lunes, 2 de octubre de 2017

Estreno. INQUEBRANTABLE 1. Capítulo 1


Los cuadros, las plantas, los muebles y los objetos decorativos ya estaban dispuestos. Solo faltaba algo.



Se encendieron las luces del estudio y aparecieron los actores y el director. Comenzó  a darle instrucciones de donde colocarse y a que lado ver mientras decían sus parlamentos.



–¡Acción! –Gritó el director.



<¡No te permito José Carlos que ensucies el nombe de mi hermano, no te ha dado ningún motivo para que dudes de él desde que entró a tu empresa!>

<Ana Cristina, sabes que cuando digo las cosas son por algo y…> -El actor se detuvo –Perdón, perdón, se me fue la letra.

–¿Otra vez? ¿en serio? Tenemos que volver a repetir esto, ayer lo dejamos así por esto mismo. –Decía la actriz ya bastante molesta por la situación.

–Debe ser que tú no te equivocas y hay que detener todo.

–Si mi amor, ¡pero lo tuyo ya es el colmo!

–No seas pajúa, ¿en serio yo me tengo que calar a esta tipa por el contrato?

–Yo me voy a mi camerino y cuando este ser maleducado se aprenda el libreto me llaman, así no grabo.



Rebeca sale del set y se va a su gran camerino que le asignó el canal por ser artista exclusiva y la actriz estrella de las últimas producciones, además de ser la mejor pagada del talento del canal de televisión. En el camino la detiene su mánager.

–Bájale dos Rebeca, esta gente te ama pero se puede cansar.

–¿Cansar? Soy su actriz del momento tengo un contrato blindado, déjame sola.

Siguió su camino, pero la alcanzó el director y el asistente de producción.

–Rebeca, hazme el favor y regresa al set, que tus otros compañeros tienen que grabar después que tú.

–Será problema mio que Antonio no sepa su letra. No me voy a calar su incompetencia.

-El director le recordó que su compañero y galán protagonista de la novela que hacen juntos tiene una trayectoria en cine y televisión de 20 años. –Tú apenas saliste hace casi tres años del concurso de belleza y llevas tres novelas. -Rebeca, altiva y sin bajar la mirada lo desafió –Tres novelas exitosas, una detrás de otra, te he dado de comer con mi éxito por eso ganas lo que ganas.

–Ten un poquito de humildad niñita y respeto hacia tus compañeros que tienen más experiencia que tú, que lo menos que pueden decir de ti es que eres una paracaidista.

-Rebeca entró en cólera y su cara se enrrojeció y amenzó al director con hablar con el presidente del canal para que lo botaran.



Rebeca Montenegro, una muchacha de 21 años, viene de una familia de dinero que siempre le cumplió sus caprichos, tanto que entró sin casting al concurso de belleza  más prestigioso del país. Con la ayuda de su padre y su actual novio, conquistó la corona en una elección bastante controversial que dio que hablar más por lo oscuro del resultado que por su talento y/o belleza que, aunque es hermosa, habían participantes que la superaban en belleza y talento. Su carisma y su carácter extrovertido le abrió inmediatamente la puertas de la televisión aunque ella también tuvo que abrir otras cosas.



–¿Está el señor Cienfuegos? Llegaba Rebeca a la presidencia intentando traspasar la impenetrable puerta del presidente del canal, pero primero tenía que pasar por encima de la secretaria privada.

–Buenos días señorita Montenegro, el presidente está ocupadísimo, si quiere yo la anoto en agenda para que se reúna con él.

Rebeca se recogió el cabello con las manos y se hizo una cola con una liga que tenía en su muñeca. –Yo necesito hablar con él ahora y voy a entrar.

–Usted pasa esa puerta y llamo a seguridad.

–¿Bueno mija con quién crees que estás hablando?

–Con la actriz protagonista de los éxitos dramáticos de MegaVisión. -Le dijo la secretaria sin levantar la mirada –Pasas esa puerta y te saco con seguridad. –Atrévete -La retó y se fue a la puerta. Llegó y la secretaria llamaba a seguridad, en eso se abre la puerta y cuelga el teléfono.

–Doctor, la señorita quiso entrar a la fuerza en su despacho y….

–Tranquila Ofelia, yo me encargo, salgo en un momento a almorzar, cancela mis reuniones de esta tarde. Pase señorita. –Cerró la puerta del despacho y se fue a la enorme silla que está en la enorme mesa de vidrio que usa de escritorio.



Gonzalo Cienfuegos el magnate de las telecomunicaciones, maneja el mayor canal de televisión del país, un periódico, un banco, una editorial y uno de los sistemas de cable más importante del país y de América latina. Tiene casi 70 años, casado, con tres hijos varones, el mayor, próximo en sucederlo en la presidencia. Las mujeres son su perdición y en el canal lo rondan muchas.



