Asdrúbal y Rubén.
15 días habían
pasado desde la detención de Asier en la calle. La familia Sucre tenía la cuentas
congeladas y le empresa la tomó el gobierno para manejarla junto con otras empresas
del estado.
Dos noticias
tenían al país conmocinado; La gran estafa de la empresa más longeva por parte
de una de las familias más acaudaladas y de varias generaciones instaladas en
el país y la otra el cruel y salvaje asesinato de la mujer transexual más
reconocida a nivel nacional y que se volvió mediática gracias a una entrevista
y a sus locales de salones de belleza y en plena celebración del orgullo LGBTI.
El país seguía paralizado por estos terribles sucesos.
Rubén había
tenido una conversación con su pareja, ya tenía más de 5 años juntos y compartiendo
apartamento. Decidió terminar la relación. Su novio, Jaime Andrés, con la madurez
que lo caracteriza desde joven asumio la ruptura con entereza asumiendo los errores
y el desgaste de la relación.
Se desearon
buena suerte en sus caminos. Pusieron el apartamento en venta y repartirían el dinero
entre los dos. Rubén se regresaría a su apartamento de soltero y Jaime Andrés buscaría
un lugar para vivir pero de momento se quedaría con su papá.
Asdrúbal
recibió una extraña llamada que lo desconcertó. Habló con sus papás sobre esa
llamada y estaban emocionados. Al contarle a Rubén, este le dijo que también
había recibido esa llamada al igual que los dos periodistas que trabajaron con
Rubén en el caso de Agustín Sucre & C.
Quedaron en
verse para conversar sobre eso y otras cosas.
José Arturo
regresaba al país. Reencontrarse con el lugar donde nació lo tomó por sorpresa
y tristeza, el país que había dejado hace unos años no era el mismo que estaba
viendo ahora.
Todo cambió y para
peor. Pero a pesar de todo Caruao le apostaba al país y seguían invirtiendo y
para eso él regresaba para cerrar el negocio con el gobierno y adquirir Agustín
Sucre & C.
Asdrúbal ya
estaba en la cafetería que le había dicho Rubén.
–Que loca esa
llamada, jamás en la vida me hubiese imaginado que algo así me iba a ocurrir.
Que compromiso y que nervios y encima Rubén terminó con el novio, ¿será que hoy
me va a pedir que seamos novios?, verga pero es que todo se viene de una. –Sonó su
celular. Era
Ramón.
–<<Hola
Ramón, ¿cómo estás? Coño tiempo sin saber de ti>>
–<<Si
vale, si no es por mi tú no llamas guevón, ¿dónde andas?>>
–<<En el
café Sasha>>
–<<Coño,
estoy al lado, espérame y nos vemos>>
Cinco minutos
después llegaba Ramón y se sentó a la mesa.
–¿Estás
esperando a alguien?
–Si, a Rubén,
¿te acuerdas?
–Si claro, el
detective que te tiraste, la cosa va en serio entonces. –Ramón se le quedó viendo
a los ojos.
–No empieces de
nuevo Ramón, ya ha pasado mucho tiempo para que tú sigas con lo mismo.
–No chico, eso
es agua pasada, yo estoy empatadísimo y feliz.
–¡Ah sí¡ que
bien vale, me alegro. ¿Y este con
quién está empatado? Seguro que con alguno de la oficina que se levantó, pero
quién, ahí todos son horrendos y héteros. Si le pregunto va a pensar que me
interesa, no ¿por qué va a pensar eso? Una pregunta que podría hacer
cualquiera, pero me intriga, ¿tan rápido se desenamoró de mi? ¿pero que estupidez
estás diciendo?.
–Epa, epa, mijo
te estoy hablando que me salí de la telefónica.
–Aaaah si, si
lo supe por una de las chamas de ahí ¿y dónde estás trabajando?
–En una agencia
de publicidad, mi pareja es el director general.
–Ah coño...¿Y
quién es el tipo? si se puede saber, ¿Dónde lo conociste? ¿Y cómo es que te
empataste así tan rápido, ¿Ya? Te enamoraste de él?
–Eh eh eh epa,
calma, calma chamo, ¿estás celoso ahora tú? Que preguntadera. Lo conocí en el
supermercado, comenzamos a salir y bueno. Y para más ñapa es el mejor amigo de
mi papá y yo ni pendiente de eso. Prácticamente estamos viviendo juntos.
