viernes, 17 de septiembre de 2021

Huevos revueltos. 240

 Ignacio se aferraba a los hombros de Jorge, mientras se acostaba en su espalda y su pene aún dentro de él. Acabó y retiró el pene. 

–Aaaah...coño...quedé agotado. -Sonó el celular de Ignacio.
–Voy a ducharme, te espero allá. -Jorge se levantó de la cama y entró al baño. Ignacio atendió.
–Aló-
–Hola Nacho-
–¿Quién es?-
–Ay vale, no guardaste mi número, ya me olvidaste-
–Pana, tengo un gentío en mi celular, no recuerdo-
–Soy Ramiro, me cogiste en la boda aquella donde hubo el incidente con el policía. - A Ignacio le recorrió un escalofrío por el cuerpo al recordar ese día.
–Aaaah ya ya, tú eras el organizador.
–Correcto y me cogiste en uno de los cuartos y...
–Ya, ya, ¿Qué más chamo?
–Bien, bueno te estaba llamando para ver si repetimos...ya ha pasado tiempo. -Ignacio se tocó el pene y apretándolo sacaba las últimas gotas de semen, con el dedo quitó las gotas y se lo chupó.
–Chamo, ahorita, ahorita, ni de vaina, acabo de tirar con el jevo. Ando mamao.-
–Bueno, tú me avisas, puede ser hoy, más tarde, tengo ganas.
–Dale pana, yo te aviso.-
–Guarda mi numero papi, de verdad quiero repetir.
–Ok. -Ignacio colgó la llamada. –Que ladilla con este guevón. -Entró al baño, se puso a orinar.
–¿Quién te llamó? 
–Marico, tenemos que mudarnos.
–Tranquilo, hay tiempo.
–Si guevón, nos van a pillar aqui durmiendo. -Se sacudió el pene, bajó la palanca y entró a la ducha besando a Jorge.
–No me dijiste con quién hablabas. -Ignacio cogió el pene de Jorge y el jabón y lo enjabonó.
–No es tu peo.
–Ah coño...ok...-Un silencio. -Hoy viene el hijo de Virginia para que hable con él.
–El carajito virgen según su madre. Estás claro que ese carajito quiere que te lo cojas.
–Es virgen.
–Ay Jorge, no te hagas el pendejo...ese carajito viene a que te lo cojas y la madre que te empates con él y que se mude.
–Tú te montas unas novelas... Voy a hablar con él.
–Vas a cogértelo, ya vas a ver. Yo tambien voy a tirar hoy.
–¿Qué?.
–Si, el que me llamó fue Ramiro, el organizador de la boda de Oto. -Jorge salió de la ducha tomó la toalla y se fue al cuarto.
–¿Pero por qué te molestas? Tú vas a tirar con el mocoso ese.
–No justifiques tus cachos, inventando los mios.
–Tienes razón, no vas a tirar con el mocoso ese porque no se te para. -Dijo eso y se arrepintió enseguida. –Perdón
–Eres un imbécil Nacho.
–Disculpa...soy un bruto.
–¿Te puedes salir del cuarto? Me quiero vestir solo y en paz.
–Estoy desnudo marico, allá afuera está Virginia.
–Ponte la toalla.

Salió con la tolla en la cintura y fue a la cocina a preparar café.
–Buenos días Virginia.
–Buenos días señor Ignacio.
–Dime Nacho, sin tanto protocolo, ¿Hay café? Disculpa que esté en toalla.
–Tranquilo, si, ya te sirvo. En unos días se van a tener que ir de aquí.
Que perra esta tipa. Pues sí, se acabó la luna de miel.
–¿Ustedes piensan casarse?
–¿Casarnos? No está planteado, ni hemos hablado de eso.
–Mi hijo viene esta tarde a hablar con Jorge, es tímido y gay pero no conoce a nadie, es virgen aún, bueno tiene 18 añitos.
–¿Y te consta que tu chamo es virgen?
–100% Saúl es muy retraído.
–No te da miedo que Jorge quiera algo con él.
–No creo que Jorge quiera violentarlo, además ustedes son novios, él no haría eso.
Esta tipa es una bicha...coño si pudiera me quedaría, ese carajito es una puta. No, Jorge es incapaz de hacer algo así, de hacerme algo así.
–Pero me preguntaste si no me daba miedo que Jorge quiera algo con mi hijo.
–Tu hijo que no se pase de puta con mi novio y tendremos la fiesta en paz.
–Mi hijo no es puta.
–No, ni yo soy gay. -Se tomó el café y regresó a la habitación.
Jorge ya estaba vestido para salir e Ignacio lo tomó del brazo.
–Como te cojas al carajito ese te voy a joder.
–¿Me vas a caer a coñazos o qué? Tu sí te puedes tirar a todo el mundo pero yo no.
–¿Entonces te lo vas a tirar?
–No creo, no se me para. -Se soltó de la mano de Ignacio y salió.

–No sé porqué me da tanta arrechera, si tiene razón...le he montado cachos. -Se vistió y tambien se fue a trabajar.

–Ignacio llegó al local, Jorge estaba en la parte nueva atendiendo a unos clientes. Salió del local y marcó el número de Ramiro.
–Epa pana. ¿Le echamos bolas esta tarde?
–Si claro, me acabas de alegrar el dia-
–Te busco y nos vamos a un hotel.
–No, mejor vamos a mi casa.-
–¿Vives solo?-
–No, mi mamá vive conmigo pero ella está enferma y se le pasa en su cuarto acostada, no se va ni a enterar-
–Un poco creepy eso, pero bueno, plomo, te busco a las siete. Pásame tu dirección.
–Aaay que emoción, ya te le paso, besos.
Entró al local y fue donde Jorge.

–¿Sigues molesto?
–Si quiero tirar con ese chamo Ignacio, quiero ver si con él se me para.
–O sea que no es un coño virgen el mariquito ese.
–Yo que coño sé.
–No pretenderás que voy a ir al apartamento mientras te coges al carajito.
–¿No quieres participar?
–Marico, pero tú no eras así, ahora quieres experimentar toda vaina. No voy a ir ya me da arrechera el niño ese.
–¿Y que vas a hacer?
–Voy a adelantar un poco el inventario y luego me voy.
–¿No vas a tirar con Ramiro?
–¿Quieres que me lo coja?
–Ya que voy a estar con el chamo...De pana me dio arrechera que me dijeras que no se me para. Me dolió ese comentario. -Ignacio se acercó y le dio un beso en la boca.
–Perdóname, lo dije por la rabia...soy un bruto con esas cosas.
–¿Vamos a tener una relación abierta?
–¿A ti que te parece? Tan abierta que nos contamos con quien lo haremos y hablamos como si nada. Si estás bolsa ese y se te para, tú y yo vamos a tener un peo, porque no te doy morbo y no me lo dices.
–Si hablas pendejadas.
–No Jorge, no. Si te lo coges me voy a arrechar, no porque te hayas cogido al pendejo ese, sino por lo otro.

Cinco de la tarde.
-Me voy, iba a buscar a Virginia para dejarla en su casa pero me dijo que la llevara luego con su hijo.
–No joda Jorge, ese encuentro está más que planificado, la mujer te quiere encasquetar al hijo. Esa tipa es una rolo e perra. 
–Yo me las arreglo. Nos vemos en la noche.

–Bueno, no sé...creo que me quedo con Ramiro en su casa, depende de la hora.
–¿En serio? ¿Voy a dormir solo?
–Duermes con el mocoso.
–De verdad Nacho...no sé como te aguanto.
–Me amas.

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