miércoles, 27 de mayo de 2015

Se me antoja quererte SEGUNDA TEMPORADA Capítulo 3


Asdrúbal estaba en su cubículo, había atendido a cuatro personas seguidas y fue agotador. Se levantó de su asiento a tomarse un café en la cocina que tienen en la misma oficina. Tenía una semana que no sabía de Asier.



Ramón su compañero de trabajo que trabaja en otra división estaba tomándose un café, al ver a Asdrúbal se asustó y se puso nervioso, algo extraño en él. Había estado  todo el fin de semana pensando en como contarle a su amigo lo que quería decirle y no se esperaba encontrárselo en ese momento.



–Epa, ¿qué pasó? Te pusiste nervioso je, je.
–No, nada es que no te esperaba aquí ahora.
–Mmmm, estás raro, ¿queda leche?
–Si–Le pasó el envase de leche y retomó la conversación–Miraquería hablarte de algo, pero no sé como decirte mi pana.
–Bueno, dilo y ya pues.
–¿Almorzamos juntos? Vamos a escaparnos 10 minutos antes para que podamos sentarnos rápido y poder hablar.
–Tú estás raro.


Ramón tiene 24 años, trabaja con Asdrúbal en la empresa de telefonía celular pero en el área de facturación, le encanta la fotografía y hacer ejercicios al aire libre. Vive con sus padres, tiene un hermano que está fuera del país. Es bastante extrovertido y amiguero. Hoy quiere confesarle algo a su mejor amigo.



Salieron a la hora acordada y lograron pedir la comida rápido para poder sentarse. Ramón había evadido el tema  hasta que se sentaron en la mesa y comenzaron a comer.

–Aja, ¿ahora si me vas a contar?
–Bueno, simmmm  soy gay.

Un silencio invadió la mesa donde comían, Asdrúbal dejó el tenedor en el plato sin decir palabra.
–Si eres la primera persona que se lo cuento y también quería decirte
–Yo también soy gay Ramón.

En ese momento a Ramón se le iluminó la cara, y, aunque sospechaba lo de Asdrúbal no estaba seguro y no sabía como dar el paso.
–Wow no sabes el alivio que me da saber esoporque tengo otra cosa que decirte. Tú me gustas y mucho y desde hace un coñazo de tiempo y ahora que sabemos ambos lo nuestro no sé si tú sientes lo mismo.–Ramón sentía como su cara se enrojecía de la pena–.

Asdrúbal vovió a quedarse mudo sin saber que decir, se estaba poniendo nervioso y hasta incómodo.

–Verga Ramón, no sé que decirte, coño
–Ya, no digas nada, la cagué, aquí el desubicado soy yo.
–No vale, no digas eso, está bien que digas lo que sientes, pero, es que yo no siento lo mismo,  no es que no me gustes, eres guapo pero no me atraes, no sé, no te veo como novio, eres mi pana.
–Tranquilo y disculpa, olvida lo que dije.

Asdrúbal volvía a quedarse sin palabras y muy apenado.
–Ya, ya no te sientas mal mi pana, déjalo así, vamos ya que se nos hace tarde.



Cuando llegaban a la planta baja de la torre Asdrúbal frenó a Ramón poniéndole el brazo en el pecho.

–Ramón, no quiero que esto cambie entre nosotros, desde que te dije que no, me ves extraño, más bien ni me ves.
–Te dije que tranquilo pana, ya pasará.



La tarde pasó bastante movida, no volvió a ver a Ramón, ni siquiera tomaron café juntos en la tarde.

Pasadas las 5:30 de la tarde, Asdrúbal salía de la torre. Ramón lo vio salir y esperó que se fuera para no topárselo en la salida.

Bajó al metro, compró el boleto y llegó al andén. Entró al vagón y al cerrarse las puertas comenzó a escuchar lo que normalmente dicen los que piden dinero.



“…tuve un accidente y ahora tengo una colostomia y necesito unos medicamentos…”y bla, bla, bla.
No puedo creer esto, de nuevo este panaPensaba Asdrúbal–.

Cuando Asier se acercaba a él, tocó la alarma, volvió a accionarla cuando el operador lo solicitó. Asier vio a Asdrúbal y se le acercó.
–¿De verdad?–Salió del vagón y lo esperaban dos agentes del Metro, levantó su mano y le mostró a Asdrúbal su celular. Le hizo un gesto con la mano para que lo llamara
–¡Coño de tu madre me quitó el celular!
–Por eso yo no creo en esos que piden plata, son unos choros–Decía una señora–.



Asdrúbal llegó a su destino y estaba rojo de la rabia. –¡Guevón!, ¿cómo me dejé quitar el celular? ¡qué imbécil!–Le volvió la imagen de Asier diciéndole que lo llamara.
–Está como loco si piensa que lo voy a llamar, me compraré otro celular y línea.

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