martes, 24 de agosto de 2021

Huevos revueltos. 216

 


–Estás loco Raúl. Vamos a parar esto aquí.

–Chico pero deja el estrés, hace dos días me dijiste que ya podía tener relaciones por la vagina, ¿Quién mejor que tú para probarla? La conoces, la creaste, la has tocado, la has curado, hoy vas a comprobar que tanta sensibilidad hay allá adentro y afuera.
Mauricio sentía como su pene crecía a la vez que lubricaba, ver la transformación física de Raúl de como lo vio la primera vez por cámara al que tiene ahora frente a él, lo excitó, más aún, saber que iba a probar su trabajo. 
–¿Me dejas recoger para irnos? 
–Hoy te dejo que hagas todo. -Mauricio lo vio a los ojos y sonrió.
–Estás muy guapo.
–Gracias.

–¿Y tu novio, sabe que tú y yo...?
–Si, es un idiota, tiene unos celos locos, el que yo creía más open en la vida resultó el macho más retrógrado.
–A lo mejor quería ser el primero.
–Tú estabas de primero desde el dia cero.
–¿De verdad quieres que me vaya contigo a trabajar y a vivir con ustedes dos? ¿Que te hace pensara que Miguel va a aceptar de buena manera? 
–Ya lo hemos hablado. Creo que le molesta que no está invitado a esta inauguración.
–Ay Raúl...

Entraron al apartamento, Raúl dejó su morral mientras Mauricio cerraba la puerta. Se volteó y el chico lo besó. 
–Es mi primera vez, trátame bien.
–Sé hacerlo, no voy a maltratar lo que yo hice. Se trata de que disfrutes, ambos disfrutemos. ¿Me permites desnudarte?
–Hoy te permito todo, Doctor.

