viernes, 3 de septiembre de 2021

Huevos revueltos. 226

 


Raúl estaba sobre Mauricio brincando. Gritaba, el sudor caía en el pecho del médico. Raúl apretaba los músculos de la vagina mientras se movía hacia adelante y hacia atrás. Mauricio ponía en blanco los ojos mientras echaba hacia atrás la cabeza, sus manos apretaban las caderas del chico. 

–AAH, AAH, AAH.
–¡No pares Raúl! -El chico le da una cachetada a Mauricio que lo enfurece a la vez que le da morbo, mete sus dedos en la vagina, Raúl aprieta más y el médico explota eyaculando dentro del chico.
Raúl se baja y toma el pene de Mauricio, lo introduce en su boca moviendo la lengua, pero la sensibilidad que siente el hombre hace que se retuerza y aparta al chico, que se tumba a un lado y se rie.

–¿Por qué te ries?
–Como te pusiste cuando te lo mamé.
–Coño recién acabé y tengo el guevo sensible.
–Me gusta como te movías sintiendo mi lengua.
Hubo un silencio.
–Esto no debió pasar aquí, es mi casa, aqui vivo con mi mujer, solo pensar que se abre la puerta y nos ve en la cama me muero.
–Fuiste tú quien quiso venir para acá y ademas dijiste que tu esposa llega a las seis de la tarde, mijo son las 11 de la mañana.
–Ya tengo los pasajes y el hotel lo cuadro hoy.
–Que fuerte que voy a ir en el mismo avion que tu mujer.
–Pues no, no conseguí para el mismo día, nos vamos al dia siguiente. El hotel que va ella tampoco conseguí, lo tiene lleno el congreso.
–Ahórrate el hotel y te quedas en mi apartamento. Un buena excusa para follar más, mejor y seguido. -Mauricio se levanta de la cama, su pene seguía erecto, se va al armario
–Recuerda que tengo que estar con mi esposa por lo menos en la tarde/noche.
–Durante el día me lo dedicas a mí.
–Hay que ver como lo ha...ce...mos...aqui está el correo del Congreso.
–Buenísimo, léelo para saber los horarios, tenemos que adaptarnos al itinerario.
Otro silencio se apodera de la habitación, Raúl se va al espejo de cuerpo entero y observa su vulva, se abre los labios, abre un poco más las piernas. –Verga...que impresionante mi cuca...que hermosa, Mauricio, eres un duro. Que arrecho Mauricio, ven a mirarla, yo sé que ya la has visto de cerca, bueno le has metido el guevo jajajaja pero ven a verla. Mauri, Mauri.
Mauricio seguía mirando la hoja, no leía, arrugaba el papel por un lado. –Aquí dice que el Congreso es por cinco días. Coño, es que ya me parecía rarísimo que fueran 15 días.
–Yo estoy impactado con mi cambio, estoy lleno de pelos, una vagina hermosa y mira los músculos.
–¿Me estás escuchando Raúl?
–Siiiii. Que el congreso dura cinco días.
–Ajá...¿Que va a hacer Marta 10 días en Caracas?
–Lo mismo que tú pero con otro macho.
–¡Raúl, deja de decir estupideces!
–Ah bueno, entonces cuando llegue le preguntas por qué te mintió. -Mauricio le dio un golpe a la puerta del armario y comenzó a revisar todo intentando buscar algo que le diera luces de que es lo que pasa.
Raúl se coloca detrás del médico y lo abraza.
–Relájate amor, habrá una explicación, vamos a ducharnos. -Mauricio se voltea y mira a Raúl.
–No me puedo relajar Raúl, mi esposa me está engañando.
–¿Y qué estás haciendo tú? -Mauricio le da una cachetada con el dorso de la mano.
–Vaya...-El chico se pasa la mano por la mejilla. –Te duele la verdad.
–Marta nunca me ha dado motivos para que dude de ella.
–Que caradura Mauri, de verdad, te arrechas porque Marta te puede estar engañando y tú...estás aquí conmigo.
–¡Cállate!
–Ok, ok...voy a ducharme.

