viernes, 14 de agosto de 2015

SE ME ANTOJA QUERERTE 5

Adriano y Américo.

Alejo llamó por teléfono a Adriano.

–<<Mira mi pana, tu noviecito llegó hasta mi puesto de trabajo a amenazarme con una pistola,  y me tumbó la mercancía. Amarra a tu loco>>.
–<<Ya no es mi novio y tranquilo que no te va a molestar más, te pido disculpas Alejo. Estamos pendientes para vernos y contarte>>

Al día siguiente Adriano llegaba a su oficina. Al sentarse en su puesto suena su celular.
<<Hola mi amor, estoy en la torre donde trabajas, ¿quieres que suba?>>
<<Haz lo que te de la gana>>

Américo subió a la oficina y preguntó por Adriano.
–Espere un momento aquí que ya le comunico.
Américo no esperó y entró para buscar la oficina.

–SEÑOR, SEÑOR.
Vio la puerta de la oficina de Adriano abierta y él adentro, entró y cerró la puerta con llave.

–¿Ahora que quieres? ¿No te basta con lo que hiciste en mi casa? ¿Con lo que hiciste aquí y a mi papá?
Américo se acerca a Adriano y lo tomó con fuerza del cabello levantándolo.

–¿CÓMO SE TE OCURRE MONTARME CACHOS CON ESE TIPO QUE ES BUHONERO?
–Baja la voz y suéltame que me estás haciendo daño.
–NO BAJO LA VOZ UN COÑO, ¿QUIÉN COÑO TE CRRES PARA BURLARTE ASÍ DE MI? –Le dio un golpe en la cara que Adriano se tropezó y lanzó al piso unas tazas.

La gente afuera de la oficina estaba acercándose a la puerta para escuchar.

Adriano se incorporó e intentó zafarse de Américo empujándolo pero este lo tomó de la manga de la camisa y le volvió a dar otro golpe.
–A MI TÚ ME RESPETAS SOY TU NOVIO –Le lanzó otro golpe que lo tumbó al piso y Adriano comenzó a gritar pidiendo ayuda, pero Américo se puso sobre él y comenzó a golpearlo una y otra vez en la cara. Los compañeros gritaban e intentaban abrir la puerta. Américo le daba patadas en las costillas a Adriano hasta que escuchó un fuerte golpe en la puerta que se abrió.

Dos compañeros lograron entrar, detrás de ellos varias mujeres hablando fuerte. Américo se sacó el arma que tenía en la parte de atrás del pantalón y los apuntó. Sin decir una palabra iba caminando rápido apuntando a todos hasta que salió de la oficina y estaba en los ascensores.

Cerró la puerta de vidrio y partió la alarma de incendios para activarla y se fue bajando las escaleras tranquilamente, guardó la pistola tapándola con la chaqueta. Partió otra alarma y siguió bajando. Entre el escándalo de la alarma, los gritos y la gente corriendo logró salir sin que lo vieran aunque ya habían advertido en planta baja. Se montó en su carro y se fue.

–¡NO! No lo muevan llamen a una ambulancia no vaya a ser que tenga algo roto y lo jodamos más –Decía uno de los compañeros de Adriano que lo estaba ayudando.
–Adriano, ¿estás bien? ¿Me oyes? –Adriano estaba desmayado pero respiraba. A los 10 minutos llegó una ambulancia. Adriano tenía la nariz fracturada y la cara llena de sangre y moretones.

Media hora después, una compañera toma el celular que está en el escritorio y llama a los padres de Adriano para contarle lo sucedido.

Ya en la clínica, Adriano es atendido. Sumado a lo d e la nariz, tiene dos costillas rotas y fuertes golpes en la cabeza y abdomen, se quedaría en la clínica de momento 72 horas dependiendo de la evolución.

Alonso, el padre de Adriano ya estaba en la clínica pero su exesposa aún no llegaba así que decidió llamarla a la casa pero no contestó y marcó su celular; estaba apagado, dejó el mensaje.
En la clínica estaban cuatro de los compañeros de trabajo de Adriano, entre ellos los dos que ayudaron antes que llegara la ambulancia.

Alonso estaba extrañado que su ex no llegara, pero no quería dejar a su hijo solo así que esperó un rato más.
Esa noche Alonso se quedó en la clínica, en la mañana uno de sus compañeros lo iba a relevar para que se fuera a descansar pero Alonso decidió irse a casa de su exesposa para averiguar que pasaba pues no había tenido noticias  y era muy raro que no estuviera ahí si le habían avisado.

El compañero de trabajo, Rodolfo, estaba sentado al lado de la cama cuando Adriano abrió los ojos. Estaba un poco atontado y preguntó que hacía ahí.

