martes, 23 de febrero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 44

 José David, el padre de David esperaba que Berta subiera de la calle dejando a los niños en el transporte para conversar "cosas de adultos"


-Berta te tengo un cuento del curita gozón.
-Que obsesión tienes con el padre Ramón, deja al pobre hombre tranquilo.
-Siéntate porque te vas a caer para atrás.
-¿A ver José David, que hizo el padre ahora?
-Nada más y nada menos que crucificó a una de sus fieles devotas.
-¿Crucificó? 
-La clavó, se la cogió, la puso en cuatro.
-Santo Cristo José David, no hables así.
-Bueno Berta el hombre se acostó con Begoña, la mujer del portu Antonio. -Berta apretó el cuchillo que tenía a su lado haciéndose daño y lo soltó.
-Eso es mentira.
-Nooooo mi amor, yo lo ví con estos ojos y tu hijo es testigo. Vimos al cura en plena acción con la Begoña. -Berta se levantó molesta.
-Es mujercita, esa se le insinúa a cuánto hombre ve, seguro que a ti te ha dicho algo. ¿Y tú David, no dices nada? El padre que ha compartido contigo desde hace dos años, no te molesta eso.
-Según tu hijo, eso lo inventó y el curita no se coge a los niños, se pega a las mujeres de la parroquia.
-Me niego a creer eso, voy a hablar con el padre Ramón.
-Mamá ¿Pero por qué te pones así? No te alteraste cuando te dije que estaba con el cura.
-Bueno ¿en qué quedamos? ¿Te acuestas con el sádico ese, sí o no, se pega a los carajitos?
-David no respondió.
-Se me quitó el hambre, ¿Quieren más jugo, café?
-Yo de las dos. -Dijo José David.
-¿Y esa Begoña no le basta con su marido, que mujercita?
-El portu como que no la da dónde es o no se le para ja ja ja.
-José David, Antonio es tu amigo ¿Cómo hablas así?
-Un santo cachón es lo que es, si no se da cuenta como es su mujer, es un bolsa.
-Bueno voy a ir a la iglesia.
-Deja de ir tanto a ese sitio con el tirón ese. Ayúdame en el taller. Voy a tener que ponerte un sueldo a ver si te haces responsable, porque el bicho ese no debe pagarte nada.
-Es voluntario José David, ayuda al padre y está ayudando a Dios.
-Dale un hijo a Ramón. Carajo parece que ese hombre es el propio Dios.

David se fue a la iglesia. Berta recogió la mesa y puso los platos en el fregadero. Se fue a la habitación.

José David estaba orinando. Berta entró al baño.
-Coño me asustaste vale, me vas a cortar la meada.
-¿Cuándo volveremos a tener intimidad tú y yo. -José David detuvo la micción.
-¿Qué? ¿A qué viene eso? 
-Tenemos meses que no me tocas, nada de nada.
-La Biblia dice que las relaciones sexuales se practican para procrear y nosotros no queremos más carajitos, tenemos tres.
-¿Entonces tienes más hijos con la muchachita que limpia el taller? Porque con ella si te acuestas.
-Pero, pero ¿Qué estás diciendo mujer? ¿De dónde sacas esas tonterías?
-Lo sé, no soy tonta. El padre Ramón tiene más sexo que yo y eso ya es decir bastante. 
-¿Todo tu peo es eso? Que no te cojo, que todos tiran más que tú. Esta noche llego y lo hacemos mujer, tranquila.
-Eres un bruto José David, así no se trata a la mujer que te ha parido tres hijos. -José David le dio un beso en la boca abrazándola con fuerza. Se separó de ella.
-Esta noche te cojo, ese humor que cargas debe ser que te bajó la regla o te llegó la menopausia.
-Si debe ser eso...espero que con la muchachita uses condón, porque con 22 años no creo que tenga menopausia.

