INQUEBRANTABLE 1 Capítulo 13
En la misma iglesia se casarían por el civil, para
luego la ceremonia eclesiástica. La prensa aguardaba afuera, un fuerte
despliegue de seguridad impedía pasar a alguien que no estuviera invitado.
Mientras llegaba Rebeca, Ricardo esperaba a un
costado de la iglesia, la mesa para la boda civil estaba dispuesta a escasos metros
del altar. Los casaría el alcalde de la ciudad que era amigo de la familia de
Ricardo.
El cura estaba esperando en la parte de atrás de la
iglesia, no se había cambiado y estaba algo tomado, estaba revisando su cuenta
de facebook por su celular.
–¿Por qué no me paras bolas? ¿por qué no me llamas,
no me visitas? ¿qué coño te hice? –Le hablaba al perfil del hombre que lo había
rechazado luego de un par de encuentros sexuales.
Enderson Gutierrez, tiene 30 años, es cura, desde
muy joven tuvo esa cecanía con Dios y la iglesia, igualmente desde pequeño se
sabía gay y eso lo perturbaba. Decidió ser cura para borrar la homosexualidad,
algo que no ocurrió, más bien bajo el manto del sacerdocio sus encuentros
sexuales con hombres fueron en ascenso. Ahora está obsesionado con una persona
con la que tuvo sexo un par de veces hace unos años, pero quedó enamorado y
ahora ese hombre lo rechaza y solo quiere de él su amistad. Hoy se verán a la
cara.
–¿Dónde coño estabas?
–Estacionando el carro coño, no había puesto, lo
están cuidando.
–Tienes los ojos rojos. –Ricardo le agarró la
barbilla, Victor se puso lo lentes oscuros. –Deja la vaina Ricardo, hoy es tu
gran día, yo no importo.
–¡No te pongas jeva! ¿estabas llorando? -Ricardo lo
abrazó fuerte por varios segundos. –Ya marico, deja la vaina coño, hubiese
sabido que te ibas a poner así te saco a coñazos de la ducha y no te cojo.
-Victor se apartó.
–Vaya, no tranquilo, me hiciste un favor cogiéndome,
gracias pues.
A lo lejos Sonia los veía, cuando Victor se apartó
para ir a buscar el cura, ella se acercó al novio.
–Hola mi amor. -Le dio un beso en la boca. –Ese que
ese fue ¿quién es?
–¡Compórtate vale! Mi padrino de boda y mi mejor
amigo.
–“Tu mejor amigo” -le hizo el gesto con los dedos. –Pareciera
que son otra cosa.
–Si, unos morbosos que ambos queremos cogerte
¿Quieres?
–Si, me gusta estar con hetero y un gay. –Ricardo la
haló de un brazo y se la llevó detrás de una columna.
_________
–Disculpa, estoy buscando al cura, ¿dónde lo puedo
ubicar?
–Al fondo en ese pasillo, la puerta de la izquierda,
toque primero.
–Gracias. –Victor caminó hasta la puerta, tocó pero
estaba apoyada así que la abrió lentamente. –Buenas tardes, ¿se puede?.
El cura se asustó, se bebió completo el trago de
whisky y se levantó para ponerse la franela. Mientras se la pasaba por la
cabeza llegaba Victor.
–Disculpe padre, toqué pero la puerta estaba…
Enderson terminó de ponerse la franela y vio a
Victor, estaba un poco mareado y se sostuvo de la pared.
–¿Tú? ¿Qué coño haces aquí?
–¿Enderson? ¿tú vas a oficiar la boda? ¿Qué haces en
esta iglesia?
–¿Vienes a seguir jodiéndome? A reirte de mi.
–Estás borracho. -Enderson comenzó a aplaudir.
–¡Bravoooo, que observador eres!
–¿Cómo vas a casarlos así?
–Ese es mi peo.
–Te voy a hacer un café.
–Ahora si me tratas bien, que lindo eres, después
que me cogiste, y me mandaste pal coño. ¿vienes a cogerme otra vez? La tercera
es la vencida, esta vez me mandas pal coño y me dejas más jodido.
–Enderson, lo que tuvimos tú y yo fue solo sexo y
ya, no hubo más nada, no se a que viene tanto reclamo y además fue hace años. -Recordó
lo que hace unas horas le decía Ricardo. Se sintió mal. Había hecho lo mismo,
sexo y si te he visto no me acuerdo.
Fue a la pequeña cocina y montó la cafetera.
–Tómate este café y recuéstate un momento.
_________
–¡Deja de estar diciendo que Victor es gay, eso no es
verdad!
–Ay bueno, bueno, ok, deja la angustia. ¿No quieres
tirar ahorita aquí, antes de casarte? Sería una experiencia religiosa, sexo
prenupcial, que morbo.
Ricardo le metió la mano por debajo del vestido
hasta tocar los labios de su vagina, jugó con su clítoris, sentía como su mano
se humedecía.
–Como te gusta, eres una zorrita. –Sonia se
estremecía mientras Ricardo movía su mano en la entrepierna.
