INQUEBRANTABLE 1. Capítulo 12

<<EL ESCÁNDALO PERSIGUE A REBECA MONTENEGRO Y A SU PADRE>>

<Un video sexual de su despedida de soltera precedió un nuevo video sexual del padre>

<<¿Es realmente gay el papá de Rebeca? ¿El futuro esposo de la polémica actriz le perdonará el desliz?. No hay información de suspensión de la boda, aunque la prensa no está invitada, le traeremos todos los detalles de este esperado evento envuelto en escándalo y misterio>>

Los medios de comunicación aprovecharon el escándalo para generar audiencia en sus programas, la prensa escrita también aprovechaba el chisme, las redes sociales que hasta ahora no habían penetrado en el público masivamente comenzaron a viralizar los videos.

La noche anterior a la boda, Rebeca se hospedó en el hotel donde sería la fiesta para poder vestirse con tranquilidad, se había ido escondida de los periodistas que aún pensaban que estaría en su casa.

En la habitación estaba su estilista, su asistente que ya lo había perdonado, su mamá, una amiga y el diseñador del traje para darle los últimos toques. El vestido ya le habían arreglado algunos detalles y se lo quitó.

–¿Me pueden dejar sola un momento por favor? Salgan todos de la habitación, quédate tú Luis.

Rebeca se pasó las manos por los ojos, estaba nerviosa y ansiosa.

–¿Qué te pasa? –Le dijo Luis.

–Desabróchame el sostén por fa. –Se lo quitó, sus senos eran perfectos, tonificados,  redondos y en su lugar, y unos pezones redondos y firmes, Luis se los quedó viendo a contraluz, se veían hermosos. –Creo que estoy embarazada. -Dijo eso y Luis salió de su ensimismamiento, cerró los ojos y movió la cabeza.–¿Perdón?

–Me compré un test de embarazo, voy a probarlo.

–¿Estás embarazada del stripper?, mierda que fuerte. –Rebeca lo vio a los ojos. –No, creo que es de un tipo con el que tiré en su yate.

–O sea no lo conoces.

–No, ay Luis ya, deja de criticarme.

–¡No he dicho nada!

–Si, pero te conozco.

–Marica es que tienes 21 años y te has tirado a media ciudad. Ricardo parece un alce.

–Te recuerdo que Ricardo no era mi novio, nos comprometimos de una vez aunque estábamos saliendo, además él es mucho peor, ese se ha tirado hasta a Sonia.

 

Rebeca buscó la caja del test y se fue al baño, Luis esperaba afuera. Orinó en la punta del aparato y esperó 5 minutos para saber el resultado. Salió del baño y Luis la vio a los ojos. No tuvo que decirle nada, se le acercó y la abrazó.

–¿Vas a decirle a Ricardo que estás embarazada y que es de él?

–¿Qué? ¡Estás loco! Regreso de la luna de miel y me practico un aborto.

–Bueno pero se lo puedes encasquetar a él.

–NOOOOO, Yo no quiero tener hijos y menos ahora que está mi carrera en ascenso, coño llevo meses tomando las pastillas y quedo embarazada. ¡Que arrechera vale!

–¿Pero como vas a abortar? ¿No te da cosa con ese bebé?

–¿Qué bebé mijo? si apenas es del tamaño de una lenteja.

–Oye, ten al bebe, contratas a alguien que te lo cuide mientras tu vas  al gimnasio o al médico para echarte cuchillo, tienes 21 años mi amor, la cuerpa la recuperas.

–Ricardo quiere por lo menos 2 hijos, por lo menos, me voy a poner como una vaca.

–¡Estas locaaaaa!

Tocaron la puerta y Rebeca fue abrir sin darse cuenta que estaba semidesnuda. –Ay perdón, perdón. –Era el botones llevando unas toallas y agua. Aprovecharon y entraron los demás.

 

 

Ricardo estaba en su apartamento acomodándose, estaba con su abogado y su mejor amigo Victor Landaeta, hoy sería su padrino.  Se estaba lavando la cara con un gel exfoliante para luego colocarse una crema antiarrugas y contorno de ojos.

 

–Marico, échame esta vaina en la espalda, se me olvidó ir al spa a depilarme, échamelo bien por toda la espalda. –Se quitó el interior y se acostó en la cama. Victor se quitó la franela y se dispuso a ponerle la crema depilatoria.

–Debes estar excitadisimo haciendo esto, tocando a un hombre desnudo. ¿Ya se te paró?

–Verga guevón, deja la vaina, que empeño en decir que yo soy gay, ¿no será que el gay aquí eres tú?.

–El que no se le conoce novia desde bachillerato es a ti  marico, échame aquí en los hombros, mosca con el cuello que esta vaina arede que jode, nunca te hemos visto con una caraja ni siquiera de casualidad en la calle tomando un café.

 

Mientras que uno daba su punto el otro le rabatía los argumentos, así pasó el tiempo, le removió la crema eliminando el exceso de vellos, ahora iría a la ducha.

–Coño, te lavaste la cara y te vas a duchar ahora, lo hubieras echo al revés.

–Me vuelvo a poner crema gran vaina. –Ricardo se agarraba el pene mirando a Victor y mordiéndose la lengua.

–Ah vaina, ¿vas a seguir? A ti te gusta la vaina.

–Me voy a duchar.