–Mmmmm vaya, viven
juntos y todo, este no pierde tiempo, seguro que se está chuleando al tipo,
claro no le paré bolas y se buscó uno que le resolviera la vida.
–...y bueno,
Alonso tiene plata pero la verdad que eso es lo que menos me interesa de él, yo
gano muy bien en el trabajo, no me quejo.
–¿ Y que edad
tiene el Alonso?
–55 años.
–¿55 añor? Un
poco mayor para ti, podría ser tu papá.
Ramón ignoró el
comentario y siguió hablando.
–Mira y ¿qué
tal con el pana este?.
–Muy bien,
cuando llegue vamos a conversar de varias cosas y de nosotros, ya terminó con el
novio.
–Ah, vaya,
bueno hasta que por fin, ojalá les vaya bien y no se canse y te haga lo mismo.
Y no te lo digo
por mal Asdrúbal, pero ese tipo le gusta montar cacho y eso no cambia.
–Yo tampoco te
auguro mucho con el viejo ese.
–Ay Asdrúbal,
somos amigos, no nos pongamos a la defensiva y ver a quien le va mejor en la
relación Dame un abrazo. –Se levantaron y se dieron un abrazo –Suerte en todo
lo que emprendas amigo, ya sabes donde ubicarme.
–Luego te
cuento algo que me pasó, bueno me va a pasar, pero luego te cuento. –Llegaba Rubén
que saludó a Ramón y abrazó a Asdrúbal. Ramón se fue.
Mientras
esperaban los cafés coversaban.
–Tenemos que ir
a eso, ya les dije a estos chamos que vinieran también, que no rechazaran esa
invitación, ahora llamas para confirmar tu asistencia, yo lo hice ya.
–Mierda, que
nervios eso.
–Bueno tómalo
como buena publicidad. Cambiando el tema, ya soy un hombre libre
Asdrúbal, ahora
quiero que me respondas algo.
–Este me va pedir
que sea su novio, me lo va a pedir ¿qué le digo? No me gusta esa sensación. Aja dime.
–Quiero
comenzar a salir contigo, quiero que nos conozcamos de verdad, salir,
compartir, ir a la playa, almorzar juntos, cenar.
–Si quiero ser
tu novio.
–Bueno, no me
refería a eso je, je, je sólo a lo que te dije, salir, ver como nos va, quiero
hacer las cosas bien.
–Que pena, que
estrellón.
Bueno...sí, claro, me gusta eso, yo
también quiero tomarme las cosas con calma de verdad y saber si vas en serio y
no es un bochinche lo que quieres.
–Yo sé por
donde vienes, tranquilo.
Llegó el día.
Asdrúbal estaba en el apartamento de Rubén vistiéndose. Iban a ir vestidos con
traje y corbata. Estaban nerviosos, pero ya casi listos para salir. Ya montados
en el carro Asdrúbal comenzó a hablar.
–No puedo creer
que vamos rumbo al Palacio de Gobierno y además a recibir una condecoración,
esto es una locura.
–Ya, ya
cálmate, no me pongas más nervioso. Ya estamos llegando, esto esta minado de militares,
nos van a pedir hasta los certificados de vacunación.
Entraron a un
salón que es la antesala del Despacho del Presidente, ahí se encontraban los dos
periodistas que ayudaron a la investigación, se acercaron para saludarlos. A un
lado del salón pero apartados estaban María Antonia Vollmer, su hijo José
Arturo y Jaime Linares.
José Arturo al
ver a Rubén se acercó a saludarlo y con él vino Jaime.
–Hola Jefe.
–Ya tú y yo
hablaremos, ahora me metiste a mi hihjo a vivir conmigo.
–Eso es lo
único que te mortifica, no que lo haya dejado.
–Bueno es que
no sé si está mejor sin ti, tu eres un perro, te conozco muy bien.
–Te presento a
Asdrúbal, estoy saliendo con él.
José Arturo
saludó a Asdrúbal, este se emocionó al saber que era uno de los dueños de Caruao.
–Un placer
conocerlo señor.
–Coño, no me
digas señor, ya paso los 40 pero no me siento viejo je, je, je
–Muchacho no me
hagas caso de lo que dije de este. Es un buen tipo. –Dijo Jaime.
Entraron al
despacho del Presidente, dentro se encontraban periodistas de varios medios y cámaras,
pero el acto se iba a transmitir en cadena nacional.