José David salió del apartamento. -Coño Berta sabe lo de Yadira, ¿Pero como se enteró? Seguro el poco de mujeres que van a la iglesia quesúas por el cura que chismorrean. Lo raro es que no sabía nada de la puta de Begoña, capaz lo sabe y se hizo la loca. Y hoy me la voy a tener que coger. Voy a comprar una cajita de pastillas para cumplirle a la mujer y no me joda más.
Llegó a su taller y en eso entra un carro negro.
-¡José David!
-Doctor, ¿cómo está?
-Bien, menos mal que te vi a ti. Te voy a dejar el carro para que le hagas el cambio de aceite, filtro y todas esa vainas pero lo puedo buscar en la tarde, ¿No hay problema?
-Doctor, usted es un cliente VIP, yo le guardo el carro en un lugar seguro hasta que llegue, no hay problema.
-Gracias, luego me dices cuánto es para transferirte.
-Doctor que pena, quería pedirle un favor.
-Dime, si está a mi alcance, con gusto.
-Necesito un récipe para...unas pastillitas para el amigo. -José David baja la mirada. El doctor se sonríe.
-Claro vale, espera, ¿Cuál quieres?
-Esa que el efecto dura 36 horas.
-Pero tú eres joven como para que estés tomando esto, ¿Tienes problemas de erección, próstata, te has hecho un chequeo?
-No, no, todo bien, el amigo responde cuando viene la acción. -Bajó la voz. -Es que con mi mujer no se me para pero es que nada, en cambio con la carajita que está allá ¿La ve? Coño se me pone como un roble y aprovecho, usted sabe cómo es.
-Ja ja ja Toma José, no abuses con las pastillas, tómate una sola. Si estás embochinchado con la carajita usa condón, mira que a esa edad y ve que tienes un taller, es capaz de embarazarse.
-Tranquilo, eso está hecho y gracias por el récipe. Le voy a hacer un plus en su revisión del carro para que se vaya contento.
-Gracias José pero no hace falta. Cómo a las seis paso por aquí.
-Tranquilo, yo lo espero.

José David terminó de entrar al taller y se fue directo a su oficina.
-Jefe, necesito hablar con usted, ¿Puedo entrar a la oficina?
-Pasa Yadira y cierra la puerta. Cierra las persianas.
-Quería pedirte si me podías prestar dinero...necesito hacer mercado en casa y comprar medicinas.
-Claro mi reina, tú sabes que cuentas conmigo. ¿Cuánto quieres?
-50 dólares.
-Sabes que eso lleva una retribución, yo te doy y tú me das. -Yadira se acercó a José David y le bajó el cierre sacándole el pene ya erecto. -No, cariño hoy toca mamada y que me des cuquita, servicio completo para papá. -Yadira se quitó la franela, el sostén y se quitó el bluyín. -Uuuf que rica estás mi amor. -Se agachó y comenzó a mamarle el pene.

-Quiero que te vayas a casa de Renato y veas cómo está y si necesita algo, está con gripe y fiebre, atiéndelo.
-¿Atenderlo? ¿Por qué yo, a cuenta de qué?
-Yo no puedo ir David, Renato nos ha ayudado mucho desde que está en la iglesia y está en el seminario.
-Yo también te he ayudado mucho, que jode, hasta me coges.
-Y te he cuidado cuando te has sentido mal, ¿O ya no te acuerdas? -David resopló y le dijo a Ramón que iría.
-Toma este dinero para el taxi y si tienes que comprar alguna medicina.

-Diez, veinte, treinta....setenta, ochenta y cien dólares para que veas que soy bueno contigo y así tú seas buena conmigo. Estuviste uuuf una buena perrita.
-Sabes que lo que pidas yo lo hago.
-Te voy a pedir que vayas a la farmacia y me compres estas pastillas, le dices a la farmaceuta que son para mí, le dejas el récipe. Toma el dinero y me traes el cambio. Cuando regreses te pones a trabajar. -Le dio una nalgada.


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