–Hola Rebeca…¿cómo estás? –Respondía una llamada de una
amiga–Te llamaba para saber si podía ir a tu casa y así hablábamos un rato y te
hago compañía–Gracias Fernanda, aquí te
espero–Ok, salgo en media hora y me voy directo para allá–.
–Holaaa, me detuve a
comprar unas botellas de vino y algo para picar–Que bien, vamos a abrir la
primera– dijo Rebeca.
–…así como lo oyes mi amor, ese es Arturo una basura de
persona, cambió totalmente, discute, grita y fue capaz de pegarme por segunada
vez ¡y no se lo aguanté más!–
–De verdad que no puedo creer lo que me contaste” Decía
Fernanda impactada con la
revelación–.
–Es horrible Fer, pero bueno, hablemos de cosas menos
tristes porque entre lo de Gustavo que me montó cachos con mi jefa y lo de
Arturo, me voy a deprimir–.
2 horas después…Ya
estaban por la cuarta botella de vino.
- Ay mi amor que mujer en esta ciudad no se ha tirado a Gustavo,
si yo te contara. “hasta yo”–pensó. Fernanda y Rebeca reían a carcajadas.
- Pero es que Arturo aparte que tira divino, se gasta un
guevo mi amor, bueno, su hermano lo tiene igual jajajajaja–¿Te tiraste al
hermano?–Noooo, lo vi desnudo…nada más–En cambio Gustavo lo tiene normal, buena
cama, normal, no me quejo.
- Te voy a contar algo pero tú mueres callada marica jajaja.
Yo me tire a Jorge, el hijo de Arturo mmmmm ese niño aprendió del padre, es
medio torpe, no sé ahora, pero lo pasé bien con él.
- Que zorra eres jajaja. Yo también te voy a confesar algo.
Mi marido también se tiró a mi hermana, guevonaaaaaaa jajajajajaja, ahora me
rio, ¡¡¡¡pero tenía una arrechera!!!!.
- ¡Dios mioooo! ¿Pero qué novela es esta? Jajajajaja somos
una cuerda de enfermos todos.
Luego de reirse, Rebeca se acerca a Fernanda y le da un beso
en la boca, –Te quiero mucho amiga, voy a trae algo–
Fernanda estaba acostada en la enorme cama, en ropa
interior, de repente llega Rebeca con un consolador de goma de dos cabezas,
–Mira lo que tengo para las dos– se lo mostraba mientras lo agitaba. –¿Vamos a
usar eso?–Claro, tenemos que distrernos y no necesitamos a nngún macho. Rebeca
se acercó a Fernanda y le bajó la pantaleta, comenzó a pasar su lengua sobre la
vagina de su amiga.
Esta se volteó para también hacerle lo mismo a su amiga. Cada
una lamiéndo a la otra e introduciéndose los dedos y jugando con los clítoris
hasta endurecerlos. “Así, así Fer dale, dale, hazme acabar, ¡chúpamela! AAAAH
AAAAH AAAAH” una cantidad de flujo salió disparado a la cara de Fernanda, lo
que hizo que se excitara y ahora comenzaban con ella; misma operación pero
Rebeca frotaba fuerte los labios de la vagina de Fernanda hasta hacer que se
corriera. Se retorció de placer y cayó tendida en la cama.
Segundos después se levantaron–Ahora vamos con esto–ambas se
sentaron en la cama y Rebeca comenzó a introducir parte del juguete de goma en
su vagina soltando suaves gemidos. –Acércate,
métetelo, anda– Fernanda, comenzó a introducirlo, una vez las dos
penetradas empezaron a moverse y estremecerse, tocaban con sus manos la vulva y
se besaban, se frotaban duro, gritando y gimiendo. Sus labios estaban hinchados
por la excitación, y humedecidas al máximo. Volvieron a disfrutar de un orgasm
mutuo y volvieron a caer exhaustas en la cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario