Huevos revueltoa. 228

 

Los tres talleres que ahora tenían David y Enrique estaban facturando y generando ganancias, Jacinto, que al principio no quería trabajar con Enrique por sus sospechas de corrupción, terminó aceptando pues lo ocurrido en la universidad le cerró las posibilidades de trabajar en otras.

En su oficina, se sienta a leer las noticias de los principales portales.

Leyendo, Jacinto se sorprende con una noticia y se acomoda en la silla. Sigue leyendo. –No puede ser, no puede ser. -Lee los nombres de varios locales y empresas y entre ellas aparecen los talleres D y D.

Llama a Enrique y sale la contestadora. Llama al taller para hablar con David pero no había llegado.

David se sostenía de la cabecera de la cama, arrodillado. Renato lo penetraba empujando con fuerza. –AAAAH, AAAAH, AAAAH. –Renato lo tomaba del cabello mientras movía su cadera viendo como entraba y salía el pene del culo del chico. Suena el celular de David pero no le hace caso. Vuelve a sonar y voltea la cabeza hacia la mesita y ve que es Jacinto.

–Tengo que contestar.

–No ya va.

–Es Jacinto. -David se mueve y se saca el pene.

–Coñoooo no, ya va carajito...-Renato se masturbaba para que no se bajara, apenas veía su pene, a pesar que era grande, su barriga era prominente.

–¿Que pasó Jacinto? -Le hizo un gesto a Renato para que esperara pero este le dijo que se lo mamara, David se acercó y se metió el pene en la boca, mientras mamaba escuchaba a Jacinto.

–Pasó lo que yo tanto te advertí y no me paraste bola, por estar pensando con el culo. -David hizo un sonido con la boca al sacar el pene. –Ajá ¿Qué pasó?-

–¿Que estás haciendo?-

–Mamando guevo negro, háblame. -Volvió a meterse el pene en la boca.

Enrique lo están investigando por lavado de dinero y los talleres están en la lista de empresas involucradas. -David dejó de mamar.

–¿Qué? -Renato pegó un gruñido y eyaculó en la cara de David. -Ay coño de la madreeee. Aaaah me ardeeee, marico, me cayó en el ojo.

–Perdón.

–¿Estás escuchando lo que te estoy diciendo?

–Coño si, ya va, me cayó leche en el ojo, ya te llamo.

David se fue a lavar el ojo. –Marico pero me cayó un chorro de leche en todo el ojo, mira, lo tengo rojo.

–Es que estaba a punto y cuando dejaste de mamar me vine y tenías la cara enfrente.

–Algo pasó con mi socio. Está metido en blanqueo de dinero y el negocio de mi papá está metido en eso. Chamo, se entera mi papá y me mata. Déjame llamar al negro.

Primero llamó al taller y no contestó nadie. –Que raro... -Llamó al celular.

–No puedo hablar mucho, me estan llevando a la comisaria para interrogarme.-

–¿Qué, vas preso? -

–No, es solo rendir declaracion.-

–No digas un coño, quédate mudo. Voy con el abogado para allá.-

–¿Me vas a dejar aquí solo para cogerte a tu esposa que te está montando cachos?

–Yo estoy haciendo exactamente lo mismo Raúl, me lo dijiste tú.

–Si Mauri, pero una cosa es que esté pasando y otra que vayas al hotel y te la cojas ¿Para qué?.

–Quiero ver hasta donde llega su descaro.

–¡Ay Mauricio por favor! Pareces un carajito de bachillerato. ¿Te la coges, le vas a decir que sabes todo y luego le dices que estás conmigo?.

–Coño...no lo había pensado así...voy a hacer eso.

–Pues ya que te la vas coger, me coges a mi primero y luego vas al hotel.

–No estoy de humor. -Raúl se agachó y comenzó a desabrocharle el pantalón.

–No estás de humor para cogerme pero te vas al hotel donde está tu mujer a cogértela. -Se introdujo el pene en la boca mientras le apretaba las nalgas. Se introducía todo el pene en la boca, lo sacaba y lamía el glande, miraba a los ojos a Mauricio. –¿Sigues sin ganas de cogerme? -El médico levantó a Raúl.

–Te voy a coger. - Lo volteó, lo pegó contra la pared y dejó caer saliva en el culo del chico. 

Mauricio apoyó el glande en el orificio y empujó, Raúl soltó un gemido. –El señor me va a coger por el culo. -Volteó a verlo. –Claro como va a comer cuquita ahora no quiere repetir. -Mauricio empujó y penetró por completo a Raúl que cerró los ojos apretando los dientes por el dolor.

Seguía moviendo las caderas, empujaba contra la pared a Raúl. –Me estás cogiendo con rabia chico, deja la agresividad. Trátame con cariño. -Un empujón fuerte golpeó al chico, Mauricio acababa dentro de él. Se quedó abrazado a Raúl mientras su pene perdía rigidez.

–¿Ya, te desahogaste, soltaste toda la ira? Ahora ve y te coges a tu esposa y luego me cuentas que te dijo.

–Discúlpame Raúl. -Lo abrazó y le dio un beso en la boca.

–Tranquilo, yo sé que para ti soy tu warehouse de semen.

–No digas eso.

–Dúchate y lávate el guevo.

David llegaba a la comisaría junto a Jaime. Como no había una orden judicial para retener a Jacinto o a David, lo dejaron ir pero ya el Ministerio Público abrió el expediente y pronto serían llamados a declarar. Enrique tenía orden de captura pero no aparecía.

–Ustedes tranquilos que el del problema es Enrique, él debe tener sus buenos abogados y me imagino que querrán joderlos a ustedes, asi que vamos a blindarnos para lo que pueda venir, ¿Ok?

–Si Jaime.

–Si conoces al fiscal y es gay, dime y yo me lo tiro, no estoy dispuesto a perder el taller o ir preso.

–Definitivamente David sigues siendo el carajito que conocí aquella mañana en el estacionamiento que me chocó el carro.

–Haré cualquier cosa negro para no perder lo que tenemos, no me interesa hacer lo que sea.

–No vas a tener que hacer nada de eso David, quédate tranquilo.

Luego de hacerle el amor a su esposa y sentir como ella se entregaba, tragó saliva y se sentó en la cama.

–Antes de subir a la habitación me conseguí con mi hermana.

–Ah si, ella está en otra habitación.

–Mmmm ok ¿Tú sabes que ella es lesbiana, no? -Marta se sentó en la cama tapándose con la sábana.

–Si...¿A que viene ese comentario?

–A que sé a lo que viniste a Caracas aparte del Congreso. -Respiró profundo. –Tienes una relación con...tu cuñada...son amantes.

–Mauri...mi amor...ya va...déjame explicarte...yo.

–No me expliques nada...yo me acuesto con un paciente. Estoy saliendo con Raúl...desde antes de la operación teníamos una relación a distancia.

Ahora era Marta quien tragaba saliva. –Antes de casarme contigo estuve con tu hermana...lo dejamos y hace un par de años lo retomamos. -Mauricio se puso de pie.

–Hay que hacer algo con esto. ¿Divorciarnos?

–O ser felices los cuatro.