viernes, 26 de febrero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 47


 -¿Qué pasó con Oto papá? -Agustín hablaba con Héctor que estaba sentado en la mesa del comedor con la cabeza recostada en la mesa. La levantó.

-No puedo creer que tú mamá haya tenido los ovarios de acostarse con ese tipo. -Agustín se puso de pie.
-Oye papá...no es que esté bien lo que hizo mamá pero está en todo su derecho. Tú llevas seis meses con Oto.
-Con Oto es distinto, es una relación seria Tín, lo de tu mamá es un calentón producto de la borrachera. -Agustín se acerca a su padre y le pasa la mano por la espalda.
-Oto me llamó para decirme que habías terminado con él ¿Qué pasó?
Héctor se puso a llorar. -Oto como que ahora quiere tener una relación abierta y tirarse a quien sea. Antes del viaje se tiró a su ex y en el viaje si tiró a un desconocido en la playa, pretendiendo que yo lo hiciera también.
-Coño...¿Nunca han hablado de tener una relación abierta? Más allá de la que tienes con él y mamá...
-Nunca lo hemos hablado pero tampoco le he manifestado que me gustaría. Él sabe cómo soy.
-Debe sentir impotencia de tener que compartirte y él a su manera quiere demostrarte que también lo puedes compartir a él.
-No lo había visto de ese modo.
-Es mi parecer, a lo mejor estoy errado, no soy psicólogo. Papá sincérate con mamá, sincérate con Oto, si quieres conservarlos a ambos tienes que involucrarlos a ambos. Mamá y Oto no son extraños, se conocen desde hace más de 20 años, usa eso a tu favor.
-¿Y qué hago con lo que hizo tu madre?
-Bueno papá entiéndela, está llena de rabia, su matrimonio que ella creía perfecto tiene una grieta, en este caso un grieto. -Se rió pero se contuvo.
-No le veo la gracia Agustín.
-¿Dónde dejaste a Oto?
-En la boca del lobo, en casa de su ex.
-Habla con mamá.
-¿Y si tú mamá se enamora de ese hombre y quiere dejarme?
-Es el riesgo que corres papá, no todo puede salir como lo planeas. No creo que tú esperabas que mamá te pillara en casa con tu amante y se descubriera todo, lo tuyo era tener esas vidas paralelas. Piensa en eso papá.

Héctor regresó a su habitación. Jimena se despertaba.
-¿Cómo te sientes?
-Mejor.
-Yo estoy peor. Terminé con Oto y llegó a mi casa y mi mujer llega de la calle borracha con otro hombre entre risas y me confiesa que durmieron juntos.
-Y fue maravilloso Héctor. Tenía años que no disfrutaba el sexo como anoche y si, me sentí mal por hacerlo pero después pensé a la mierda todo, yo también quiero disfrutar. Y a lo mejor debes estar pensando que no disfrutaba contigo haciendo el amor. Si Héctor, lo disfruto mucho hasta la última vez que lo hicimos hace cuatro días, pero lo de anoche me despertó cosas que no había sentido en años, a lo mejor fueron las cervezas no sé, pero lo disfruté y quedé adolorida.
-Me estás haciendo mucho daño con lo que me dices.
-A mi me dejaste rota cuando supe que te gustan los hombres y encima Oto, mi querido Oto que es como un hijo para mí.
Y ahora te digo algo Héctor, yo te amo, te amo con locura y lo que más deseo es ser feliz pero también quiero verte feliz a ti y si tú felicidad es estar conmigo y con Oto yo soy feliz así. Porque quiero mucho a Oto y extraño abrazarlo, verlo comer junto a nosotros, verlo reír con su amigo. Si así tienen que ser las cosas yo me adapto a esa nueva vida. No voy a lanzar 30 años de mi vida por el bajante. Pero así como te digo eso te voy a decir otra cosa. Si Polo me escribe porque quiere salir y quiere hacer el amor conmigo, emborracharnos, no voy a dudar en hacerlo. 
-Eso me duele.
-Eso te lo buscaste tú Héctor, lo que es bueno para ti, es bueno para mí también. ¿O es que preferirías que mi amante fuera una mujer? ¿Sería menos traumático para ti?. Habla con Oto, vuelve con él. Tú lo amas, ese niño te hace feliz, ¿Cómo no te va a ser feliz, si él es puro amor? Trabajan juntos y es tu abogado estrella. No lo pierdas, lo pierdes a él me pierdes a mi.
Héctor se le acercó y le dio un beso en la boca, ambos se abrazaron, intentó meterle mano y Jimena se la quitó.
-Cuando te dije que estaba adolorida era literal, hoy no mi amor. -Hector se levantó molesto pero respiró profundo y se calmó. -Ve a buscar a Oto, búscalo ya, no dejes que Ignacio te gane la partida, si de verdad lo amas sácalo de ahí. Tráelo a casa, aquí será bienvenido, de verdad Héctor, sin rencores. No pretenderás que viva aquí, solo que mientras busque un sitio puede dormir en casa. Ve a buscarlo, aquí te esperamos.