 

Victor se quitó el sudor de la frente, estaba nervioso, ver a su amigo desnudo tocándose el pene frente a él, lo perturbó. Escuchó el agua correr y se acercó al baño.

Se quitó el bóxer y comenzó a tocarse mientras miraba a su amigo desde el marco de la puerta.

–Voy a entrar, ¿qué es lo peor que puede pasar? –Se detuvo, tragó saliva. Ricardo se estaba enjabonando las nalgas y el pene mientras cantaba.

–VIIICTOOOOR. –El abogado se retiró del marco de la puerta y el corazón le latía con fuerza y rápido. –VOOOY.

–¡Enajabóname la espalda, no tengo el cepillo!

Victor se acercó y deslizó la puerta de vidrio de la ducha. –Toma la esponja restriega duro como si lavaras el piso. –Así lo hizo cuando terminó le entregó la esponja y Ricardo le dijo que ya se podía ir, pero Victor no lo hizo y entró a la ducha y se abalanzó para besarlo.

–¡Coño!, ¿que te pasa?

–Me provocó, disculpa.

–Yo no soy gay pana, pero ya veo que tú sí, no me equivoqué.

–Bueno disculpa, fue un impulso. -Victor dio la vuelta para salirse. –Si quieres te cojo, no tengo peo, pero mariqueras de besarte y ser noviecitos no, te puedo coger y ya, esa vaina no me quita nada. –Victor se sonrió y se le iluminó la cara, volvió a entrar a la ducha y cerró la puerta.

Victor se puso en cuclillas, tomó el pene de su amigo y comenzó a hacerle sexo oral. –Verga no pierdes tiempo no joda, ponlo duro pues para metértelo.

 

El abogado se levantó y se dio la vuelta, Ricardo tomó su pene y lo dirigió  entre las nalgas de su amigo y comenzó a penetrarlo luego de colocarle gel de ducha para lubricar. -Baja la espalda. –Victor se agachó, sus nalgas se abrieron y Ricardo terminó de penetrarlo. Comenzó a moverse, el golpeteo de su pelvis con las nalgas de Victor excitaban a este, que estaba feliz haciendo su sueño realidad; tener sexo con su mejor amigo.

Ricardo retiraba el pene y volvía a meterlo. –Uf tienes ese culo abierto marico, te han dado guevo parejo. -Victor estiró sus nalgas con sus manos mientras seguía agachado. Cada vez le daba más duro, ya estaba a punto de eyacular.

–Uy marico, marico, me vengo, AAAAAAAH .-Retiró el pene y acabó en el suelo de la ducha. –Dale, sal para terminar de ducharme y luego lo haces tú.

 

Victor estaba un poco desconcertado, salió del baño con la toalla, se secó y se volvió a poner el bóxer. No se habló del tema más hasta…

Ricardo se puso el saco y le pidió a Victor que le arreglara el corbatín.

 

–Me gustó lo que pasó ahí en la ducha.

–Tienes el culo abierto y caliente, me hiciste acabar rápido.

–¿A ti te gustó?

–Deja de hacerte coco con lo que pasó, tu querías que te cogiera y yo quería tener sexo, punto.

–¿Pero te gustó? –Ricardo lo vio a los ojos y se sonrió. –Claro marico, el sexo me gusta.

–¿Te puedo dar un beso? –Ricardo le fue a dar un beso en la mejilla pero Victor fue directo a su boca.

–¡Coñodelamadre Victor! ¿Qué carajo te pasa? No soy marico, no te estoy rechazando ni te tengo asco ni arrechera, pero verga entiende, quise tirar y te pusiste ahí, culo es culo pana, no te equivoques, arreglame la vaina esta que vamos tarde, va a llegar la caraja esta primero que yo.

–La caraja esta es tu futura esposa. No hables así.

–Ay guevón, gran vaina, de esa carajita lo que quiero es que me de varios carajitos, y cogérmela hasta que me ladille.

–Qué bolas, yo enamorado de ti y eres todo un patán. -Dijo eso y se arrepintió desde que abrió la boca para decir eso, cerró los ojos y quitó sus manos del corbatín. –Disculpa Ricardo, no quise decir eso.

–Ya, ya, tranquilo, no hay peo, Victor, Victooor, hey, deja la mariquera no te pongas a llorar marico, no soy el único hombre en esta ciudad, mira que hay maricos que jode.

–Pero yo estoy enamorado de ti.

–Termina de arreglarme esta mierda y salgamos.

 

Victor manejaba el carro que luego los llevaría al otro hotel donde se hospedarían.

–Olvida todo lo que pasó hoy en tu apartamento, yo voy a intentar hacerlo.

–Victor, ya deja el drama, fue sexo, simplemente sexo. No te enrrolles.

–¡Coño me gustas que jode no joda, me gustas desde bachillerato, tú en quinto año y yo en noveno grado!

–Ok, hoy es mi boda ¿si? Vamos a dejar este tema para cuando regrese de mi luna de miel. A mi no me gustas, eres mi amigo, te quiero que jode pero no me voy a enamorar de ti y mucho menos te voy a estar cogiendo cada vez que nos veamos, que te quede claro.

–Si, si me quedó claro Ricardo. Hoy te casas. -Llegaron a la iglesia, Ricardo se bajó y Victor estacionaría el carro pero se quedó unos minutos llorando sobre el volante.