miércoles, 30 de octubre de 2013
lunes, 28 de octubre de 2013
viernes, 25 de octubre de 2013
miércoles, 23 de octubre de 2013
PECADO CAPITAL 5. Avaricia. Final de Temporada
Llegó el día de la
operación de Trinidad, el día más importante en la vida del jóven que nació
hombre pero se siente mujer desde que tiene uso de razón. Una operación sin
precedentes tomando en cuenta que es menor de edad y afroamericano.
Trinidad estaba en
la camilla asistido por un par de enfermeras, el médico cirujano encargado de
la reasignación de sexo, otro médico cirujano y un anestesiólogo. –Lo primero
será quitarle estas prótesis que cuestan miles de euros jejeje– Un par de
prótesis llenas de la más pura cocaína. Sería el pago por trabajos realizados,
favores y otras diligencias. –Ahora le colocamos sus dos nuevas tetas y
comenzaremos a ponerle su nuevo genital
a esta nueva niña, espero que sepa lo que está haciendo porque esto no tiene
marcha atrás.
Luego de ocho
largas horas, daban los toques finales a la nueva vagina. Donde antes había un
pene –que ya no queda nada de aquel trozo de carne–ahora hay una vagina recien
construída, inflamada, con un drenaje. Un aspecto terrible si en este momento
Trinidad quisiera verla. Los médicos satisfechos pero agotados. El jóven, ahora
mujer perdió mucha sangre que requirió transfusiones pero todo salió excelente.
La recuperación será lenta.
Dos días después
de la operación fueron a buscar a Trinidad a la clínica para llevársela a su
nueva casa; un prostíbulo. El mejor y más grande de Sarrebruck. –¿Dónde me llevan? Todavía estoy
convaleciente, necesito quedarme aquí recuperándome–Cállate y obedece, te vamos
a llevar a tu nuevo trabajo, no te creas que esta operación te va a salir
gratis– La ahora mujer, Trinidad, estaba adolorida, aún con el drenaje y los
puntos en la entrepierna, no hubo autorización para llevársela pero eso no
importó para que la gente de Orinoco se la llevara.
Entraron en la
camioneta, la montaron atrás con otro escolta.–Nos volvemos a ver Trinidad–era
Asuán, que, con un beso en la boca saludó a Trinidad. –Estas fría, ¿Qué te
pasa?–Tengo escalofríos, creo que tengo fiebre–Vámos rápido al negocio que la
revise el médico de allá. Te tienes que recuperar pronto porque esa vagina nos
tiene que dar mucho dinero–decía Asuán mientras le metía la lengua en el oído
derecho a Trinidad. Llegaron al local e inmediatamente ingresaron a la muchacha
al servicio médico.
Tres meses después
de haber matado a sus padres el nuevo Falcón era irreconocible. Sin expresión,
sin cabello, sin sentimientos. Un cuerpo trabajado en el gimnasio y con la
ayuda de complementos e inyecciones de esteroides anabolizantes. Lo
convirtieron en una máquina de matar. Ahora estaba en prácticas de tiro y artes
marciales. Ya cargaba con seis muertos a sus espaldas.
Una tarde en la
que Potro lo dejó libre, se montó en su camioneta a recorrer la ciudad. Pasó
por una heladería y se consiguió a Catia con unas amigas. –Falcón, ¿eres tú?,
pensábamos que estabas muerto igual que tus pap…–Despídete de tus amigas y
vente conmigo–Ya va, no puedo ahora..– Falcón la tomó fuerte del brazo y se la
llevó arrastrada de ahí, sus amigas comenzaron a gritarle que la soltara.
Falcón sacó su arma y disparó contra el vidrio de la entrada de la heladería lo
que hizo que todos se agacharan y gritaran, aprovechó y montó a Catia en la
camioneta.
