miércoles, 25 de agosto de 2021

Huevos revueltos 217


 Aurora se separó de Antonio.

–Estoy casada, le agradezco...
–¿Por qué no te gusta el sexo? ¿Será que ningún hombre te ha tocado donde es? ¿Tu marido con lo bien dotado que es no te hace sentir? -Antonio le hablaba muy cerca de su boca.
–Solo...estuve...con dos hombres...
–¿Ah si? ¿Quieres contarme? -Antonio le dijo al oido mirando al hombre de la cafetería para dejarlos solos.
–Señor...yo..me tengo que ir...
–¿De verda te quieres ir? ¿No quieres descubrir lo bueno del sexo? Cuéntame tu experiencia mientras yo te doy una nueva. -Dejó caer la toalla, metió su mano por la falda a la altura de la cintura.
–No por favor, no siga.
–Túteame. Deslizó la mano hasta la vagina, tocándola. –Dime como fue tu primera vez.
–Ah, ya va..ah, no sigas...-Tocó su clítoris. Se estremeció.
–Dime, eso me excita.
–Teníamos 16...nos besábamos...se quitó el pantalón y me obligó...a mamárselo, lo hice y acabó en mi boca, aaaah, fue...desagradable.
–¿Y tu esposo? ¿Lo hace mal?
-Aaah, no sé...lo hago por que hay que hacer el amor...no lo disfruto... Ah.
–¿No has tenido un orgasmo? - Antonio le susurraba al oído mientras sus dedos jugueteaban con los labios de la vagina.
–No....
–Ahora mismo vas a tener uno. -Antonio metió dos dedos dentro de su vagina, los dobló y comenzó a moverlo frotando la parte posterior. Aurora comenzó a estremecerse, las piernas le temblaban y el hombre la sujetó con el otro brazo mientras seguía moviendo sus de dedos. Ella se sujetó del cuello de él.
–AAAAAAAH, AAAAAAH, AAAAAAH, AAAAAH. -Los gritos hicieron eco en toda la cafetería. El encargado se acercó esperando en una pared, una chica de maquillaje se puso al lado de él y luego un chico actor.
–Esa tipa esta excitadísima.
Aurora no paraba de gritar, sus piernas no respondían, Antonio la sujetaba con fuerza. –AAAAAH, AAAAAH, AAAAH. -Otro orgasmo sacudía el cuerpo de la.mujer, Antonio se detuvo, sacó los dedos y su mano de la falda.
–Mira, estás mojada. -Lamió sus dedos y volvió a meter la mano.
–Vamos por el tercer orgasmo hermosa.
AAAAAAAAAAAAH, AAAAAAAAH, AAAAAH. Ahora comenzó a orinarse y ya su cuerpo no respondía. Antonio la acostó en el piso. Las tres personas estaban impactadas.
Antonio se sentó al lado de Aurora que estaba tendida con los ojos abiertos mirando a lo lejos, vidriosos.
–Tranquila, ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien?
–Si...¿Qué hiciste? ¿Qué me hiciste?
–Tuviste tres orgamos hermosa. -Aurora comenzó a llorar.
–¿Por que lloras, tranquila. -Le acarició el cabello y la mejilla.
–Fue...fue maravilloso...yo...me gustó...nunca había sentido algo así, algo así, tu... -Aurora se sentó y abrazó a Antonio llorando aún más.
–Gracias, gracias, quiero volver a sentir eso...cuando, haga el amor con mi esposo..
–¿Sabes que yo cobro por hacer estas cosas?
Antonio le puso la mano en la cabeza mientras seguían abrazados.
–Te pagaría para volver a sentir lo que me hiciste sentir.
La maquilladora se puso a llorar.
–Muchacha gafa ¿Y ahora porque lloras?
–Es muy lindo eso que pasó.
–Yo puedo hacer que sientas eso. Tengo un vergón como el de Antonio para hacerte sentir. Se tocaba el pene.
–Que estúpido eres, Antonio ni la penetró mi amor, puro dedo, ¿Eres capaz de hacer eso?

–¿Y ustedes que hacen ahí parados? Esto no es una película, váyanse de ahí. -Antonio se había puesto de pie y se puso la toalla. Levantó a Aurora del suelo.
–¿Cómo te sientes?
–Un poco mareada.
–Es normal. ¡Tres orgasmos me diste! Tus primeros tres orgasmos, eso es un explosión de energia brutal, tienes que sentirte mareada.
–Que vergüenza...yo no debía estar aquí y menos haber hecho lo que hice.
–Lo disfrutaste ¿No? No te avergüences, ni te arrepientas. Tómalo como tu verdadera experiencia en el sexo.
–No me penetraste.
–¿Hizo falta? No necesitas de eso para disfrutar del sexo. ¿Vas a hacer el casting?
–No, yo me tengo que ir...no me siento bien.
–¿Quieres un analgésico?
–No, no, no es ese tipo de malestar...esto que pasó...
–Ya...lo que pasó aqui se queda entre tú y yo.
–Y entre esos tres que nos vieron. No sé como voy a ver a mi esposo a la cara.
–Como él te ve a ti que no te ha dicho que trabaja aquí.

