viernes, 2 de septiembre de 2016

FINAL DE TEMPORADA 3 A que no te atreves.


Enfermo de venganza.



Antes de irse al trabajo Adolfo enciende su laptop para revisar su correo y entrar a Facebook.

Abre su perfil y su rostro se desencaja y palidece al ver el nuevo post en su muro.



“Hola amigos quiero compartir con ustedes algo muy personal, que me afecta a mi y a mi entorno, quiero hacerlo público para que no se enteren por terceras personas. Tengo VIH, me enteré hace muy poco, no se quien pudo haber sido pero soy responsable de mis actos y como tal lo digo. Quiero pedirle apoyo, sobre todo a mis verdaderos amigos. Gracias por entenderme. Pronto les diré como voy con mi nueva situación”



La mayoría de los comentarios eran de apoyo, otros criticándolo y a las dos personas que se los contó lo insultaron por irresponsable de estar contando algo tan íntimo.

Borró el comentario. Su cuerpo temblaba y un sudor frío invadió todo su cuerpo, pero lo peor estaba por llegar.



–¿Cómo carajo se te ocurre poner eso en el facebook para que todo el mundo se entere? ¿Sabes cuántas personas me han escrito? ¿Sabes cuántas me han preguntado si eres gay? ¿QUÉ NECESIDAD HAY DE ESO CARAJO?

–Papá…yo no puse eso en mi perfil, me hackearon la cuenta, yo no fui…yo no tengo eso…

–¿Ah no? Pero ahí te insultaron 2 personas que sabían que tienes esa vaina. Explícame. Y además eres marico. Un hijo marico.

–No papá, ya va coño, déjame que te explique. Las cosas no son así.

–Bueno, si no son así vamos a un laboratorio y me sacas de dudas ¿quieres?. Y si eres gay pues mira eso no lo puedo saber, pero esa enfermedad es de maricones que se dejan coger.

Adolfo bajó la mirada, no podía sostenerse en pie, las piernas le temblaban. El papá se le acercó y lo tomó con fuerza del brazo.

–¿Eres marico? Dímelo de una vez, ¿eres marico?

–SI COÑO ¡soy gay, soy gay no joda ya! -Arrancó a llorar y el papá lo soltó dándole un empujón.

–¡No tenemos plata, nadie nos ayuda y tu vienes a enfermarte con esa mierda. Son unos enfermos todos los maricos, lo que vienen es a joder, a tirar con todos, son unos promiscuos putos!

La mamá salió a la sala, estaba llorando y abrazó a su hijo.

–Sí dale, abraza a tu hijo, apláudele la gracia. Ahora hay que estar con cuidado y no nos vaya a pegar esa mierda a nosotros.

–Papá eso no se pega así como así.

El papá se acercó y le dio una cachetada. –YO TUVE A UN VARON, Y AHORA ME SALE MARICO Y SIDOSO, BIEN BELLO. YO NO QUIERO MARICOS ENFERMOS EN MI CASA TE LO DIGO DE UNA VEZ ANA.

–¿Me estás botando de mi casa?

–Te doy una semana para que agarres tus vainas y te vayas a vivir con los maricos que te pegaron eso, aquí no te quiero.

–Papá, ¿cómo me voy a ir? ¿adónde? No tengo dinero para pagar un alquiler en este país.

–Eso lo debiste haber pensado antes de ponerte a dar culo por ahí, ahora paga las consecuencias. Te vas de mi casa, ya tú eres mayorcito, ahora vete a hacerte un hombre de verdad. Una semana, si no, te boto tus mierdas por la ventana.





–¿Adivinen quien es el marico de la clase? Ajá este que está con la cabeza agachada, levanta la cabeza Jorgita, que todos te vean

–¡¡QUE SE LEVANTE, QUE SE LEVANTE!!

–Es penosa, vamos a ayudarla, párate. ¡Que te pares! ¿ven? Le agarré la nalga y se emocionó ¿quién quiere tocársela?.

–Buenos días jóvenes ¿qué está pasando aquí?



Jorge se levantó con la frente mojada por el sudor y sobresaltado. Vio el reloj y ya era tarde, tenía que irse al trabajo. Cogió su celular y revisó los mensajes.

–<Hola, voy a llegar un poco tarde al trabajo, mi papá me botó de casa, luego te cuento, me siento muy mal>.

–Coño la cosa va marchando mejor de lo que esperaba, que bien. -Entró en Grindr.

–<¿Estás solo en tu casa ahora?>

–<Si, vente>

–<Estoy esperando que mi esposa se vaya y me voy para allá, vives lejos coño>

–Otro que también va llevar lo suyo.

Usando su experiencia en redes encontró a otro de sus compañeros amigo de Adolfo y también planificaba una venganza para él.



Jorge esperaba a Octavio en la entrada a su edificio. Subieron juntos. Jorge había quitado el número de apartamento de la puerta.

–¿Cómo me dijiste que te llamabas?

–No te lo he dicho, me llamo Pedro, viniste a tirar no a hacer amistad.



Entraron y comenzaron a desnudarse, Jorge se agachó para bajarle el interior y comenzar a mamarle el pene. Cuando lo tuvo frente a él le vio un lunar grande y más oscuro que el resto de la piel del pene. –Esto va a estar más fácil de lo que pensé.



–Quiero tomarme unas fotos mamándote el guevo, ¿puedo?

­–Ok, pero mamando, no con el guevo afuera y que no se vea tu cara ni la mia.

Jorge se encargó de tomar las fotos para que se viera el lunar.

Mientras mamaba Octavio le sujetaba la cabeza e iba gimiendo y diciendo cosas en voz baja, Jorge tomó varias fotos.

–Te lo quiero meter, me vas a hacer acabar como sigas mamándolo así.

–¿me puedes coger sin condón?

–¿Tú estas loco? No chamo, a ver si me pegas una vaina.

Jorge sacó un examen de sangre que decía Pedro Hernández y estaba todo negativo y la fecha era de hace 5 días.

–Estoy sano, y yo sé que tu lo estás, estás casado. Anda, hagámoslo a pelo.



Se sentaron en la cama y así fue penetrándolo, Jorge tomó la cámara y comenzó a tomarle fotos al pene entrando en su ano. –Acuéstate. –le dijo a Octavio, aprovechó que cerró los ojos y le tomó una foto a su cara y cuerpo.

Octavio se levantó y comenzó a moverse.

–Marico, esto me da caga pero se siente rico ese culo, lo tienes caliente.

–Dame duro entonces.

–Ponte en 4. –Jorge se acomodó y le dio el celular. –Tómalas desde ahí, que se vea como entra, eso me da morbo.

–¿Qué vas a hacer con esas fotos?

–Guardarlas en mi archivo de los machos que me cogen.

–Coño, te ha cogido que jode entonces.

–Cállate y sigue dándole, anda



–¿Quieres que te acabe adentro?

–No, afuera, pero no encima de mi, no me gusta.

Octavio dio varios empujones más, retiró su pene y acabó sobre su mano para luego ir al baño a limpiarse.

–¿ME PUEDO BAÑAR?

–SI CLARO.

Aprovechó y le tomó fotos a la ropa, la billetera y a su cédula y se tomó una foto desnudo junto a la ropa de Octavio.



–Bueno ya me voy que estoy escapado del trabajo.

–Dale.

–Me encantaría repetir, dame tu número.

–No papá, contáctame por Grindr.

–Ok.



Al rato de haberse ido Octavio, Jorge escribe por WhatsApp.

–<Buenos días Sra. Laura, disculpe usted no me conoce, su esposo me dio su número, me dijo que usted es corredora de seguros y estoy interesado en sus servicios. Me llamo Pedro Hernández soy Ingeniero de sistemas, mucho gusto>

–<Hola buenos días, así es, podemos conversar por teléfono si gusta o concertamos una cita>

–<Me parece bien, pero de momento le voy a enviar unas cotizaciones que me hicieron a ver si las puede mejorar>

–<Con gusto envíemelas a mi correo mejor>



–Con todo gusto Laura, te voy a enviar lo que debes saber sobre tu marido ejemplar.

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