lunes, 20 de septiembre de 2021

Huevos revueltos. 243


 –Pasa, estás en tu casa.

–Agustín entró al apartamento, era oscuro y había un olor entre humedad y basura. Pasan la sala, al cruzar el comedor, ve la cocina que es abierta. Estaba desordenada y los platos sin lavar.
–Marico ¿Y tú tienes a tu mamá viviendo en esta pocilga?
–No vale, no he tenido tiempo de acomodar, llego tarde.
–Búscate una señora que te acomode esto. No joda esto lleva como un mes que no se limpia, que asco, a ver como estará la cama.
–Estoy buscando una, ven vamos al cuarto.
–¿Y tú mamá?
–Shhh no hagas ruido que está durmiendo. Ven entra. 
Al entrar Ignacio mira alrededor, de nuevo aquel olor a humedad y sudor. La habitación estaba desordenada y las sábanas sucias. Habían dos camas, en una estaba la madre durmiendo, la otra era la de Ramiro. El hombre comenzó a quitarse la ropa.
–¿Tú pretendes que tiremos con tu mamá al lado? ¿Tú estás loco? -Ignacio le murmuraba.
Ella no se da cuenta, esa esta profundamente dormida.
–No marico, esta vaina me corta el queso. -Ramiro, ya desnudo se agachó y le desabrochaba el pantalón a Ignacio no dejaba de ver la cama de la señora.
–Esta cosita sigue dormida, necesita un estímulo. -El hombre se introdujo el pene en la boca, Ignacio miraba la cama, al ver las sábanas sucias cerraba los ojos. La mujer se movió dándo la vuelta.
–Marico, tu mamá se va a despertar.
–Dejas los nervios papi, vamos a la cama y nos metemos debajo.
–¿Lo hacemos en el piso? Es que la cama...-Miró el piso y se tumbó en la cama quitándose la ropa.
Se taparon con las sábanas. –Marico ¿Tampoco tienes tiempo de cambiar las sábanas? Huelen a mierda.
–No hay agua.
–Pones otra.
–Están sucias.
–Coño...no me quiero imaginar como estarán esas.
–Viniste a criticar mi casa o a cogerme. Toma, póntelo mientras me echo lubricante. -Ramiro se introducía los dedos untados en lubricante mientras Ignacio se ponía el condón. -Terminaba de ponérselo cuando se escuchó un ruido.
–¿En serio marico, te vas a echar un peo debajo de las sábanas?
–No fui yo, es mi mama que se le escapan.
–Nooo chamo, yo me voy de esta vaina.

–¿Qué quieres estudiar ahora que ya saliste del bachillerato?
–No tengo ni idea, estoy puuf, en blanco, nada me gusta, lo que si sé es que no quiero ser mecánico como mi papá, lleno e grasa, ganando una miseria, gana más mi mamá que él. Casi que voy a limpiar casas con ella.
–No es mala idea. Un hombre limpiando casas.
–Si pues...
–Saúl, me dijo tu mamá que eres tímido.
–Normal, tengo pocos amigos.
–Y eres gay.
–Si...bueno, no sé, si, me gusta ver a los tipos desnudos, voy a los baños públicos y les veo el guevo. A veces me coleo en el estadio de béisbol y me meto en los vestuarios y veo a esos tipos bañándose. -Jorge escuchaba eso y estaba teniendo una erección. Saúl lo vio.
–Se te paró. -Jorge apoyó su mano en la entrepierna y se acomodó el pene.
–¿Te lo puedo mamar?
–¿Mamar? Bueno...si..ahora que lleguemos, pero tú...
–Digo ahora, te lo mamo mientras vas manejando.
–No chamo ¿Y si nos ven? ¿Tú no eres virgen pues? -Jorge lo miró con extrañeza.
–Virgen de otros lados. Los vidrios están ahumados, no nos ve nadie. -Saúl tomó el cierre, lo bajó y metió la mano, apartó el interior y tocó el pene. –Lo tienes grueso y caliente. -Jorge lo volvió a ver pero ya se había agachado para mamarlo, Jorge lubricaba.
–Aaay chaaamo, coooño. -Saúl se lo metía completo en la boca rozando el pene con su garganta mientras su lengua se deslizaba. Se levantó.
–¿Qué, no te gusta?
–Coño si, sigue. -Le bajó la cabeza para que siguiera mamando. El chico bajaba subía la cabeza, salivaba en cantidad, lo retiraba de su boca y volvía a metérselo. Jorge tuvo que estacionar el carro en el hombrillo.
–Mierda marico me vas a hacer acabar.
–¿No quieres? Yo me la trago. -Volvió a metérselo y comenzó a masturbarlo mientras mamaba.
-Aaaay marico, coooñooo, ahí voy. -Saúl lo sacó de su boca y miró el glande. El primer chorro le cayó en la mejilla y volvió a metérselo para seguir mamando y disfrutar del semen.