Icoa se levanta de
su amplia cama, se estira y camina hacia el gran ventanal que tiene la inmensa
habitación que le dieron una vez que comenzó a trabajar y facturar grandes
cantidades de euros. Abre las cortinas, toma una bocanada de aire y deja caer
su bata quedando completamente desnuda. Hoy es su cumpleaños número 17, aunque
sus documentos reflejan que son 19, en el prostíbulo la venden como la
virginal y menor de edad, algo que no es
totalmente falso. Se acercó al gran espejo y comenzó a ver su cuerpo.–Al
comienzo te odié, no era lo que quería, me arrepentí de haberlo hecho…pero a
partir de hoy vas a triplicar el dinero que hacemos para esta puta
gente–Trinidad, ahora Icoa, le hablaba a su vagina.
Al mes de llegar al negocio de la prostitución, la
pusieron a trabajar. “La transexual negra latina” así la vendían al mejor
postor. Sus primeros clientes tenían que conformarse con penetrarla por el ano
pues su vagina aún no estaba lista para el sexo. Todavía dolían las heridas tanto
físicas como mentales. Trinidad al verse a los días de la operación lloró,
quería volver a ser hombre, maldijo el día que decidió operarse, pero todos
esos pensamientos y frutraciones desaparecieron el día que comenzó su nuevo
trabajo. Tres hombres la compraron para esa noche, pagaron un alto precio para
hacer lo que quisieran con ella, la drogaron, le hicieron beber, cada uno la
penetró, iban turnándose. Le introducían dildos, doble penetración, fisting,
sado, todo lo inimaginable y pervertido que se les ocurrriera hacerle, lo
hicieron sin contemplaciones. Es día quedó adolorida, traumada, sin fuerzas,
colapsada y con la vagina maltratada sin haber sido penetrada. Los siguientes
dos meses no fueron muy distintos.
–Ahora si voy a
sacarle dinero a este cuerpo y voy a mudar a mi familia del barrio. Todo sea
por tener dinero, no me importa lo que me hagan, voy atener dinero para hacer que lo que me dé la
gana–Tocaba con sus dedos la hasta hoy virgen vagina. Tocan la puerta del
cuarto y la abren. Era Asuán.
–Ya tú sabes a lo
que vengo, vas a ser mía antes que de cualquier viejo enfermo de los que vienen
para acá. Te lo dije el día que nos conocimos, vas a ser mía esta vez como Dios
manda–Le introdujo los dedos y comenzó a besarla. Asuán es un hombre fuerte,
atlético y alto, alzó a Icoa y la llevó cargada hasta la cama y la tumbó. Se
quitó la ropa. –Estoy enamorado de ti desde que te vi en ese aeropuerto. Te
quiero sólo para mí Icoa, te voy a sacar de aquí pronto– Comenzó a besarla,
bajó a sus pechos y comenzó a lamer sus pezones, primero uno y a los segundos
el otro, siguió bajando hasta llegar a su vientre y suavemente comenzó a
soplarle la piel hasta llegar a su entrepierna, con sus dedos abrió los labios
e introdujo su lengua para comenzar a lamer aquella oscura vagina que se le
antojaba apetecible.
Detuvo la
camioneta en una zona apartada, boscosa y solitaria. –Pásate al asiento de
atrás–¿Qué vas a hacer?–Falcón sacó el arma y con un gesto de amenaza le dijo
que se colocara atrás. –Quítate la ropa–Lo hizo, él no. Sólo sacó su pene por
el cierre del pantalón. Sin preámbulos, sin lubricación previa y sin gestos de
ternura la penetró. Salvaje, como un animal, sexo por sexo. Catia gritaba del
dolor, Falcón la embestía con rabia y gritando… –PERRA, ERES UNA MALDITA PERRA,
AHORA YO TENGO EL PODER MALDITA BASURA– la agarraba del cabello y le metía la
pistola en la boca haciéndole daño. –Voltéate– la penetró por detrás
igualmente con la misa furia que como
empezó. La jaló del pelo con toda su fuerza mientras derramba internamente todo
su semen. –Ahora vístete para llevarte a tu casa–.
Asuán estaba
deleitándose con lo que tenía frente a él, Icoa se retorcía de placer
–Penétrame, penétrame, házme tuya por favor mi amor, cógeme–Cálmate, disfruta
el momento, no hay prisa, relájate– Continuó por unos instantes más y se detuvo.
