martes, 10 de octubre de 2017

INQUEBRANTABLE 1. Capítulo 9


–¿Por qué tan solita? ¿Quieres subir? –El joven se tocaba el pene sobre el bermuda mientras miraba a la actriz.

–No sé, me da miedo, ustedes tres solos en un yate, a lo mejor son gais.

–Ven y compruebas.

–Mi novio está durmiendo.

–Creo que tu novio es un guevón al dejarte sola y desnuda en altamar.

Rebeca se sonreía mientras movía los brazos para mantenerse a flote y que no se viera su desnudez. Iba  acercándose a la embarcación para no gritar.

–Es un señor de 68 años.

–Ah ok, el pana te mantiene, dame tu mano, ven, sube, HUGOOO, pásame la toalla y el traje de baño que está en el closet, azul, creo. –Mientras la ayudaba a subir veía sus pechos y su entrepierna, un cuerpo perfectamente moldeado, piel blanca y sin marcas. –Ufff estás muy rica, toma tápate, tengo un traje de baño, es de mi novia que lo dejó, creo que te sirve.

–Ok, tráelo.

–¿Quieres tomar algo?. –Le dijo Francisco.

–De lo que estén tomando ustedes.

–Cerveza.

–Esta bien.



Francisco Cáceres, un joven de 28 años, administrador de profesión, aunque no ejerce, vive de las regalías de las empresas de sus padres, es el dueño del yate, tiene novia, pero no pierde oportunidad para conocer e intimar con otras mujeres. Derrocha el dinero en fiestas, alcohol, drogas y mujeres. Vive solo en un apartamento de soltero. Sus padres prefieren no saber que hace y lo mantienen disraído pasándole la cuota que le corresponde,



–Marico esa jeva la conozco, de dónde, no sé, pero la he visto. -Le comentaba Hugo a Carlos, el otro muchacho. Que no le dio importancia al comentario, se levantó a buscar cerveza para todos.

Rebeca se quitó la toalla frente a Francisco y se colocó el traje de baño. –¿Me ayudas a abrocharlo?.

–Claro. -Francisco sentía como su pene se movía dentro de la tela, con cada contracción que tenía, lubricaba.



Se sentaron a conversar los cuatro, la música sonaba alto pero podían hablar. Carlos se levantó y se fue a ver televisión. –HUGO TRÁEME UNA BIRRA POR FAAA. -Encendió el televisor.

<<TORMENTO DE AMOOOOR, en su etapa cumbre con Rebeca Montenegro y José Carlos Brión esta noche a las 21 hrs por PASION TV>>

–HUGOOOO, HUGOOOOOO, ven, marico, ven. La caraja es actriz, la acabo de ver en una promo de una novela.

–Verga. –Hugo se sonrió y salió a decirle a Rebeca.



–Epa chama tú eres actriz, eres la protagonista de la novela de MegaVisión.

–Si, soy Rebeca Montenegro.

-Que vergüenza, yo ni me presenté y no sabía tu nombre, soy Francisco Cáceres, mucho gusto mi amor, ¡otra ronda de cervezas por favor!

Se acercaron Hugo y Carlos para conversar de nuevo con ella, le contó que fue miss.

–Coño verdad, tu fuiste Miss Miranda.

–Aaaaay vale, tú como que eres parcha, te sabes hasta el estado que representó.

–Deja la vaina guevón, lo que pasa es que ese año hubo muchas noticias sobre tu coronación, que fue comprada la corona para que tú ganaras y tal.

–Si, fueron rumores y chismes, nada de eso fue verdad querían sacarme del concurso. ¿Puedo usar el baño?

–Claro mami, baja y entra al camarote grande. –Rebeca se fue.

–Ustedes dos se van al agua o se meten al otro camarote pero me dejan solo, esta me la cojo en un rato.

Francisco volteó al yate de a lado y vio el nombre: CARIBEANDO. Abrió los ojos y tragó saliva. –Maaaaaricooo, la caraja es novia de Cienfuegos. –Rebeca regresaba y volvió a sentarse.

–Mira, nosotros nos vamos al agua, ¿quieren venir?

–No, nosotros nos quedamos. -Le dijo Francisco a Rebeca que la abrazó mientras le pasaba la mano por la pierna. –¿Quieres otra birra? –Le dio un beso en la boca, su lengua recorrió la boca de ella y metió su mano por entre el traje de baño, jugando con sus dedos en los labios de su vagina.

–¿Vamos a la cama? Tengo ganas de cogerte. –Le dijo al oído.

–Tengo novio, no debería estar haciendo esto.

–Y te vas a casar, te googleé y vi a tu prometido, que lo conozco por cierto. Me voy a coger a la futura esposa de Sucre.

-¿Y si mejor dejas de hablar tantas estupideces y me coges?

–Francisco la cargó y comenzó a quitarle el top del traje de baño. La lanzó a la cama y se quitó el bermuda.

–Mámate esta verga. -Rebeca se acercó y se lo introdujo en la boca, mientras lo tenía dentro lo masturbaba con la mano. Él la tomó del cabello y le empujaba la cabeza, extendió su brazo y tomó una bolsita con polvo blanco e inhaló.

–Voltéate y ponte en cuatro que voy a reventarte. –escupió varias veces su pene y lo restregó desde el ano pasando por el perineo para luego introducirlo en la vagina. Fue metiendo suavemente y, mientras lo hacía, introducía un dedo en el ano de la muchacha.



–Vamos a subir a ver como se la coge.

–Verga esa vaina me va a poner quesúo, dale, vamos.



Con un dedo en el ano y la otra mano sosteniéndo el cabello, Francisco golpeaba us testículos contra el cuerpo de la chica que gemía con fuerza. Sus amigos detrás de la puerta escuchaban los ruidos y uno de ellos se atrevió a abrirla.



–¿Quieres que te la meta por el culo?

–Sí, sí…ah, ah, ah



–Maaarico se la va a coger por el culo. -Le susurraba Hugo a Carlos.



–No me acabes adentro, no me acabes a dentro, en el culo, en el culo, ah, ah ,ah

Francisco no le prestó atención y eyaculó dentro de ella, inmediatamente lo sacó y lo introdujo en el ano.

–Ahí viene la leche perrita, ya te la voy a dar. –Luego de escasos segundos, volvió a  acabar, esta vez dentro de su ano. Retiró el pene y le dio una nalgada a Rebeca.

–¡Wao, eres una perra, como te mueves! Anda, ve a lavarte y te vas pa tu yate, quiero dormir.

–¿Ya, así? ¿me coges y me botas?

–Sí, ¿Cuál es el peo? A eso viniste, a llevar guevo, ¿o es que subiste desnuda a entablar una bonita amistad? No seas pendeja, arranca.



Rebeca salió del camarote, vio a los otros amigos sentados y no les dijo nada y se lanzó al agua para nadar hasta el yate de Gonzalo. Subió y se colocó el traje de baño. Se puso a tomar sol, estaba muy molesta, el cuerpo le temblaba.

Unos minutos después, el yate comienza a moverse acercándose al yate de los tres chicos. Rebeca estaba dormida.



–¿Y su amigo Cáceres?

–Durmiendo…creo, ¿Cómo está señor Cienfuegos?

–¿Puedo entrar? -Gonzalo ya estaba montado en la embarcación y se fue al camarote. Levantó la pierna y le dio un empujón al muchacho en la nalga y se sentó al lado de él mientras se despertaba.

Lo apuntó con el arma en la frente. –Te la cogiste, bien, está divina la carajita ¿verdad?, bueno está es la última vez que le vas a tocar siquiera un pelo, la próxima te pongo de carnada para los tiburones. Mándale saludos a tus papás. –Salió del camarote.

–Buenas tardes muchachos, que estén bien, saludos a sus papás.



Volvió a su yate y fue hasta dónde estaba Rebeca, le dio un beso en la boca. –Princesa, despierta, ya nos vamos a ir, ve a ducharte y come algo, debes estar hambrienta.

–Hola mi amor, voy. –Se estiró y se levantó.



Gonzalo se puso de pie con el arma en la mano y saludó a los tres chicos que lo miraban.

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