HUEVOS REVUELTOS. 212

 

Entraron al apartamento y una vez cerrada la puerta comenzaron a besarse.

–Es una locura hacerlo aquí. -Se comían a besos mientras se desnudaban en la sala.

–Cállate, aquí lo haremos.

–Quiero cogerte.

–Eso es lo que quiero, que tú me cojas.

Se quedaron en interiores. Se agachó y le bajó el interior.

–Mierda...¿Y este es el guevo de un negro?. Pana ¿Los negros no tienen un pingón?

–Deja que te lo meta para que veas lo que me vas a decir.

David estaba en la oficina sacando cuentas y organizando la lista de proveedores. Resoplaba y por un instante se vio internamente, luego al espejo. El reflejo le rebotó la imagen de su padre. –Que mierda todo, yo que debería estar tirando con mi negro y de rumba y estoy aquí reventándome el cerebro. -Tocan la puerta y se abre. Su socio, Enrique, entraba a la oficina.

–Chamín, nuestros tres talleres van a tope de plata, nos estamos forrando.

–Que bien Enrique, me alegra escuchar eso porque estoy mamao.

–Dile a tu novio que trabaje para nosotros.

–No creo Enrique...el quiere seguir su trabajo de docente, lo hará en otra Universidad.

–Llámalo, dile que venga para hablar con él.

–Ya lo llamaré.

–Coño nené, ahora, que venga de una vez. Llama.

David le marcó a Jacinto, mientras lo hacía, Enrique, detras del chico, le desabrochaba el jean. Le bajó el pantalón, le metió las manos por el interior apretándole las nalgas. Deslizó el interior a medio muslo del chico y dejó caer su pantalón, metió entre las nalgas su pene.

–Que ladilla este pana y su micropene. No contesta, ya lo llamé dos veces, voy a mandarle un whatsApp. ¿Vamos a tirar aqui?

–No nené, quiero llevarte a almorzar a un buen restaurante, nos vamos a mi apartamento secreto y nos cogemos ahí.

–Ok.

–Ay pero cuanta seriedad. -Enrique le metió el dedo en el culo.

–Enrique tengo vainas que hacer, ¿Será que me puedes dar media hora y nos vamos?

–Oookey...Voy a hablar con el coordinador del taller, te espero afuera. -Le dio una nalgada. –Mira como me dejas. -Le mostró el pene erecto que apenas se veía entre el vello púbico. David se sonrió y se volteó cuando ya Enrique se subió el pantalón y salió.

El chico entró a su correo al recibir una notificación a su celular.

<Nos quedamos esperando su visita al casting, queríamos saber si hubo algo que lo incomodó. Si aún desea presentarse al casting, responda este correo para asignarle nueva fecha y codigo de acceso. Gracias>

–¿Será que voy?...Si vale, plomo, voy a responder y me den fecha no joda, estoy ladillado de este taller.

Salieron del taller, Enrique manejaba mientras su mano derecha acariciaba el pecho de David. –Quiero darte una cogida...la cogida de tu vida.

–Este tipo es un disfraz. Wao...te fuiste arriba.

–Te he dado unos buenos revolcones, sabes que si. -David se sonrió y le pasó la mano por la entrepierna.

En la cama, David estaba tumbado boca abajo y Enrique sobre él. Se movía, el chico tenía su cara incrustada en el colchón suplicando que acabara de una vez. 

–AAAAAH, AAAAH, AAAAH...mierda, mierda...me encanta tu culo, me hace acabar divino...uuuf, estoy...agotado coño.

José David estaba arrodillado en la cama, Jacinto lo sujetaba del cabello mientras lo penetraba, se movía con fuerza y escuchaba a José David quejarse.

Jacinto le sacó el pene del culo, se acostaron, José David se puso de lado levantando la pierna y Jacinto volvió a penetrarlo, lo tomó del cuello.

–¿Ahora que dices de este negro?

–Que cuando acabes te voy a coger yo.

