martes, 5 de mayo de 2015

PRIMERA TEMPORADA. Se me antoja quererte 2


Amadeo y Andrés

Un restaurante pequeño, discreto y a nivel de la calle. Comida mediterránea. El lugar de moda, siempre hay gente esperando en la calle para conocerlo. Adentro, no más de 20 mesas, y todas ocupadas.  Cuatro amigas celebrando el embarazo de una de ellas, dos hombres hablando de negocios, madre e hija conversando, una pareja que estaban más pendientes de su smartphones que de ellos mismos y otras personas que se diluían en el ecositema de aquel pequeño local.



Entre esas mesas había una pareja que hablaba en voz baja pero al verlos de lejos, se podía saber que estaban discutiendo. 21 años de inmadurez discutían con 45 años de experiencia.

–A estas cosas me refiero, estás más pendiente de instagram que de mí. Tenemos visiones distintas de la vida, yo quiero algo más sereno y tú, tú quieres experimentar, descubrir, ¿para qué quieres a alguien que te dobla en edad?

–Porque me gustan las personas mayores, ya te lo dije, coño tenemos 2 años de relación tú eres mi primera pareja, contigo perdí la virginidad ¿y ahora me quieres botar?

Cada uno daba su visión y versión de las cosas, argumentando cada cosa que decían, pero Aníbal estaba decidido a terminar una relación que para él ya no iban a ningún lado o por lo menos iban por caminos distintos. Aníbal tiene una vida tranquila pausada y Amadeo quiere vivir intensamente.

Amadeo cada minuto que pasaba se ponía más agresivo y levantaba la voz, Aníbal trataba de calmarlo colocándole la mano en su hombro. Pero no hubo manera, no tuvo otra opción que pedir la cuenta para irse y no incomodar al resto.



Amadeo Gutierrez 21 años, un joven impulsivo, rebelde, con ganas de comerse el mundo, le gusta el deporte y salir con los amigos a beber. Estudiante de ingeniería y uno de los nietos de Amado Gutierrez  e hijo de Adrián, el hijo mayor de Amado. Su primera experiencia en temas del amor es con Aníbal, ha sido una relación secreta para su familia que no sabe que es gay aunque lo sospechan pero tampoco aprobarían que estuviera saliendo con alguien mucho mayor que y además con más edad que su padre. La vida le cambiará la manera de ver las cosas.



Aníbal un hombre de 45 años, divorciado, comerciante, tiene su propio negocio que maneja con su hermano y un cuñado. A pesar de aún ser joven es una persona tranquila que le gusta estar en casa leyendo, viendo televisión y compartir una comida pero en su casa. Le gusta el sexo y más cuando es con gente menor que él. La conversación con un amigo le dará otra opción de negocios.



Ya fuera del restaurante, seguían discutiendo, Amadeo insistía en seguir la relación. Más allá de querer estar con Aníbal  por una razón sentimental era por la estabilidad económica que le proporcionaba, Aníbal pagaba todo y Amadeo se sentía cómodo.



Amadeo lo tomó del brazo para detenerlo pero Aníbal se soltó y caminó hacia el carro que estaba estacionado a dos cuadras del local. Llegaron al auto y el muchacho seguía discutiendo, Aníbal ya no le hacía caso. Llegó un momento que lo empujó hacia la pared de un edificio para que se calmara. Se quedó quieto y Aníbal se volteó y le dio a la alarma para abrir la puerta.

Amadeo aprovechó y corrió hacia la otra puerta y la abrió para entrar.



Siguieron discutiendo hasta que el muchacho le dio un beso en la boca a Aníbal. No lo rechazó pero al separarse le dijo a Amadeo que se bajara del auto. Se colocó el cinturón de seguridad con la intención de no bajarse. Salió del carro y se dirigió a la puerta del copiloto, la abrió agarró al muchacho por la camisa y le quitó el cinturon de seguridad sacándolo del carro violentamente.



Peatones cercanos veían en la distancia como forcejeaban cerca del carro. Aníbal lo tumbó en el capó del carro reclamándole que lo dejara en paz y se fuera, lo volvió a alzar y lo lanzó al piso. Volvió a montarse en el carro y arrancó el carro dándole un golpe al vehículo que tenía delante estacionado.

Amadeo comenzó gritrale mientras se arreglaba la camisa, la gente se acercó para ver si estaba bien y si necesitaba algo. Les gritó que se fueran, dio me dia vuelta y se tropezó con una persona que venía por la acera, tumbándolo al piso.



–Disculpa, no te vi, lo siento.

–El joven se incorporó, aún sentado en el piso comenzó a tocar el piso buscando sus lentes oscuros.. Amadeo lo veía sin entender mucho hasta que vió un bastón.

–¿Eres ciego?

–Eh si...¿me ayudas a levantarme por favor? No consigo mi bastón.

Amadeo se lo entregó y lo ayudó a levantarse. Al verlo de pie no dejó de observarlo. Quedó embelesado. Era un muchacho de piel blanca y cabello negro, cuerpo atlético sin ser musculoso.

–Que torpe –dijo Amadeo haciendo un gesto con la cara como de haber metido la pata –Te invitó un café por el incidente.



Andrés Benítez, 27 años, es abogado y está ciego desde los 5 años a consecuencia del glaucoma congénito que le apareció en los primeros meses de vida para luego a los 5 años quedar totalmente ciego. Debido a los escasos recursos de la familia no pudo operarse, pero con esfuerzo se graduó de bachiller en un colegio especial y luego graduarse de abogado, trabaja en un bufete importante de la ciudad.



–Te acepto el café –Sonrió y le extendió el brazo a Amadeo para presentarse–Andrés Benítez mucho gusto.

–Amadeo Gutierrez –también sonrió y se quedó viendo a Andrés–.

–¿Te vas a quedar parado viéndome y sonriendo o nos vamos a tomar el café?

_¿Tú no eres ciego? ¿cómo sabes?

_Porque no podré ver pero percibo todo lo que hay a mi alrededor.

–Genial, dame tu brazo que yo te llevo y así me vas contando.

–Tú también me tienes que contar que pasaba antes de tumbarme al suelo.

3 comentarios:

  1. Que show el de éstos en la calle...

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  2. Anibal, Amadeo, Amado, Andres, Adrian, Alonso, Albano, Dulce, Daira... extraña coincidencia... o Serendipia

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