jueves, 9 de septiembre de 2021

Huevos revueltos. 232

 –¡Salud! -Ignacio brindaba con unas latas de cerveza junto a Jorge y sus tres empleados, el negocio, ahora ampliado, estaba yendo muy bien.

–Muchas gracias muchachos por el apoyo y gracias a Eloy -Miró al cielo levantando la lata de cerveza. –Sin él esto no se materializa. -Le recorrió un escalofrío, bebió un trago y se dio media vuelta caminando hacia la puerta del depósito.
–Vayan a trabajar que hoy se van temprano. -Jorge se acercó.
–¿Pasa algo?
–Nombré a Eloy y se me vino todo lo de la boda, me entró un escalofrío. Yo sé que estaba mal de la cabeza pero gracias a él tengo esto y ahora gracias a sus gestiones hablé con la amiga de Eloy y me dio el crédito para comprar nuestro apartamento.
–¿Quééé? Coño Nacho pero eso es una excelente noticia. -Jorge lo abrazó y se besaron.
–Te voy a apoyar en esto, lo sabes.
–Gracias...yo sé que no he sido el mejor novio, pero quiero construir algo bonito contigo.
–Lo haremos.
–Pero siempre pasa algo que la cago.
–Trabajemos en eso. Cuando cerremos, que será a la hora de cierre porque antes no podemos, ellos se irán antes, nosotros no, nos vamos al apartamento y hacemos el amor.
–¿Tú estás seguro que tus papás regresan en tres meses? -Marico, te metiste en esa casa sin que supieran, llegan antes y nos pillan, nos van a matar.
–¿No te van a aprobar el crédito para comprar el apartamento? ¿Cuando se tardan?
–15 días como mucho...a lo mejor menos si...
–¿Si, qué?
–Nada...15 dias.
–¿Ves? Tenemos chance amor, buscamos apartamento, compramos algunas cosas para poder mudarnos con lo básico y listo, antes de los tres meses estamos fuera del apartamento.
–Espero que la mujer que limpia no le diga nada a tus papás. -Hubo un silencio.
–Le estoy pagando por su silencio y aparte le hago un mercado.
–Qué bolas.
–¿Quieres pagar alquiler o ahorrar ese dinero para el nuevo apartamento?
–Coño, de bolas que prefiero estar donde tus papás, ¡marico pero no te hablas con ellos!
–Ya, dejemos eso hasta aqui, eso está resuelto.