–Eso no va a pasar. -Retiró el pene, puso a José David boca arriba, lo tomó de las piernas y se las llevó al pecho, se montó sobre su suegro y comenzó a moverse rápido, penetrándolo con fuerza.

–¡Voy a acabar, voy a acabar! AAAAAAAAAH CARAJOOOO....UUUUUF. -Acabó dentro de José David.

Apenas retiró el pene, se levantó de la cama.

–¿Qué coño hice? ¿Que coño hice? José, yo me tengo que ir.

–¿Qué? No joda tu no te vas, ahora te cojo yo.

–Acabamos de tener sexo, tiré con mi suegro carajo. -José David se levantó de la cama y cogió del cabello a Jacinto.

–Tarde para arrepentirte, ahora te vas a dejar coger. -Lo empujó a la cama, tomó el lubricante. –Ponte en cuatro y ábrete las nalgas.

–Nunca me han cogido.

–Hoy te toca. -José David le echó lubricante en el culo.

–¿Dónde coño están estos dos? Se suponen que estaban en la clínica. ¡Que mierda! David entraba al apartamento con sus hermanos.

–¡Papá, papá! -Gritaban los niños.

–¡Mierda! -José David corrió hacia la puerta pero ya se abría. 

–David...

–Niños vayan a sus cuartos, luego saludan a papá.

–Coño papá, ya podías tirar en un hotel y no te traes a...-al entrar al cuarto ve a Jacinto con la sábana tapándose. –Vaya, vaya, el hombre que me decía puta, que me tiraba todo lo que se movía, resulta que se acostó con su suegro y en su propia casa.

–David...déjame explicarte, chamín, tu papá y yo...es que bebimos.

–El alcohol hizo que te lo tiraras.

–David deja de ponerte como el ofendido, eres mi hijo y se como eres, le montas cacho a Jacinto.

–Es que eso no lo voy a negar, pero es él, que se la da de digno y me sale con esto. O sea, encima te tiras a mi papá. Que descaro.

–¿Te molesta porque soy tu novio o porque no te coge tu padre a ti? -David se abalanza sobre él pero su padre lo detiene.

–Eres un maldito, negro, cuanta paja hablaste y mira con lo que sales.

–¡Estoy enamorado de tu padre!

David comenzó a aplaudir y se rió. –Pues los felicito y que sean felices. -Salió de la habitación.

–¡Que mierda todo!

–Ay negro, no te estreses, a ese se le va a pasar la vaina. Él va a volver contigo.

–Lo que pasó no debió pasar.

–¿Lo que dijiste...eso que dijiste...es cierto, estás enamorado de mi? -Jacinto se le acercó y lo besó en la boca.

–Todavía tengo alcohol en mi cabeza, pero si, me gustas que jode.

–Chamo...yo no soy el mejor candidato a novio que te sirva, soy un desastre.

–Hoy no es el momento de hablar, yo me quiero ir a casa y otro día hablamos. -Jacinto se vistió y salió de la habitación.

–No tienes que irte negro, el que me voy soy yo.

–David...

–No marico, no me digas un coño. ¿Sabes algo? Hoy me llegó otro correo de la productora de peliculas porno, que les escribiera para otro casting, no lo hice porque estaba contigo, pero mira, esto que pasó ya me hizo decidir, voy a hacer películas porno y que todos los hombres me cojan.

–No hables así David, vamos a dar una vuelta.

–No marico, déjame en paz, vive tu vida y yo vivo la mía, por cierto, Enrique quiere hablar contigo para que trabajes en uno de los talleres.

–Mañana voy a otra Universidad para trabajar allá. No pienso trabajar en tu empresa.

–Es de mi papá, tu nuevo novio. Trabajen juntos.

–¿Vas abandonar el taller?

–No es problema tuyo marico, yo me voy. Dile a mi papá que sus otros hijos están aquí, que no se emborrache porque tiene que atenderlos. Nos vemos en la via negro.