sábado, 15 de febrero de 2014

TRIPLE EQUIS. Asalto sexual.

Luego de salir de un local con unos amigos donde bebimos hasta salir bastante tomados, nos fuimos al estacionamiento a buscar mi carro para dejarlos en sus respectivas casas.

Les digo que me esperen afuera mientras busco el carro. Extrañamente el sótano está completamente a oscuras, sé donde está el carro pues activo la alarma y se encienden las luces.

Al cruzar por una columna siento a alguien detrás de mí y me agarra por el cuello, me empuja hacia la columna. Su brazo izquierdo rodea mi cuello y mantiene mi cabeza pegada a la columna, en su mano derecha tiene una navaja que la coloca a mi costado:

“Te vas a bajar los pantalones, lentamente sin hacer nada extraño porque te entierro la navaja, te voy a coger mariquito” Mis pantalones junto con el interior se deslizaron por mis piernas hasta llegar a los tobillos. Él, como pudo sacó su pene, abrió mis nalgas y sin más nada que su animal fuerza lo metió. El dolor fue insoportable por unos segundos a tal punto que grité. “si vuelves a gritar te corto el cuello maricón”.

Una vez que lo metió todo, seguía dándome duro y me golpeaba contra la columna, en ese momento estaba disfrutando aquella violación, que permití. Lo sacaba y lo metía, una y otra vez. Lo tenía grande pues sentía como entraba y se hacía paso en mi culo.

“te voy a dejar la lechita adentro pa' que te acuerdes de mi, loquita” empujó con más fuerza y acabó. Volvió a empujar un par de veces más. Lo sacó, me pidió la billetera y el celular y arrancó a correr en la oscuridad.

Me monté en el carro, me temblaban las piernas, salí y se montaron. Nunca les extrañó que tardé en salir, entre la rasca y la habladera que tenían no midieron el tiempo. Fui todo el camino sin hablar, no conté nada…hasta hoy.

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