Huevos revueltos. 224

 

–Gracias por traerme a tu casa. Ahora con esto del juicio no sé cuanto tiempo más me quede aquí.

–Ya te dije que tranquilo. Lo más seguro es que sean 15 días.

–¿Y hablaste con tu marido? O sea que voy a quedarme aquí. -Raúl desvió la mirada a un mueble con fotos donde estaba Mauricio con una mujer ambos vestidos de novios. –¿Estás casado con una mujer?

–Yo te dije.

–No...tú me dijiste que estabas casado. Bueno, es verdad...yo asumí que era hombre, pero como follaste conmigo.

–¿Has escuchado de los bisexuales?

–Ay Mauricio, no empieces...¿entonces lo de venirte conmigo queda descartado?

–No es fácil Raúl. Estoy casado, igual si estuviera con un hombre.

–Si tuvieras marido puedo manejarlo, podemos ser un trio, ¿Pero como compito con una mujer? Tengo vagina pero...

–Vamos para que veas donde vas a dormir.

–Gracias, esto está perfecto.

–El baño está afuera y tiene ducha.

–Voy a cambiarme.

–Te espero en la cocina.

–Quédate, ya este cuerpo lo has visto, tocado, transformado. -Raúl se quitó la franela y Mauricio le vio el pecho y el abdomen, una delicada alfombra de vellos le recorría de un extremo a otro. Se quitó el pantalón junto al interior.

–¿Cuál cuca te gusta más, esta o la de tu esposa?

–Raúl...no voy a responderte esa estupidez. -El chico se le acercó y le dio un beso en la boca. Lo tomó del mono por la cadera y se lo bajó.

–Raúl, ya...mi esposa puede llegar en cualquier momento.

–Pero no ha llegado. -Se agachó y comenzó a mamarle el pene. Sus manos se posaron en las nalgas del doctor y las apretó. Raúl se introducía todo el pene en la boca, miraba a Mauricio a los ojos. –Que polla más divina. -Se sonríe y el hombre le dio una cachetada.

–Mama. -Las manos de Raúl se fueron a los testículos de Mauricio, jugaba con ellos y los halaba.

–AMOR, MAURI, LLEGUÉÉÉ. -Mauricio empujó a Raúl.

–Coño, coño, coño, que hago, esto no se me baja.

–Tranquiiilo, deja los nervios, mira aguantalo con el interior, ajá, acomoda el mono y deja la franela por fuera.

Mauricio sale de la habitación acomodándose el pene tocándoselo.

–Hola amor. -Mauricio la besa en la boca.

–Hola...¿qué te pasa? Estás agitado.

–No nada..estaba ayudando a Raúl, el chamo que te dije que iba a traer para acá.

–Ah...ok...-Marta, la esposa de Mauricio ve la entrepierna del hombre. –¿Y eso? -Mueve la cabeza apuntando al pene que lubricaba. Mauricio baja la mirada y ve la mancha y vuelve a mirar a Marta y le planta un beso.

–No aguantaba más y me estaba masturbando, lo que que quería era hacerte el amor. -Se baja el mono, se quita la franela y vuelve a besarla.

–Ya va...amor, deja que me bañe. -Mauricio la tumba en el sofá, ella grita y él se va sobre su mujer subiéndole la falda, quitándole la ropa interior.

–Mi amor..aaaah, el chico...aaaah.

–Deja al chico y concéntrate en tu hombre.

Raúl sale despacio de la habitación y se va a la sala y no ve a nadie pero escucha gemidos se acerca al sofa y ve a la pareja teniendo sexo. El chico se para donde está el apoya brazos, ahí estaban las cabezas de la pareja, Marta estaba acostada en el sofá y con los ojos cerrados. Mauricio ve a Raúl y se pone nervioso y le dice que se vaya, el chico se muerde el labio inferior, se baja el boxer tocándose la vulva y metiéndose los dedos. Mauricio ae movía y seguía moviéndose mientras le decía a Raúl sin emitir sonido que se fuera. Marta gemía. El chico se subió el bóxer y se fue.

Marta grita y Mauricio hace lo mismo cayendo sobre ella. Se quedan ahí sin moverse unos minutos hasta que ella no aguanta el peso. Se levantan, se besan y se van a su habitación a ducharse.

Raúl estaba en la habitación leyendo un libro, Mauricio y Marta se vestían poniéndose cómodos para ir a comer algo.

–Hace mucho que no me tomabas asi de sorpresa...

–¿No te gustó?

–Me encantó, pero me dejaste loca, no me lo esperaba, cuando te vi...que estabas...excitado, me...no sé.

–Teníamos tiempo sin tener sexo y ya no aguantaba más.

–¡Pues me encantó y mucho!

–Vamos para presentarte a Raúl, amor te prometo que serán solo 15 días.

–Tranquilo. Mira te tengo una noticia buena y a la vez mala.

–Cada vez que me dices eso es que te vas de viaje a un congreso.

–Pues si... Voy a un congreso de Pediatría a Venezuela. -Mauricio se quedó paralizado y a la vez sorprendido.

–¿En serio, cuándo?

–En un mes...la mala noticia es que el congreso será por 15 días.

–¿Qué? ¡15 días! Pero eso es una eternidad, ¿que clase de Congreso es ese?.

–Al parecer muy completo, de hecho somos pocos.

–¿Y qué, me vas a dejar 15 dias solo?

–Amor, pero estarás trabajando, operando, en tus cosas.

–Pero 15 dias, eso es una locura. -Hubo un silencio. –Yo me voy contigo, cuadro todo y aprovecho y me tomo eso de vacaciones, listo, me voy contigo.

–Amor, ¿Cómo vas a dejar tus cosas asi como así? 

–Tengo un mes para cuadrar todo, reservo pasaje y me quedo en tu hotel, en tu habitación.

–Ya va, no te vuelvas loquito. Yo voy a un congreso Mauricio, no de vacaciones.

–Bueno, pero quiero acompañarte, nos vemos cuando te desocupes ¿No quieres que vaya?

–No...no es eso...pero es...

–¿Es qué? Tenemos tiempo que no disfrutamos juntos, allá lo podemos hacer. Es más, Raul se va para allá, le digo que cambie su pasaje y se venga con nosotros.

–Ay amor, me parece una locura...pero, bueno, ok, nos vamos juntos.

–Parece que no te hace mucha gracia que vaya contigo...

–No digas eso, pero me dejaste ponchada, me descuadras cosas.

–¿Cosas? Ya tenías un plan allá en Venezuela.

–Bueno, un plan no, pero una organización...Nos vamos juntos, vamos a tomarlo como unas mini vacaciones.

–Vamos a la cocina a comer.

–Ve tu, monta café mientra envió unos correos.

Mauricio se fue a la habitación de Raúl.

–Te tengo una excelente noticia, Marta se va a un congreso a Venezuela y me voy con ella.

–Ah...que bien.

–¿Ya? Coño te vienes con nosotros y podemos estar juntos allá.

–¿Y el congreso dura que, toda la vida?

–15 dias.

–¿Qué? 15 dias...¿Que clase de congreso dura tanto?

–De Pediatría...que importa lo que dure, vamos a estar juntos.

–15 días...¿Y luego?

–Luego ya veremos, acompañame a la cocina a preparar la cena.

–Mauricio se viene. Los planes cambian, tengo que organizarme bien para que podamos cuadrar.-

–Coño pero se complica la cosa, vamos a dejarlo para el próximo Congreso.

–No vale, tranquila, yo resuelvo.-

–Marta no quiero problemas, sabes que te dije de todo esto y de lo que pienso.-

–No empieces...vamos a salir de esto pero no es fácil, seguimos con los planes iniciales pues al congreso vamos.-

–Ay Marta...

–Tranquila, va a salir todo bien.-

–No está bien, es mi hermano.