Ya en la noche Mauricio hacía el amor con Marta. Cuando terminaron el hombre se acomodó en su lado y su esposa se tapa con la sábana y se coloca de lado. Marta recibe un mensaje, lo contesta y se va al baño.
Mauricio, que nunca habia hecho eso, se voltea y coge el celular para ver los mensajes.
Ve el último: <Roberto>
–Me preocupa mi hermano. No se viene con nosotros pero igual me siento mal.-
–Quiero estar contigo, quiero mamarte la cuca hasta oirte gritar.
–Falta poco mi amor...no te preocupes por eso, vamos a estar solas 10 días.-
–¿Solas? ¿Cómo que solas? -Se escucha la poceta y deja el celular en la mesita de noche y se da la vuelta.
Marta entra en la cama, se acerca a Mauricio y lo besa en la cabeza, él, cierra los ojos. La mujer se voltea y se va a su lado.

–Marta...¿estás despierta?.
–Si, ¿qué pasó? -Mauricio se sienta en la cama y busca en su mesita de noche la hoja.
–Pasa esto Marta. -La mujer se voltea y ve a Mauricio con la hoja.
–¿Qué es eso?
–Dime tú...esto es el correo impreso de tu itinerario del Congreso que abarca solo cinco días.
Marta tragó saliva. –Di algo, di algo, di la verdad, bueno, no toda, dile, dile que vas con Roberta. Ay amor...que pena...te inventé lo del Congreso porque quiero irme unos dias yo sola, o sea sola sin ti, no quiero que te lo tomes a mal, de hecho me voy con tu hermana.
–¿Con Roberta? ¿Vas a pasar unos días con Roberta? ¿Sabes que ella es lesbiana?. Roberta, Roberta, el mensaje era de Roberto, preocupado por su hermano y se van a quedar ¿Solas? Roberto y Marta se van a quedar solas...
–Claro amor ¿pero eso que tiene que ver?, Sabes lo bien que me la llevo con ella y le hablé del Congreso y me propuso eso. Sabía que no ibas a querer que me fuera unos días más pero cuando te dije del congreso, se te antojó venirte conmigo.
–Entonces ya Roberta no va.
–Si, claro que va, cuando estuviéramos allá te contaba todo. ¿Y tú te quedas conmigo? Yo sé que no conseguiste habitacion en el hotel.
–Me quedaré las veces que pueda pero no voy a un hotel, Raúl me ofreció su apartamento.
–¿Raúl? ¿El Raúl que está aquí?
–Si, claro.
–Mosca...mira que ahora tiene vagina.
–¿Cuidado por qué? Soy un hombre casado. Estoy contigo y no necesito ver para los lados.
–Ay chico, es broma, pusiste una cara de querer asesinarme...relájate. ¿Tú te vas al día siguiente que yo?
–Si, Raúl y yo.
–Ok...bueno te espero ese día en mi hotel, quiero pasar la noche contigo.
–¿Y Roberta?
–En su habitación amor, me imagino que con una noviecita.
Mauricio estaba con ganas de decirle lo que leyó y sacudirla y que le contara todo. Saber si ese Roberto es un hombte o es su hermana, si ella también es lesbiana o bisexual. Recordó lo que le dijo Raúl.

Tres días después Mauricio y Raúl estaban en el avión.
–Te noto tenso y callado, llevas tres días callado  y de un humor.

–Mi mujer se está tirando a mi hermana.
–¿¡Quééé!? Amo a Marta, es una dura, eso es lo que se llama una mujer empoderada. Se folla a su cuñada. Es mi ídola.
–Raúl te agradezco que no hagas chistes con esto.

– Mauri...ya te lo dije antes, estás haciendo lo mismo, ella con una mujer y tú con un hombre. Pero andan en lo mismo, montándose cachos mutuamente.





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