento Héctor, no puedo, Oto es un muchacho maravilloso, encantador, trabajador, atento, pero no puedes imponerme que viva con nosotros y un día duermas con él y otro conmigo.
-Podrian...
-No se te ocurra proponer eso...no Héctor, yo no quiero divorciarme de ti, pero tampoco voy a aceptar que otro hombre toque a mi marido.

Héctor se fue del apartamento y a los 10 minutos llegaba Agustín.
-Hola mamá, ¿Me aceptas de nuevo en esta casa los siete días de la semana?
-Mi amor, ¿Que pasó?
Agustín abrazó a su mamá. -Si supiera te diría, pero Renato terminó conmigo alegando unas vainas absurdas, que ahora él ve las cosas distintas, que está elevado, que tuvo una revelación. Y un poco de pendejadas que solo las drogas hacen eso. Jimena comenzó a llorar desconsoladamente.
-Bueno mamá tampoco es el fin del mundo, es horrible, ya lloré que jode pero tranquila.
-Mi amor, apenas salgas del trabajo vente a casa, tenemos reunión familiar, también va a estar Oto.
-¿Hizo algo Oto?  Dime que le formó su peo si hizo algo indebido en esta casa. -Jimena volvió a llorar.
-Mamá ¿Qué pasó? ¿Que tan grave puede ser?
-Ay mi amor ve a trabajar y luego hablamos.
-¿Cómo coño me vas a dejar así?
-Si te cuento ahora será peor. Cuando llegues hablamos y hablamos sobre Renato también.

Agustín dejó la maleta en su habitación, tomó un café y se fue.
Llegó al supermercado, entró a su oficina y encendió la computadora, la impresora y el aire.
En su cabeza tenía un pastel de sentimientos, por un lado Castro con su abrumadora y potente furia sexual, su relación recién terminada, Renato que estaba totalmente cambiado y por último lo que le dijo su madre. Llamó a Oto pero no atendió la llamada, llamó a su padre y lo mismo.
Decidió concentrarse y comenzó a revisar el correo y firmar unas órdenes de pago.

-Agustín hay un señor que te busca. Nunca lo había visto, se llama Castro. ¿Lo dejo pasar?
-Si, si claro, claro. - Agustín se puso de pie, estaba nervioso. Tocó la puerta.
-Adelante.
-Que pena molestarte en tu trabajo, pero quería ver qué estabas bien, que te sientes bien.
-Si Castro me siento bien, gracias. -Castro le entregó una caja de bombones y un pequeño ramo de tres rosas amarillas.
-Dicen que las rosas amarillas levantan el ánimo y son símbolo de amistad.
-Hoy necesito mucho ánimo Castro, terminé con mi pareja y en mi casa ocurrió algo que todavía no se qué es.
Castro se le acercó, lo abrazó y le dio un beso en la boca, Agustín se dejó llevar. -Este hombre me besa y me deja como un trapo, no sé qué tiene y encima besa divino el coñoemadre, tira divino, hace todo divino, lo amo. Te amo.
-¿Perdón? 
-No nada...nada..disculpa...yo...marico, tú me besas y me dejas como miss antes de responder...en blanco. Mierda.
-Solo quería saber cómo estabas, no quería incomodarte. Lamento mucho lo de tu novio, pero igual me siento feliz por eso. Mi esposa se quiere divorciar, tú estás soltero y...
-Castro, Castro, wait. Con calma, vamos despacio.
-No puedo ir despacio, me gustas mucho, siento que eres la persona que buscaba, quiero salir contigo, conocerte más, ver qué más tienes.
-Eso me gusta, salir y conocernos.
-Te invito a almorzar, te busco a las 12.
-Castro me abrumas, me tienes estresado. Hoy tengo un día complicado y en la tarde tengo reunión familiar.
-Si quieres después de tu reunión familiar te busco y salimos a tomar algo y si quieres me cuentas que pasó, si no quieres no me cuentas, lo que tú quieras. Y luego te traigo, te prometo que no habrá sexo, solo quiero escucharte, cuidarte y regresarte a casa sano y salvo.
-Si pudiera le daba un hijo a este macizo guayanez. Renato ni en su mejor momento me trató así. Me parece buena idea, te aviso cuando haya terminado la reunión.

Agustín llegaba al apartamento. Al abrir se encontró con su madre de pie, Oto y Héctor sentados.
-Uy, perdón por la tardanza, besó a su madre, le dio otro beso a su padre y Oto, visiblemente desencajado se levantó y abrazó a Agustín.
-Bicho pero tienes una cara...¿Qué coño hiciste en esta casa que te tiene así?
-Tuvo sexo en esta casa, en mi cama.
-Jimenaaaa, por favor. -Dijo Héctor.
-Verga mamá ¿y todo ese escándalo porque Oto, -Volteó a verlo- Te pasaste, tiró aquí? No me jodas, me voy a mi cuarto.
-Encontré a tu papá y a tu amigo desnudos en esta casa, minutos antes de encontrarlos habían tenido sexo y no es que les entró un calentón y lo hicieron, tienen seis meses de relación, son pareja, viven un romance.
Agustín sintió un mareo y tuvo que sentarse en el sofá. Se sostuvo la cabeza con sus manos.
-Hijo puedo explicarte.
-Tín, yo...se que debí...decírtelo pero es que...
-Papá...¿Eres gay? ¿Bi? Uy déjame.procesar esta vaina. ¿Desde hace seis meses que sabes que te gustan los hombres?
-No, bueno...mucho tiempo atrás...¿cómo digo esto? Tuve encuentros con hombres hace 10, 15 años pero luego hace un poco más de un año trabajando con Oto, el día día, las miradas, pues se dio, tuvimos intimidad y luego no pasó nada hasta que desde hace seis meses formalizamos la relacion.
-Pero tu padre me dice que no quiere divorciarse y quiere mantener ambas relaciones.
-Ya va...últimamente mi cerebro va lento, ¿Ustedes mantienen una relación de pareja? Nos han tenido engañados durante un año y encima han tirado en esta casa, en la cama donde duermes con mi mamá.
-Si...pero hijo, quiero que sepas que es algo serio, lo mío con Oto no es pasajero.
Agustín se volteó a ver a Oto y le lanzó un golpe que lo tumbó al suelo y a él doliéndole la mano, pero igual se le lanzó encima. Lo agarró por el cuello de la camisa sacuadiéndolo.
-¡Coño eres mi hermano, nos conocemos de carajitos, has vivido aquí, no joda, mi mamá te quiere como un hijo y vienes a hacernos esto cabrón! ¿Qué clase de amigo le hace esto a su familia ah? Marico estás escoñetando a una familia...-Agustín llorando se tumbó sobre Oto que tambíen lloraba. Héctor fue a separamos pero Jimena lo
 detuvo. -Deja que se desahogue.
Ambos estuvieron acostados llorando por cinco minutos. Agustín se levantó y ayudó a levantarse a Oto. Cogió una toallita húmeda de un paquete que había en el comedor y le limpió la nariz a Oto. -Disculpa el golpe.
¿Me pueden dejar a solas con Oto por favor? Ustedes también tienen muchas cosas de que hablar.

Ambos se sentaron.
-Tín yo lo último que quería era hacerles daño...yo amo a tu padre, pero... -Agustín le tapó la boca con la mano.

-Ayer Renato cuando regresé de tirar con Castro, si, repetí, era otra persona. Lo que le pasó con Octavio le volteó la vida y ahora es un ser de luz, alguien que tiene que hacer el bien y va a dejar todo por seguir sus convicciones. Yo, tuve un encuentro con el papá de una compañerita del colegio de mi sobrina, el tipo es una mole salvaje que me dio la cogida de mi vida. Y entre el sábado y el domingo me cogió como cuatro veces y desde entonces no soy el mismo Oto, todo cambió en mi, como dentro de Renato cambiaron cosas.
Tú entraste a la vida de mi papá y se la volteaste aunque ya había tenido encuentros con hombres, pero llegaste tú y fue capaz de desafiar todo y quedarse contigo y parece que te ama tanto como ama a mi madre. Mi mamá no quiere compartir a su marido, ¿Tú estás dispuesto a compartir a mi padre o vas a luchar para que se divorcie? Mi mamá no tiene intenciones de hacerlo. Hay situaciones que tienen que desencadenarse para que hayan cambios, aunque sean fuertes.
Los tres tienen conversaciones pendientes que van a definir el rumbo de esta relación de tres.
-¿Sigues arrecho conmigo?
-No Oto...me duele esta situación. Es algo que mi papá debió sincerar desde hace muchos años. Mi papá ama a mi mamá, ella no puede quejarse de mi padre, la ha atendido, la cuida, está pendiente y han tenido sexo creo que más que yo, a pesar de ti mi padre ha estado al pie del cañón en su matrimonio. Eso habla muy bien de él, pero está contigo y conociendo a mi papá también te atiende, te protege, te cuida...y tienen sexo.
-Yo me siento muy mal Tín, no te niego que verlo irse y saber que se acostaría a dormir con tu mamá y no conmigo cada noche me daba rabia, celos, me da rabia y celos...yo no sé qué va a pasar con nosotros Tín, pero si tú papá me deja yo me muero, yo amo a ese carajo desde que me impulsó a estudiar Derecho.
Volvieron a abrazarse y volvieron a llorar. -Ahora es que comienza esto amigo, ahora es que hay que amarrarse los pantalones y tomar decisiones.




2 comentarios: