domingo, 12 de septiembre de 2021

Huevos revueltos. 235

 

Eran las cinco y media de la mañana, Ignacio se metía debajo de las sábanas. Se acercó al pene erecto de Jorge, estaba firme, duro, como hacía tiempo que no lo veía. –Que rica esta verga. -Pensaba. Se metió el pene en la boca, con abundante saliva y su lengua jugaba con el miembro mientras Jorge se retorcía sintiendo la cálida boca de su novio. Una de las manos de Ignacio jugaba con las tetillas, la otra tocaba los testículos.

Coño quiero que me cojan, puedo aprovechar y me monto...verga pero si se le baja, comienza el peo, ya veo que hago, tengo que ir con él a ver un psicólogo o un sexólogo, que divino tiene el guevo marico, me quedaría mamando todo el dia este palo. -Ignacio seguía mamando y Jorge le acariciaba la cabeza mientras gemía.
Ignacio se incorporó y comenzó a meterse todo el pene en la boca, quitó la sábana y miraba a Jorge que estaba con los ojos cerrados gimiendo. Ignacio comenzó a masturbarse.
–Aaaaaaay me vengo, me vengo, aaaaaah. Jorge eyaculaba mientras Ignacio se tragaba el semen.
Succionaba el pene y lentamente iba sacando el pene de su boca.
–Cooooñooo que rica esa mamada amor. -Ignacio se limpió la boca con el dorso de su mano y siguió masturbándose. Estaba arrodillado frente a Jorge. Ya llegaba el momento y echó para atrás la cabeza mientras dos chorros de semen caían sobre el pene de Jorge que ya estaba flácido.
Ambos quedaron tumbados en la cama viendo al techo.

–¿Hoy te vas a ver con la mujer del banco?
–Si... Me dijo que temprano en la mañana, marico, acabé ahora, imagínate y ahora me tengo que coger a una tipa.
–Me da arrechera que tengas que hacer eso.
–Si te hace sentir mejor, te tengo dos cosas. Esta cogida nos va a dar las llaves de nuestro apartamento y la segunda...-Se volteó y buscó en su bolso una caja. –Me compré estas pastillitas para que se me levante el guevo.
–Déjame unas para poder cogerte.
–Amor tu no tienes peos de erección, es otra cosa.
–Quiero tenerlo duro y no se baje coño, quiero cogerte. En cualquier momento te vas con otro y te coge.
–Puedo pensar eso de ti también, quieres cogerme, no puedes y buscas a otro con quién hacerlo. -Jorge se quedó callado.
–¿Ves? Tengo razón o asumimos esto y te buscas un culo y yo otro que me coja o vamos a un especialista, un psicólogo o un sexólogo. Hay que decidir que hacer.
–Quiero la segunda opción. 
–Vamos a montarnos en eso. Voy a ducharme que me tengo que ir, ¿Sales conmigo?
–No, es muy temprano, yo duermo un rato más.

Ignacio se vistió y se acercó a Jorge que dormía y le dio un beso en la boca. –Ya me voy, no te vayas a levantar tarde.
–En un ratico me levanto. No puedo creer que vayas a tirar con una tipa.
–Amor, piensa que de esto depende irnos de aquí a nuestro hogar.
–Ya...pero igual, vete y no quiero que me cuentes, nada, solo que ya tenemos el crédito. -Otro beso y se fue del apartamento.

Salió con su carro y apenas cruzaba, vio caminando a un señor. –Yo conozco a este tipo...claro, José David. Epa, José, hey.
José David se detiene y ve a Ignacio.
–Coño chamo, ¿Cómo estás?
–Bien, ¿Vas para algún lado, te llevo? -Sin responder, José se montó.
–No tengo destino, pero sácame de aquí.
–Yo voy a reunirme con alguien para un crédito
–¿A esta hora?
–Si, es la hora que puedo.
–Mmmmm y la otra persona también puede.
–Te voy a ser sincero, me voy a coger a una tipa de un banco para que me apruebe el crédito.
–Ja ja ja ja. ¿Tú gay te vas a tirar a una jeva? Dime a mi y yo me la tiro, me sacrifico y la dejo satisfecha.
–Tranquilo José, me toca hacer la diligencia a mi.
–¿Y cuándo te cojo?
–Verga, por mi ahora mismo. -José David se desabrochó el pantalón.
–Estaciónate ahí y te lo empujo ya.
–No, vale jajajajaja , no puedo pero mira, si quieres depués de mi reunión te aviso y le damos.
–Dale chamo, déjame aqui y me llamas. -José David se bajó del carro e Ignacio se tomó una de las pastillas.

–Que verga...lo que quiero es que me coja mi novio y me va a coger este borracho, esta rico pero coño...que vaina con Jorge...la vaina es por esta calle...a ver, ajá. –Ya estoy llegando- Le envió una nota de voz.

–Bienvenido, pasa, ¿quieres tomar algo? Una cerveza, whisky, un ron?
–¿A esta hora? Son las siete y media. ¿No tienes un café?
–Ya lo monto. Ponte cómodo. Siéntate.

Jorge se preparaba un café cuando escuchó abrirse la puerta. –Coño, Virginia...no le avisé lo de su hijo.
–Buenos día Jorge.
–Buenos días Virginia, disculpa que no te avisé para que vinieras con tu hijo.
–Descuida, otro día.
–Si quieres esta tarde te llevo a tu casa y me traigo al chamo, ¿Cómo es que se llama?
–Saúl, ¿Cómo me vas a llevar a casa?
–En el carro de mi mamá.
–Jorge, estás viviendo aquí y con tu novio y encima vas a usar el carro. ¿Que vas a hacer para que no se enteren y a mi no me boten por alcahueta?
–Tú, quedarte callada, fingir demencia y listo, te estoy pagando y comprando comida y voy a ayudar a tu hijo.
–Esta bien. No le hagas daño a mi hijo. El es inocentón y no sabe nada de la vida.
–Daño le haría el negro de whatsapp, yo no.
–No entiendo.
–Olvídalo...tranquila, yo lo traigo y converso con él.
–Si vas a tener sexo usen condón, ustedes los gais son, ¿cómo es que dicen, promiscuos?
–Virginia, voy a hablar con tu chamo, no voy a tener sexo con él.
–Yo solo digo, te doy mi consentimiento.
–Tu hijo tiene 18 años, creo que tiene voz para decidir que quiere hacer.
–Mientras yo lo mantenga, yo decido por él. 

–Toma tu taza, esta es la mía, le puse un poquito de ron, ¡salud!.
–Salud.
–Entonces tú lo que quieres es que te vuelva a aprobar otro crédito. No has terminado de pagar el anterior y quieres pedir otro y más dinero. -Sandra dejó caer el vestido de tirantes y quedó en ropa interior.
–Si...bueno, para eso estoy aquí ¿No? Para solucionar ese pequeño detalle.
–Vas a tener que hacerlo mejor que Eloy para que yo decida cometer esa locura de prestarte dinero. -Se bajó la prenda de abajo, su vulva depilada y rosada llamó la atención de Ignacio que no le quitaba la mirada.
–La ves como si nunca hubieras visto una. ¿No te gusta?
–Si...si...claro que...me gusta, divina se ve.
–Pruébala.
–¿Ya? ¿Así de una, te cojo?

-Mi vida pareces virgen, pruébala con tu boca primero, disfrutala, después viene lo otro, no seas impaciente.



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