sábado, 7 de octubre de 2017

INQUEBRANTABLE 1. Capítulo 6


Estaban los tres sentados en el comedor cenando, nadie hablaba, Rebeca revisaba su celular, se escribía con su amiga Sonia.

<Eres una perra, yo que pensaba que eras mi amiga>

<Ay no te la des de digna que tú tienes lo tuyo con el viejo Cienfuegos. Además tu marido se acercó a decirme si quería acostarme con él, le dije que sí, tranquila no estoy enamorada de él>

<Te vas a arrepentir de lo que hiciste>

Yolanda miraba a su hija y le puso la mano en su brazo y con un gesto le dijo que dejara el celular.

–Creo que tenemos una conversación pendiente los tres. -Dijo Yolanda mirando a su esposo, que bajó la mirada. –Puedes empezar tú que eres el protagonista de esta historia tan asquerosa.

–Mamá deja que hable papá. -Teodoro se aclaró la garganta y lo primero que salió de su boca fue pedirle disculpas por lo sucedido. –Es algo que vengo haciendo y me gusta, me siento bien…no lo puedo evitar. -Su cara enrrojeció, sus músculos se contrajeron pero levantó la cara miró a su esposa e hija a los ojos.

–Eres gay entonces, ¿desde cuándo te gustan esas aberraciones?

–¡Mamá! Eso no es una aberración.

–Ah disculpa no me acordaba que tu también te tiras a cuanto hombre hay en ese canal para que te den los papeles y tus contratos sean jugosos.

–Gracias a ustedes y gracias a eso comemos y vivimos bien.

Teodoro tosió para que se volvieran a enfocar en él. –Toda la vida he hecho esto, pero de un tiempo para acá se ha vuelto más frecuente, es más fuerte que yo. Todavía no sé como pudo llegar ese video a la luz pública.

–Ay papá, algún maricón de esos que sabe quien eres y quiso sacar dinero.

–Fui yo.



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Ricardo estaba con varios amigos en uno de sus restaurantes, 10 amigos y sus tres socios. Cerraron esa noche el local para festejar su despedida de soltero. Contrataron unas strippers, unas pole dancers nudistas y unas prostitutas para quien quisiera tener sexo esa noche.



–Marico, ¿cuándo te vamos a conocer una novia? Te conocimos una noviecita y eso fue a los 14 años y solo le dabas besitos muack muack. -Los amigos se rieron y comenzaron a burlarse de él como cada vez que se reunían, le decián maricón, loca, mamaguevo y cuanto calificativo ofensivo se les ocurría.

–¿Pero por qué tengo que estar mostrando a la mujer con la que salgo o decirles algo? Es mi vida coño, métanse en sus vainas.

–Ah entonces si tienes un culito, echa cuento pues, ¿quién es? ¿la conocemos? Es del club? ¿Ya te la tiraste o sigues virgen?.

–Si son imbéciles, no tengo novia, punto, vinimos a celebrar tu despedida de soltero ¿no?

–Te contraté una puta que cuando la veas se te va a quitar esa mariquera que tienes, tiene unas tetas y un culo uf, yo me la pego hoy si tú no quieres.



Victor Landaeta es un joven de 32 años, abogado, tiene dinero de familia y a hecho su fortuna gracias al bufete donde trabaja y los casos que ha ganado, es soltero pero no se le conoce novia, es muy reservado con su vida íntima, es muy amigo de Ricardo a pesar que siempre se burlan de él. Le lleva los asuntos legales de las empresas de su amigo.



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–¿Fuiste tú? -Se levantó de la mesa encarando a su esposa.

–Si, me lo enviaron por correo, pagué una fuerte suma de dinero y lo difundí, ahora tenemos un par de entrevistas pagas para hablar de eso y en la televisión también. Tenemos que sacarle provecho a todo, va a ser mucho más de lo que pagué por el video.

–¿Pero cómo te atreves a exponer a papá con eso? ¿estás loca?

–Estoy asegurando nuestro futuro mi amor, tú te vas a casar y harás una familia y quien sabe si tu marido nos ayude.

–¿Y mi reputación? -Decía Teodoro, –Tengo empresa, gente que me conoce.

–Es lo que menos me importa, voy a explotar a Ia yo víctima, expuesta al escarnio. -Mientras decía eso hacía gestos de llanto y sufrimiento.

–Eres una basura.

–Tu hija me ha enseñado a actuar, por cierto Rebeca, si te entrevistan sobre esto, no des declaraciones a menos que te paguen.

–Quiero el divorcio.

–De momento no querido, vas a quedar peor, sabrán que eres gay, ahora está en duda tu hombría.



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La mujer comenzó a desnudarse hasta quedar en ropa interior y liguero, se acercó a Victor que estaba sentado en una silla en medio del salón con las manos atadas detrás del respaldar. La música estaba a todo volumen, la chica se acercó al oído de Victor. –Desabrocha el sotén con tus dientes. –Se volteó y comenzó hacerlo, eso enloqueció a los hombres que estaban en el local, gritaban y silbaban. Lo hizo.

–¿Quieres tocarlas con tu lengua? –Le volvió susurrar al oído. –Soy gay -Respondió.

–Me excitan los gais. -Dijo eso y le puso las tetas en la cara y se las estregó.

–Para, para, para, por favor, déjalo así, desátame y agarra a otro carajo.

La chica molesta, se coloca de nuevo el sotén y lo desata. –¿Otro voluntario? ¿Qué tal el futuro esposo? Sube.



Otras mujeres estaban bailando y las pole dancers haciendo sus acrobacias en el tubo. La música llenaba el local, habían hombres sin camisa, Ricardo se atrevió a quedarse sin pantalón, solo el interior puesto. Sentado, evidenciaba una erección, su lengua recorría los pechos de la mujer. –Si me lo mamas te pagó más. –Si cabalgo me pagarás aún más. –Dale, móntate.

La chica se bajó la pantaleta y el liguero agachándose y mostrando a los presentes su ano y vagina, los gritos no se hiciern esperar. Se acercó más a Ricardo y pasó una pierna alrededor de las piernas de él para poder sentarse, le tomó el pene, una de las chicas le lanzó un preservativo.

–Hay que protegerse cariño. -Le puso el látex. –Llénalo de saliva. -Volvió a tomar el pene entre su mano y lo puso en posición y fue sentándose.

–¡Que buena estás coño!. -Se acercó uno de sus amigos y le ofreció de lo que él estaba consumiendo, le acercó la mano y aspiró. –Gracias, trae más.

La mujer movía las caderas con total dominio. Ricardo seguía atado y con ganas de moverse, su rostro evidenciaba excitación y morbo.

Victor, el único que se mantenía vestido se acercó donde estaba Ricardo, se quedó observando el acto sexual. Aunque no le gustan las mujeres, se estaba excitando viendo como el pene de su amigo entraba y salía.

–Deja de ver y participa, échate un pase. –le dijo uno de sus amigos. –Deja la vaina, esa vaina no me gusta, Tengan cuidado con eso y viene la policía.

–Jajajaja ¿tú eres guevón? Parece que no conoces a Ricardo, eso ya está cuadrado.



Ricardo se soltó y agarró por la cintura a la mujer y la cargó aún penetrándola. –Esto te va a salir caro. –Usted pida por esa boca pero hoy te cojo toda la noche. –Entraron a un cuarto anexo al bar donde hay una pequeña cama y ahí la lanzó.



–Entren ahí y hagan feliz a mi amigo, lleven esto. -Le dijo otro de los amigos a dos de las prostitutas.



Victor decidió irse, sentía que estaba fuera de lugar en esa despedida de soltero. Se acercó a la puerta y uno de los escoltas lo detuvo.

–Tengo órdenes de no dejar salir a nadie hasta que amanezca.

–Carlos ¿en serio? Déjame salir, yo no me voy a quedar en esta fiesta sin sentido para mi.

–Si quieres nos vamos a una fiesta teu y yo que si va a tener sentido. –Le guiñó el ojo. –Espérame afuera mientras cuadro el relevo.

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