Luego de las cinco de la tarde llegaban al edificio. –Mira como me tienes, tengo ganas de cogerte. -Antes que Ignacio estacionara Jorge se desabrochó el pantalón y se sacó el pene ya erecto. –Mámalo.
Ignacio estacionó y sin apagar el carro ni el aire, comenzó a mamarle el pene dentro del carro.
Ahora subimos para que me coja y se le baja el güevo y me toca cogérmelo. Necesito buscarme un activo. -Pensaba Ignacio mientras se introducía todo el pene en la boca y Jorge le empujaba  la cabeza.
–No te levantes, está entrando un carro. -Le dio a la llave para apagar el carro y echó hacia atrás el respaldar del asiento para quedar acostado. –Sigue, sigue.
–Marico, subamos y tiramos arriba.
–No dale, dale, un ratico.
–Menos mal que estas vainas no te gustaban. Viciosito. -Volvió a meterse el pene en la boca y lo iba mordiendo.
–AAAAUUUU, AAAAH, sigue, sigue, muerde, muerde, aaaay que rico, cómeme las bolas. Aaaaah, aaaay, dale, ay dale, dale, aaay marico estoy a punto, coño, coño, coño. AAAAAAAH, AAAAAAAH. Jorge acababa en la boca de Ignacio que iba tragando el semen mientras seguía moviéndose y emitiendo sonidos. Se levantó.
–Coño, estabas cargadito marico. -Le dio un beso en la boca, aún tenia algo de semen y su aliento con ese olor particular.
–Que rico ese beso. 
–Subamos para cogerte, ahora el prensado soy yo.
–Te quiero coger yo a ti.
–¿Seguro? -Ignacio vio a los ojos a Jorge que lo vio sin hacerle mucha gracia el comentario. –Disculpa, es que...
–No tiene porque pasar otra vez.
–Pasa todas la veces Jorge. El peo tuyo es mental porque la verga se te para y se pone dura.
–Tú no ayudas  con esos comentarios.
–¿No te ayudo? Marico te estoy diciendo, tendremos que ir a terapia, no puede ser que te pelo el culo, me apoyas el guevo y plof se baja, termino cogiéndote yo.
Jorge salió del carro y se fue al ascensor. Ignacio se quedó en el carro.
–Nacho no tienes nada de tacto, a este pana no se le va a parar el güevo más nunca. -Se bajó del carro y corrió al ascensor antes que Jorge entrara. Abrazó a Jorge.
–Díscúlpame, soy un bruto. -Le dio un beso, Jorge lo abrazó y continuaron besándose en el trayecto. –Marico ya lo tienes duro de nuevo y acabas de descaragarte.
–¡Estoy quesúo coño, quiero cogerte!
–Vamos sin perder más tiempo.
Entraron al apartamento besándose y quitándose la ropa desesperados. Ya sin camisa y sin zapatos se desabrochaban los pantalones. Escucharon una tos, se asustaron y se echaron para atrás.
–Disculpen...
–¡Virgina! ¿Qué haces aquí todavía? -Cogió la camisa para ponérsela mientras Ignacio se abrochaba el pantalón.
–Yo...es que, ay que pena Jorge, disculpa que no te avisé...¿Tú eres...? ¿Tú y él...? El caso es que se rompió una tubería en el edificio y no había agua y me retrasé con todo...pero en una hora me voy. Permiso.
–¡Mierda! Nos pilló pero bello.
–Habla con la caraja, yo te espero en el cuarto. Igual quiero tirar, con ella aquí o sin ella.

–Virginia...disculpa la escena yo...
–Tranquilo, no sabías que yo estaba aquí y mala mia que no te avisé, tranquilo.
–Por lo que acabas de ver es la razón por la que no me hablo con mis papás y no vivo aqui, se enteraron que soy gay.
–No me tienes que dar explicaciones.
–Por favor, por favor, te pido que no les digas nada.
–Ya eso lo hablamos y me ofreciste dinero, yo no voy a decir nada. Pero piensa en los vecinos que te han visto y en la factura de luz. Es raro que haya un alto consumo y yo solo vengo una vez a la semana.
–No había pensado en eso...en fin, muda, tu no me has visto ¿Ok?
–Tranquilo.