–¿Qué te pasó ahora Rebequita? Sabes que no me gusta que subas a Presidencia cuando te de la gana.

–Ay mi amor es que tuve un encontronazo con Antonio y el director.

–¿Otra vez?

–Bótalo. –Se refería al director. Le explicó lo que había sucedido con ambos. Gonzalo se sonrío y le dijo que ambas cosas no iban a ocurrir, primero porque el actor también tiene un contrato de exclusividad y está la novela al aire y con el director tampoco, podría cambiarlo pero ya no puede botar a otro director más. –Estás muy caprichosa carajita. Tu novio debe amarte para soportarte.

–Gafo, tú sabes que yo te quiero a ti. Ademeas no es mi novio

Gonzalo se levantó de la silla y con un gesto le dijo a la actriz que se acercara.

–Voy a hablar con el Director, pero no lo voy a sacar del canal no lo cambiaré pero le daré un jalón de orejas por meterse con mi cachorrita, pero me tienes que complacer con algo.

–Lo que quieras papi.

Gonzalo abrió los ojos y miró a su entrepierna para que ella se acercara. –Agáchate y házlo. –Rebeca se acercó y se arrodilló, tomó el cierre del pantalón y lo bajó lentamente mirando al magnate a los ojos mientras pasaba su lengua por sus labios, ella sabía que eso le excitaba a Gonzalo. Lentamente metió su mano tocó el interior y comenzó a acariciarle el pene sin sacarlo. –Sácalo y mámalo que me tienes a punto coño. -Lo volvía a ver a los ojos mientras sacaba el pene ya erecto por entre el cierre del pantalón. –Lo que tengo que hacer para seguir triunfando en este canal y cobrar lo que cobro. Rebeca piensa en los dólares y relájate, mámaselo al viejo que ya se va a venir. -Pasó su lengua por el glande para luego introducirlo en su boca y succionarlo.

–AAAAAY MI AMOOOOR COOOOÑOOOO. -Un chorro de semen recibió la actriz en su boca, la cual tragó disimulando su asco. Gonzalo la tomó del pelo con fuerza mientras se le pasaban las cotracciones, la separó y ella se levantó limpiando su boca con su mano.

–Anda, vete, que tengo cosas que hacer.

–¿Vas a hablar con Donato?

–Si pero hoy no, ve a grabar y pórtate bien, ah y a Antonio ni lo determines, con él no te metas.

–Parece tu hijo mi amor, ¿por qué lo defiendes?

–Anda, sal de aquí.



Rebeca se soltó el cabello, lo sacudió y se acercó a Ofelia. –¿Viste que pude entrar sin tanta cosa? Para la próxima paso sin preguntarte secretarucha.

–Buenos días señorita Rebeca, que tenga buen día.



Ofelia se levanta de su puesto y entra sin tocar al despacho de su jefe.

–Pero bueno Gonzalo ¿por qué me desautorizas delante de esa mocosa principiante de actriz, se supone que yo filtro a la gente que entra a este despacho y me dejas en ridic… -Un beso silenció sus palabras, por unos segundo se entregó al beso mientras la mano de Gonzalo pasaba por su nuca. La separó de su boca.

–¿Estás celosa de esa carajita? No pareces tú Ofelia, esa niña pasará al olvido más temprano que tarde y tú seguirás siendo mi secretaria privada fiel y leal.

–Ese es el problema, que soy tu secretaria fiel y leal, más nada.

–No seas tonta, toma. –Sacó de su caja fuerte media paca de billetes verdes. –Véndelos y cómprate lo que quieras.

–No se trata de esto Gonzalo y lo sabes, no me interesa que compres mi lealtad con esto, pero los voy a tomar porque sabes en la situacion que estoy con mi hijo y su enfermedad.

–Te dije que te podía ayudar con eso.

–Ya me estás ayudando. -Se dio la vuelta y se fue.





Rebeca se iba a su camerino entre asqueada y contenta, sabía que Gonzalo haría lo que ella le pidiera y siempre al final recibiria un recompensa casi siempre monetaria aparte de los excelentes beneficios que devenga de su contrato. Saca la llave de su bolsillo y abre la puerta.

Enciende la luz y pega un brinco acompañado de un grito al ver a alguien en su cama.

–¿Qué haces aquí? ¿cómo entraste?

–Mi amor ¿todavía no sabes con quien estás empatada? –El novio de Rebeca, en interiores, se levanta de la cama con el pene algo erecto, la toma del brazo y le pone su mano en la entrepierna, le da un beso en la boca y la invita a tener sexo en ese momento. –Mientras esperas para grabar, te van a llamar en una hora, tenemos tiempo. Le mete la mano por el pantalón hasta llegar a su vulva e introduce sus dedos, Rebeca se estremece y no pone resistencia. La productora se acerca al camerino.

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