José se levantó más temprano de lo que esperaba, estaba nervioso. Había decidido hacer algo antes de ir al terminal.
Entró a la habitación de su mamá. Estaban desnudos. Roberto tenía el pene erecto, José se le quedó viendo y se atrevió a tocarlo, se movió de manera involuntaria y lubricó, el chico lo soltó.
-Roberto, Roberto. -Lo movía hablando bajito.
-Ah, ah, ¿Que? Coño que pasa carajito.
-Shhh no hagas ruido, sal un momento.
José salió de la habitación, Roberto lo siguió desnudo, rascándose el pene.
-Ponte algo.
-¿Que quieres? Tengo sueño.
-Me voy.
-Ajá ¿Y pa eso me levantas?
-Me voy de la casa, me voy de la ciudad con Lorenzo.
-Ja ja ja. Papi ve a dormir que debes estar cansado.
-Es en serio, nos vamos Roberto pero no quiero que le digas a mamá, yo la llamo cuando esté en el sitio que lleguemos.
-Pero si son menores, no van a llegar ni a 10 kilometros de aquí.
-¿Me das la cola al terminal? Pero primero al colegio.
-¿Al colegio? ¿A esta hora?
-Quiero esperar que llegue un chamo.
-¿El que te jode?
-Si...
-Pero todavía te falta entrenamiento.
-No importa solo quiero golpearlo.
-Te van a inflar a CARAJAZOS chamo, no hagas eso, vete pa' tu viaje.
-Mi mamá se acuesta con el vecino del piso 2, 2B.
-¿Qué? ¿Se acuesta?
-Vino unos días antes que el albañil.
-Maldita puta.
-No, no, no le pegues ahora, ni ahora ni nunca. Llévame al Cole, jode al tipo y le haces saber que le caiste a golpes...¿Por qué mejor no dejas a mi mamá?
-Porque la amo y ella no gana mucho yo le paso plata.
José cerró los ojos, los abrió y vio el pene de Roberto.
-Ah vaina, no te enamores de mi, me visto y nos vamos.
Estaban en el colegio, en la esquina montados en la moto y el bolso.
-¿A qué hora se supone que llega el becerro ese?
José vio el reloj. -En cinco o diez minutos. -Ahí llegó, ese es el carro. -José se bajó de la moto, pero Roberto lo detuvo.
-Tú quédate en la moto y deja que papá se encargue del bolsa ese, mira como se hace.
-¿Tú eres Tomás?
-¿Quien eres tú? -Roberto le lanzó un puñetazo que lo tumbó en la calle, se agachó y le dio cuatro más en la cara y una patada en las bolas.
-Este saludo de buenos días te lo manda tu amigo José. -Llegó José y le dio una patada en la cara y lo escupió. Chocó la mano con Roberto y se fueron a la moto. Se montaron y desaparecieron por una de las transversales.
-Wooooow marico le di esa patada y mierdaaaaa. Gracias!
-De nada -Gritaban mientras iban por la avenida. Llegaron al terminal y vieron a Lorenzo.
-Creo que le partí la nariz al marico ese.
-Gracias por ayudarme.
-De nada chamín, usted me ayudó, yo te ayudo.
-José ¿Por qué tardaste tanto? -Se abrazaron por unos segundos. -Hola Roberto.
-Epa nené, nos tardamos porque fuimos a darle una golpiza a Tomás y nos vinimos.
-¿Qué, le cayeron a golpes a ese imbécil?
-Si, lo dejamos un poco jodido. Si me dicen lo remato.
-NO.
-Ustedes dos están locos, ¿A qué parte de Oriente van?
-¿Le dijiste?
-Bueno este terminal solo va a Oriente.
-No sabemos adónde pero si supiéramos no te lo diriamos, no queremos que nadie sepa de momento.