Douglas estacionó el carro sin percatarse que unos metros más allá estaba el de Aurora, su esposa.
Llegó a la entrada e introdujo su clave de acceso, dio error y recibió un sms.
<Usted ya tuvo acceso con esta clave, verifique con la central> –Que raro. -Recordó el mensaje que había recibido y lo revisó. Llamó al productor.
–Estoy aqui afuera y la clave no me sirve, dice que ya estoy dentro.-

Antonio se colocó una franela y un short y acompañó a la entrada a Aurora.
–Ya tienes mi número si decides venir y hacer el casting.
–Ni loca voy a trabajar aquí y menos voy a permitir que me metas eso que tu tienes.
–Asi de grande lo tiene tu esposo.
–Pero no asi de grueso, un horror.
–Te trataré con cariño.
–Que vergüenza hablar esto contigo que apenas te conozco.
–Acabamos de tener un encuentro maravilloso, ya nos conocimos, te conociste y te conocí...
–Esto no volverá a suceder Antonio, esto termina aqui.
–Yo no creo.
El productor pasó entre ellos. –Antonio, ya te toca ir a escena. ¿Vas a quedarte para el casting? Me dices ahora que voy a la entrada.
–Voy con usted, ya me voy.

–Hola Douglas pasa.
–No sé que pasó con la clave, me dice que ya la había usa...do...¿Aurora? -Douglas se puso pálido.
–¿Se conocen? Convéncela para que castee.
–Es mi esposa Leopoldo...¿Que haces aquí?
–¿Qué haces tú aquí, Douglas?
Esta hembra reclamándole al marido bien caretabla y me acaba de regalar tres orgasmos. -Pensaba Antonio viéndolos.
–¿Cómo llegaste aquí, cómo entraste...? Te metiste en mi correo.
–Te monté un detective.
–Ooookey tengo trabajo que hacer, resuelvan sus cosas, Antonio prepárate, Douglas, hoy es tu día.
–¿Su día, de qué? Oiga, oiga, ¿Que quizo decir ese hombre?
–¿Cómo se te ocurre ponerme un detective?
–¿Y que quieres que hiciera? Estabas muy raro, comprando ropa, vas al gimnasio, te perfumas en exceso...Algo hay... Lo que no me imaginaba es que fuera esto. ¿Aquí si te hacen lo que te gusta, lo que yo no te hago?
–Pues si...pero caí aqui por casualidad, porque acompañé a nuestro hijo.
–No quiero seguir escuchando. 
–Luego hablamos en casa, tengo que trabajar.
–Ay, así, tan tranquilo, voy a tener sexo mi amor, hablamos en casa. ¿Con quién vas a tener sexo, con cual zorra de este lugar?
–Conmigo, hola Douglas, no soy zorra señora, soy una actriz. -Aurora se volteó a ver a la chica que hablaba, cuando la vió de arriba a abajo quedó impactada. Una chica superdelgada, blanca, dos colas de caballo y pollina. La mujer no le daba más de 16 años. Se puso la mano en la boca.
–¿Tienes sexo con niñas menores de edad? ¡Eres un pedófilo! Pero ¿En que estás metido tú, enfermo?
–Aurora, deja que te explique.
–Señora, yo no soy menor de edad, tengo 19 años. -A Aurora se le revolvió el estómago y se apoyó en la pared vomitando.
Douglas llamó a Leopoldo para decirle que iba a llevar a su esposa a casa.
–Te quiero aqui en dos horas, vamos a adelantar otras escenas para esperarte.

Douglas la sentó en el asiento del copiloto, le puso el cinturón de seguridad. Se fueron en el carro de Aurora.
Entraron al edificio. Aurora miraba por la ventana, estaba llorando.
–¿Te sientes bien, puedes levantarte?
–Hoy Antonio me enseñó lo que era un orgasmo.
–¿Qué?
–Tuve tres orgasmos, ese hombre logró que tuviera tres orgasmos Douglas.
–¿¿¿Tuviste sexo con Antonio???
–Si...sin penetrarme, Douglas.
–¿Y tú me dices eso asi, tan tranquila?
–Me dejó relajada, serena y centrada, tanto así, que quiero el divorcio. No me sirve seguir contigo.

Solo quiero que seas en mi vida el padre de mi hijo.








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