Héctor salió y buscó las llaves del carro, vio a su hijo. -Voy a buscar a Oto, se queda aquí.
-Búscalo papá. Te amo.

Héctor llegó al edificio de Ignacio, tuvo que preguntarle al conserje el apartamento.

-Si tan solo me volvieras a parar bolas, tanto peo y el Daddy te dejó.
-Nacho no me digas esas vainas.
-Quiero hacerte el amor vale, ahora que estás soltero, vamos a intentarlo de nuevo.
-Nacho, está semana resuelvo dónde vivir, no me voy a quedar aquí.
-Pero ese no es el punto marico, quiero volver contigo, vivas conmigo o no.
-¿Me puedes dejar dormir? Estoy agotado.
-Si...cerró la puerta y fue a la cocina. Sonó el timbre, abrió la puerta.
-Llama a Oto, dile que venga.
-Buenas tardes Héctor ¿Cómo estás?
-No estoy para saludos Ignacio, dile a Oto que estoy aquí.
-Está durmiendo, está agotado física y mentalmente.
-Coñodelamadre abre esta mierda si no quieres que grite hasta que salga Oto o los vecinos.
Héctor entró y abrió las dos puertas que habían, entró dónde estaba Oto.
-Oto, Oto mi amor despierta, despierta. -Ignacio veía desde la puerta, una lágrima corría por su mejilla. 
Oto despierta y lo ve. -¿Que haces aquí?
-Te vine a buscar, vente conmigo perdóname amor, soy un estúpido, no debí apartarte de mi, agarra tus cosas y vámonos de aquí.
-Hector no es tan fácil.
-Claro que lo es, no has ni abierto la maleta, la agarras y nos vamos.
-¿Vamos a un hotel?
-A mi casa, solo por hoy, te prometo que está semana te resuelvo lo del apartamento.
-Este no va a dejar a su esposa Héctor, va a meterte en su casa porque es más cómodo para él tener ambos amores, es un egoísta. Te está usando, te manipula, seguro que Jimena apoya esto y él se agarra de eso para seguir teniendo los a los dos. Vas a seguir siendo el amante.
Héctor se levantó y agarró por la franela a Ignacio empujándolo a la pared.
-¿Me vas a pegar? Te duele que te escupan las verdades a la cara. Eres un cobarde Héctor.
-Y tú un perdedor esperando las migajas, mendigando el amor de Oto que no te ama, nunca te amó y sigues arrastrándote.
-Lo único que mantiene a Oto cerca de ti es tu dinero, porque ya eres un viejo y lo único que le sirve es tu plata.
Héctor le dio un fuerte golpe en la cara que lo tumbó al suelo.
-¡Hector! Nacho -Oto se agachó para ayudarlo a levantarse.
-Estoy bien Oto, tranquilo, vete con él, si crees que serás feliz siendo el eterno amante, vete, pero no me vuelvas a llamar cómo hiciste cuando estabas en el hotel. Que te coja otro, que seguro sucederá. ¿Verdad Héctor?
Héctor se le lanzó encima pero Oto se interpuso.
-Vámonos.

Ya en el carro. Oto iba llorando en silencio.
-Oto, Ignacio está dolido por eso dijo lo que dijo.
-Es que lo que dijo es verdad.
-¿Que es verdad, que estás conmigo por dinero o que vas a seguir tirándote a hombres?
-Si todavía a estás alturas dudas del amor que te tengo entonces esto no va para ningún lado.
Hector frenó el carro. -No eres mi amante Oto, maldita sea eres el hombre de mi vida. Nojoda vine a buscarte, te amo y si, amo a Jimena soy culpable por eso, la amo también ¿Que hago? ¿Me pego un tiro?
Oto le dio un beso a Héctor que duró varios segundos mientras lloraban.
-No quiero quedarme más de dos días en tu casa Hector.
-Tranquilo yo resuelvo como sea eso. No quiero volver a perderte mi amor, no quiero.






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