miércoles, 17 de junio de 2015

SE ME ANTOJA QUERERTE 8

Asdrúbal y Asier

Asdrúbal volvía a salir de su casa bañado y vestido para irse a la oficina, no se le quitaba de la mente el sexo que tuvo hace unas horas con Asier.
Al salir del edificio se consiguió con Ramón.
–¿Y entonces, otra vez? je, je.
–Bueno sí, ¿cómo estas?.
–Bien, ya para la oficina pero hoy no puedo desayunar.
–Tranquilo, nos vamos directo –Ramón movió su mano que tenía en la espalda y le entregó una rosa–.
–¿Para mi?
–Si claro.
–¿Amarilla?–Asdrúbal le extrañó–.
–Bueno, si, no somos novios... las rojas son para los enamorados.
–Gracias.
 Comenzaron a caminar conversando. Ramón le preguntó por Asier y si ya eran novios, Asdrúbal le dijo que no, algo que hizo que Ramón le diera un fresquito en el cuerpo.  Le preguntó si el tipo seguía con sus andanzas en el metro y volvió a decirle que no.

–Verga Asdrúbal me gustas que jode.
–Ay Ramón que incómodo esto.
–Yo sé, yo sé pero tengo que decírtelo.
–Bueno ya lo dijiste, ya no lo repitas por fa.
–Ooookey…¿me puedes dar un abrazo de amigo?
–Seguro.
Estaban en planta baja y se abrazaron para luego subir a su oficina.

Llegaron a la recepción y la muchacha le notifica a Asdrúbal que le llegó algo.

–Ese arreglo es tuyo.
–¿Quién lo mandó?
–No sé, ahí está la nota.
Ramón resopló y siguió de largo.

--Que tengas un excelente día. A.--
Asdrúbal se sonrió al leer la tarjeta. Tomó el ramo para llevárselo a su puesto –Gracias–.
Al llegar a su cubículo colocó el ramo en un rincón,  buscó un vaso largo, le puso agua  y colocó la flor amarilla. Se fue a la oficina de Ramón y desde la puerta le hizo señas para que fuera a la cocina.

–¿No habías dicho que no estabas empatado con el pana?
–Y no lo estoy pero bueno me mandó un ramo, ¿qué quieres que haga?
–No nada…¿qué vas a hacer? Seguro que mi flor se te olvidó y quedó tirada por ahí.
–Que estúpido eres je, je. Ve a mi oficina y la verás ahí en un vaso con agua.
Ramón tenía la cabeza agachada pero sonrió.–Tonto, no te pongas así, somos panas, amigos–
–Si yo sé pero yo lo que quiero es ser…olvídalo, me voy que tengo vainas que hacer.

Asdrúbal se sirvió un café y se quedó ahí para tomárselo. Ramón se acercó al cubículo de su amigo y vio la flor, volvió a sonreir.

Llegó el sábado y también la promesa de Asier. Llevó a Asdrúbal a la empresa Agustín Sucre & C. para que conociera lo que hacen y cómo trabajan ahí.

–Te presento a mi papá, que es raro que esté aquí pero has tenido suerte.
–Mucho gusto Asdrúbal.
–Encantado muchacho, Bienvenido, Agustín Sucre. Que mi hijo te de el paseo yo no puedo tengo que firmar unas cosas e irme a una reunión fuera.

Le dio un recorrido de 45 minutos, mostrándole las maquinas de empaque y de llenado del producto, Asdrúbal estaba fascinado.
–¿Y todo esto lo montaron practicando la mendicidad?
Asier lo vio a los ojos y se rió.
–¿Tú vas a seguir? Si, poco a poco con esfuerzo la hicimos crecer pero ya varias cosas de las que ves existían se han modernizado otras. Te voy a llevar al ala derecha, ahí está la Fundación, verás todo lo que hacemos para la comunidad.

Entraron al lobby de la Fundación y habían fotografías de gran formato que mostraban las actividades para la comunidad, canchas, jornadas de salud para niños, para mascotas, operaciones. Convenios con empresas Caruao.

–¿Tú conoces a José Arturo Larrazábal?
–Si claro, con él inauguramos cosas juntos, ahora se encarga otro. Él está fuera del país.
–Que bueno está el pana.
–¿Aaaah, te gusta?
–Ja, ja, ja Bueno si, es guapo.
–Cuando venga te lo presento, pero te advierto que tiene pareja desde hace años.
–Ah pues, sólo dije que es guapo.
–Te invito a comer a casa.