Mauricio le iba desabotonando la camisa mientras veía al chico a los ojos, se sonreía, metió las manos por la camisa echándola hacia atrás por los hombros, Raúl la dejó caer. Los ojos de Mauricio se clavaron en el pecho del chico, unos suaves y pequeños vellos cubrían la piel, Mauricio le pasaba la mano, tocándoles las tetillas, bajaba al abdómen y metía el dedo en el ombligo, Raúl se rió. –Eso me da cosquillas. -El médico lo besó llevando sus manos a la baja espalda del chico. Metió las manos por el pantalón y las trajo hacia delante desabrochando el pantalón.
–Pero hoy estás de estreno.
–Una vagina a estrenar necesitaba el mejor outfit. -Mauricio desabotonó el pantalón, bajó el cierre y lo dejó caer. Metió la mano, entre el interior y suavemente delizaba la mano hacia la vulva. Raúl se estremeció.
–Ya no usas ropa interior femenina.
–Ah...soltó un gemido. –Las cosas han cambiado.
–¿Cómo te sientes?
–Bien.
–No quiero sonar a médico/paciente . -Le hablaba al oído.–Quiero que me digas que sientes cuando hago esto. -Mauricio frotaba dos dedos sobre la vulva tocándo el clítoris, Raul volvió a estremecerse, contrajo los músculos, Mauricio introdujo un dedo tocando los labios y la parte interna. –No tienes que decirme lo que sientes, ya lo estoy viendo y lo estás disfrutando.
–No pares Mauri. -Mauricio se agachó, deshizo los nudos de los zapatos y se los sacó, quitó de cada pierna el pantalón. Miró a Raúl. 
–Me tienes excitadísimo.
–Y esto apenas comienza carajito. -Mauricio le bajó suavemente el interior. Observó la vagina, se sonrió. Raúl lo vio.
–¿Te gusta?
–Es hermosa.
–Es tuya.
–No Raúl, es tuya, cuídala, no abuses.
–Abusa. -Mauricio volvió a sonreir, se acercó, con su barbilla rozó la vulva. A Raúl se le erizó la piel, comenzó a soplar suavemente para luego introducir su lengua, el chico le acarició el cabello a Mauricio que le apretaba las nalgas. Se puso de pie, puso su mano por detrás de la cabeza de Raúl y lo besó. Su otra mano jugaba con la vagina introduciendo los dedos.
–¿Que tal sientes esto?
–No te detengas.
Mauricio se apartó unos centímetros y comenzó a desvestirse, Raúl lo veía mientras se tocaba la vagina, la acariciaba. –Eres hermoso, no pude escoger un mejor doctor que tú y más para disfrutar hoy contigo.
Mauricio dejó caer la camisa y comenzó a desabrochar el pantalón. Se quitó los zapatos y el pantalón. 
–Bájame el interior y mámalo. -Raúl se puso en cuclillas, una mano tocaba su vagina y la otra tomaba el pene para introducirlo en su boca, movía su lengua y daba suaves mordiscos en el glande. Se introducía todo el pene en la boca, miraba a Mauricio que le acariciaba la mejilla. Raul alzó los brazos y sus dedos pellizcaban las tetillas del médico. Echó la cabeza hacia atrás y levantó a Raúl.
–Si sigues me vas a hacer acabar.
–Fóllame en la cama, ya no aguanto.
Mauricio lo cargó, mientras caminaba hacia el cuarto, se besaban.
Acostó a Raúl con cuidado en la cama y fue a buscar un condón.
–No te lo pongas. Estoy sano.
–¿Y yo? ¿Sabes si estoy sano?
–Mauri...no seas gafo. -Soltó el condón y besó al chico. Su mano ubicaba el pene en la entrada.
–Con cuidado Mauri.
–Tranquilo, lo haré con cuidado. Dime si duele. -Comenzó a penetrarlo suavemente, apoyó las manos en el colchón a los lados de Raúl. Delicadamente movía las caderas, Raúl, gemía, su piel se erizaba, cerraba los ojos echando la cabeza hacia atrás...
–¿Duele?
–Un...poco. -Al chico le corria una lágrima al costado externo del ojo.
–¿Paro? 
–No....sigue...despacio. -Mauricio lo besó, seguía moviéndose, su pene salía casi por completo y volvia a penetrarlo. 
–Aaaah, Mauri...sigue...ah, ah, ah... –Maruricio seguía moviéndose. Con su pulgar rozaba el clítoris provocando los gritos de Raúl que contraía los músculos apretando el pene. 
–AH, AH, AH. - Mauricio volvía a moverse, ahora era él que se estremecía y su piel se erizaba. –Me vas a hacer acabar.
–Yo estoy igual...no pares. -Mauricio lo besó, su cuerpo se tensó mientras eyaculaba dentro de Raúl que también se tensaba apretando su vagina.
Apoyó su cabeza con la frente del chico.
–Fue...fue...maravilloso. -Mauricio besó a Raúl. Se acostó a un lado y Raul se puso de lado, esta vez lloraba.
–Maravilloso es poco Mauricio, no sé como explicarlo...yo...pensé que sentiría...no sé...algo raro por no tener pene...y resulta que en mi mente estaba mi vagina...comenzó a llorar y Mauricio volvió a besarlo.
–No te pongas así, ¿Te gustó, no? A mi me encantó. -Raúl lo abrazó.
–Gracias, gracias por este momento tan hermoso.
–Suena a terapia eso, no me des las gracias.
–¿Sabes que me gustas? Y mucho.
–Raúl, Raúl...yo...no quiero...no estoy buscando pareja.
–Solo quieres sexo...ok, yo me adapto. Vas a vivir con nosotros, Miguel es mi novio y tu eres el tercero en la relación.
–No sabes mentir...Raúl no quiero que te ilusiones...no soy bueno para estar de pareja de un hombre
–Tranquilo igual no querrás a un novio actor porno.
–¿Sigues con eso?
–De eso vivo y por eso me operé, bueno, una de las razones.
–Puedo vivir con que eres actor porno. -Raúl lo besó.
–Ah ¿entonces en que quedamos? ¿Quieres novio o no, me quieres de novio o no?
–No me malinterpretes, me refiero a cuando vivamos juntos.
–Ya...¿Puedo pasar la noche aqui?
–Claro y así desayunamos juntos, el problema es tu novio.

–Que rico, despertar y desayunar contigo. Miguel que se aguante...esto será así siempre, si quiere vivir conmigo.

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