________
Victor desnudó al cura y como pudo lo arastró a la
ducha para bañarlo con agua fría.
–Hazme el amor Victor, mi amor, hazme el amor. –Un
chorro de agua helada lo dejó sin habla ahora solo gritaba.
–Ya, ya, ya no hagas ruido. –Victor estaba solo con
el interior puesto. Enderson se enderezó
le dio un beso en la boca e intentó quitarle el interior a Victor que lo
sujetó con su mano.
–Quédate tranquilo Ender, vamos a salir y vestirte
que tienes una boda. –Sonó su celular, dejó al cura en la cama y atendió.
<<Marico ¿dónde estás, esta vaina va a empezar
y tú eres testigo>>
<<Voy voy, estoy hablando con el cura>>
Se vistió rápido y dejó al cura vistiéndose. –Vístete
rápido que ya comienza el civil y luego te toca.
–¡Vete a la mierda, guevón!
–Enderson, por favor. -Salió del lugar y corrió a la
iglesia.
__________
Ya estaban en la ceremonia eclesiástica. Enderson,
el cura, aún con la resaca estaba luchando con el mareo que tenía, cuando
enfocaba hacia un lugar era donde estaba Victor.
El abogado tenía un nudo en la garganta al ver a
Ricardo casarse. Teodoro, el padre de la novia estaba con la mirada perdida.
–¿Puedes poner otra cara? De felicidad, se está
casando tu hija.
–Afuera está una jauría de periodistas esperando que
les hable del video ¿quieres que tenga otra cara?
–Si no estuvieras haciendo obscenidades y perversiones
en tus ratos libres nada de esto sucedería.
–¿Te quieres callar?, estamos en una iglesia.
–Ay verdad, aprovecha y confiésate.
–Puedes besar a la novia.
Enderson dijo las palabras finales y bajó del altar
y se abalanzó sobre Victor y lo besó en la boca frente a los presentes. Se
escucharon aplausos y el cura salió de su letargo y volvió a la realidad.
–Gracias padre. –Le dijo Ricardo. Que le tomó la
mano a Rebeca y comenzaron a caminar por el pasillo.
–¿Cómo se te ocurre invitar a Sonia a la iglesia?
–Tranquila mi amor a la fiesta va tu amante Gonzalo,
estamos a mano, sornríe que ya vienen las fotos.
Salieron de la iglesia y se aglomeraron los
periodistas antes que entraran al vehículo.
–A pesar de todo el escándalo te casaste Rebeca, ¿la
perdonaste Ricardo? ¿ la sigues amando?
Victor esperaba en el carro para irse, en eso le
toca la ventanilla Enderson que le hace un gesto para que baje el vidrio.
–Acompáñame a la iglesia.
–¿Estás loco? Ya nos vamos al hotel.
–Sal, los novios estan entretenidos con la prensa.
Victor salió del carro mientras que el cura ya había
entrado. Ya no había nadie en la iglesia, entró el abogado y Enderson cerró la
puerta principal.
–Hazme tuyo de nuevo, cógeme aquí mismo, anda. -Lo
besó en la boca, Victor abrió los ojos y miró al fondo la imagen de Cristo
crucificado y le recorrió un calor por la columna.
Se desabotonó la sotana dejándola caer, estaba
desnudo.
Victor recordó las frases de la boda <<Y los
declaro marido y mujer. Y los declaro marido y mujer. Y los declaro marido y
mujer>>. Sentía una rabia por dentro, sus ojos se inundaron de lágrimas,
le dio la vuelta a Enderson apoyándolo de uno de los reclinatorios, le abrió
las nalgas y escupió una, dos, tres veces, para luego tomar su pene y
penetrarlo.
–AAAAH ME DUELE.
–¿No querías que te cogiera? Aguanta. –Con cada
empujón rechinaba la madera con el granito del piso y el mueble se iba rodando,
Victor miraba como entraba y salía su pene del ano ya dilatado del cura que se
escuchaba gemir, la acústica de la iglesia hacía que los gritos se ampliaran
por todo el espacio.
–DALE, DALE CÓGEME, SIGUE.
Victor aún vestido no dejaba de moverse, de su
cabeza no se iba la imagen de su amigo y Rebeca casándose, cogió del cabello a
Enderson y le dio con más fuerza, gruñendo hasta que sintió que se corría
dentro de él. Tres empujones más y retiró el pene.
El cura, se
deslizó hacia al piso cuando Victor lo soltó, quedó tumbado en el piso
llorando. Victor se guardó el pene, sacudió el pantalón y se peinó con la mano.
–Ya te di lo que querías, ahora me tengo que ir.
–VICTOOOOOR, VICTOOOOR, VICTOOOOOR. –Ricardo buscaba
desesperadamente a su amigo hasta que lo
vio salir de la iglesia.
–¿Qué coño hacías allá a dentro? Tenemos que irnos
marico, ya se fueron todos.
–Me estaba desahogando.
–¿Te confestaste? Jajajajajaja
–No seas imbécil, vámonos. -Ricardo lo abrazó y se
fueron juntos hacia el carro.
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