–Dios ¿y tú vives aquí?
–Así es, es pequeña, mi papá no quería nada ostentoso.
Una casa inmensa de dos plantas, la fachada era blanca con rejas negras, un amplio jardín con una redoma para la llegada de los carros que conduce al estacionamiento.
Al entrar a la casa los recibe una amplia escalera con un descanso que conduce a la segunda planta. Ahí están las habitaciones, cuatro, un estudio y cinco baños.
Abajo la cocina, otro estudio, la habitación de huéspedes, otro cuarto de lavandería y el jardín trasero.

–Cierra la boca mi amor, que esto podrá ser tuyo si te casas conmigo.
Asdrúbal lo vio con cara de incrédulo. Asier se acercó a la cocina y pidió hacer almuerzo para dos. Su mamá no estaba, se encontraba en el club.

–¿Pero que hacemos en la casa de tus padres si tú tienes tu apartamento?
–Quiero que veas lo que tenemos
–Pero que creído.
–Ja, ja, ja vamos a mi habitación.

Subieron las escaleras y cruzaron a la derecha.
–Ponte cómodo, que yo haré lo mismo. Pon la tele o música o lo que quieras voy al baño.
Asdrúbal, se quitó el suéter que cargaba y se acercó a una gaveta, escuchó la ducha –¿y este para que se ducha?–Abrió la gaveta y lo primero que vio fue un arma.

Se asustó y cerró pero volvió a abrir. Debajo de la pistola había unos recortes de periódicos, apartó como pudo la pistola y sacó los recortes.

“ASALTO A CAMIÓN BLINDADO DEJA DOS HERIDOS, LOS ANTISOCIALES SE LLEVARON TODO”

“SEGUNDO ASALTO A BANCO EN MENOS DE DOS MESES”

“ATRACO A BANCO DEJA UN HERIDO. Más de 250 MM se llevaron los antisociales”

Y así unos cuantos titulares más que fechaban de hace 3, 4 y 5 años. Asdrúbal escuchó que Asier salía de la ducha y se llevó un par de recortes y se los metió como pudo en el bolsillo, se fue a la cama y se acostó ahí. El corazón le latía a gran velocidad.

Asier salió en toalla, se acercó a la cama y la dejó caer.
–¿Qué te pasa? Estas sudando y agitado.
–Es que quiero tirar contigo–Se levantó y le dio un beso en la boca para luego agacharse para hacerle sexo oral.
–Tenemos que bajar pero bueno te voy a coger.
Le quitó el pantalón sin quitarle la franela y lo empujó a la cama. Lo puso boca abajo mientras se ponía el condón.
Asdrúbal estaba tenso, asustado, nervioso. Asier lo notó pues no podía penetrarlo.
–Papá estás muy tenso, afloja porque te voy a hacer daño.–Asdrúbal se relajó y sintió como entraba el pene abriendo su piel–.
Luego de pocos segundos Asier se corría, Asdrúbal le apretaba el pene con su ano, era involuntario, estaba muy nervioso.

–Coño tenías ese culo apretadito que rico se sentía.
–Je, je, ¿me puedo bañar?
–Si claro mi amor. Me ducho contigo.
Entraron en la ducha y Asier ahora se agachó para entusiasmarlo. Aunque no logró que se levantara si acabó y en la boca de Asier.

Salieron de la ducha y se vistieron.
–¿Te pasa algo mi amor?
–No, estoy bien, no me digas mi amor por favor.
–Bueno, ok…es que no se te paró y estás raro.
–No me siento bien pero ya se me está pasando, ¿comemos? Debe ser hambre–Le dio un beso en la boca y bajaron a la cocina–.

“ATRACO A BANCO DEJA UN HERIDO. Más de 250 MM se llevaron los antisociales”
No se le iba de la cabeza el titular del periódico. Seguía comiendo y respondía con monosílabos.

Luego de mostrarle el jardín trasero, Asdrúbal le pidió a Asier que lo llevara a su casa –No me estoy sintiendo bien–.

–Bueno ya estás en casita, sano y salvo, recuéstate y hablamos más tarde ¿si? Cuídate, dame un beso.
Asdrúbal se le acercó y le dio un beso en la boca y se apartó.
–¡Hey! Yo quiero que seas mi amor y yo ser el tuyo ¿ok?
–Ok...

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