domingo, 22 de agosto de 2021

HUEVOS REVUELTOS. 214

 


Raúl se había ido a comprar ropa, a las tiendas que entró fue, por primera vez desde que se compra él solo sus cosas, a la sección de caballeros. Aún cuando llevaba poco tiempo en el gimnasio, ya al chico se le notaba un cambio importante, sumado a su barba de tres días y su pecho con vellos, aunque no era abundante. El cambio físico en él era evidente con respecto a su aspecto afeminado de meses atrás.


–¿Y te vestiste así para ir a consulta? Hace dos días fuimos. Eres otra persona.
–Coño Miguel, gracias, esa es la idea, verme distinto, mi nueva vida. A partir de hoy este es el Raúl que vas a ver, conocer y con el que vas a vivir en mi país.
–Ya ¿Entonces vas a ir a consulta?
–Miguel, esto ya lo hablamos. Me voy a ver con Mauricio.
–A entregarle el coño que te hizo, ya...
–Lo hablamos y los tres vamos a vivir juntos.
–Pero yo no voy a estar toda la vida en tu país.
–Yo tampoco, pienso internacionlizarme. Esta cuca la voy a monetizar.
–No me gustas, ahora, lo que veo de ti en estos momentos, no me gusta. Cuando te veías delgadito, como una cría, desvalida, pálida me daba más morbo, ahora eres un chaval más, pero tienes entre las piernas un coño.
–Me puedes seguir follando por el culo.
–¡Vete de aquí!
–¿Me voy a ir y te vas a quedar molesto conmigo?
–Contigo no, con tu transformación...y tus ganas de estar con el doctor.
–Te recuerdo querido gallego, que cuando te conocí y me follaste, tenía novio y no te importó repetir, ah y me pegaste sifilis. ¿Ahora cuál es la diferencia? ¿Que tu ahora eres el novio y no soportas los cuernos?
–Lárgate Raúl, yo saldré a ver con quien me acuesto hoy.
–Que pendejo eres Miguel.
–Y tú una puta.
–Asi me conociste bebé y te gustó esta puta, no me reclames ahora.
–Es que ahora no eres el Raúl que conocí hace meses. Me lo cambiaron.
–La gente cambia Miguel, tú cambiaste, yo cambié, mi papá cambió. Eso es evolución, madurez.
–Vete ¿Si?
–Me voy, no creo que venga a dormir.

Seis en punto de la tarde. Raúl llegaba al consultorio de Mauricio.
–Viniste hace dos días, hoy no tienes consulta.
–No, vengo a ver al doctor, es sorpresa, no le digas que estoy aquí.
–Todavía le falta una paciente. -Le señaló a la señora que estaba sentada.
–Voy a tomar un café y regreso. Avísame cuando entre la señora por fa. -Le guiñó el ojo.

–¿Tú viniste al casting?
–Si...no, bueno..si, si.
–Ya, pero creo que el casting de hoy es para chicas de 20. -Antonio se acariciaba el pene mientras veía a Aurora. –Estás bien buena pero no eres venteañera.
–Me confundí entonces, mejor me voy.
–Pero ya estás aquí, no creo que te rechacen los productores. Estás tensa, ¿quieres relajarte? -Aurora le veía el enorme pene que ahora estaba completamente erecto.
–¿Relajarme, cómo? No será...
–Un café mujer, un té. Mucho gusto, me llamo Antonio. -El hombre le extendio la mano con la que se tocaba el pene, Aurora veía la mano extendida.
–Tranquila, estoy limpio, hoy no he hecho nada y estoy recien bañado, acércate, huele. -Aurora, nerviosa se acerca y comienza a temblar. –Hey...¿que pasa? No te voy a hacer nada, te estoy invitando a un café o té, vamos.
–¿Puedes ponerte una toalla?
–Claro. -pasaron por vestuario y tomó una toalla grande y se la colocó en la cadera. –No me dijiste tu nombre.
–Auro...Aurora. ¿Esto es un...graban peliculas porno?
–A ver...¿Tú estás aquí por un casting o qué? Flaco ponme un marrón y para la dama...
–Una manzanilla. Le voy a ser sincera...yo vine. -Aurora miraba la toalla justo en la entrepierna donde se le marcaba el pene a Antonio. –Le puse un detective a mi esposo y lo que averiguó me trajo aquí.
–Ah caramba, tu esposo trabaja aqui. ¿Actor, productor, sonido?
–No sé, vine a averiguarlo.
–Eres una cuaimita.-Aurora le temblaban las manos mientras se acomodaba el cabello detrás de las orejas.
–Es que comenzó el gimnasio, el nunca ha ido y me entraron las dudas y además mi hijo es gay, pero gay gay, es una niña y se fue a Colombia a ponerse...se quitó...ahora tiene vagina.
–Coño...es trans.
–Es un enfermo.
–¿Cómo se llama?
–Raúl.
–¿Raúl...? El único Raúl que ha trabajado aqui es un chamito de 22 años.
–Raúl es mi hijo. Si, tiene 22 años.
–Ya va...¿Cómo se llama tu esposo entonces?
–Douglas.
–Espérame aqui. -Antonio fue a buscar su celular.
Pasó por el cafetín uno de los productores junto a una chica de vestuario.
–Flaco, ¿Cómo andas? Señorita...¿Usted vino para algo? ¿Casting, trabajo? -Revisó una carpeta para chequear la convocatoria. <Chicas entre 20 y 25 años> –Disculpe usted no entra en el rango, sin ofender, pero...
–Si, si, ya...estoy aqui con...
–Antonio, ella está con Antonio.
–Ya...¿Te interesa este mundo? 
–¿El porno? No...bueno...no sé...yo..vine.
–Hoy voy a castear a niñas de 20, si quieres luego te veo a ti a ver como te ves en cámara ¿Te parece?
–Pero yo no...yo no he hecho esto nunca, no sé que tengo que hacer.
–Yo te guío, tranquila. Tienes un cabello hermoso, ponte de pie, da una vuelta...ok...bien, si te animas, dile a Antonio que te lleve a mi oficina.
El productor se iba y llegaba Antonio, se cruzaron y le dijo algo al oído.

Antonio se puso a revisar el celular y consiguió una foto. –Este es Raúl, el que trabajó aquí. ¿Es tu hijo? -Aurora se llevó la mano a la boca sorprendida y corrió una lágrima por su mejilla, Antonio se la limpió con el dedo.
–No te pongas así. Es mayor de edad. Él y yo tuvimos algo, no funcionó, se fue pero ahora que me dices que se hizo la reconversión, ahora es una mujer...me dejas frio...bueno él se comportaba como niña...no es de extrañar la verdad...bien por él, por ella.
–¡Basta, no quiero hablar de eso! Yo solo vine para saber si mi esposo trabaja aquí.
–Me dijeron que vas a hacer el casting.
–No he dicho que si, ¿Puedes averiguar si mi esposo trabaja aquí? Mira la foto. -Antonio vio la foto.
–Si, tremendo guevo se gasta tu esposo, creo que entró solo por eso. -Aurora comenzó a llorar y Antonio la abrazó. –Tranquila, no te pongas así. -Aurora sentía el roce del pene en su pierna. 
–Mi esposo está metido en esto porque yo...yo...no me gusta el sexo. -Antonio detuvo sus manos que acariciaban su espalda y se separó de ella.
–¿Qué? A ver...¿Que estas diciendo?
–Bueno...lo hago porque...es lo normal...hay que hacerlo, no me gusta el sexo oral, odio el semen...que pena. Quiero convertirme en una puta y que mi esposo no me deje. -Antonio se sonrió, le pasó la mano por la mejilla y la besó en la boca. Su lengua recorria su boca, Aurora respondió al beso, cerró los ojos y sintió en su entrepierna como lubricaba.

–La espero la semana que viene, agende la consulta con mi secretaria. ¿Ya no hay más nadie?
–No doctor, bueno, sí, pero no es un paciente, si lo es, pero.
–Soy yo Doc, Raúl. Vine a buscarlo para irnos juntos.
–¿Me puedo retirar doctor?
–Si, Luisa...nos vemos mañana.
–Hasta luego.

–¿Viniste a buscarme?
–Vine porque hoy es el día que voy a entregarte tu obra, quiero que seas tú quien me desvirgue.
–Estás completamente loco.
–Igual que tú por tenerme en tu cama Mauricio, vámonos.

Mauricio se le acercó y lo besó. Raúl lo abrazó y respondió al beso.




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