jueves, 28 de mayo de 2015

SE ME ANTOJA QUERERTE 4


Débora ya había cerrado el local y se había despedido de los empleados. Su mamá había estado durante el día ayudándola a acomodar unos estantes. Ahora se disponía a cuadrar la caja y limpiar un poco antes de irse a casa.



No dejaba de pensar en Alejo y en los dos besos que se dieron la otra vez. No podía creer que alguien como él tan distinto, se fijara en ella y además sabiendo que es transexual. Es muy dificil conseguir una pareja estable cuando hay esa condición de por medio, sabiendo que hay una transición que aún no se completa, pero ella quería tomárselo con calma, a pesar de todo tenía sus reservas con Alejo, no sabía si venía con buenas intenciones o no.



Ya había terminado con la caja y se disponía a apagar las luces para irse. Cerró con llave la puerta de vidrio y bajó la santamaría para colocarle los candados.

Un señor que pasaba, vecino de la cuadra se ofreció para colocarle los candados.

–Muchas gracias señor Ernesto.

–De nada Ar–El hombre se detuvo pues no supo como llamarla–Disculpa, es que no sé como decirte si Arquímedes oDébora?

–Tranquilo señor Ernesto, dígame como quiera no se angustie por eso, muchas gracias por la ayuda–Débora le dio un beso en la mejilla y se dio media vuelta–.

–Ten cuidado que la calle está sola muchacha­–Ernesto se puso la mano en la mejilla un poco desconcertado y sorprendido de la belleza de Débora que conoció como hombre.

–¡Seguro, gracias!



Cuando ya estaba a unas pocas cuadras de su casa se le aparece un hombre ente las sombras.

–¿Por qué tan rápido mariconcito?

Débora se asustó echándose hacia atrás, el cuerpo se le tensó.

–¿Qué haces aquí Rendel?

–Vivo aquí mariconcito.

–Déjame pasar por favor.

–¿Por qué, me vas a pegar si no lo hago? ¿me vas a dar una cachetada o un coñazo?

Débora fue a darle un golpe pero Rendel le aguantó la mano.

Me llegas a pegar y no lo cuentas de la coñaza que te doy luego de violarte maricón, arranca.

Débora apresuró el paso pero tres de los amigos de Rendel la detuvieron.

–No mami, no tan rápido, Rendel te dejó ir pero nosotros no, anadamos muy quesúos y queremos cuquitaay verdad que no tienes –Le tenían una navaja en el cuello, mientras otro le metía mano por detrás–Te daremos por el culo entonces ¿qué dicen muchachos?

–Rendel se acercó–Yo primero–

–NADIE VA A TOCAR A  DEBORA. Rendel dile a tus amigos que la suelten.



Débora estaba a punto de llorar cuando Alejo se le acercó y la abrazó.

–Ah coño ahora eres el salvador del maricón. ¿Ya te lo cogiste primito? Comparte chico.

–Arranca Rendel si no quieres que te agarre a coñazos aquí.

–Ta bien primito, pero dile a tu noviecito que no siempre vas a estar cerca.



–Ya, ya tranquila, ya se fueron y ya estás cerca de tu casa. Verga yo iba a salir antes para buscarte e invitarte a cenar pero me compliqué en la casa ¿Tienes hambre?

–Lo que tengo es un susto horrible, quiero caminar un rato.

–Vamos a los chinos, te invito.

–Ok.



Llegaron a los chinos y pidieron un arroz especial, lumpias y chopsuey. Mientras llegaba la comida, Débora le tomó la mano a Alejo –Aún estoy temblando mira– Alejo también se puso a temblar de la emoción de verla en ese cariñoso gesto–.

–Quédate tranquila, que yo voy a estar a tu lado, te protegeré.

­–Pero Rendel tiene razón, no vas a estar siempre a mi lado. Tu primo me da miedo.

–Pues si tengo que reubicarme en la calle de tu local pues lo hago.

–¿Y si lo denuncio y pido una orden de alejamiento?

–Ja, ja, ja ¿tú crees que ese carajo le va a hacer caso? Además ese es compinche de los policías de aquí.. si lo denuncias es peor, deja que yo me encargue..

Débora le contaba que era la primera vez que sentía tanto miedo teniendo cerca a Rendel y compañía. No entendía porqué la habían agarrado contra ella. Alejo le dijo que odian a los gays.

–Pero es que yo no soy gay, soy mujer y me gustan los hombres–. Alejo le volvió a decir que ellos no entienden, como muchos, hasta él mismo se incluía en esa ignorancia.–Simplemente para ellos eres gay y te quieren joder como han jodido a otros, en el fondo son maricos ellos también pero para todo el mundo tienen sus jevas y tal, tú sabes como es–.



Débora quería proponerle a Alejo asociarse con él pero prefirió dejarlo así y esperar un tiempo más a ver que pasaba, lo que si le dijo es que quería alquilar el local de al lado para ampliar el negocio y poner tres unidades de corte y de lavacabezas, Alejo se ofreció para ayudarla en la remodelación cuando se decidiera hacerlo.



Terminaron de cenar y caminaron un rato por la calle.



–Tú me gustas Débora, así sin que me quede nada por dentro. Pero también sé que habrá un gentío que no acepte esto y nos critique, pero tú me gustas.

–Tú también me gustas Alejo, pero yo quiero hacerte una pregunta y quiero que seas sincero conmigo.

–Dime.

–¿Tú eres gay?

Alejo se le nubló la mente, se quedó en blanco y no había caído en cuenta de eso, se puso a pensar,  le gusta Débora pero era hombre y ahora comienza a ser una mujer, pero ella se siente mujer y él le atrae pero como Arquímedes solo lo veía como un vecino más. No tiene vagina, el sexo sería anal, pero hay posibilidades de una operación para reasignar el sexo con la que ella se identifica. A él le gustan las mujeres, pero también entonces habló.

–No soy gay, no, para nada.

Débora se detuvo y le puso las manos en las mejillas y lo besó.

–Esa era la respuesta que quería escuchar–Le sonrió y volvió besarlo. Alejo le palpitaba el corazón más de la cuenta. No sabía en el lío que se había metido.

1 comentario: