martes, 10 de noviembre de 2015

MALAS INFLUENCIAS. Encuentro cercano con aquel tipo #FrançoisSomosTodos


Aquí estoy de nuevo.

Luego de mis episodios entre baños y pipís, mi infancia siguió normal, tranquila como la de todo niño; parques, viajes, videojuegos, estudiar, etc. La cosa empezó a torcerse cuando llegaron los 11, 12 y 13 años. Estaba rebelde, no quería hablar con nadie, me molestaban los adultos, quería salir yo solo, no soportaba salir con mi mamá a hacer el mercado, quería quedarme  jugando en la cónsola.
En fin, un preadolescente.

Llegaron los 15 años y mi mamá me dijo que era el hombre de la casa y me lo recalcó mi papá; “Usted es el hombre de la casa y tiene que cuidar a su mamá”. Yo por dentro le decía “eso mismo tenías que haber hecho tú, lo dijiste en la boda y mira donde estamos” Vainas de adolescentes con el reconcomio. Ya mi mamá me había contado lo de mi papá con la no madrina, pero siempre sin insultos ni ofender a mi papá, pero a mi sí me parecía que lo que hizo no estaba nada bien.

Unos días antes del evento que les voy a contar, mi madre había contratado a la empresa de la marca de aires acondicionados que tenemos en casa, para hacerles mantenimiento, le pusieron fecha a la visita y era en una semana.

Mi mamá todos los días me repetía: –Yo creo que no voy a poder estar ese día pero tú te vas a encargar de eso, eres el hombre de la casa y es tiempo de que empieces a asumir responsabilidades. –“¿Responsabilidades? ¿mi responsabilidad no es estudiar y ya? Yo no sé de técnicos, ni labores domésticas, bueno sí, he lavado los platos y hago mi cama y recojo el cuarto” Seguí escuchando a mi mamá.
–Cuando llegue la persona, antes de abrir la reja le pides su cédula y el carnet que lo identifica como empleado de la empresa y chequeas que coincida con los datos que me van a dar mañana, antes de eso no. Si no coinciden no le abres y me llamas..
Esta letanía me la repitió toda la semana, ya sentía que conocía a Luis Soto, el técnico, un pana más.

Llegó el día y efectivamente mi mamá no iba a estar porque tenía un compromiso con mi madrina en Valencia -luego me enteré que fueron a una bruja, que quedaba en allá -En mi mente se repetía lo que me había dicho mi mamá, se convirtió en un mantra que tenía pegado en la nevera.

Mientras esperaba al fulano técnico, me puse a jugar STAR WARS: JEDI  POWER BATTLES, estaba nuevo de paquete, mi papá me lo había traído de Estados Unidos. Sonó el timbre. Comenzaba mi momento de ser el hombre de la casa.
Me acerco a la puerta “antes de abrir la reja le pides su cédula y el carnet que lo identifica como empleado de la empresa”Abrí la puerta.
–Buenas tardes, soy el técnico de FRIGILUX para un mantenimiento general. ¿Está tu mamá?

Yo soló escuché mamá. Un hombre alto, musculoso de ojos verdes , no era rubio pero el cabello y sus vellos de los brazos eran castaño claro, tenía una dentadura perfecta. Ese hombre no podía ser técnico pero ya la reja estaba abierta y él dentro de mi casa.
–No, mi mamá no está pero me dejó dicho lo que tiene que hacer.
–Permiso –Entró hasta la sala, le vi las nalgas y eran de otro planeta, yo me sentía en la dimensión desconocida donde los técnicos están todos buenotes.
–Bueno chamo tú me dices por donde empiezo.
–“Empieza por mi”. –Vamos al cuarto de mi mamá, ahí está el primero de 5 aires.
Se fue a la camionetica donde vino y sacó la escalera. El split estaba en lo alto del cuarto. Cando se montó y alzó los brazos descubrí un mundo desconocido para mi por lo menos en vivo y directo; una barriga cubierta de vellos claritos, me estaba poniendo nervioso.
Cuando comenzó a desarmar el split, no sé de donde salió pero le cayó agua encima y lo que salió de su boca fue un coño. Se bajó de la escalera y se quitó la franela azul clara. Se detuvo el planeta, mi planeta, grité, el corazón me palpitaba a mil por hora y volví a gritar –los gritos eran internos- Tenía un abdomen duro, pero no marcado y unos pectorales que parecía escudos de guerreros romanos, tuve que girar la cabeza hacia la ventana y disimular un poco, yo creo que se dio cuenta.
–¿No importa que me quede sin franela? Estamos solos.
–“Bien solos por un buen rato” tranquilo pana, como quieras -Traté que mi voz saliera lo más varonil posible, pero no, no fue así- Se sonrió y pasó su mano por el pecho restregando esos vellos que brillaban con el sudor y el agua.
Siguió en lo suyo y yo tenía que romper el hielo.
–¿Tienes novia o estás casado?
–Ninguna de las dos, estoy soltero ¿Y tú? ¿tienes novia en el liceo?
–No, para nada. –Seguimos hablando de estupideces, ¿qué pueden hablar uno adolescente y un señor de 35 años?