Ignacio recogió su ropa y salió de la habitación para vestirse.
–No, no, no, no te vayas por fa, déjame mamartelo aunque sea, hasta que acabes, anda por fa, ponte en el sofá.
Ignacio desnudo se tumbó en el sofá y pensó que ese mueble podría también estar inmundo pero ya se resignó y dejó que Ramiro le mamara el pene arrodillado.
Ramiro se lo tragaba completo, Ignacio le acariciaba la cabeza mientras veía alrededor. Estaba todo sucio, oscuro y viejo. –Huele a mierda esta vaina. -Pensaba. Escucha un ruido.

–Ramiiiro, me quiero bañar. -Ignacio levanta la mirada y ve a la señora desnuda en medio de la sala y Ramiro se levanta de inmediato.
–Mamááá, ¿Qué haces? Tengo visita.
–Que se vaya, quiero bañarme, ayúdame mi amor.
–Ve al baño que ya voy.

–Discúlpame...yo...
–¿Esto es lo que llamas tener sexo?. Podíamos haber ido a un hotel marico.
–No tengo plata.
–No tienes ni para limpiar este hueco. Pago yo el hotel pero no me hagas esto.
–¿Seguimos?
–¿En serio? Tu mamá quiere que la bañes y me va s a pedir que sigamos.
–Ya se acostó, tiene Alzheimer.
–Marico ¿Y quién la cuida mientras no estás? Ya...no es peo mio esto. ¿Dónde me puedo duchar? ¿Está limpio el baño por lo menos?
–No hay agua caliente, el calentador está malo.
–Voy a mear y me voy. -Entró al baño y efectivamente también estaba sucio. –Solo a mi me pasan estas vainas, me consigo unos locos de mierda o unos asquerosos. -Sale del baño y consigue a la mujer en la cama boca arriba, desnuda y sin la sábana.
–Esta noche no duermo. -Se vistió y buscó a Ramiro.
–Me voy.
–Disculpa lo malo, espero que podamos repetir en otras circunstancias.
–¿Lo malo? ¿Qué malo marico? Una mierda todo esto, un asco, yo no pienso repetir. Capaz te cojo y me cagas encima, noooo vale, te voy a pedir que me borres de tus contactos, mejor, yo te bloqueo, ábreme la puerta.

–Hola mamá.
–Hola hijo, Jorge.
–Virginia
–Vayan a conversar y yo les preparo una merienda para recuperar energías.
–¿Perdón? -Virginia se le acercó al oído.
–Ve con mi hijo y yo hago tus papás te acepten de nuevo en casa. Te aseguro que vas a volver a vivir aqui, ve.

Ignacio manejaba al apartamento y llamó a a Jorge al celular pero este no contestaba. –Este guevón se debe estar cogiendo al mariquito ese y yo me fui liso.

Entraron a la habitación y Juan se desnudó por completo, Jorge se desabrochaba el pantalón. –¿Tú no eres un coño virgen verdad? -El chico se le abalanzó y le dio un beso en la boca metiéndole la lengua.
–Desde los 15 años me coge un amigo de mi papá, me gustó y todavía me sigue cogiendo con un par de amigos más. ¿Quieres ver que no soy virgen? -Jorge lo vio a los ojos y movió la cabeza. –Tírate en la cama.
Jorge se puso boca arriba, el chico se sentó sobre él, tomó el pene, lo ubicó y el pene fue entrando en su culo.
–¿Viste? -El chico comenzó a moverse. Su cadera se movía a todas las direcciones, Jorge ponía los ojos en blanco al sentir que le apretaban el pene. Saúl gemia, Jorge también. Se movía subiendo y bajando, le pellizcaba las tetillas a Jorge y este se aferraba a las nalgas del chico.

Ignacio entraba al apartamento, Virginia al escuchar la puerta se acerca.
–Buenas tardes Ignacio.
–Hola, buenas tardes, ¿Jorge está?
–Está con mi hijo conversando. -Ignacio da unos pasos y escucha gritos.
–Parece que discuten, están gritando.
–Efusivos.
–Su hijo no es virgen, es Magdalena.
–Entre al cuarto.

Llega a la puerta y escucha los gritos, cierra los ojos y abre. Ve al chico sobre Jorge brincando, observa el pene de su novio totalmente erecto entrando y saliendo del culo de aquel chico.
–Ah coño, con este carajito si se te para el machete bien, no te veo nervioso y con angustia. -Saúl se tumba a un lado y Jorge se sienta y se tapa con la sábana.
–Nacho...yo..pensé que tú...
–¿Que yo qué?  ¿No te gusto, no te doy morbo, mi culo no te despierta ni un mal pensamiento? Coño porque lo tienes como un roble con este, ¿Él si te gusta? ¿Porque es un carajito?
–Podemos hacer un trio...si quieren.
–Este es el virgen que me vendiste, con el que ibas a conversar. ¿Cuánto duró la conversa? Me voy de esta vaina.
–Nacho, Nacho por fa vamos a hablar.

–No te angusties, quédate con el bolsa este, yo me voy, y por cierto, estás botado ¿Ok? Mañana buscas tu liquidación.



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