–Sigue, no te pares–No, ahora te toca lubricar mi pene, mámalo y pónlo duro
para penetrarte– se sonrió–Luego de hacerte el amor hoy no vas a querer que
otro hombre te toque, vas a ser sólo mía Icoa, te amo–le dijo eso mientras la
veía como le hacía el sexo oral.
Llegó el momento
clímax. Trinidad, ahora Icoa volvía a experimentar lo que es perder la
virginidad, pero como mujer.
Asuán se
incorporó, separó las piernas de Icoa y lentamente se fue acercando guiando su
pene hacia el sexo de su amada. Entró. Se detuvo, la besó y con la suavidad de
un amante enamorado comenzó a hacerle el amor a Icoa. Ella, con sus ojos
cerrados dejaba correr las lágrimas de amor, placer, felicidad. Comenzaba a
experimentar lo que siente una mujer, hoy por primera vez se sentía una mujer.
Con la delicadeza
de la seda, Asuán estaba dentro de ella, sintiéndola, acoplándose. –Te quiero
así, entregada, amándome, amándote, sentirme dentro de ti– le susurraba al oído
mientras seguía haciéndole el amor. Icoa sentía cada centímetro de el pene de
su amado dentro de ella, su vagina estaba viva, algo que a ella le atormentaba.
Llegó el momento de acabar, Asuán no aguantó lo que venía y se corrió dentro de
ella, se dejó caer sobre ella y así quedaron por varios minutos. Icoa lloraba,
Asuán dormía con una sonrisa en los labios.
Minutos después se
estaban vistiendo. Él a trabajar cuidando a su jefe. Ella, a ofrecer su cuerpo
al que más pague y soportar lo que ellos quieran hacer. –Mi amor....acabas de
ser mía y yo tuyo, eso no los va aquitar
nadie, pero ahora tengo que dejar que alguien meas te toque y me da rabia e
impotencia, te voy a sacar de aquí. No quiero compartirte con nadie– La abrazó
y se fundieron en un beso intenso. –Te amo Asuán, pero también necesito el
dinero, luego nos podremos ir de aquí–.
lunes, 21 de octubre de 2013
viernes, 18 de octubre de 2013
miércoles, 16 de octubre de 2013
PECADO CAPITAL 5. Soberbia
Ya montados en la
camioneta África le pregunta a Tabay el por qué de la prisa, –yo quería
disfrutar del in de semana completo–Tabay le da un cachetada –¿Coño no viste
que mataron a mis escoltas? ¿Qué querías que nos mataran a nosotros también?
Bueno que te maten a ti no me importa, gran vaina se va a perder–¿Por qué me
tratas así, que te he hecho para que estes así conmigo–Cállate la boca no me
hables– y volvió a darle otra cachetada. Potro los había seguido hasta la playa
en una camioneta blanca de vidrios tipo espejo –de su propiedad que Tabay no
sabía que la tenía–Llegó, vió a los escoltas, conversó con ellos y los mató a
cada uno con un tiro en la cabeza.
Sin hablar durante
el camino, Tabay iba a toda velocidad hasta que se da cuenta que una camioneta
blanca se acerca rápidamente hacia él y sin poder reaccionar embieste a su
camioneta hasta hacerla perder el control y salir se del camino chocando con
las defensas. La camioneta blanca sigue su camino a toda velocidad.
En la la playa se
quedaron Atabapo y Tobago. –Voy a la posada un momento nene, ya regreso,
¿quieres algo de tomar?–No, gracias yo te espero aquí, me voy a bañar. Atabapo
entra a la habitación y se dirige al baño, abre la puerta y se encuentra a un
hombre negro sentado en la poceta. –Ay curita, tú no aprendes...yo te dije que
no te metieras con mi putico y aquí sigues– Se levantó bruscamente y agarró a
Atabapo por la cabeza. –Te lo dije mamaguevo que te volvía a vé’ con mi putico
y te mataba– Lo tenía ahorcado y lo lanzó a la cama y comenzó a darle golpes,
uno detrás de otro–El putico es mio mamaguevo, es mio nojoda, cabrón de
mierda–y seguía golpeándolo. Cuando comenzó a ver que tenía sangre en la cara
entró Tobago, –¿¿QUÉ HACES COROMOTO??–el motorizado se detuvo y agarró por el
pelo a Tobago mirándolo con cara de rabia. –¡Te voy a matá carajito! Eres una
puta, ¡te dije que más nadie te iba a cogé’ sino yo!.
