miércoles, 1 de diciembre de 2021

Huevos revueltos. 298

 


David estaba en el taller revisando unas facturas para luego irse al otro taller para cuadrar unas cosas con Jacinto que hoy le tocabair trabajar pues no daba clases en la Universidad. Tocaron la puerta.

–Adelante.
–Buenos días, ayer me llamaron que ya mi carro estaba listo.
–Su cédula por favor.-David levanta la mirada y ve a Gabriel que le da el número. El chico ve en la pantalla "Exonerado", se levanta. Tú eres el famoso Gabriel, médico, te tiraste a mi papá.
–¿Disculpa...?
–Tranquilo, mi papá me contó. Me dijo que te comentó de nuestra relación. Extraña, si, pero tranquilo, eso no va para ningún lado.
–Yo no tengo nada con tu papá...si me contó esa locura y la verdad...
–La verdad es que no debes preocuparte, mi papá está en un proceso de recuperación por el alcoholismo, ha cometido locuras, hasta descubrió que es gay.
–¿Cuánto debo?
–Para no tener nada con mi papá, te exoneró de pago.
–Yo quiero pagar, su trabajo vale.
–Te lo cogiste, ya pagaste.
–Ereds un poco atrevido...
–Disculpa, no hay rollo, no debes nada, ya el carro está listo.
–Ok, entonces ya me retiro.
–Ay, mi carro lo estan arreglando, ¿tú crees que me puedas dar la cola al otro taller?
–Si...no hay problema, vamos de una vez.

Llegaron al otro taller, David se baja de la carro y camina hacia la puerta de Gabriel. –Voy a revisar dos cositas y dejar estos libros y me voy para que me des la cola a otro sitio.
–Vaya, soy tu chofer pues. Te estoy conociendo hoy y ya me tienes de lleva y trae.
–A lo mejor serás mi padrastro.
–¿Vas a tardar mucho?
–No, cinco minutos, máximo 10. 
–Ok, voy aqui cerca a buscar algo y te busco.

–Hola negro, ¿Cómo estás? -Le dio un beso en la mejilla.
–Hasta que por fin vienes, si no es porque necesito estos libros, no vienes. 
–Ay negro, tú tampoco vas pal otro taller. 
–Pronto iré, toma revisa el cuadro del mes.
–Rapidito que me están esperando.
–¿Esperando? ¿Quién es la victima ahora?
–Verga ¿pero por quien me tomas?
–David...
–Es un levante de mi papá, fue a buscar el carro que lo estaba reparando y le pedí la cola.
–¿Y tú no estabas en una relación con tu papá?.
–Naaaah, dsa vaina es puro sexo.
–Y estás viendo si te tiras al novio de tu papá.
–No son novios, así que haré lo posible para meterlo en mi cama o me meta en la suya.
–No cambias.
–Igual quiero acostarme contigo.
–Yo estoy y quiero seguir con Héctor.
–Que correcto.
–Correcto no David, es respeto.
–Ay negro, la fidelidad está sobrevalorada. Me tengo que ir. -Se abrazon y se dieron un veso en las mejillas. –Revisa los libros y me avisas para buscarlos.
–Dale, dile a tu papá que pase oara hablar con él.
–¿Quieres verlo después de todo?
–Es mi jefe.
–Chao negro.

–¿Y este donde se metió? Ahí viene.
–Disculpa, me perdí en una calle. ¿Dónde te llevo?
Llegaron al lugar. –¿Y trabajas aquí? Trabajas en el taller y aqui ¿Que es esto?
–Nunca lo adivinarías.
–Ok, bueno, que tengas un buen día.
–¿No tienes curiosidad por saber dónde trabajo?
–La verdad no.
–Es una productora de películas porno. -Gabriel voltea a verlo con incredulidad.
–¿Películas porno? ¿En este país existe industriade esto?
–Para que tu veas. -Hubo un silencio.
–¿Puedo entrar contigo?
–Menos mal que no estabas interesado en saber. Déjame llamar al jefe a ver si puedes entrar.