El acto duró dos
horas que incluyó la noticia que Caruao manejaría la empresa expropiada bajo la
figura de la concesión por un período de 30 años. No era lo que esperaba los
accionistas pero aceptaron. Luego de terminar el acto, llegaron las entrevistas
de los periodistas a cada
persona del
caso.
Cinco horas
después Asdrúbal y Rubén salían del Palacio. Les habían entregado un condecoración
y los documentos para reclamar un vehículo para cada uno de los involucrados.
Los cuatro se reunieron para brindar por el éxito de la investigación pero
luego se quedaron solos Asdrúbal y Rubén.
–Vamos a pedir
otra botella, hoy me quiero rascar y después te quiero hacer el amor.
–Pero no te
rasques mucho, porque no se te va a parar.
–¿Te he fallado
alguna vez?
–Mmmm no, pero
siempre hay una primera vez.
–Te voy a echar
una cogida, que me vas a pedir más.
Dejaron el
vehículo en el estacionamiento del local y tomaron un taxi para la casa de
Rubén
Entraron al
ascensor y Rubén ya estaba excitado, se sacó el pene y le dijo a Asdrúbal que
se agachara. Detuvo el ascensor.
Rubén se apoyó
del ascensor mientras tomaba la cabeza de Asdrúbal y lo empujaba hacia él.
El muchacho
introduciá todo el pene en su boca para luego sacarlo y succionar, lamía el
glande y volvía a tragarlo todo.
Rubén estaba a
punto de correrse y se apartó descargándose en la cara y camisa de Asdrúbal que
también se masturbaba y había acabado. Se levantó y Rubén lo besó lamiéndole el
semen que aún tenía en la cara.
–Te quiero
coger. –Entraron al apartamento. Rubén se lanzó a la cama y quedó inmóvil.
Asdrúbal le
quitó la ropa y lo dejó desnudo, buscó unas toallitas húmedas y le limpió el pene,
se acercó a Rubén le dio un beso en la boca. –Buenas noches .
Se fue a
duchar, se sentía un poco mareado producto del alcohol, salió del baño y se
tumbó en la cama.
En la mañana
Rubén se sentó en la cama con un fuerte dolor de cabeza que no le dejaba abrir
los ojos, al voltear a ver la hora en el despertador se encontró con un vaso
que tenía una bebida roja oscura, dos pastillas y una nota: <<Buenos días
bello, tóma este tres en uno y estas pastillas para que te quietes el dolor de
cabeza, ya regreso con el desayuno.>>
Rubén se
levantó de la cama con el vaso y las pastillas en su mano. Aún desnudo fue a la
cocina y dejó el vaso ahí y montó la cafetera. Llegó Asdrúbal con empanadas y
jugo.
–¡Qué ricas
esas nalgas! Le dio una nalgada que Rubén se agarró la cabeza.
–¡No hagas
esoooo! Me duele la cabeza – se volteó y le dio un beso en la boca.
–Siéntate para
desayunar, que quiero hablar contigo muy seriamente.
–Uy creo que
ahora no es el momento para hablar de cosas serias, tengo la cabeza a reventar,
espera unos minutos. ¿Anoche te cogí?
–No, te
quedaste dormido.
–Mentira.
–En serio, me
pusiste en el ascensor a mamarte el guevo y al entrar al apartamento te lanzaste
a la cama y ahí te quedaste, te quité la ropa y ahí te dejé, come.
Terminaron de
desayunar, a Rubén ya se le estaba pasando el dolor de cabeza.
–¿Qué me
querías decir?
–Quiero ser tu
novio, quiero que nos empatemos, así formal, ser tu pareja.
–¿Y eso? Así
porque tú quieres.
–No, porque me
gustas mucho y estoy empezando a sentir otras cosas que también me gustan.
–¿Te puedo responder
después de cogerte? –Se levantó de la silla y se fue llevando a Asdrúbal a la
cama mientras lo besaba.
–MMM
no..no...ya va...así no...después de tirar no…dime..mmmmm…ahora...-lo tumbó en la cama y le quitó el mono que
cargaba, le levantó las piernas y se acostó sobre el y empezó a penetrarlo.
–Si quiero ser
tu novio carajito, claro que sí – se le acercó y le dio un beso en la boca para
luego terminar de penetrarlo.
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