Tobago agarró su
bolso y Coromoto lo sacó del cuarto arrastrándolo,–Móntate en la moto que nos
vamos–Antes que se montara lo abrazó y le dió un beso en la boca–la próxima te
mato a coñazos carajito–. Salieron a toda velocidad del pueblo dejando a
Atabapo inconsciente.
Tabay reaccionó
unos minutos después del choque y vió que África estaba desmayada y con una
herida en la cabeza, se acercó a ella, abrió la puerta y la lanzó de la
camioneta, logró encenderla y se fue de ahí dejando a África tendida en el piso
***
Tres días después,
África estaba en su casa recuperándose con un brazo enyesado y cinco puntos de
sutura en la cabeza. Atabapo también hospitalizado con fractura de naríz y
pómulo y varias contusiones en la cabeza que requerían chequeo.
Tabay estaba en su
casa descansando, cuando rcibe una llamada… “Mi amor vente ya para mi casa, es
importante y urgente“ –¿Pero tienes ques er ahora?– “Si, te interesa, vente con
Potro“.
–Potro, Potro,
Potro, que voy a hacer contigo carajo, casi me matan, despachan a mis escoltas y
tú no apareces...no te mao porque eres mi hombre de confianza y mano derecha.
Ahora serás mi escolta personal–Así será jefe–dijo Potro mientras torcía la
boca con una sonrisa de maldad.
–Me vendiste a
Tabay Guanta, eres una sucia, pero no me van a joder–Tú no vas para ningún lado–Lo
apuntaba con un arma. En ese momento se abre la puerta del apartamento.
–Caramba mira quien tememos aquí, el que se coge a mi novia–Y tú te coges a la
mía, así que estamos parejos–Potro le lanza un golpe que lo tumba al suelo.
–Eres una maldita,
me van a matar por tu culpa, perra–Tabay lo levanta del suelo por el
cabello.–No chico, si yo not e voy a matar, ahora vas a trabajar para mi. Serás
uno de mis matones, despacharás al que yo te diga–Yo no voy a matar a nadie, no
soy un asesino–Lo serás, Potro te va a entrenar y hoy vas a matar a dos persona
jeje, llévatelo para que empiece a ser un hombrecito y se le quite tanta bondad
de mierda que tiene en la cabeza.
–¿A quién va a
matar este niño?–Mi amor no me eches la charla, quiero hacerte el amor, no
sabes quienes son las víctimas, asi que relájate y dame lo que quiero–. Guanta
empujó a Tabay en la cama y le quitó los pantalones, agarró unas tijeras y se
montó encima de Tabay –¿Qué vas a hcer cones? Mosca mi amor, mosca que eso nos
on juegos–Shhhh, calladito que no voy a ahcer nada que no te guste– Metío la
tijera entre la piel y el interior y rompió la tela. –Verga, que perrita eres,
mama–Guanta comenzó a mamar suave, bajaba hasta la base del pene y se retiraba,
en una de las veces que lo introdjo en su boca comenzó morderle el pene con
bastante presión –Me duele cariño, no tan duro–Aguanta, pareces una niña,
todavía no muerdo duro–y clavó sus uñas en los testículos, lo que hizo que
Tabay gritara del dolor, pero ella seguía mordiendo el pene y Tabay se excitaba
y ella mordía.
Con su lengua se
paseaba por todo el cuepo del pene mientras seguía mordiendo, hasta que Tabay
no aguantó y derramó su semen en la boca de la mujer ella no lo tragó sino que
se levantó y le escupió todo el líquido en la cara de Tabay y le soltó una
fuerte cachetada. Se levantó y comenzó a vestirse.
–Te me estás
poniendo muy eyaculador precoz últimamente, vamos a ver si te corriges eso, no
me está funcionando así–Pero, pero mi amor no me dejes así vamos a esperar un
ratico para cogerte, ¡no te vayaaaas!– Un portazo y todo quedó en silencio.
lunes, 14 de octubre de 2013
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