-Roberto sacó su billetera y le dio a Lorenzo 300 $ -Van a necesitar dinero. -Lorenzo vio a José y le guiñó el ojo. -Tomen este número, este tipo los puede ayudar, es un bicho mafioso pero le dicen que yo los mando y los ayudará.
-Pero no sabes a qué lugar vamos.
-Tengan ese número. Lo necesitaran.
José abrazó a Roberto. -Gracias por todo, cuida a mi mamá.
-Tu mamá se merece una parranda de coñazos por puta. -Lorenzo escuchó eso y habló. -Ayer mi papá le cayó a golpes a mi mamá porque según él ella no atendió la casa. Le dio tres tiros y luego se suicidó. ¿Quieres eso para la mamá de mi novio?
-Roberto vio a Lorenzo. -Voy a partirle el alma al vecino que se tira a tu madre, prometo no tocarle un pelo más nunca.
-Que bruto eres Roberto.
-Anda, hablen con el chofer. -Roberto vio a uno de los choferes y lo conocía. -Están de suerte. - Se acercó al chófer y se pusieron a conversar, rieron, intercambiaron números y disimuladamente le dio unos billetes. El chofer señaló el nivel superior e hizo unos gestos con sus manos. Roberto los llamó.
-Me están saliendo caros por culpa tuya cabrón, por levantarme está mañana mira todo esto. Se van en el autobús rojo de dos pisos, en el piso de arriba van a estar solos porque no se vendió. Vayan al baño y compren comida porque no se van a bajar del autobús hasta que lleguen.
Cuando los vio subir se montó y arrancó.
-Coño pero este carajito me lo puso fácil, se fue de la casa y ya todo es para mí y mi mujer, no hay excusas de chamos ni nada.
Se montaron en el autobús y subieron al segundo nivel inmediatamente subió el chofer.
-Ni se les ocurra bajar del autobús y si me llegó a detener, se esconden, cuando lleguemos al destino se bajan de último, escondan esos bolsos.
El hombre se fue y los chicos se besaron, torpemente se quitaron la ropa y comenzaron a hacer un 69 en los asientos. Los chicos se daban placer mutuamente con sus bocas, Lorenzo apretaba las nalgas de su chico, este gemía
-Te lo quiero meter.
-Hazlo. José se levantó y se arrodilló levantando el culo para que Lorenzo lo penetrara, se mojó el pene con saliva y con su mano mojó el culo del chico. Comenzó a penetrarlo. José se quejaba aferrándose al cojín del asiento mientras sentía como su culo se abría. Lorenzo se movía, lo caliente del culo lo excitaba y lo hizo acabar, no pudo retirar el pene y le acabó adentro. Lorenzo se estremeció mientras José se masturbaba, tembló, soltó un gruñido y acabó en el asiento.
Lorenzo se le acercó a la boca. -Te amo, te amo, te amo -Se besaron y se abrazaron. Se cambiaron de asiento y bajaron el respaldar dejando los asientos casi como una cama. Se quedaron dormidos desnudos.
El autobús comenzó a moverse en retroceso para salir, toco la corneta y eso los despertó asustados al verse desnudos, vieron por la ventana.
-¡Arrancamos amor, arrancamos! Nos vamos por fin de toda esta mierda. -Brincaron y volvieron a abrazarse pero Lorenzo arrancó a llorar y no se detuvo mientras José le acariciaba la mejilla y por las suyas también corrián lágrimas.
-Llora amor, saca todo eso que tienes por dentro, ya no tenemos familia, la familia somos tú y yo, nos tenemos a nosotros. Ahora vamos rumbo a nuestra nueva vida. Tenemos que echarle bolas si queremos esto, pero ya tenemos algo ganado. Estamos juntos en esto y nos amamos.
Volvieron a besarse mientras seguían llorando.
Suerte para esas pobres criaturas que no saben lo que les viene encina. Creo que de todas las historias, la que más me está gustando es la de Lorenzo y José jejeje
ResponderEliminarMuy chamos para tanta intensidad....
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