HUEVOS REVUELTOS. 215

 

–Dichosos los ojos que te ven. Si no es porque te vas de tu casa, ni llamas, ni vienes.

–Carajo pero este pana está más gordo que cuando lo conocí. Y la casa, ¿Qué le pasó? Pero sigue igual de bello y esa barba y el megaguevo. Menos mal que no es el de Castro. Ay Renato, no me vengas con reclamos, no es de Dios guardar rencores.

–Tampoco es de Dios el sarcasmo, no te burles, pasa. 

–Renato yo te voy a pagar una renta.

–Nené no hablemos de eso. Te estoy abriendo mi hogar porque necesitas un lugar donde dormir. Te estoy dando posada. Tú dame la voluntad.

–Gracias. ¿Cuál será mi habitación?

–Ahí está el detalle. -Al decir eso sale de la habitación un muchacho de 20 años, con buen cuerpo, lampiño y en ropa interior.

–Ibrahim vístete por favor.

–¿Este es tu sobrino?. Hola. Por tu culpa me tengo que ir. Creo que se aburrió de mi culo y ahora quiere carne nueva.

–IBRAHIM. No te estoy botando, te dije que mi sobrino necesitaba estar aquí. Puedes seguir viviendo aqui pero dormirías en el sofá.

–¿Y la otra habitación?

–La hice capilla y las camas las doné solo está mi cama King, dormirás conmigo.

–Ah...vaya.

–TE VA A COGER PANA, EL PROYECTO DE CURA TE VA A COGER CADA NOCHE. -Gritaba Ibrahim desde la cocina que esta desordenada y sucia.

–Espérame aquí.

–No se para que se arrecha si eso es justamente lo que va a pasar, me va a coger.

–¿Te puedes callar?

–¿Te duele que diga la verdad? Me estás botando para meter a tu sobrino. -Hizo un gesto con los dedos como haciendo comillas.

–Te dije que te puedes quedar.

–¿Para dormir en el sofa y escuchar como te lo coges a él? Me jodes a mi.

–¿Dónde vas a ir?

–Eso es peo mio.

–¿Y de que vas a vivir? ¿Te vas a poner a trabajar?

–Haciendo lo que se, pelar el culo y que me cojan, eso es lo que hacía hasta que te conocí. Y ahora me das una patada por el culo. No joda ni que fuera más joven que yo o un niñito. Guevón. -Renato le dio una cachetada. David miraba desde la puerta de la cocina.

–Ahora si quiero que agarres tus cosas y te vayas. Te voy a pedir que te quedes con el padre Miguel.

–Ese viejo no me va a coger.

–¿Tú solo piensas en sexo? Ibrahim hay más cosas en esta vida que solo acostarte con hombres.

–Este pana si es descarado, él más puto y ahora dándose una de digno. -Pensaba David mientras escuchaba la conversación.

–El sexo es lo que me da de comer papá y ahora tú no me lo vas a dar, tengo que buscar quien me mantenga.

–No puedes desperdiciar tu vida así. Conmigo hacias otras cosas.

–Mi culo es lo que me mantenía aqui, la plata que me dabas es por las cogidas y las mamadas que te daba. Me voy.

El chico salió de la cocina, David se pegó a la pared para que no lo viera pero cuando salió Renato, lo detuvo.

–¿Me dejas hablar con él?

–¿Que le vas a decir?

David se fue a la habitación. –Hola

–Te van a coger que jode papá, burda, vas a llevar guevo parejo, pero cuando se canse de ti te va a botar.

–A lo mejor me canso yo primero. Pero no vine a hablar de eso, te tengo dos propuestas, ambas de trabajo.

–No joda, ¿A quien le tengo que mamar el guebo?

–Tengo un taller mecánico, te puedo ofrecer trabajo, de ayudante, limpiando, recogiendo cosas, no sé...

–¿Un taller mecanico tuyo? Tu debes tener mi edad marico, esa vaina es de tu papá.

–Si, pero yo me estoy encargando de la empresa junto a mi socio.

–Ajá ¿y la otra propuesta?

–Tengo una cita para un casting para hacer peliculas y videos pornos. Yo no puedo ir, pero tengo el código de acceso para que participes.

–O sea me van a coger un poco de hombres y me van a pagar por eso.

–Si, y total seguridad, sin riesgos y tipos bien buenos.

–Así, no más...voy y ya me pongo a que me cojan.

–No chico, vas, ellos te ven, te preguntan, te pondran a hacer algo, que se yo, y después deciden si te quedas o te vas.

–Fino, primero voy a eso, si no me agarran, me voy a tu taller.

–Ok...Anota la dirección de la productora y el código. -El chico anotó en un papel la dirección y lo guardó.

–¿Y por qué me quieres ayudar? ¿Te sientes culpable por soplarme el bistec?

–Ja ja ja para nada, a mi no me interesa Renato, si me coge fino, yo tengo con quien tener sexo.

–Mosca con este, es un sucio. Le gusta orinarte y si le ensucias el palo con mierda lo pone más morboso. Es un salvajito y con lo gordo que es, cuando te cae encima, te cae una muralla. Y lo mejor tiene una choriza de este calibre. -Le muestra haciendo un gesto con el brazo.

–Ya veré como gestiono toda esa información.

–Te va a reventar ese culo marico. El pana está medio toca'o quiere ser cura, jala caña y se pone más salvaje tirando. Pana con este carajo he visto curas y curas que tienen sexo marico, con carajitos, otros tienen novios, otros tiran con cualquiera, y otros que se cogen a mujeres.

–Todo suena muy tentador. Voy a salir a hablar con Renato.

–¿Que le dijiste a ese ingrato?

–Le ofrecí trabajo, en mi taller o siendo actor porno.

–A que se fue por lo de actor porno.

–Si. ¿Y si dejamos de hablar de Ibrahim y te demuestro mi agradecimiento dándote una buena mamada? -Se puso de cuclillas y le bajó el mono y el interior, Renato se subió la franela.

–¡Marico mira la lipa que tiene! Pero coño, tiene un guevazo. -El chico le lamía el prepucio mientras lo echaba hacia atrás y le pasaba la lengua al brillante glande por la lubricación, se lo metió en la boca moviendo la lengua y haciendo que salivara para mojar todo el pene.

–Agáchate un poco más y te lo metes todo para que te baje por la garganta. -David lo hizo y Renato le empujó la cabeza para que entrara todo.

David se aferró a las ahora gordas y no tan duras nalgas de Renato para mover la cabeza. La saliva le caía por la comisura de los labios.

–Coño...ni esperaron a que me fuera, de una. -David volteó sacando el enorme pene de la boca, se limpió con la mano y se puso de pie.

–Chamo te aviso que me dicen en la vaina esa.

–Ok, recuerda lo del taller.

–Sigue mamando, cuando te coja vas a suplicar que te suelte. 

–Sigue mamando que lo tengo duro todavía.

David se puso de nuevo de cuclillas y se lo introdujo.

–¿Quieres que te coja? -El chico movió la cabeza mientras Renato lo cogía del cabello y le movía la cabeza. –Mañana vamos a visitar a Ramón a la cárcel.

David se detuvo y se puso de pie. Renato se masturbaba. –¿Qué? ¿Ramón, el cura? 

–¿Conoces a otro Ramón?

–¿Para qué vamos a visitar a ese ser?

–El perdón David, hay que pedirlo y darlo.

–Marico, estás loco, yo no voy a pisar una cárcel y menos a ver al tipo ese.