Alejo y Régulo.
Alejo se
despertó al escuchar su celular sonar varias veces, le habían llegadon dos
mensajes:
<<Mira la
foto, hice una fogata con tu mujercita y tu suegra primito>> - Incluía
dos fotos.
Se levantó de
la cama de un brinco y despertó a Régulo.
–¡Régulo,
Régulo! Rendel las mató, la mató.
–¿Qué, Qué?
¿Qué dices?.
–Mira el
mensaje, tenemos que irnos, tengo que saber que pasó.
Régulo vio las
imágenes y se quedó obsevando un detalle de la foto. –Esto es en la autopista
de Oriente, en un terreno valdío que hay allá.
–¡Vamos, vamos
para allá!
–Calma, Alejo,
cálmate.
Salieron del
apartamento y se fueron en el carro de Régulo.
Llegaron al
terreno, al acercarse al lugar vieron al vigilante tirado en el piso y más allá
dos cuerpos parcialmente calcinados, al acercarse y ver el cuerpo de Débora
donde no se había quemado se tiró al piso y gritó con todas sus fuerzas y dar
golpes en la tierra. Régulo a su
lado estaba
llorando al ver los dos cuerpos aún humeantes. Llamó a la policía científica y levantó
a Alejo del piso.
–Ven, ven acá.
–Yo le dije que
la protegería, se lo dije y no cumplí Régulo y ahora está muerta. Yo debí matar
a Rendel cuando tuve la oportunidad, ahora ese asesino está suelto y quien sabe
donde.
No me lo voy a
perdonar nunca, nunca. COOOOÑOOOOOOOOO DEBORAAAAAA, NO, NO, NO PUEDES ESTAR
MUERTA, NO, TENDRIA QUE SER YO EL QUE ESTÉ
AHÍ.
–Ya Alejo no te
culpes, sal de ahí no sigas torturándote
–Tengo que
buscar a Rendel, lo voy a matar, voy a matar a ese enfermo.
–ALEJO –le dio
un golpe -QUEDATE QUIETO, DEJA DE DECIR TONTERIAS Y
VAMOS A
RESOLVER, YA NO HAY NADA QUE HACER CON DÉBORA Y SU
MADRE.
Media hora después
llegaba la policía y una ambulancia. Los oficiales los interrogaron.
Mientras
transcurría el procedimiento, Régulo se enteró que el accidente que había
ocurrido en la autopista subiendo, había muerto Rendel y sus dos compañeros que
lo acompañaban en la camioneta.
Entre todo lo
que recavaron en la escena del crímen, encontarron huellas y cosas que demostraban
que Rendel y los otros dos hombres habían acabado con la vida de Débora y su
madre. También la muerte del vigilante.
Cinco días
después le daban sepultura a los restos de ambas mujeres, el velorio fue en el cementerio
que estaba totalmente abarrotado de gente, lo que los gerentes del cementerio tuvieron
que pedir apoyo a la policía municipal.
Organizaciones
no gubernamentales LGBTI y transexuales de la ciudad en las que estaban las que
ejercen la prostitución. La gran mayoría de las personas que estaban ahí eran
del barrio donde vivía Débora y su madre, hasta políticos se atrevieron a
acercarse aprovechando las cámaras y llamar la atención para las próximas
elecciones y captar votos de la comunidad LGBTI.
El país estaba
conmocionado por la terrible muerte de las dos mujeres. Lo que más se escuchaba
entre la gente es que agradecían que los asesinos habían muerto, aunque otros
preferirían haberlos matarlos con sus propias manos.
La muerte de
Débora abrió todo un debate a nivel nacional, canales de televisión, medios impresos,
emisoras de radio hablaban del tema todas las semanas, tenían invitados,
especialistas, sexólogos, psiquiatras, sociólogos y organizaciones.
Desde el
gobierno nacional condenaron categóricamente el crímen. El tema del matrimonio
igualitario y la homofobia volvía a estar en el tapete, lo que ocurrió aquella
madrugadaFue un crímen de odio.
Alejo y Ramiro
ahora eran socios de los locales junto con dos hermanos de Débora, que, luego
de un año ya tenían dos locales más y ahora iban a franquiciar la marca.
Para cumplir
con la ley de Responsabilidad Social empresarial, Alejo creó la Fundación Débora
contra la transfobia. Propuso a Régulo para que fuera el presidente de la
Fundación, la cual aceptó sin pensar.
Cuando la gente
se enteró que existía querían trabajar voluntariamente, muchas de las que se acercaron
eran transexuales que trabajaban como prostitutas y otras personas gay que
también querían colaborar.
