domingo, 29 de octubre de 2017

INQUEBRANTABLE 2. Capítulo 7



–Gracias por el préstamo, no sabes lo feliz que me hace esto, saber que ya puedo entrar a la Universidad.

Ana hablaba con Ricardo desde el despacho que tiene montado en casa y  de donde a veces trabaja. Ahora ella vive en la casa de Ricardo y Rebeca.

–Un préstamo que me vas a pagar con la que tienes entre las piernas, no te creas que va a ser de gratis.

–Si quieres puedo empezar a pafgar de una vez. –Ana comenzó a desabotonar el uniforme cuando tocan a la puerta y abren.

–Disculpe señor Sucre, lo busca el señor Victor Landaeta, me dijo que le avisara cuando llegara.

–Tranquila Josefa, que pase. Anda, vete luego tu y yo hablamos.



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–No sé como vas a hacer pero me tapas estos moretones.

–Voy a tener que hacer un milagro, estás coñaceada.

Rebeca se levantó de la silla y le dio una cachetada a la maquilladora que le tumbó ele stuche al piso y ella tuvo que agarrarse de la silla.

–¿PERO QUIEN TE CREES TU PARA HABLARME ASI MARGINAL? TU ESTÁS AQUI PARA MAQUILLAR NO PARA CRITICAR Y DAR TU OPINION. ¡ESTA BOTADA!

–Ni que fueras mi jefa, ¡ve y busca quien te maquille idiota!



Rebeca salió del área de maquillaje y llamó a Cienfuegos.

-Papi, bota a la maquilladora del canal.

–<¿Qué? Rebequita, estoy en una reunión, no puedo atenderte>.

–<Llama a la vieja jefa de maquillaje y que bote a Jesenia ya>

–<Carajita no estoy para tus malcriadeces, no sé quien es Jesenia, chao>



Rebeca cerró los ojos y gritó lanzando el celular al sofá. Fue a buscar a la jefa de maquillaje.



–¿Qué pasó señora Rebeca?

–Jesenia está botada, quiero que me consigas a una tipa que me maquille a mi sola, a más nadie, que no hable que obedezca.

–Ya va, ya va, un momento, primero Jesenia no está botada, segundo aquí nadie me ha dicho nada de que le ponga a usted una maquilladora exclusiva.

–Te lo digo yo ¿o quieres que suba y hable con Gonzalo?

–Bueno en tal caso con el Director de variedades que es mi jefe directo.

–Yo no hablo con empleaduchos, yo hablo con el jefe, el dueño de toda esta mierda. Subo y hablo con él y salen las dos del canal.

–Con todo respeto señora Sucre, tengo más de 20 años en este canal, tengo una trayectoria, no entré ayer. ¿Qué es loq ue usted quiere y yo la puedo ayudar.

–Que me tapen con maquillaje esto, esto ¿es muy difícil?

–Si, es dificil ¿pero no imposible, se puede sentar y la ayudo?.



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–Que bueno que viniste, necesito hablar contigo.

–¿Sobre qué? Yo también quiero hablar contigo de dos cosas.

–Dime tú, cuéntame

Victor lanzó un suspiro.

–Carlos, uno de tus escoltas…esteee…fue el que…

–¿Mató al cura? Sí, él me dijo. Carlos es mi caballito de batalla.

Victor estaba impactado y no salía de su asombro, viendo a Ricardo como lo decía con total tranquilidad.

–¿Tú has mandado a matar a gente?

–¿Yo? No chico, yo le mando a hacer el trabajo sucio pero no matar gente, fuiste tú el que mandó a matar al curita.

–No, no, no, a ver, Carlos me preguntó que si se deshacía del cura y le dije que sí, pero me refería a que lo sacara del hotel no que lo matara.

–Diste mal la seña, pero tranquilo que eso quedó registrado como suicidio, deja la angustia. ¿ qué es lo otro?

–Otro suspiro y un resoplido siguió a restregarse las manos contra su cara y levantarse de la silla.  De pie viéndolo sentado por unos segundos, habló.

–Estoy enamorado de ti, si, enamorado y desde hace un coñazo de años.

–Verga marico ¿vas a seguir? ¿en serio? Coño, mala mia cogerte aquella vez nojoda, marico si hubiese sabido que te ibas a poner a sií no te cojo, de pana que te pasas guevón.

Victor se le acercó y le puso una mano en el hombro.

–Chamo, marico, deja la guevonada, ya te dije que me provocó cogerte pero más nada, no me gustan los hombres no quiero un noviazgo con un tipo, a mi me gustan las jevas, una hembra, me casé con una cuaima.

El abogado se le acercó y lo besó en la boca. Ricardo lo empujó.

–¡Ya marcio, ya, coño de la madre Victor deja la vaina porque me voy a arrechar contigo, eres mi hermano pero te puedo botar y abogados buenos hay que jode así que bájale cuatro!

