domingo, 29 de agosto de 2021

Huevos revueltos. 221


 Miguel estaba entre las piernas de Raúl pasando su lengua en la ya estrenada vagina. Mientras el hombre estaba concentrado con los ojos cerrados, Raúl le acariciaba el cabello, con la otra mano buscaba su celular para grabar y montarlo en su OnlyFans. Miguel escuchó el click de la cámara. Se detuvo y sacó su cabeza de entre las piernas.

–Te estoy comiendo el coño y tu estás pendiente de grabar lo que te hago.
–Necesito ganar dinero, recuperar la inversión. -Miguel se puso de pie en la cama.
–¿Vamos a follar y te vas a enfocar en el sexo? Siento que no estás disfrutando.
–Que si gallego...¿Me vas a follar aqui? Déjame poner la cámara allá para grabarnos.
–¡Joder! -Raúl colocó la cámara y la activó.

El chico se acostó nuevamente boca arriba y levantó las piernas. -Méteme esa polla hasta el fondo y dame duro.
–Eso lo haré chaval, luego te quiero romper el culo.
–Claro. Ponte aquí, cuando lo metas, súbete sobre mi para que se vea tu polla entrar.
–Se me va a bajar con tantas órdenes.
–Ya vale, métela.
Miguel introdujo el pene en la vagina, se estremeció. –Ajá, así, muévete, despacio, despacio, que entre y salga.
–¿Te quieres callar y concentrarte en lo que te estoy haciendo?
–Perdón...
Miguel continuaba moviéndose, su pene entraba y salía, besaba a Raúl pero no había reciprocidad.
-Ven, para, para, no quiero que acabes, ponte aquí y ahora me coges por el culo, pero grabamos de lado.
Miguel le dio un manotón al celular tumbándolo al suelo. –Anda que te coja "tu doctor" como dicen ustedes, ya me cansé de tus gilipolleces.
–A ver Miguel, pero no te pongas así, estoy simplemente estoy grabando nuestro encuentro.
–PARA ALIMENTAR LA MIERDA DE PAGINA QUE TIENES. NI SIQUIERA ESTABAS CONMIGO EN LA CAMA.
–¿Ah no? ¿A quién te cogias, al vecino? -Miguel lo cogió con fuerza de la barbilla.
–Ponte bruto así y me coges por el culo. Deja loa celos.
–No me tomes por tonto chaval. -Volteó a Raúl y sin esperar lo penetró de una vez, lo cogió del cabello y comenzó a moverse, halándole la cabeza. Sacó el pene y volteó violentamente al chico para penetrarlo. Mientras lo hacía, le daba empujones a la vez que lo golpeaba en la cara, lo cogió del cabello y con la otra mano le golpeaba sin parar. Volvio a retirar el pene, lo sacó de la cama por el cabello y lo tiró al piso dándole patadas.

Raúl adolorido en el piso, no se movía, solo lloraba.
–Cuando regrese no te quiero ver aqui, puta de mierda. -Miguel salió de la habitación y bajó al lobby para cancelar.
Luego de varios minutos, Raúl se levanta con dificultad del piso. Se viste. –Maldito gallego...no se que coño te pasa pero esto no se va a quedar así. -Se vistió, recogió sus cosas y se fue. Fue hasta la policía a poner la denuncia. Al salir llamó a Mauricio.
–Ve a mi casa y pídele las llaves al conserje y me esperas, yo salgo en una hora, estás más cerca de casa que yo.

Habían pasado cuatro horas, Raúl se habia tomado un relajante muscular y se había quedado dormido, al despertar se da cuenta que Mauricio no ha llegado. Lo llama pero en eso escuchan unas llaves y se abre la puerta.

–¿Dónde estabas...au?
–¿Sigues con dolor? ¿Por que no me dices que te sentias mal?
–No, no...tranquilo, ya el dolor bajó, en un rato me tomo otro analgesico.
–¿Hace cuanto te lo tomaste?
–No sé...¿Qué hora es?...hace cuatro horas.
–Espera un par de horas, ¿Te duchaste?
–No.
–Ay Raúl...vamos para ayudarte.
–¿No me vas a contar que tienes? ¿Por qué llegaste ahora? Tienes una cara...
–Tu novio...no solo te golpeó a ti.

–¿Dónde está tu jefe?
–Se acaba de ir, señor, ya me retiro también.
–¿No está? ¿No está allá adentro? Miguel le dio una patada a la puerta y entró, no vio a nadie.
–Señor le voy a pedir que se vaya o tendré que llamar a seguridad. -Miguel lanzó lo del escritorio al piso junto a la computadora, la camilla y un estante, cuando la secretaria fue a llamar a Seguridad, Miguel la coge del cabello y la mete en el consultorio.
–Ya que no está tu jefe le voy a dejar un mensaje contigo.
–Señor...por favor, dígame lo que tenga que decirme...un fuerte golpe en la cara tumbó a la mujer al piso y le arrancó la ropa. Ya en ropa interior, la rompió y Miguel se bajó el panatalón penetrándola hasta acabar dentro de ella. Un par de patadas en el abdómen.
–Ya le puedes dar el mensaje a tu jefe, golfa.
Cuando la mujer recuperó la fuerza, llamó a Mauricio para contarle y este se regresó cuando casi llegaba a su casa.

Miguel sale del edificio totalmente desencajado y con la mirada perdida, luego de haber caminado varias cuadras, se detiene.
–¿Qué hice? ¿Qué le hice? ¿Raúl...esta mujer? -Se sienta en banco, comienza a temblarle las manos y a llorar.

–Regresé al consultorio y me encuentro con mi secretaria sentada en una silla con una cobija, médicos y la policía. Ella no quería poner la denuncia por su esposo pero insistimos y lo hizo. Llamamos a su esposo y se acercó a la comisaría. Con la sorpresa que Miguel estaba detenido.
–¿Detenido? Coño...mi denuncia fue efectiva, que arrecho.
–No, de hecho estaba tu denuncia pero Miguel se entregó, contó todo. No entiende lo que le pasó y el porqué actuó así.
–Mamaguevo...después que nos viola ahora no sabe que le pasó... ¿Tu secretaria igual puso la denuncia?
–Si claro, su esposo quería matar a Miguel por entre las rejas mientras Miguel lloraba.

–Me da miedo quedarme en este pais sabiendo que Miguel está aquí.
–Está preso Raúl.
–Ya me queda poco tiempo aqui.
–¿Abusó de ti? Te maltrató la vagina?
–No, para nada...el culo es lo que me duele. Y el abdómen.
–¿Seguro? Déjame chequearte.
–Tu lo que quieres es tocarla y meter tu guevo aquí, pero te digo que hoy no...estoy adolorido.
–No seas gafo Raúl, de verdad quiero revisarte
Con algo de dolor, Raúl se quitó la ropa.
–Mírala, esta rosadita, cerradita para ti, aaaay si, ábrela, mete los dedos.
–Raúl ¿Te quieres quedar quieto? Estoy revisándote.
–Revisa con tu verga, haz una vaginoscopia.
–Pendejo, está todo bien.
Hubo un silencio...
–¿Te vas a regresar conmigo? ¿Ahora que Miguel no está, quieres tener una relación conmigo?
–¿Por qué no te quedas tú?
–La industria del porno está activa allá y quiero reforzarla, tengo mis afectos allá, mi familia.
–Yo también tengo mis afectos aqui.
–Pero uno de tus afectos se va.
–Eres algo más que un afecto.

–Ah chico...pero eso suena mucho mejor. 




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