José David llegaba al taller y no vio el carro de Gabriel. Lo llamó. 
–Aló- Hablaba en voz baja.
–Gabriel, ¿cómo estás? Buscaste el carro y no me avisaste y tampoco me esperaste.
–No sabía que tenía que tenía que hacer ambas cosas.
–¿Por qué hablas bajito?
–Estoy en una reunión.
–Se oyen gritos...como gemidos.
–Un televisor que está encendido. Bueno, te dejo.
–Ya va, ya va. ¿Puedes pasar luego por el taller?
–Te aviso, chao.

Berta llegaba al taller sin saber si José David estaba ahí. Se había colocado un paño ammarado en la cintura aguantando la herida, sudaba frío y estaba pálida.
–Señora Berta, ¿Qué hace aquí, se encuentra bien?
–Si, ¿mi marido está?
–Si...está en la oficina, ¿Está bien?
–¡Si, estoy bien! -Sube con dificultad las escaleras, toca la puerta y entra. Saca el cuchillo.
–¡Berta! ¿Qué...qué haces aquí? ¿Te sientes bien? -Se acerca a ella, Berta lo abraza y le clava el cuchillo.
–Maldito, vas a morir. -Mueve el cuchillo pero José David la empuja quedando el cuchillo clavado en su costado, Berta sale de la oficina y detrás de ella va José David que intenta agarrarla pero ella se resbala y cae por las escaleras. José David cae detrás de ella.

Gabriel estaba sorprendido, sus ojos bien abiertos viendo las escenas de sexo. Veía como a David lo penetraban tres hombres que se turnaban.
–Parece que te gusta lo que ves.
–Ah ¿Perdón?
–Te veo concentrado viendo la acción. ¿Quisieras estar ahí?
–No, no...bueno, me gusta lo que veo, pero de ahí a hacerlo...
–¿Quieres hacer casting? Nada del otro mundo, es verte desnudo, ver tu erección, tu cuerpo.
–No...la verdad es que...vine a a compañar a David. 
–Ven, ven acá, quítate la ropa, ven aqui, no nos ven...voy a llamar a alguien oara que te hagan sexo oral.
–No, no vale, tranquilo, no estoy interesado.
–Vamos a hacer algo, te pago para que te desnudes. -Gabriel miraba al productor mientras se desabrochaba elmcomturon y desabotonaba la camisa. Se quedó en interior, el priductor llamó a Terry.
Le bajó el interior al médico y este se tapó con las manos el pene.
–Date la vuelta y quítate las manos que tengo que ver. -Gabriel se dio la vielta y volvio a darla.
–Buen culo y buen pene, Terry, haz tu trabajo.
–No, no, la verdad es que... -Terry se agacha y comienza a mamar. El pene de Gabriel comenzaba a levantarse cuando comienza a sonar su celular.
–Tengo que contestar.
–Buenos días, estamos llamando del taller del señor José David, su número sale cono la última llamada, llamabamos alnhijo pero no responde.-
–Si, yo soy cliente del taller.
–Disculpe que lo llamemos pero si conoce al hijo avísele que su padre y su madre están heridos en la clínica América.
–¿Heridos?
–Es algo muy confuso, si ouede avísele a David. 
–Hice mi mejor esfuerzo...pero no se levanta. -Decía Terry mientras se ponía de pie.
–Me acaban de llamar que los papá de David están heridos... No sé muy bien, tengo que avisarle e irnos.

–No entiendo, ¿Mi mamá? Ella está presa, bueno, en un psiquiátrico.
–¿Un psiquiátrico?
–Una larga historia.
–¿Será que tu mamá se escapó y fue a buscar a tu papá y...?

–¿Intentaron matarse? Con mi mamá puedes esperar cualquier cosa. Deja que la conozcas.





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