–Epa chamo,  estás en la clínica ayer vino un carajo a la oficina y entró en la tuya y te entró a coñazos y nos amenazó con un arma.. ¿Ese tipo es tu novio? ¿el que publicó las fotos esas?.
Adriano comenzó a llorar afirmando con la cabeza.
–Mi pana ese tipo es un loco oyó, denúncialo en la policía, te pudo haber matado.
–Ya lo hice…pero no se llama como me dijo. Él fue mi pareja por nueve meses.
–Ya mi pana no hables, descansa –Le tomó de la mano y se la apretó-.
–Busca mi celular y llámalo…dile que venga.
–¡Chamo! ¿tú te volviste loco? ¿ Cómo voy a hacer eso? Será para que termine de matarte aquí en la clínica, además creo que tu celular está en la oficina o lo tiene  Leonor que llamó a tus papás.
–Busca mi celular y llámalo, se llama Américo.
–Pero me dijiste que no se llama como te dijo.
–Busca mi celular por fa.
–Bueno chamo, deja que llegue tu papá y me voy a buscarlo.

Alonso llegó al apartamento y comenzó a tocar el timbre insistentemente, marcó el número del apartamento y escuchaba el sonido del teléfono pero nadie atendía. Comenzó a preocuparse, llamó a su cuñada para ver si sabía algo pero nadie le daba razón.

Volvió a la clínica y le preguntó al hijo donde estaban las llaves de apartamento. Todas sus pertenencias se habían quedado en la oficina pero su amigo Rodolfo iría para allá y se las haría llegar lo más pronto posible..
Tuvo que dejar a su hijo solo en la clínica porque se presentó una emergencia en la agencia de publicidad. Un problema que terminó de resolver a las 10 de la noche.

Al día siguiente, temprano, el médico revisó a Adriano y le dijo que podía irse a casa antes del mediodía. Su padre había llegado y comenzó a arreglar los papeles para salir, aunque el seguro había cubierto todo.

11:35 de la mañana, ya estaban los dos en el carro, Alonso dejaría a su hijo en su casa pero quería saber que había pasado con la madre de su hijo.
–Me tiene preocupado tu mamá, estas son horas que no aparece y  eso es rarísimo, una amiga tuya del trabajo la llamó para decirle que estaba en la clínica y dijo que saldría enseguida.
–¿Verga que habrá pasado?
–La gente de tu oficina me contó que te cayó a golpes el noviecito tuyo y amenazó a la gente con un arma. ¿Con quién carajos te metiste tú?
–Era mi novio papá teníamos nueve meses,  se enteró que me vi con un tipo y pensó que le estaba montando cachos por eso me golpeó.
–Pero lo dices como si justificaras la coñaza que te dio. ¿Tú estás demente o qué? Preso va ir ese enfermo.
–¿Llamaste a mi hermano?, él a lo mejor sabe donde está mi mamá.
–Acuérdate que tu hermano está de vacaciones fuera del país con la esposa. Mira carajito, vamos a denunciar a ese tipo ahora que lleguemos a casa y veamos que pasó con tu mamá.
–Quiero llegar a casa y acostarme.

Llegaron al edificio y Alonso se asomó al estacionamiento y el carro de su ex no estaba.
–Tu mamá salió en el carro, no está. Coño de la madre ¿y si tuvo un accidente?.
–Vamos a subir..

Abrieron la puerta del apartamento, no tenía la cerrojo pasado. Adriano entró primero y se fue directo al cuarto de su mamá pero no podía correr. Alonso estaba haciendo unas llamadas.

Adriano abrió la puerta del cuarto y se detuvo en seco.

La cama estaba teñida de rojo. Su mamá estaba acostada boca arriba vestida con las muñecas y el cuello cortados, tenía los ojos abiertos.
A Adriano se le aceleró la respiración y comenzó a llorar, se acercó a la cama y tomó la mano de su mamá y apoyó la cabeza del colchón y arrancó a llorar.
Alonso se acercó al cuarto y vio la imagen de su exesposa bañada en sangre y agarró a Adriano y lo sacó de ahí.

Adriano seguía llorando y Alonso también.
–¿pero por qué tu mamá se quería suicidar?  ¿tenía problemas? ¿Estaba pasando por alguna situación difícil? ¿un novio? No entiendo, ella no es de las que hace esto.
–Adriano seguía llorando –Ella no se suicidó papá, la mataron, fue mi novio.
Alonso se volteó a ver a su hijo que estaba de pie mirándolo.
–Fue mi novio, para vengarse de mi.
Envuelto en el dolor de ver  a su madre como la encontró, le recorrió una sensación por el cuerpo de placer y morbo imaginándose e a su novio violento cometiendo aquel crimen. Las lágrimas no cesaban pero tenía una erección. Alonso se dio cuenta.

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