–A ti te gustó esa tirada, no me vengas con que ahora no te gustó.

–MAAAARICOOO CLARO QUE ME GUSTÓ ¿NO TE COGÍ? Quería tirar y estabas tú, más nada, ¿otra vez te lo tengo que explicar?

–O sea yo llamo a Rebeca y le explico esto, ella lo va a entender.

–Que jeva eres, ahora vas a ir con el chismecito de colegio a contarle a Rebeca, ve y cuéntale, ¿cuál es el peo?

Victor volvió a pasar sus manos por la cara y luego por el cabello y volvió a resoplar, se sentó en la silla.



–Cuéntame, ¿para que me llamaste?

–¿Ya estás tranquilo?

–¿Para que me llamaste Ricardo?



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–¡Corten! Perfecto coño, por fin, quedó excelente, los felicito.

Rebeca y Catire se separaban luego de un apasionado beso en la escena de amor que tuvieron. Se quedaron viendo a los ojos y sonreían.

–Besas muy rico.

–Tú también.

–Tu marido te cayó a coñazos duro y como sigamos con la vaina me los va a dar a mi también.

–Mientras no nos vea.

–Tu mamá si nos está viendo. –Se acercó el director.

–Chicos la escena queda pero ¿pueden  seguir al pie de la letra las instrucciones que les di para la escena? El beso era trucado no real, aunque me gustó y queda, no quiero que se repita.



–Si no quieres que tu marido te vuelva a moler a palos, deja a mi novio en paz, golfa.

–Ay mamá, yo no soy la única a la que Catire se tira, estás tú y otras también.

–Pero a ti te tengo cerca y se que ocurrió, de las otras no sé nada.



Catire se acerca. –Me voy al camerino, voy a descansar un rato pues luego grabo otras escenas.

–¿Con mi hija?

–No amor, otras escenas aparte.





–Hola Ofelia, ¿estás tu jefe verdad?

–Pasa… “niña insolente”.



Rebeca entró a la oficina de Cienfuegos sin tocar la puerta. Estaba la esposa de Cienfuegos.

–Bueno muchachita ¿En tu casa no te han enseñado que hay que tocar la puerta antes de entrar?

–“Maldita mujer, deja que salga, ahgarro por los pelos a Ofelia” Disculpen, ya me retiro.



–¿Por qué no me avisaste que estaba la mujer ahí?

–La otra vez te dije y no me hiciste caso, llegaste con esa soltura a entrar y te dejé.

–Estúpida, lástima que no puedo hacer que te echen.

–Sí, es una lástima, ¿quieres tomarte algo mientras esperas en el sofá?

Rebeca le volteó los ojos, se sentó y se puso a revisar las redes sociales.

En instagram había llegado a los 600 mil seguidores, se abrió la blusa hasta que se le viera el sostén y se tomó una selfie para agradecer a sus seguidores. La subió a la aplicación y se metió en twitter.



<<Se filtran fotos de la actriz Rebeca Montenegro en la clínica luego de una golpiza>>

No habían pasado 30 minutos de la noticia y ya era tendencia en las redes sociales. Se levantó del sofá y se fue a la puerta del despacho.

–No prentenderás entrar.

–¡Es una emergencia!



–Permiso Gonzalo, disculpa loq ue esten conversando puede esperar lo que está pasando es muy grave.





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–Voy a incursionar en la política y quiero que me ayudes.

Hubo un silencio de varios segundos, Victor miraba a Ricardo con incredulidad.

­–¿Tú me estás hablando en serio? ¿tú para que quieres meterte en eso? No sabes nada de esa vaina.

–Marico, ¿tú no sabes todos los negocios que puedo hacer metido en esa vaina? Bastantes verdes me voy a meter, tengo que empezar por debajito y luego gobernador, diputado, ya he hablado con algunos políticos, que por supuesto van al bautizo de mi hijo.

–¿Y tú me quieres meter en esa corruptela?

–Tu vas tranquilazo conmigo, hacemos las cosas bien y nos irá bien.

–Es que no vamos hacer las cosas bien.

–¿Me vas a ayudar o no? la semana que viene comienzan las reuniones para cuadrar todo.

–No te voy a dejar solo y lo sabes. –Victor tomó su saco pero se cayó al piso y bajó su espalda haciendo que el pantalón se tensara en sus nalgas.

–Uf que culo tienes marico. -Le dio una fuerte nalgada.

–Ricaaardo, Ricaaardo, deja la vaina. -Ricardo encogió los hombros levantando las manos.

–Te espero la semana que viene para que nos reunamos con esta gente.

–¿Que gente?

–La gente de Avance Popular. -Victor puso sus ojos en blanco y suspiró.

–Chao Ricardo…

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