Fue a la habitación e Ignacio estaba desnudo acostado en la cama masturbándose.
–Quítate todo, estoy listo para que me cojas. -Ignacio se deslizó más abajo de la cabecera y levantó sus piernas y caderas, dejando su culo abierto. Jorge se desvistió, le pasó el pestiño a la puerta y se fue a la cama.
Se acercó al culo de Ignacio que ya se había colocado previamente una generosa cantidad de lubricante. Jorge apoyó el glande y comenzó a restregarlo hasta que el ano comenzó a abrirse y él a empujar. Comenzó a entrar, el glande desapareció dentro del culo de Ignacio. –Uuuf que rico, asi, mete más amor. -Jorge empujó un poco más pero ya sintió que su pene perdía rigidez, trató de empujar un poco más pero nada, lo retiró.
–¡Una mierda todo! -Ignacio se arrodilló en la cama quedando a la altura de Jorge para besarlo.
–Tranquilo, deja que te coja que a ti te gusta. -Le metió un dedo en el culo.
–Es que yo sé que a ti te gusta que te cojan coño y si no lo hago yo te vas a buscar a alguien que te lo haga y me da arrechera.
–Acabas de dar con el problema, te pones a pensar en eso y se te baja el güevo, deja de hacerte mentes. -Le dio una cachetada. –Pélame ese culo para darte.
Jorge se colocó como había estado Ignacio antes, levantó las piernas y las sujetó con sus brazos.
–Tienes ese culito abierto, como que no le hace falta lubricante. 
–Ponme. -Ignacio no le hizo caso y lo penetró provocando que Jorge gritara.
–Shhhh no es pa tanto, ya te lo has metido y el mio no estan grande como el tuyo. -Volvió a empujar y el pene entró por completo. –No grites que afuera está la mujer. -Ignacio comenzó a moverse y esta vez si le echó lubricante, tomó las piernas de su novio y, echándolas hacia los costados de su cabeza, dejó el culo más levantado e Ignacio sobre Jorge. El pene entraba verticalmente y el chico no paraba de gemir pidiendo más.
–¿Quieres más? Yo te doy más. -Sus caderas subian y bajaban con rapidez. Soltó las piernas de Jorge y lo volteó quedando boca abajo. Su pene entraba con dificultad pues Jorge apretaba. Ignacio se movía y Jorge apretaba la almohada.
–¿La quieres adentro?
–SI, SI. -Ignacio se detuvo, empujó y cogió del cabello a Jorge sintiendo como se corría dentro de él. Soltó y se acostó al lado.
Jorge se dio la vuelta y ambos miraban el techo con la respiración agitada. Ignacio tomó la mano de Jorge y permanecieron callados unos segundos.

–Hay algo que yo no te he contado.
–Coño Nacho...ahora que pasó.
–La mujer esta que me aprobó el crédito para el negocio.
–Ajá, la que cuadró Eloy.
–Si...él se la cogió para que me diera el crédito...bueno... Y ahora ella quiere...
–¿Que tú te la cojas? Que arrecho. ¿Y tú vas a ir como un corderito a meterle el guevo a la puta esa?
–Coño ¿queremos mudarnos o no? ¿Queremos nuestra casa o no?
–Hay más bancos, más gente que puede ayudarnos.
–Marico esta pana me lo da sin papeleo. Una cogida que le de y listo tenemos los reales.
Jorge se levantó de la cama, se puso un bóxer y una franela.
–¡Haz lo que te de la gana Nacho!. -Salió de la habitación.
–De bolas que lo voy a hacer, quiero mi apartamento...Hoy salgo a comprar viagra.

–Jorge quería comentarte algo, es personal.
–¿Dime, necesitas más plata? ¿Comida?
–No, no, estoy bien, es algo más personal, íntimo.
Que esta no me vaya a salir que quiere que me la coja o que se la coja Nacho. Dime.
–Mi hijo, el mayor tiene 18 años y...hace un año me dijo que era...que es como tú, que es gay.
–Aja, ¿Y cómo lo tomaste?
–No, bien...bueno...impactada...su papá fúrico, estoy divorciada, pero él ve a su hijo.
–Ok, entonces por tu parte tu hijo tranquilo.
–Si, el punto es que mi hijo no tiene amigos, amigos como él, no sale, es tímido y virgen...quería saber si lo puedo traer un día para acá y se conocen, conoce a tu amigo y así él se relaciona con personas como afines.
–Claro vale, tráelo y yo hablo con él.
–El quiere experimentar...que pena hablar de esto...es virgen no sabe que le gusta, que quiere, guíalo, enséñale, explicale como es todo, que aprenda y...practique...
Vaya, vaya, Virginia me quiere ofrecer al virgen. Cuando quieras lo traes y me lo dejas y salimos con él.
–Ay gracias Jorge, por algo tenía que quedarme más tiempo aquí y conseguirte con tu amigo...todo pasa por algo.

–Ya... A este carajito me lo voy a coger a ver que coño es lo que me pasa, si el peo es con Nacho o mi güevo.






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