Ya iba por el tercer aire y me soltó de la nada una pregunta a quemarropa; -¿Y ya te estrenaste?
Más conejo y me moría –No sé,  si, no, no entiendo.
–Que si ya lo has hecho, has tenido sexo con tus amigas.
–Ah, ah, si valeee, hace tiempo, como 6 meses
–Coño, te estrenaste ya.
–Uuuuf hace rato.
–Yo a los 17  se volteó y se tocó su paquete nada pequeño. –Con mi primo.
A mi me entró un frio por la espalda pero tenía las orejas encendidas, no supe que decir. El se bajó de la escalera
–Yo nunca lo he hecho con un carajito.
–Tengo 15 años.
-Mmmm menor, un problemón.
–No voy a ir a la LOPNA –Dije esa estupidez y no sé como, el guevo del pana ya estaba afuera, yo había visto pipís en mis cortos 15 añitos, pero aquello era descomunal, grueso y él pretendía que yo me metiera eso en mi boca. Ya verlo me daba angustia.
–Como que no has mamado guevo nunca.
–Si vale – me las dí de experimentado y me metí –como puede- esa anguila.
–Au, cuidado con los dientes papá, despacito.
–Yo no podía creer que eso me estaba pasando. No sabía como agarrarlo, mis muelas tropezaban con aquello, era torpe, pero él no se que quejaba. Me tomó la cabeza  e intentó metérmela más, pero mi estrechez se lo impedía y casi vomito.
Con el guevo metido levanté la mirada que estaba anegada de lágrimas y él me miraba y se sonreía.  Decidió sacarlo. Al hacerlo sentía que había desencajado algo que se estaba atorado, sentí alivio pero a la vez quería seguir encajonado ahí.

–Vamos a dejarlo hasta aquí que se está poniendo peligroso.
Mientras decía eso yo me secaba los ojos y me quitaba el exceso de saliva alrededor de mi boca.
–Pero mi mamá no va llegar todavía –Esa frase me catapultó como una puta quinceañera-.
No lo digo por eso, es que eres un chamito, lo que pasó no debió ocurrir, discúlpame. Voy a terminar con este split y sigo al otro cuarto.
Y yo quedé así como niño que se le explota un globo, que no sabe que hacer y está a dos segundos del llanto. No quise insistir y me fui a la cocina a tomar agua.

Cuando ya le quedaba  un split por revisar, insistí.
–¿No vamos a seguir? –Y como si hubiese hablado con el split me respondió -pásame ese clip de plástico que es de la tapa.

Terminó con los aires, revisó los compresores, encendió todo y perfecto. Tenía el punto de venta inalámbrico y pasó la tarjeta de mi mamá, yo le dí el número de cédula y listo, el trabajo trminado y pagado.
–Bueno chamín, ya está todo listo, cualquier cosa llamen la Servicio Técnico si tienen algún problema.
–¿Pero vienes tú?
–El que esté disponible en ese momento, eso depende.
Llevó primero la escalera y luego buscó la caja de herramientas, había limpiado todo lo que ensució y seguía sin camisa y más sudado.
–¿Tú me puedes prestar una toalla para secarme?
–Te puedes duchar en mi cuarto –silencio total en la sala-.
–No chamín con la toalla está bien –no hubo manera de que Soto accediera de nuevo. Luego de secarse, tomó la caja de herramientas y se fue hacia la puerta, se detuvo y sacó su billetera.
–Toma mi tarjeta por si tienen algún problema con el aire.

Y claro que lo hubo, 15 días despues le dí unos golpes a mi split hasta que se jodió y bueno, llamé, pero el teléfono estaba desconectado y mi mamá llamó al servicio técnico pero Soto no vino. Vino un gordo horrible que no levantaba ni sospechas. No supe más de Soto pero recibí de mi madre elogios por haber hecho todo bien en su ausencia. Unos años después le conté a mi madre sobre mi primer felatio.

Esa noche por primera vez me masturbé hasta acabar. Siempre me daba hasta que salía la babita, el precum que llaman en inglés, pero esta vez salió semén. Me hice la paja frente al espejo del lavamanos y aquello brincó por todos lados, cerámicas, lavamanos, espejo, piso. Quedé agotado pero satisfecho de mi primera paja. Si era gallo, pronto se me quitaría eso.

Hasta pronto.

9 comentarios:

  1. Uff esto me puso a mil! Excelente relato

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  3. Me paso algo parecido pero con un técnico de la EdC que vino a poner corriente 220V en casa... mientras trabajaba rompiendo pisos y poniendo cables yo le ofrecí limonada. Increíble que estuviera solo con mi papa, que estaba por el garage, ya que somos bastantes. Fue un intento fallido de fellatio. El moreno tenía como unas verruguitas blancas alrededor del anillo del glande. Aquello no me pareció agradable a la vista. Por más que intenté lavarlo, aquello no salía. Así que inventé una excusa y le dije que no. Pero el tipo estaba de un bueno.

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