La inauguración
de la fundación iba a ser en el aniversario de la muerte de Débora. El centro
tenía psicólogos, asesores, abogados, centro de charlas, biblioteca dedicada al
tema transexual.
El día de la
inauguración se encontrba Ramiro, Régulo y Alejo junto al voluntariado.
Tomó la palabra
Alejo que pidió la colaboración de la gente que se acercó con lo que quisieran,
sea poco o mucho.
–Debo confesar
que esta Fundación la creé como consecuencia de la muerte de nuestra Débora,
pues como ella misma decía no quería ser ejemplo de nadie por ser transexual, simplemente
le decía a la gente que luche por sus sueños, que ella lo logró. Un alma perdida
le truncó sus próximos sueños y creo que ella donde quiera que esté estará
feliz
que esta
Fundación hoy comience el camino para evitar que se repita lo que a ella le sucedió.
Quiero agradecer a todo el voluntariado que está aquí y les digo que las
personas que trabajen directamente con nosotros recibiran aunque sea poco, una
remuneración, no se los prometo ahora pero a más tardar en seis meses
comenzarán a cobrar. Muchas gracias a
todos por venir
y apoyarnos.
Una persona que
llegaba con tres escoltas se bajó del vehículo y se acercó al podio donde estaba
Alejo. Era Jose Arturo Larrazábal.
–Hoy vengo
hasta acá en nombre de empresas Caruao para entregar un cheque con todo el dinero
que recaudamos a través de nuestro personal a nivel nacional, aparte firmamos
un contrato para el suministro de alimentos a la fundación por un período de
cinco años.
Al bajarse el
empresario apareció una mujer que no estaba invitada pero subió al podio y tomó
el micrófono.
–Buenos días,
disculpen la intromisión, me tomé el atrevimiento de subir para decirles que soy
la madre del hombre que asesinó a Débora.
Un silencio se
hizo entre la multitud, tan solo se escuchaba un murmullo general. Alejo temiá
que la gente se volviera loca y se abalanzara contra ella, pero no sucedió.
–No vengo a
justificar a mi hijo, ni a que lo perdonen, estoy aquí porque quiero de alguna manera
resarcir, aunque no creo que sea suficiente, lo que hizo mi hijo. Quiero
colaborar de manera voluntaria en esta Fundación, en lo que sea, donde pueda
ayudar. Quiero ayudar a mi sobrino Alejo, disculpen si no lo sabían, pero ambos
eran primos pero Alejo nunca se la
llevo muy bien
con mi hijo y...bueno.. –Alejo subió y le quitó el micrófono a su tía que se puso
a llorar. Apagó el micrófono.
–Ya tía, ya,
tranquila, gracias por ese gesto, las puertas de esta Fundación están abiertas para
ti.
–Te pido perdón
en nombre de mi hijo, sobrino, sé que me hijo estaba metido en muchas cosas
malas y era un asesino, pero era mi hijo...ya me voy, mucha suerte, apenas comiencen
a trabajar me incorporo.
El día fue
agotador y muy movido pero ya estaban solos en el apartamento Alejo y Régulo.
–Yo no sé si
Débora esté feliz de vernos juntos pues por mi culpa ustedes terminaron.
–Si yo estoy
feliz ella está feliz y también lo está al verte al frente de la fundación amor
que sé que lo harás muy bien.
–Voy a
compaginar mi trabajo en los bomberos con la Fundación, espero hacerlo bien.
–Yo sé que sí
amor. ¿Te puedo confesar algo sin que te molestes?
–Dime amor.
–Aún extraño a
Débora, su risa, sus ganas de trabajar, de seguir creciendo, su optimismo, su
cuerpo, su cara, su pelo, cierro los ojos y la veo.
–¿Cómo voy a
molestarme? Tienes que extrañarla, todo esto es por ella.
–Quedó hermosa
la foto grande que pusimos en el salón de la casa ¿verdad?
–Bella.
–Se la pedí a
la revista que todavía las conservan.
–Vamos a
ducharnos y lanzarnos a la cama a ver películas y comer cotufas ¿si?
–Me gusta el
plan –Dijo Alejo –Pero hoy quiero consentirte, yo te baño.
–Uy que rico,
vamos pues. Se dieron un beso y entraron a la ducha.
Sinceramente esta historia me conmovio bastante, me saco alguna lagrima, muy impactante. Saludos desde Mexico :)
ResponderEliminarMuchas gracias. A veces la vida no es tan justa y fácil para algunos y eso lo quise reflejar en la historia. Gracias por leerme. Espero contar contigo para leer mi nueva historia MALAS INFLUENCIAS
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